Capitulo 61.
*6 meses después*
"Lauren...
Llegó el invierno. Pasé a segundo de la universidad. No lo he dejado por ti.
Estoy pensando en volver a Miami, quiero ver a mi familia y pasar las fiestas con ellos, los necesito.... al igual que a ti. El problema es que no sé en dónde estás, si lo supiera estaría a tu lado. No pasa un solo segundo en el que no piense en ti. He llegado al punto de que lo único que me mantiene con vida, es la vaga esperanza de estar a tu lado algún día... como dijo la anciana. Espero que el destino quiera lo mismo que yo."
Hace seis meses que no escucho su voz...
Nadie me ha dicho nada sobre ella, nadie sabe nada de ella. Chris no volvió a responder mis llamadas, me odia.
Los primeros meses no logré concentrarme en las clases, pedí ayuda a mi profesor favorito, John... el que me odiaba.
Es sorprendente el vuelco que dan las cosas en tan poco tiempo.
Me gustaría volver a la época de la escuela, congelar esos momentos.... y ser feliz con ella.
Hasta el momento aun lloro por lo que un día perdí, perdí a Lauren, mi Lauren.
Volví a mi departamento días después, no lograba concebir el sueño con su aroma llenando mis pulmones... con tanto de ella en ese departamento y ya no estaba su presencia.
Todo era perfecto, hasta que despertaba cada mañana sin ella a mi lado. Sabiendo que todo lo que soñé con ella solo eran... sueños.
Ahora solo recuerdo aquel momento cuando nuestros labios se tocaron por primera vez, sabía que ese recuerdo duraría para siempre. Y me duele mucho saber que no volveré a besarla.
Probablemente se preguntan si he visto a Sandra, y sí, sí la he visto, de hecho, la veo todos los días... vive al frente, ¿Cómo no encontrármela?
No he vuelto a hablar con ella, ¿Por qué hablar con la persona que me arrebató a la mujer de mi vida?.
Tomé mi celular y marqué a mi papá.
Iré a Miami.
Alejandro: ¡Kaki! -gritó.- por fin nos llamas. ¿Cómo estás?.
-¡Papá!. -grité al igual que él.- ¡Iré a Miami!.
No estaría con rodeos y darle la sorpresa al final, mi papá odia que hagan eso, al igual que yo.
Alejandro: Tu madre se pondrá muy feliz cuando le diga, al igual que Sofi. -habló emocionado.- ¿Cuando llegarás?.
No lo había pensado... ¿Cuando iré?.
-Mañana. Espérenme con comida. -corté.-
Tomé una maleta y la llené de ropa. Las horas se me pasaron rápidamente.
Los días en los que no tenía nada que hacer me la pasaba en una esquina de mi habitación, recordando algunas cosas que me hacían sonreír.
Sin darme cuenta ya se hacía de noche y tenía que descansar para mañana.
Tomé mi cuaderno y un lápiz, como todos los días antes de dormir.
"Lauren...
Es tan tarde y te extraño tanto, es que es otra noche sin saber de ti.
Ya me voy a dormir, porque es divertido soñarte todas las noches, pero muy triste despertar y ver que no estás a mi lado.
Te espero cuando tengas tu cabeza en la almohada tu allá y yo aquí añorando aquellos días en los que un error marcó la despedida, quizá por el resto de nuestras vidas. Como todos los días por dejarte ir me siento vacía, tonta, caprichosa, cobarde... dicen que de los errores se aprende, pero ¿De qué me sirve aprender si ya te has ido?, bueno... Te amo, espero que descanses, amor."
Me coloqué la pijama y me recosté en la cama. Son estos momentos en donde me pongo a pensar, se abre un agujero gigante de melancolía y agustia, y me pregunto si tendrá a alguien más en su vida. Alguien mejor que yo.