Capitulo 63.
*POV Camila.*
-¡Abranme! -pateaba la puerta hace varios minutos.- ¡Aún soy parte de la familia!.
Segundos después me abrió mi padre. Emocionado se lanzó a mis brazos, levantándome y dando vueltas.
Alejandro: ¡Al fin llegaste!.
-¡Y ustedes no son capaces de abrirme la puerta!, me hicieron esperar una eternidad.
Exageré.
Entré y me encontré con Sofi saltando en los sofás de la sala. Al darse cuenta de mi presencia corrió hacia mi, y saltó para que la cargara en mis brazos.
-Te extrañé mucho, princesa.
*POV Lauren.*
Policía: Jauregui, es la quinta vez que te veo por aquí en solo dos meses. ¿No crees que ya es suficiente de estar drogada y ebria por las calles desperdiciando tu vida?. ¿Siquiera asistes a la universidad?.
-Sí, sí asisto a la universidad.
Policía: Entonces dedícate solo a eso. -se cruzó de brazos.- ¡No arruines tu vida, niña!.
-¿Me dejará ir?.
Ya estaba hace más de dos horas en detención. Esto realmente era un asco, creo que estaba más en este lugar que en mi casa.
¿Realmente desperdicio mi vida?.
Ya no tengo vida, solo estoy sobreviviendo en esta mierda. Es lo único que me queda hacer.
Policía: Si tu padre no fuera abogado ya estarías encerrada, Jauregui. Ya puedes irte.
-Él no es mi padre. No tengo un padre, ¿De acuerdo?.
Me levanté de la silla. Salí por la puerta y caminé sin rumbo. Solo saqué mis audífonos, coloqué música y fumé el último cigarrillo que quedaba en la cajetilla. Segunda cajetilla en el día.
Me estoy matando.
*POV Camila.*
Alejandro: ¿Por qué hiciste eso, Camila?.
Sofi: Eres mala con Lauren, ella te quería mucho Kaki.
Sacó su labio inferior, logrando hacer un puchero.
Mientras cenábamos le conté a mi familia lo qué pasó en Los Angeles. Cómo me fue en la universidad, qué había aprendido.. y sobre Lauren.
-No me hagan sentir peor, yo no quise decir lo de sus padres. Lo siento.
Sinu: ¿Y aún no sabes en dónde se encuentra?. ¿Y si le pasó algo, hija?.
Mi corazón se contrajo al pensar en aquella posibilidad. Me muero si algo le pasó.
Sofi: ¡Que lindo collar!. ¿No me compraste uno a mi?.
-N.. no es mío, Sofi. -la observé.- Es de Lauren, de hecho, de la madre de Lauren.
Sinu: ¡¿De su madre?!, ¿Y por qué lo tienes tú?. -habló algo molesta.- Es de su madre, Karla.
-Ella me lo dio cuando se fue de Los Angeles. Dijo que me estaría cuidando.
Llevé una de mis manos a mi cuello y toqué suavemente la cruz que colgaba en el lugar.
Alejandro: Está bien. Ayer vi a Normani. -cambió de tema.- le dije que venías a pasar las fiestas. Dijo que la llamaras para pasar el rato con las demás.
Una sonrisa salió al escuchar esas palabras. Realmente extrañaba a mis amigas.
No había hablado con ninguna de ellas estando en Los Angeles, posiblemente me regañen por eso cuando las vea.
-La llamaré más tarde. Quiero caminar por las calles de Miami que extrañaba tanto. Este lugar me hizo falta en cierto modo.
Mis padres sonrieron orgullosos. Al fin conseguí que se sintieran orgullosos de mi. Al fin.
Alejandro: Ahora ve a tu habitación, debes de estar cansada por el largo viaje.
Yo asentí y subí. Mi habitación estaba como la había dejado hace un tiempo. Todo estaba en su lugar. Dejaron intacta mi habitación con mi ida.
Me dejé caer en la cama y cerré mis ojos. Estaba agotada.
*POV Lauren.*
Chris: ¡Madura de una puta vez, Lauren!
-¡Cállate!.
Ambos estábamos gritando fuertemente en medio de la sala. Otra vez por lo mismo.
Chris: ¡Debes tener claro lo que pasará si te detienen otra vez, Lauren! -alzó su brazos.- ¡Entrarás a la prisión, por la mierda!.
-¡Tu no tienes derecho a decirme lo que debo y no debo hacer!.
Chris: ¡Soy tu hermano, Lauren!. -sus ojos comenzaron a brillar.- ¡Quiero a mi hermana de vuelta!. ¡No a esta persona que no valora siquiera su propia vida.! ¡Quiero a mi ejemplo a seguir, a la que hacía sentir a nuestra madre orgullosa.! ¡La que nos cuidaba y nos protegía cuando mamá se fue! ¡No a este fracaso de persona!.
Sin lograr impedirlo mi mano se fue a su cuello y lo empujé hacia una pared. Mi mano se apretaba en torno a su cuello.
-Dije que te callaras. No vuelvas a hablar de nuestra madre, nunca más. ¡¿Oíste?!.
Este asintió temeroso. No me estoy haciendo responsable de mis actos. Lo hago y ya está.
Subí a mi habitación, la cual apestaba a alcohol. No volveré a beber en este lugar.
Pensé en dormir pero tendría aquella pesadilla que me atormentaba ya hace seis mes.
Más bien, era un recuerdo... el peor recuerdo que tengo.
*Flash Back*
Cinco años... solo cinco cortos años y mi vida solo a sido gritos de mis padres, cada día me encierro en mi cuarto para no escucharlos.
Clara: ¡Hay que cuidar a Lauren y a Chris! -gritaba a mi padre que acababa de llegar a la casa totalmente ebrio.- ¡Son nuestros hijos!. ¡Compórtate como un padre para ellos!.
Un sonido sordo se escuchó y todo quedó en un completo silencio.
Los gritos de mi madre comenzaron a llenar el lugar. Chris llegó a mi habitación con lagrimas en sus ojos...
-Escóndete bajo la cama. No salgas hasta que yo vuelva.
Esperé a que lo hiciera y salí hacia la sala donde estaban mis padres. Me quedé en el marco de la puerta, observando como mi padre golpeaba a mi madre con el puño cerrado.
¿Qué podía hacer?, absolutamente nada.
-¡Déjala!.
Grité.
Él se volteó para observarme. Ahora me golpeaba a mi, en cierto modo prefería que me golpeara a mi que a mi madre.
*Fin Flash Back*.
Mi pesadilla se acababa ahí, no recuerdo más.
Todas las noches me despertaba temblando, y no volvía a dormir. Era una tortura... necesitaba a alguien para calmarme.. pero la única persona que me calmaba.. era Camila. Solo ella.
Me dormí observando el techo de mi habitación.
*POV Camila.*
Desperté tirada en el suelo. Al parecer me caí en la madrugada, pero no me percaté. Estaba agotada.
Pasé la tarde jugando con Sofia. Me encantaría llevármela a Los Angeles, pero soy muy irresponsable como para cuidarla.
Recordé que debía llamar a Normani. Tomé mi celular y le marqué.
-¡Hola!. -grité.- ¡Te extrañaba, Mani!.
Acordamos en encontrarnos hoy a las ocho, en el café Nexxt, frente al parque South Pointe. Dijo que llevaría a Dinah y a Ally.