Todos se acomodaron para dormir, JungKook y HoSeok se encontraban en los sillones mientras TaeHyung descansaba al pie del sillón en el que Kookie se encontraba, el NamJin se encontraba cerca del de cabello naranja.
Tae 💙
¿Hey?
Literalmente estás
a un lado mío xd
Ambos chicos rieron mientras intercambiaban miradas. Eran raros.
Sí, pero esto no puedo
decírtelo frente a ellos 😂
¿Qué quieres decirme? xd
Tengo ganas de un beso
tuyo 😉😚
JungKook se sonrojó, haciendo lo posible por evitar mirar a Tae que se encontraba sonriendo en esos momentos.
¿Ahora? 😶
Sí, hace mucho que
no te beso °^°
Sólo me haz besado
2 veces 😂
Exacto. Quiero más 😏
¡Hyung! 😶
Ya, ya, tranquilo xd
Sólo prometeme que vas a
darme un beso cuando
todos estén dormidos 😌😚
Está bien, lo prometo 🙈
Eres muy tierno 💕
Y tú guapo 😍
JungKook no sabía de dónde había venido esa repentina valentía, pero estaba emocionado. Él también quería besar a Tae.
De pronto sintió la mano de TaeHyung acariciando la suya.
Dirigió su mirada hacía su mano y notó como el mayor entrelazaba los dedos con los suyos.
Se acercó más a la orilla del sofá para que la posición no fuese tan incómoda para el castaño, quien le sonrió con cariño.
JungKook le devolvió la sonrisa, algo sonrojado por el contacto de sus manos. TaeHyung lo ponía nervioso.
Los minutos pasaron tortuosamente lento para ambos mientras esperaban que todos se quedaran dormidos.
—Me prometiste algo. — susurró el mayor cuando por fin todos cayeron en brazos de Morfeo.
—Ya voy, eres un impaciente. — ambos rieron suavemente.
JungKook dejó que su torso colgara del sillón, acercándose al castaño, pero Kim lo quería mucho más cerca.
Tomó al pequeño de las caderas e hizo que cayera sobre él, logrando que de inmediato se sonrojara.
No le dio tiempo de quejarse, lo tomó por las mejillas y acercó sus labios a los contrarios, rozándose.
—No sabes cuanto autocontrol he tenido en estos días. — murmuró para después unir sus labios en el tan ansiado beso.
El menor se sentía liviano sobre él, no se había dado cuenta de lo delgado que estaba.
Se separaron después de unos segundos y se sonrieron mutuamente.
—Gracias Tae.
—¿Por qué?
—Por haber salvado mi vida. — el castaño se quedó en shock ante esas palabras.
—Yo no... — Kookie lo interrumpió.
—Si no me hubieses sacado de ese infierno. Ya no estaría aquí.
—¿Tenías planeado...?
—Sí. — el mayor se giró de inmediato para ver a los ojos al niño que ahora se encontraba acostado a su lado.
Tenía los ojos cristalizados y pequeñas lágrimas corrían por sus mejillas.
Las limpió con sus pulgares y le sonrió.
—Ahora estás aquí, con nosotros, no dejaremos que te pase nada. No permitiré que nadie te haga daño. — el pequeño asintió mientras le devolvía la sonrisa.
Se quedaron a dormir juntos en el suelo, abrazándose mutuamente.
TaeHyung siempre abrazaba al dormir.
...
Al día siguiente, ambos seguían abrazados. Para su suerte, despertaron antes que los demás, por lo que se salvaron de las fotos y el bullying.
—Será mejor que vuelvas al sofá. — dijo TaeHyung al ver que Jin comenzaba a despertarse.
JungKook asintió y se separó lentamente del mayor, para después subir de nuevo a dónde se suponía que debía de haber pasado la noche.
Ambos fingieron que estaban viendo algo en sus celulares mientras escuchaban como SeokJin se ponía de píe y se dirigía a la cocina.
Ambos chicos se pusieron de pie y acompañaron a su hyung para ayudarlo a cocinar el desayuno. De no ser por él, todos estarían muertos de hambre o intoxicados.
—¿Cómo durmieron? — preguntó con una sonrisa.
—Bien. — respondió JungKook. —Mejor que nunca de hecho.
—Sí, fue una noche tranquila. — concordó TaeHyung con una sonrisa.
Jin no sabía qué estaba pasando, o porque esos dos sonreían como idiotas. Lo único que sabía, es que se gustaban mutuamente.
...
Después del desayuno cada uno había vuelto a sus departamentos o casas.
Tae y Kookie iban caminando hacia la parada del autobús cuando el pequeño se detuvo en seco.
El mayor siguió la mirada del pequeño, para encontrarse con que estaba viendo directamente a un hombre, y el hombre le devolvía la mirada a JungKook.
—Papá... — murmuró.
El hombre caminó hasta ellos y abrazó al pelinegro mientras éste se encontraba en shock. Tae no sabía qué hacer.
—¿Dónde estuviste? — preguntó con furia el pequeño.
—Hijo, yo...
—¿¡Dónde estuviste durante estos 9 años de mi vida!? — JungKook le dio un empujón en el pecho mientras los ojos se le humedecían.
—JungKook, hijo, déjame explicarte...
—No puedo. Estoy ocupado ahora. Luego nos vemos. — sentenció el niño mientras tomaba a Tae de la mano y salían corriendo. Dejando sólo al padre de JungKook.
No pararon de correr hasta la parada, donde TaeHyung sólo abrazó al menor y lo dejó llorar en su cuello.
No hizo preguntas. No quería forzar al pelinegro a hablar sobre algo que obviamente le causaba dolor.
El camino al departamento fue silencioso, con JungKook recargado siempre en el castaño. No era algo que le molestara a ninguno de los dos.
Tae abrió la puerta y el menor entró primero, se dejó caer en el sillón y se llevó las manos a las sienes.
—Él es mi padre. Al menos lo es biológicamente. — comenzó a hablar mientras Tae se sentaba a su lado. — se fue cuando yo tenía 6 años porque ya no quería a mamá. La engañaba con una mujer en su trabajo.
Nos mandaba dinero, tarjetas de cumpleaños, navidad y año nuevo. Venía a nuestros eventos importantes. Pero después de un tiempo dejó de hacerlo. Se esfumó por completo de nuestras vidas.
Ni un mensaje, ni una llamada. Ni una maldita postal. — exclamó con coraje.
—Tranquilo. — murmuró el castaño mientras le acariciaba la espalda. — ¿Tienes alguna idea de por qué vino?
—Seguramente viene por mi hermano. Quiere que herede la compañía. — el de sonrisa cuadrada se sorprendió.
—No sabía que tu familia tenía una compañía.
—No, mi familia no tiene una compañía. Él sí. — dijo recalcando el "Él"
Se quedaron en silencio por unos segundos.
—Mañana iré a cenar con mi familia, supongo que les diré que está aquí. — Tae asintió.
Era difícil para el pequeño el hecho de que uno de sus fantasmas del pasado se metiera en su vida actual.
Pero esta vez no lo iba a permitir.