La pervertida de ojos color m...

By alaiaack

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Levi Ackerman es un estudiante de preparatoria bastante popular , las chicas no son un problema pero simpleme... More

I
II
III
Trato con el Diablo I parte.
Trato con el Diablo y algo mas... II parte.
Primera vez
Confidente
Expectadora
La número cinco.
Confusión
La numero dos.
Sincera
La número tres y seis o la diez, la ocho... no, no ¡no! No más lista de mierda.
Soda sabor cereza
Curiosa
Violento
Vainilla
Algodón de azúcar
Encinta
Poema
Enamorada pero...
BBM Baby
Lilium
Ternura
Capturada
Sometido
Desamor
Intrigada
Eres mía
Propuesta
Rencorosa
Petición

¿Quiero saber?

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By alaiaack



Únicamente Levi y sus pensamientos homicidas ignoraban que bajo aquellas sabanas se encontraba una pervertida y tierna chica, que cometió el único error de dormir la siesta en territorio peligroso, pues mientras ella jugaba en aquella cama e imaginaba que retozaba con Levi, el cansancio y las terribles secuelas de la noche anterior provocaron que Petra cediera de una vez ante Morfeo,  aferrada a una almohada y con las sabanas cubriéndola por completo, ella simplemente se dejó llevar por el aroma del azabache y con rapidez cerró sus cansados ojos color ámbar, para caer en un sueño igual de delicioso que sus propias practicas indecentes e inocentes.

El azabache no se detuvo a pensar demasiado, poco le importaba quien era aquel maldito bulto en su cama, del cual solo un poco de cabello negro se asomaba, sabia a la perfección que nadie en su familia se atrevería a gastarle una broma, por lo tanto tomo valor al igual que velocidad y se acercó hacia el armario, evitó hacer ruido pues no quería que su presa se espantara, con mucho cuidado sacó de este un bate de béisbol, sus intenciones eran claras y poco le importaban las consecuencias, además sabía que las leyes estarían de su lado, pues fácilmente le diría a las autoridades que actuó en defensa propia ante un degenerado, asesino o sucio indigente que invadió su casa para hacer quien sabe que cosas.

Los ojos del azabache se nublaron en el proceso, estaba a punto de masacrar con un bate a alguien y no sabía de quién demonios se trataba o si en el proceso lo mataría, pero en ese instante tenía tanta cólera dentro de él, que se dispuso a actuar fríamente, pero antes de comenzar, debía ver el rostro del intruso y en cuestión de minutos, se paró a un costado de la cama, tomo el bate fuertemente con su mano derecha y con su brazo libre tomo aquella sabana que cubría el objetivo.

Tal vez fue cuestión de principios o simplemente el joven Levi sentía lastima por lo que le haría a aquel sujeto, pero en el preciso momento en que, el azabache deslizaba aquella sabana, cerró los ojos con fuerza y con rapidez llevo ambas manos al bate de madera que con agilidad levantó y preparo para comenzar la embestida de golpes violentos sobre aquel cuerpo, pero,  nuevamente se detuvo a pensar solo unos cuantos y fugaces segundos, manteniendo sus ojos cerrados y todas sus células concentradas en lo que se aproximaba. Sangre sobre las sabanas, las paredes llenas de aquellas gotas carmesí tan difíciles de limpiar, los jodidos forenses revisando cada detalle de su habitación, el mierdero juzgado y los dolores de cabeza que eso le provocaría a su madre, mierda,  no sería nada agradable matar a ese sujeto, si lo pensaba una vez más, su delito seria aun peor que el del intruso... por lo tanto, respiró con pesadez y aflojo el agarre de su arma, con suavidad abrió los ojos y se dio cuenta del jodido error que iba a cometer, pues si no se hubiese detenido a tiempo, hubiera matado a golpes a una mujer, una semidesnuda y desconocida chica que dormía sobre su cama mientras aprisiona con sus brazos y piernas una almohada, su almohada favorita para ser exactos. 

La delicada criatura aun dormía apaciblemente y su suave respirar confirmaba que se encontraba profundamente inconsciente de lo que sucedía mas allá de su placentera siesta. El desconcertado  azabache dejo de sostener el bate con sus fuertes manos  y el sonido que este provoco al desplomarse sobre el suelo, nada más logro que la durmiente oji miel se removiera sobre aquel colchón, aun somnolienta comenzó a susurrar dulcemente y apretaba aún más la almohada, mientras gemía adormilada y levemente consciente del lugar en el que se encontraba.

-Le-Levi...

Aquel silencioso susurro que se escapó de los sensuales labios de la chica acompañado con un suspiro, fue suficiente para que el anonadado Levi reaccionara y se diera cuenta de lo imbécil que se veía frente a su cama observando a la maldita intrusa, aquella desvergonzada chica que estaba en ropa interior reveladora e inapropiada, restregándose en su cama y ¿gimiendo su nombre?  El azabache restregó su rostro un tanto avergonzado y en vez de molestarse y sacarla a patadas, estaba fantaseando con la desconocida pelinegra y eso era peligroso, pues incluso tuvo un destello de imaginación en el que se veía a él mismo acorralándola bajo su cuerpo mientras la embestía salvajemente. Aquellos pensamientos propios de un adolescente de su edad, le hicieron incluso acercarse a la chica de manera cautelosa, el curioso e incitado Levi apoyó sus rodillas en la cama y con lentitud se situó sobre la chica de aquella manera que encontró similar a otra de sus calurosas experiencias, ya antes había acorralado a una dormilona chica sobre un sofá y en ese momento la imagen de Petra se apoderó completamente de él y dudó en si seguir o no, pues no quería repartir una vez más la vergonzosa escena de quedarse a medias con una chica, ya que la tarde anterior dejo de follar con Nifa en el momento en que recordó a su peli naranja. .

La oji ámbar se encontraba acostada de lado con su rostro apoyado sobre la misma almohada que apresaba con sus extremidades de manera posesiva y aquella posición dejaba la mitad de su delicado perfil a merced de Levi, los largos mechones azabaches que se encontraban desperdigados sobre la cama, se veían enredados y desordenados gracias a cada movimiento juguetón y sensual que la chica dio, antes de quedarse dormida y que sin querer, lograron desajustar su peluca dejando algunos mechones naranja sueltos y a vista de Levi, quien por curioso y atrevido, casi roza su nariz con la mejilla de aquella pelinegra, pero justo a tiempo logro detenerse y bajar aún más a la altura de su cuello. Gracias al adrenalínico momento que comenzaba a excitarle, el azabache decidió  olfatearla como parte de su morbo y de esa manera tan simple descubrió que aquel aroma pertenecía a alguien especial, pues su cerebro de inmediato le gritó que esa dulce fragancia pertenecía a Petra, solamente la de cabellos naranjas tenía esa exquisita esencia a fresas y vainilla en su cuerpo, su jodida pervertida de ojos color miel se caracterizaba por aquel suave perfume que a él, le hacía enloquecer, pues aunque lo negara mil veces, la deliciosa frescura dulzona que Petra emanaba, se había convertido en algo difícil de ignorar o despreciar para el orgulloso azabache.

Petra se removió un poco y al hacerlo, automáticamente rozo aquel cuerpo que se encontraba a pocos centímetros de ella intentando arduamente no tocarla o despertarla, pero fue en vano pues los adormilados parpados de Petra se abrieron ligeramente y sus brillantes y claros ojos ámbar se encontraran con los oscurecidos, platinados y preciosos ojos de aquel apetecido individuo que ella con ligereza reconoció.

Ahora menos que nunca el azabache dudaría de que esa chica fuera Petra, pues aquellos pozos de miel solo podían ser los de ella, pues aquel color tan único y encantador solo pertenecía a ella y era en esos jodidos orbes en donde podría perderse sin deseos de ser encontrado. Levi siempre odio las cosas dulces, pero esa maldita fragancia a vainilla dulzona, sus encantadores ojos de miel, su jodido cabello dorado caramelo y su exquisita piel deleitosa con sabores y néctares azucarados, hacían de Petra el postre más delicioso, la droga más exclusiva, el paraíso bajo su cuerpo, la gula hecha mujer. Su jodida quinceañera incluso le ganaba en la cama a aquella experimentada mujer que lo hizo hombre años atrás, esa niña risueña y pervertida le demostró que la inocencia mezclada con su elegante depravación podría hacer de ella una irresistible muñeca sensual, pues en ella... el encontraba todo procedimiento corrupto y desenfrenado para adquirir el entretenimiento y placer más genuino que más creyó alcanzar.

Petra pasó de ser un simple trato, un estúpido chantaje o una molesta extorsión sexual, para convertirse en la única chica que logró despertar en Levi, aquel pecado capital conocido como la lujuria. Pero no solo eso... la jodida pervertida era difícil de ignorar fuera de la cama. Aquellas penetrantes miradas y tiernas sonrisas que le dedicaba efímeramente durante los recreos, le hacían sentir sensaciones agradables. No podía negar que era hermosa e inteligente, espontánea y sensible, bastante temperamental como caliente, amable a pesar de que el la insultara de todas las maneras posibles y aunque siempre fue rudo con ella, Petra se mostraba dulce y cariñosa, esa actitud tan agradable le hacía querer tratar bien a Petra, cuidarla, hacerla suya y que fuese solo de él y para él... aunque aún no entendiera el significado de eso.

-¿Qué significa esto? ¿Cómo demonios entraste aquí Petra? ¿Ahora guardas copia de todas las llaves de mi casa? ¿Encontraste más cosas vergonzosas para chantajearme a tu antojo de nuevo? ¿Dame un buen motivo para no sacarte a patadas de mi casa? Levi tomó las muñecas de la frágil y adormilada Petra, las colocó con rudeza sobre su cabeza y las apretó a tal punto de hacerla gimotear de dolor, la tenía sometida de manera violenta y nuevamente lleno de enojo hacia ella, pues no le agradaba ser el centro de burlas y aquella espina de molestia y desconfianza por creerla capaz de utilizar su vida privada en contra de él nuevamente, le estaba hiriendo su orgullo y solo podía verla de aquella manera tan fría mientras la interrogaba y la pobre Petra nada más se mostraba confundida y con miedo ante él.

-Y-yo... tú madre dijo que podía entrar, no... yo no entre a la fuerza Levi lo juro y no toqué tus cosas... solo acaricié tu guitara y... pensé que te alegrarías de verme, yo, lo siento Levi, lo siento. Petra cambio la serena y tierna expresión que había formado en su rostro minutos atrás, para ella fue hermoso despertar con Levi sobre ella viéndole descaradamente los pechos, pero el malhumorado jovencito se dedicó a atacarla con preguntas que lograron atemorizarla y aquella intimidante mirada le hizo sollozar tristemente... Levi no parecía entusiasmado con su estúpida sorpresa y ahora estaba avergonzada de meterse en la cama de aquel que solo tenía para ella desprecios, malos tratos e humillaciones y no era ninguna suposición errónea, ni mucho menos estaba equivocada, desde que aquella pelirroja apareció, Levi la prefería y ella solo era un ridículo pasatiempo o contrato del cual él se aprovechaba cuando le daba la gana.

A la chica se le cristalizo la mirada al darse cuenta de lo tonta que había sido, Levi solo le pidió olvidar aquel sucio trato, ya que para él era la oportunidad perfecta para zafarse de ella con palabras bonitas, si antes la odiaba por tenerlo como a su juguete sexual, ahora se desquitaba de aquella manera aprovechando la condición en que se encontraban.

-M-me estas lastimando... Petra suprimió sus lágrimas y susurró con tristeza aquellas palabras, el agarre de Levi se volvió suave en segundos y eso le permitió soltarse de él inmediatamente.

-¿Porque estás aquí? Que estás haciendo niña... ¿Porque te empeñas en provocarme tanto, no te basta con lo que te doy, es eso? ¿Tú también dirás que no te complazco lo suficiente? Levi tomo la fina quijada de Petra con suavidad y firmeza a la vez que impregnaba su mirada en ella, estaba cabreado con todas las mujeres que conocía, con la mujer de su primera vez por ser una perra que se burló de su poca experiencia, con las jodidas noviecitas que nunca le dieron lo suficiente y siempre le parecieron aburridas y nada excitantes, con Hitch por pretender dominarlo y recalcarle lo poco que duraba o lo brusco y torpe que era, ella más que nadie se encargó de joderle en cada follada, pues siempre apagaba todo rastro de excitación en él, cuándo comenzaba a hablar estupideces sin sentido que lo hacían coger con ella por pura lastima, ya que la chica de ojos oliva le decía lo mucho que lo amaba, aunque él no sintiese lo mismo por ella, Hitch era de esas relaciones toxicas en las que ni follar era agradable, pero procuraba mantenerla siempre satisfecha en la cama y evitar que lo molestara con más frecuencia de lo normal y se mantuvo con ella por un tiempo hasta que por fin la descubrió en algo sucio y la dejó de una vez por todas. Nifa por otra parte, linda y agradable a simple vista, pero mandona e irritante para él, pues desde que cometió el maldito error de acostarse con ella, a medias, puesto que se dio cuenta de lo poco o casi nada inocente que era, decidió no seguir y la jodida pelirroja no dejo de hostigarlo día y noche alegando lo enamorada que estaba de él y lo urgida que se sentía por retomar de nuevo aquella practica extra escolar y cuando accedió... se dio cuenta de lo poco que le gustaba estar con chicas como ella y lo desesperado que comenzaba a sentirse si la oji miel resultaba ser igual que todas aquellas que hacían de su vida sexual una jodida mierda sin sentido, aunque con ella siempre fue muy agradable y placentero, Petra le hacía conocer escalas de placer que él nunca creyó alcanzar.

-Solo quería estar contigo otra vez y lamento molestar tanto, pero, creí que si venia aquí disfrazada de esta manera tu no sentirías vergüenza de que te vieran conmigo y podríamos ir a otro lugar... a uno en donde tú y yo pudiésemos... no es mi intención importunarte, si tú no quieres yo esperaré por ti otra semana más, solo dime que volverás a mí, porque yo quiero más, tu siempre me dejas satisfecha, pero yo solo... solo quiero estar contigo nuevamente, porque me haces sentir plena y si no quieres hacerlo conmigo dímelo y me iré, dijiste que esto no sería una obligación para ti, pero si no te gusto... me marcharé, no volveré a cruzarme en tu camino, lo prometo. Los ojos de Levi se ensancharon al escuchar aquella tierna voz suplicante y tímida, declárale con palabras tan sencillas cuanto le necesitaba, su dulce pervertida ya no lo exigía nada y mucho menos mostraba ante él una actitud dominante o arrogante, Petra estaba con esa peluca oscura, cubriendo su sedoso cabello naranja porque creía que él se avergonzaba de ella, la chiquilla llego a su casa con deseos de estar junto a él, porque para ella una semana era interminable y las ganas de estar con Levi le consumían, la bonita pervertida de ojos color miel le estaba diciendo que se marcharía si el la despreciaba, cosa que le hizo abrir los ojos de una jodida vez, Petra era una hermosa chica que lo único que quería de él, eran sesiones ardientes de placer en las que ambos salían completamente extasiados y satisfechos, pues ella le demostró en cada ocasión lo sensible y placentero que puede ser un orgasmo al lado de alguien deseado.

-No te vayas... quédate. Levi cambio de temperamento en cuestión de segundos, su rostro se relajó mientas él se apoyaba sobre las clavículas de la oji ámbar, su cuerpo buscaba encajar con perfección en los espacios que dividían la suave, tersa y ardiente piel de aquella hermosa chica, de su áspero, frío y necesitado ser. Petra sintió como su interior se estremecía bruscamente al sentir los brazos de Levi abrazarle con tanta necesidad, el azabache la estaba estrechando suavemente mientras se acomodaba entre sus piernas y la besaba lentamente. Los labios de Levi saboreaban dulcemente a Petra con la intención de grabar en su memoria la agradable textura de aquellos rojizos y carnosos labios que se movían sincronizados y encantados por la atención tan cálida y deliciosa que ambos estaban ganando minuto a minuto.

Solo se necesitó de la iniciativa de Levi para que la oji miel comenzara a caer fácilmente en sus redes, poco le importaba si él se había mostrado violento hace un momento, ya que a ella le sabían tan bien esas caricias que no dudo en continuar con lo que él, tan tiernamente había comenzado, pero.

-L-Levi, espera, necesito saber si... tú, ¿te acostaste con ella? Yo en verdad quiero saber si... Levi besaba y lamia con mucho entusiasmo y suavidad el vientre de la oji miel, cuando ella hizo aquella tímida y casi inaudible pregunta, claramente se dio cuenta de que la chica estaba un tanto indecisa en si preguntar o no, pues la sintió temblar y tartamudear mientras le hacía aquella pregunta a la cual él no quería responder.

-¿De qué hablas,  quien te dijo que me acosté con Nifa? Levi se incorporó de rodillas sobre la cama y cuestiono con molestia, evadiendo dar una respuesta a la chica que se encontraba sobre su cama con la mirada cristalina, puesta en un rincón aburrido de aquella habitación.

-Entonces... si lo hicieron. Petra le envió una triste mirada al azabache, una que el jamás había visto en ella, una que sin duda le caló profundamente su interior, pues se notaba a simple vista que para su bella oji miel, aquello había sido algo muy desagradable y el decidió arreglarlo de inmediato, ya que no quería arruinar el momento, no quería verla llorar, mucho menos herirla y no le gustaba ver a su pervertida con aquella expresión de tristeza en su bonito rostro.

-No, no me acosté con ella ni con nadie y quiero saber cómo llegaste a esa conclusión tan estúpida. El azabache recurrió a las mentiras y cambió el curso de aquella historia, porque para la chica de ojos ámbar, escucharle decir que él, no follo con Nifa, significó el punto de partida para entregarse completamente a él, para Petra, aquello era una clara señal de que Levi era suyo y si era verdad, ella le entregaría aquello tan extraño que estaba creciendo en su interior, aunque no supiera como llamarlo en verdad, la chica se dejaría llevar por los sentimientos que negó desde el día en que lo conoció y los dejaría manifestarse en todo su esplendor, pues para ella ya era difícil mantener sus pensamientos libres de Levi y ahora, no podría seguir adelante si no le demostraba que aquello era más que solo follar sin compromiso.

-Olvídalo, solo... solo hazme tuya, pero como si fuera la primera vez, hazlo un poco lento y suave, por favor. Levi frunció el ceño y chasqueó la legua con incomodidad, pues tardo demasiado en entender aquella suplicante proposición y solo se mostró extrañado ante Petra, quien con rapidez se sacaba la azabache peluca que cubría sus claros mechones naranjas y las pinzas que lo sujetaban abandonaron su cabeza en segundos, dejando su sedoso y corto cabello libre sobre su rostro y mostrando su verdadera belleza.

La oji ámbar se sentó frente a Levi y con un poco de timidez, comenzó a sacar la camisa del azabache, él aún se encontraba extrañado y con la mirada fija en ella, pero al verla con un lindo sonrojo en sus mejillas, mientras se mordía el labio inferior y sus manos temblorosas palpaban su abdomen con tanta fineza, provocándole escalofríos extraños, pero agradables. Levi comprendió que aquella chiquilla quería que le hiciera eso que algunos llaman, hacer el amor, no coger hasta terminar, ni follar sin remordimientos o con la idea de que aquello solo era momentáneo y por puro deseo carnal, mucho menos con movimientos salvajes que ni siquiera la dejarían respirar o disfrutar a causa de sus violentas embestidas, su chiquilla pervertida quería que él disfrutara cada segundo de ese sublime momento y se complaciera junto a ella de la manera más lenta y precisa.

-No fui muy tierno contigo en tu primera vez ¿cierto? Levi recostó nuevamente a la chica mientras se preparaba para desnudar a ambos de una vez, vio a Petra negar un par de veces y luego enarcar una de sus finas cejas cuando intentaba entenderle, pero ella, al verlo deslizar sus medias con tanta suavidad y besar sus largas piernas con mucho cuidado, simplemente se relajó y procuró no decir nada más, pues ya nada importaba en ese momento y lo mejor sería dejar aquello en manos de Levi, literalmente.

El sexy conjunto de lencería negra que Petra llevaba puesto ese día, quedo sobre una remota parte del suelo en la habitación de Levi, acompañado por la camisa y pantalones deportivos que él llevaba puestos anteriormente, ahora ambos jovencitos se encontraban desnudos bajo las sabanas, haciendo travesuras con sus cuerpos mientras se besaban imparablemente. El sol se colaba por una rendija a través de la ventana y el color amarillo anaranjado de los rayos del sol, invadían aquella habitación, transformándola en un ambiente tenue, que relajaba los sentidos de aquellos imparables jovencitos y despertaba en ellos la imaginación.

No hubo lugar en el cuerpo de Petra que Levi no hubiese besado y mucho menos existía algún espacio en la piel del azabache que ella no hubiese acariciado, por más de media hora se mantuvieron en la preliminar de lo que pronto se convertiría en una apasionada y placentera tarde, pues por el momento el objetivo era restregarse el uno al otro como si quisieran ser uno solo de una vez y para ello debían mantener sus labios unidos en aquellos besos tan profundos como intensos que cada vez se volvían difíciles de mantener, ya que sus cuerpos se exigían más y más, las caderas de Petra ya temblaban bruscamente por todo el tiempo que permaneció con Levi sobre ella sin siquiera ser penetrada por él y los choques eléctricos en su espina dorsal le indicaban que si seguía con aquella torturante y exquisita manera de provocarse, se correría en segundos por incitar tanto a su cuerpo y por obligarle a resistir y sobrellevar tanto placer con nada más que caricias y besos. 

Mientras que Levi sentía como su entrepierna se hinchaba de tal manera que incluso se escuchó a el mismo gemir por tal sensación, algo que le pareció nuevo para él y  si no entraba en Petra de inmediato, aquella violenta erección explotaría ante tanto deseo, pero joder, friccionar su cuerpo de aquella manera sobre la oji miel por tanto tiempo, fue el momento más erótico que tuvo con alguien y agradecía infinitamente que fuese únicamente con Petra, aquella erógena chica que soportó con paciencia cada una de las practicas perversas que él le provoco con sus manos y lengua con la intención de llevarla al cielo si ella se lo permitía.

Las eróticas y sensuales melodías que Petra dejo escapar cuando Levi la embestía con tanta lentitud, fueron el factor que mantuvo al azabache concentrado en cada estocada, ambos cuerpos temblorosos se encontraban atrapados en aquel lento vaivén que parecía ser eterno, ya que para Levi fue fácil mantenerse así por mucho tiempo y por ende, prolongo aún más el orgasmo de ambos, permitiendo que el placer se mantuviese bajo aquellas sabanas por mucho tiempo y si su sensual mocosa se dignaba a pedirle más, él se lo daría con gusto, aunque por el momento el recibía de ella jadeos y gemidos que le aseguraban que como lo hacía, estaba más que perfecto.

Está de más decir que, aquel fue el mejor orgasmo que ambos experimentaron hasta el momento, la oji miel quedó sobre la cama con varios cabellos pegados a su frente perlada de sudor, la arrugada sabana apenas la cubría lo necesario y menos aun cuando se estremecía a causa de las permanentes sensaciones que aquel  éxtasis dejo en su cuerpo. Levi se encontraba fiel a su lado, boca abajo y apoyado en sus brazos mientras la observaba con curiosidad, sabia perfectamente que ambos se encontraban sobre húmedas y sucias sabanas que ensuciaron con saña, pero verla suspirar en desosiego y esperando a que las secuelas de sus actos pasaran de una vez, no pudo evitar repetirse lo preciosa que era Petra y lo magnifica que resulto ser para él y la única duda era ¿Cómo demonios se sacaba a la pervertida de ojos color miel de su mente ahora?

-Eres muy bonita. EL azabache murmuró con simpleza y se acercó más ella, pero al sentir como ella se tensaba y abría los ojos asombrada por sus palabras, él simplemente se detuvo y de nuevo examinó cada detalle de aquellas ambarinas pupilas.

-Preciosa, eres hermosa. Levi se acomodaba nuevamente sobre Petra, pero en un abrir y cerrar de ojos, ella plantó la palma de su mano sobre el rostro de Levi y lo apartó de inmediato, chilló con fuerza y se alejó de él, no quería que Levi viese lo roja que se encontraba su cara en ese momento por culpa del violento sonrojo que aquellos adjetivos causaron en su frágil y amartelado interior.

-¿Qué demonios te sucede? Me puedes explicar que ray... Levi no pudo terminar aquella frase pues se quedó observando con curiosidad, como Petra se metía bajo las sabanas y se cubría de pie a cabeza, ocultando cada detalle de su ser y principalmente su rostro, el azabache no espero mucho tiempo y con rapidez se dispuso a desenvolver a la peli naranja, le intrigaba aquel actuar, pero le causaba gracia verla tan ¿Cohibida? Levi pregunto muchas veces que ocurría, mas sin embargo no obtuvo respuesta por parte de la chica quien se aferraba inútilmente a las sabanas, pues para Levi fue muy sencillo convertir su refugio en un lugar donde ambos compartían el mismo aire. Ahora bajo aquellas sabanas y con sus ojos puestos en ella, el azabache se dio cuenta de lo tímida y avergonzada que se encontraba Petra, ya que ni siquiera le veía a los ojos y sus mejillas tenían aquel tono rojizo que el solo veía cuando la llevaba al orgasmo ¿Pero qué fue lo que provoco aquel bochorno en Petra?

No lo sabía y ella parecía no querer colaborar con él, por lo tanto... el azabache decidió comenzar un absurdo pero efectivo ataque de cosquillas en los costados desnudos de la oji miel, quien ante el inesperado acto, comenzó a retorcerse y a reír descontroladamente, ya que jamás le habían hecho algo así y para ella era una sensación tan electrizante y nueva en su cuerpo, pues aquellas caricias desenfrenadas le sacaron sonoras carcajadas al mismo tiempo en que pedía piedad y reía con locura, pero Levi no se detendría hasta que ella hablara de una vez y para su suerte, la chica de ojos ámbar se rindió de inmediato y entre jadeos y risitas divertidas, decidió hablar de aquello que la hizo sentir tan incómoda.

-Es-es que tú, jamás me habías dicho... algo agradable... es la primera vez que me tratas de esa manera y creo que no deberías hacerlo porque... yo podría malinterpretarlo, soy una chica muy sensible y discreta y no creo que sea adecua... Las palabras de Petra se interrumpieron ya que  Levi aprisionó sus labios sin darle tiempo a reaccionar, la chica siguió el beso por un momento, pero le fue muy difícil manejar aquel ritmo y cada vez sentía que el aire le faltaba, el calor aumentó bajo aquellas sabanas y ambos comenzaron a sudar nuevamente, provocando que sus cuerpos se preparasen para una segunda ronda, pero... Levi se detuvo de inmediato y comenzó a recitar una gran cantidad de elogios para Petra, el azabache besaba una de sus mejillas y le decía lo bonita que era, bajaba a su cuello y lo lamia para después murmurarle que era muy hermosa cuando gemía, Levi acariciaba sus senos con suavidad al mismo tiempo en que le comentaba lo grandiosa que era en la cama y para finalizar, le susurró roncamente en el oído, cuanto le gustaba y lo jodidamente idiota que su aroma lo volvía. Petra se quedó sin palabras y comenzó a respirar entrecortadamente, no sabía si un ataque de pánico la atacaría en ese instante o si un paro cardíaco se haría presente por culpa de aquellas deliberadas palabras que Levi le dijo sin delicadeza alguna.

-¡Pa-para ya! Es muy difícil respirar contigo bajo las sabanas y yo... me voy a desmayar si sigues así, aire, aire... vértigo... yo me voy a desmayar si... yo voy a, necesito un caramelo, creo que no hay suficiente aire aquí, abre las ventanas ¡estoy teniendo un paro de oxígeno! Levi frunció el ceño de inmediato y chasqueó la lengua con diversión, aquella mujercita dramática hizo que el cambiase aquella fría y neutral expresión, por una levemente divertida y burlona, pues el azabache acababa de descubrir, que la pervertida de ojos color miel que hace un momento gimoteaba con locura y sin recato, mientras él le veía lascivamente y la embestía sin vergüenza alguna, se encontraba intensamente cohibida porque el decidió llamarla... bonita.

Petra respiraba hondo y se decía a si misma lo incomodo que aquello había sido y mientras ella recuperaba su adorado oxígeno, Levi se alejaba de la cama y tomaba aquel molesto celular que tenía horas sonando, vio la cantidad de llamadas perdidas y demasiados mensajes de texto, unos que jamás respondería, ya que la persona que los envió no lo merecía, pero cuando borraba cada mensaje de la bandeja de entrada, recibió una nueva llamada y al ver el nombre de aquel que osaba molestarlo en su día libre, decidió contestar con fastidio y levemente cabreado.

-Mierda, la semana pasada fue igual vejete, fuiste tú quien me dio libre lo olvidas, no me interesa, no iré... ¿Qué? Joder, estoy ocupado en este momento... ¿A ti que demonios te importa viejo? Ya te dije que no iré, no insistas porque... ¿Qué? Bien, bien... estaré ahí en media hora... jodete, quince minutos es muy poc... Levi apretó con furia aquel aparato mientras lo mantenía en su oído, la persona al otro lado de la línea decidió cortar la llamada y eso le hizo enfurecer demasiado, pero cuando la imagen de una Petra iluminada por el dorado atardecer llego a su campo de visión, todo sentimiento de ira se transformó en un sublime momento que debía quedar retratado para la historia. La peli naranja ignoró por completo cuando Levi le tomo una fotografía con rapidez y en el momento en que él se aseguraba de guardarla, ella se puso de pie y caminó al baño, necesitaba una ducha y por lo poco que escuchó... Levi saldría, así que debía estar lista.

La peli naranja se encontraba sumida en sus pensamientos mientras las deliciosas y constantes gotas de agua bajaban por la regadera y le acariciaban el cuerpo con tanta calidez, no se dio cuenta en que momento entro Levi a hacerle compañía, pero no era la primera vez que se encontraban juntos en la ducha, por lo tanto aquel lado atrevido y juguetón se apoderó de ella, todo estaría bien mientras el mantuviera su lengua quieta y no dijera aquella gran cantidad de cosas que la hacían sentir incomoda frente a él. Levi restregaba su cuerpo en Petra y ella con dificultad pasaba la barra de jabón por todo el cuerpo de aquel caliente chico que no dejaba de tocarla cuando ella se descuidaba, cosa que le encantaba, pero en ese momento precisaba más bañarse que otra cosa, por lo tanto el mismo Levi detuvo el sensual toqueteo y comenzó a bañarse mientras disimuladamente observaba cada movimiento de Petra.

-Tsk... no lo hagas así, debes lavar desde abajo hasta arriba, usa más jabón, Petra deja el cabello para el final, lo estás haciendo mal mocosa, usa la maldita esponja... Levi recibió una mirada retadora por parte de Petra, la chica de ojos ámbar se sintió ofendida por aquel que decía llamarse adicto a la limpieza, o bueno, así lo llamaba Hanji, quien anteriormente le comento sobre el trastorno obsesivo que el azabache padecía, por lo tanto... debía darle unas cuantas clases para que se diera cuenta de que era él quien seguramente se bañaba mal.

-¿Crees que no puedo bañarme? ¿Acaso quieres que luego de asear mi cuerpo, el sucio de mi cabello caiga sobre el, si lo lavo al final? Tienes que lavar desde arriba, hasta abajo... es una regla de oro, no necesito más jabón si puedo dar tres talladas sobre mi piel y tampoco necesito la esponja, esas cosas almacenan bacterias y debes cambiarlas tres veces al mes y si es posible, cuatro, me gusta que mi cuerpo sea exfoliado con mis manos, así todos los gérmenes no quedaran en la tonta esponja, no te metas conmigo señor esponja bacteriana, soy yo la que maneja a la perfección los detalles del festival de limpieza que se hará en la escuela después de las vacaciones de verano, así que mejor acércate y déjame bañarte de la manera correcta. El corazón de Levi palpitó con tanta rudeza que incluso sintió como su interior carecía de espacio ante aquellos violentos latidos, la chica frente a él, comenzó restregar su cuerpo de manera delicada y con movimientos meticulosos, las frágiles manos de Petra creaban mucha espuma sobre su cabello azabache... ella en verdad lo estaba bañando, pero para él, lo más magnifico de aquella pequeña clase de baño y de sus consejos, fue escuchar sobre un festival de limpieza, algo que el toda su vida había esperado y si Petra era quien planeaba aquel evento, era merecedora de ser su dueña para siempre.

-¡Vamos a casarnos, tu tienes que ser mi mujer! Levi intentó acorralar a la oji miel en aquel reducido baño, pero ella ante aquellas palabras, salió corriendo desnuda y mojada de aquel lugar, de nuevo Levi la incomodaba en niveles que superaban lo normal ¿Qué había sido eso? ¿Su esposa, su mujer, en el futuro, en ese momento, cuando? ¿Por qué demonios actuaba así?

Petra encontró toallas en el armario y comenzó a vestirse lo más rápido posible, no quería pensar en aquello otra vez, solo quería salir de aquella habitación y respirar un poco de aire fresco o quizá, respirar todo el oxígeno del universo. Levi medito en la ducha aquellas palabras, su expresión era igual o peor que la de Petra, pues el tampoco entendía porque demonios lo dijo, pero si estaba seguro de algo, Petra le gustaba.

Vestirse uno frente al otro fue muy incómodo como silencioso, Petra terminaba de arreglar sus medias mientras el subía el cierre de su pantalón, ambos se dedicaban miradas curiosas, pero ninguno de los dos hablaba sobre lo sucedido en la ducha.

-¿El maric... tu guardaespaldas vendrá por ti? Levi se acercó a la peli naranja y la tomo de las caderas, no quería que aquella tarde acabara de esa manera, pero no tenía opción, así como tampoco deseaba que ella se sintiese utilizada por unas horas y luego desaparecer como si nada.

-Reiner, se llama Reiner... vendrá cuando yo se lo pida, así que... no tengo deseos de ir a casa, iré contigo a donde tu vayas y no me digas que no, porque no volveré a esa horrible casa tan temprano y tampoco cenaré sola, cuando termines de hacer tus cosas iremos a comer ¿sí? La tierna sonrisa que Petra le regalo a Levi, fue suficiente para que el aceptara de buena manera aquel capricho, maldición ¿desde cuándo aceptaba con tanta tranquilidad lo que ella le pedía?

Levi salió de su habitación en el momento en que Petra acomodaba nuevamente la peluca negra sobre su cabeza, el azabache le advirtió que no era necesario, pero ella añadió que sería lo mejor y por lo tanto, saldría de aquella casa vestida de la misma manera como llego a excepción de algunas prendas que decidió no usar. Levi regreso por ella y la llevo de una vez al garaje, debía estar a tiempo en aquel lugar o aquella molesta persona llamaría otra vez. Petra jamás imagino que el vehículo en el cual sería transportada esa noche, sería una motocicleta de esas que se ven muy rápidas y peligrosas, esas a las cuales tenía prohibido subir y que por su diseño, sería muy incómodo viajar si ella se encontraba usando un simple vestido. Levi subió a la que para él era su musa y encendió el motor y espero paciente a que Petra reaccionara, pero al verla en shock por razones desconocidas, decidió aclarar su garganta para que ella le prestara atención.

-¿Sube princesa o tienes miedo? El tono sarcástico y burlón de Levi, sumado con su fría y neutra expresión, llenaron a la oji ámbar de valor, pues sabía que la llamaba de esa manera con toda la intención de molestarla, Petra apretó la tela de su vestido y suspiro entrecortadamente, camino con rapidez decidida a subir en aquel vehículo tan peligroso, pero antes de subir en ella, Levi la detuvo y se bajó, no le dijo nada y simplemente tomo de uno de los estantes del garaje, un casco que serviría de protección para Petra, lo colocó con mucho cuidado en la cabeza de la chica y sonrió para sí mismo al darse cuenta de que se le veía muy bien, regreso a la motocicleta y le ordeno que subiera ella también, la oji ámbar obedeció de inmediato y cuando por fin se encontraba sobre ella, apretó con sus piernas y brazos a Levi, su corazón palpitaba por la adrenalina que aumentaba en ella y eso a Levi le gusto demasiado, ya que Petra era la primera chica que tenía el honor de subir a su adorada motocicleta y al ser la primera vez de ella, haría de aquel recorrido una experiencia inolvidable para la miedosa chiquilla que apretaba sus costados con fuerza a causa del terror en su interior.

-Tranquila, solo sujétate fuerte con esas lindas piernas tuyas y relájate... te va a gustar. Petra se mordió los labios y esbozo una risita nerviosa, todas aquellas nuevas experiencias con Levi eran de lo más emocionantes para ella y no dejaría que sus malditas costumbres de niña buena le arruinaran la oportunidad de descubrir una pequeña parte del frenético y alocado mundo de su azabache.

Levi arrancó a toda velocidad asustando a la temerosa oji miel, ella chilló de inmediato pero se mantuvo sujeta tal y como él lo ordenó, aquel brusco arranque sirvió para que ella se relajara según Levi, pues luego de eso comenzó a conducir con más lentitud y de vez en cuando aceleraba solo para sentir como las piernas de Petra se abrazaban a él con tanta fuerza, algo que le gustaba demasiado. A medida que se perdían por la ciudad, la oji miel disfrutaba un poco más de aquel improvisado y bizarro paseo, no se dio cuenta en que momento abrió los ojos y ya se encontraba observando las brillantes luces y los inmensos y resplandecientes anuncios de aquella nocturna y frenética ciudad, Levi se detuvo en la vía gracias al semáforo en rojo, miro de reojo a la peli naranja y se dio cuenta de que ella ya se encontraba relajada y disfrutando de todo a su alrededor, la adrenalina dentro de la jovencita fluía armoniosamente y una gran sonrisa se dibujaba en su rostro, Levi solo esperaba que también se sintiera tranquila en el lugar a donde tenía planeado llevarla por unas horas.

Levi se detuvo en el estacionamiento de un extraño establecimiento, que se encontraba alejado un poco de la ciudad, en el lugar había autos y motocicletas, hombres, mujeres y muchos jóvenes de su edad, Levi le pido roncamente que bajara, Petra seguía embelesada en el lugar y en su ambiente y aun hipnotizada se dispuso a bajar de la motocicleta, su vestido se encontraba un tanto arremangado y en el momento en que alzaba la pierna, dejo ver un poco más de lo necesario, provocando un chiflido lascivo por parte de un tipo que se encontraba justo detrás de ella, la oji miel se apuró en arreglar su vestimenta, estaba demasiado avergonzaba y tenia la esperanza de que él no hubiese visto mas arriba de sus muslos, o eso en verdad hubiese sido lo mas deshonroso de su vida. Abochornada y enojada, Petra le envió una mirada acusante y poco amable al idiota que se mordía los labios de manera asquerosa, mientras la observaba fijamente a ella y a su semi escote, Levi se apresuró a bajar de la motocicleta y se aseguró de atravesar con su mirada al tipo que se atrevió a ver a su pervertida, la gélida mirada de Levi y el aura asesina que dejaba ver a simple vista, incomodó de inmediato al sujeto, quien rápidamente optó por huir de aquel lugar, arrepentido por haberse metido con el sobrino del temido Kenny the ripper, aunque para aquel cobarde, Levi resulto ser aún más escalofriante y perverso que su propio mentor.

-Escúchame bien mocosa, este lugar sin duda no es para ti y quizá no debí traerte aquí,  pero ahora nos jodemos los dos, ni se te ocurra apartarte de mí o hacer algo estúpido mientras no estoy a tu lado y procura no socializar con nadie ¡absolutamente nadie! La oji miel asintió muchas veces y trago saliva al darse cuenta de que quizá, ese era uno de esos lugares prohibidos a los cuales Reiner le pidió de ante mano no acercarse nunca.

Levi tomó a la oji miel de la muñeca y la obligó a caminar velozmente hacia la entrada de aquel lugar, estaba completamente cabreado y se lo hizo saber a todos los presentes, pues inmediatamente dejaron de verlo con curiosidad, a él y a la princesa que lo acompañaba, aquella extraña y hermosa chica que evidentemente no pertenecía a un lugar como ese.

Petra mantenía la mirada agachada, pero al entrar en aquel ruidoso, oscuro y levemente iluminado lugar, su curiosidad fue más grande y comenzó a ver a todos lados encantada por estar en aquel maravilloso bar, pues no era nada igual a la fachada del exterior, dentro se encontraban muchas jovencitas bailando al ritmo de la pegajosa canción que la banda tocaba con mucha euforia, logro ver a tipos jugando billar y algunos más tomando cerveza en la barra, pero como prácticamente era arrastrada por Levi, no pudo apreciar cada detalle con más tiempo.

-Maldito mocoso, llegas tarde... el imbécil de Mike ya se fue y Flock tuvo que tomar tu lugar, pero no es igual, esas mocosas calientes te quieren a ti, date prisa enano de mierda. Un señor muy alto y de apariencia aterradora se acercó a Levi mientras llevaba una botella de whisky en su mano izquierda y en la derecha un cigarro al cual le dio una fuerte calada luego de vociferar aquella oración. Petra se aferró a Levi a la vez que este respondía con enojo un insulto dirigido al hombre de sombrero y mirada alegre y escalofriante, aunque a Petra le pareció simpático a simple vista. 

-Al grano cerdo, vine porque me amenazaste con decirle a mamá lo de la semana pasada, pero ni creas que me controlaras toda la vida, vejete asqueroso con cara de cu... El azabache no continuo con la refinada prosa, pues Kenny dirigió la mirada de inmediato a donde se encontraba la dulce chiquilla que acompañaba a su educado sobrino.

-Joder, así que el enano ya tiene novia eh... y una muy bonita debo agregar, aunque... ¿se puede saber porque carajo la traes aquí? Mírala, la ratilla está asustada con todo. Levi chasqueo la legua con fastidio e ignoró por completo a su tío, paso de largo y se acercó a la barra, obligo a Petra a sentarse sobre uno de los taburetes y le advirtió por segunda vez lo que le había dicho anteriormente en el estacionamiento. La oji miel lo vio alejarse y perderse entre la multitud, ella se quedó con la mirada perdida en las coloridas botellas, le dio la espalda a todos y se concentró en la mujer que preparaba los tragos, se veía muy bonita y agradable, vestía de negro y llevaba un maquillaje oscuro que realzaba aún más sus ojos azules, escuchó al señor que discutió con Levi, llamarla Traute y cuando sus miradas se cruzaron, ella le sonrió amablemente, los minutos pasaban y Levi no parecía por ningún lugar, mientras se preguntaba dónde podría estar, su mente unía aquellas palabras que escucho y que le hacían pensar mil cosas. ''Esas mocosas calientes te quieren a ti'' Petra respiró hondo y alejo aquel nocivo sentimiento de su interior, los celos se hacían presentes y ella comenzaba a impacientarse demasiado.

-Hey tu niña, bebe algo, ese condenado mocoso ni siquiera te ofrecido agua ¿Cómo puede una chica tan bonita como tú, ser novia de esa rata amargada? Al otro lado de la barra se encontraba Kenny, viendo de manera neutral a la oji miel, aquel hombre colocó frente a la chica de cabellos negros una bebida y esta la vio con desconfianza y solo arrugo el entrecejo, ya que aún no sabía cuál era el parentesco que tenía su azabache con aquel hombre.

-Solo es jugo de arándano mocosa, no le daré bebidas alcohólicas a una niña, joder, a mi estúpido sobrino le gustan las chiquillas de primaria. Petra se mostró ofendida y de inmediato le aclaró a Kenny que pronto cumpliría dieciséis años, el hombre de cabellos negros y rasgos parecidos a los de Levi, sonrió con malicia y luego sacó de la nevera una lata de soda, la colocó frente a la oji miel y se alejó de ella.

La peli naranja bebía tranquilamente aquella bebida y se dio cuenta de que ya había pasado demasiado tiempo y Levi no regresaba, se dio la vuelta y comenzó a buscar con la mirada a Levi, pero nunca lo encontró, fijo sus ojos en las demás personas y logro reconocer a algunos jóvenes que asistían a su instituto, muchos eran de años superiores, pero también se encontraban algunos que podrían reconocerla, pero esperaba que gracias a aquella oscura peluca nada de eso sucediera.

Los gritos que las chicas daban a los integrantes de la banda le parecieron molestos como difíciles de ignorar, por lo tanto se concentró en el escenario y para su sorpresa, un jovencito de cabello azabache se encontraba sobre el tocando la guitarra eléctrica con mucha precisión mientras hacía coro con el vocalista, el corazón de Petra comenzó a palpitar furiosamente y al verlo con aquella venda que cubría o pretendía cubrir sus ojos ya que ante cada movimiento que el hacía, se aflojaba más, un sentimiento dentro de ella comenzó a hacerse presente distorsionando todo a su alrededor, para dejarlo a él como el centro exclusivo de su atención.

La oji miel abandonó la barra y comenzó a caminar hacia el escenario, todas aquellas chicas que gritaban y bailaban le hacían tropezarse y tambalearse, pero no le impedirían llegar a donde quería, pues aunque aquellas molestas mujeres estuvieran chillando por y para Levi, el azabache únicamente concentraba su atención en aquella chiquilla que se acercaba lentamente a él hipnotizada, quizá por el o por la melodía que decidió tocar, pues en el momento justo en que ella se encontraba frente a él, rodeada por aquellas gritonas, pero resplandeciendo entre todas, Levi comenzó a tocar una canción perfecta para ella y que sin duda le gustaría, pues era de la manera en que Petra le hacía sentir.

Para los integrantes de la banda fue muy extraño que Levi comenzara a tocar una nueva canción mientras dejaba la otra a medias, pero ellos nada más siguieron el ritmo y al darse cuenta de que era aquella que estuvieron practicando días atrás, recobraron la inspiración y se unieron a él, quien había comenzado a cantar aquella grandiosa canción de Kings of León, esa que a simple vista, se veía cuanto le gustaba mucho al azabache, pues cuando la entonaba, precisamente en la línea que decía ''Your sex is on fire'' sus gélidos ojos se iluminaban y su voz se volvía más gruesa y afinada, por lo tanto no estaría nada mal enloquecer a las chicas con aquel repentino arrebato, después de todo era el sobrino de Kenny quien mantenía aquel lugar lleno de hermosas mujeres, que sin importar la edad, llegaban en busca de pasar un rato agradable en aquel ambiente tan relajante y lascivo que solo Levi y la banda sabían darle al que por nombre tenia The Ripper.

Acuéstate donde estás acostada
No hagas ruido
Sé que están mirando
Ellos están mirando
Toda la conmoción
Es como un juego
Que tiene a la gente hablando
Ellos están ablando
Tú...
Tu sexo está en llamas.

Las caderas de Petra se dejaron llevar por el agradable sonido que Levi producía con aquella guitarra eléctrica y su mente se relajaba con la delirante letra que a ella, mucho le dio a entender.

Lo oscuro del callejón
El amanecer del día
Hacia adelante mientras conduzco
Estoy conduciendo
Los labios suaves se abren
Tus nudillos están pálidos
Se siente como si estuvieras muriendo
Estoy muriendo
Tú,
Tu sexo está en llamas
Consumidos,
Somos nosotros, qué importa transpirar
Caliente como una fiebre
Huesos crujiendo
Podria probar su sabor
Probarlo
Pero si no es para siempre
Si es solo esta noche
Oh, seguiremos siendo los mejores
Los mejores.

Los ojos de Levi se dejaron llevar por aquella mujercita que se encontraba fascinada ante él, la jodida luz violeta y la amarillenta y tenue iluminación, hacían destellar a su excitante pervertida, mientras él con gusto terminaba de cantar para ella,  le importaba una mierda si aquello era su trabajo, sacaría de ese bar a Petra de inmediato y la llevaría a un oscuro lugar en donde nadie más que ella pudiese ver como la devoraba una y otra vez, pues lo ocurrido en la tarde no fue suficiente para él y en ese momento las ganas de tenerla cerca le estaban consumiendo.

Todas las mujeres bailaban encantadas para aquella banda y los hombres en las esquinas bufaban con molestia, ya que aquellos jodidos niñatos tenían a las féminas tan encantadas, algo que a Kenny le fascinaba y si podía usar al rebelde de su sobrino para sus negocios, lo haría... pero al verlo acompañado por aquella señorita, decidió que no lo molestaría más por esa noche, por lo tanto le pidió al baterista que se retiraran.

Levi entró al baño de hombres para asearse un poco, aquel maldito sudor sobre su piel no le agradaba en lo absoluto, quitó su camisa y comenzó a secar aquellas perladas gotas que caían por su pecho, pero sin siquiera notarlo, una chica entraba en aquel reducido lugar y se encargaba de acorralarlo mientras le enviaba una mirada lasciva e insinuante, una que a él no le agradaba en lo absoluto.

Petra siguió con sus ojos a Levi desde que se bajó del escenario, pero de un momento a otro volvió a perderlo, se dio cuenta de que la amable mujer de la barra se encontraba cerca y le preguntó si acaso ella lo había visto y para su suerte, la rubia le comento que apenas unos minutos atrás lo vio entrar al baño de hombres. La oji miel inocentemente comenzó a caminar hacia ese lugar, esperaría afuera a que el saliera y le diría lo grandioso que era tocando la guitarra y que jamás imaginó que fuese tan buen cantante, pero cuando al fin encontró el área de baños, pudo ver que la puerta del sanitario de hombres estaba medio abierta y que dos figuras se encontraban dentro de él, muy cerca, demasiado en verdad. Gracias a su inmensa curiosidad y su poca discreción, vio el momento exacto en que una pelirroja se posicionaba frente a su Levi y comenzaba a decir cosas que ella no quería escuchar.

-Levi amor, lo siento... no debí decirte eso ayer y créeme que estoy mal conmigo misma, volvamos a mi apartamento ¿si? Te prometo que follaremos como nunca y me portare muy bien, vamos... tu canción me ha puesto muy caliente y quisiera que me repitieras todo eso otra vez, solo a mí. Levi chasqueó la lengua y separo a la irritante Nifa de él, quería decirle lo que se merecía pero justo cuando se preparaba para hacerlo, sus ojos se desviaron hacia la puerta y encontró a Petra bajo el marco observando todo, el rostro de la oji miel se veía furioso a simple vista y para desgracia de Levi, lagrimitas comenzaban a rodar por sus mejillas, Nifa se dio cuenta de que aquella metiche pelinegra los observaba y le envió una mirada llena de desprecio,  pero apenas y logro causar efecto en Petra, quien rápidamente abandonó la escena y comenzó a correr lejos de ahí, estaba en verdad molesta con Levi, celosa y demasiado herida por su mentira, pues gracias a las palabras de aquella pelirroja, ella se dio cuenta de que Levi estuvo con ella la tarde anterior.

El azabache hizo a un lado a Nifa y se colocó nuevamente la camisa, tenía que ir detrás de aquella jodida mocosa, tenía que encontrarla y explicarle lo que había sucedido, pues a estas alturas de la vida, él se arrepentía de haberle mentido sin necesidad alguna y ahora, sería imposible hacerle creer lo contrario.

           
Petra llego al estacionamiento trasero del bar entre lágrimas y maldiciones que susurraba para Levi, estaba tan dolida y enojada por el suceso, que sin pensarlo arrancó la peluca de su cabeza y la tiro al suelo, con sus manos comenzó a sacudir su cabello naranja y al tenerlo libre y algo desordenado, comenzó a secar su húmedo rostro, estaba tan enojada que lo único que deseaba era llamara a Reiner de una vez, pero... no tenía su bolso con ella y apenas se enteraba de que no lo veía desde que llego a la casa de Levi, su celular estaba ahí, su dinero también y en ese lugar no parecía haber taxis o mucho menos servicio de uber.

-¡Mierda! Ahora se encontraba en medio de quien sabe dónde, sola y sin saber qué hacer. Por un momento contempló la idea de pedir un teléfono prestado a la rubia de la barra o al mismísimo tío de Levi, pero no quería entrar de nuevo al bar y se negaba rotundamente a que él la llevara a casa, pues no quería ni verlo, por lo tanto comenzó a caminar hacia la salida completamente temerosa de lo que pudiese pasarle.

Solo unos pasos más adelante, sintió como alguien la tomaba del brazo bruscamente y le daba la vuelta, ella gritó de inmediato y comenzó a lanzar manotadas y patadas a su agresor, este la soltó con rapidez y trato de tranquilizarla con palabras.

-Cállate... mierda, quieta de una vez ¿Acaso no me recuerdas? Petra abrió los ojos con asombro y se avergonzó de inmediato, pues podía ver la mejilla de Zeke muy roja a causa de un golpe que por inercia le dio justamente en el rostro. 

Zeke Jeaguer se encontraba en aquel lugar para alegría o desgracia de Petra, pues el joven de cabellos rubios cenizos se dio cuenta de inmediato, que aquella chica se encontraba sola en un lugar inadecuado para una señorita de su clase, algo que aprovecharía al máximo, pues era muy bien conocido que Zeke tenía una gran atracción por aquella chiquilla indefensa y vulnerable.








No pues que les digo?
COMENTEN !!! hagan sus apuestas señoras 💰💰💰💰 LEVI vs ZEKE !

Se prendió.... adoro este capítulo
❤️👹❤️

Gracias por leerme 💕💕💕💕

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