Cerré la puerta y fui directo a la cocina a buscar a Julian. Ahí estaba, sentado, esperándome. Apenas me vio entrar se levantó con cara de preocupación, pero sin decir nada. Lo único que me salió fue correr y abrazarlo, rodee sus hombros con mis brazos y escondí mi cara en su cuello. Él, sin entender absolutamente nada, pasó una mano por mi espalda y con la otra me acariciaba el pelo. En ningún momento de la conversación con Fran había llorado, pero en el instante en que Julian me abrazó, las lágrimas comenzaron a caer una tras otra, ni siquiera podía hablar.
- Ori, que pasó? - preguntó un poco asustado
- Nos... nos vio - dije con dificultad y sin dejar de llorar - ya está, se termino
- Pero no era lo que querías? - preguntó separándose del abrazo y agarrando mi cara entre sus manos
- Si, pero no de esa forma, no quería que él sufriera, me siento tan mierda - dije cerrando los ojos con bronca
- Eu, no digas eso, las cosas se dieron así por algo, te dije que se lo dijeras antes, pero bueno ya está, no te pongas mal - dijo secando mis lágrimas
- Abrazame fuerte, por favor - supliqué y él con una sonrisa enorme lo hizo, rodeando mis hombros y dejando pequeños besos en mi cuello.
Me aferré con fuerza a su espalda y largué todas las lágrimas que tenía acumuladas. Me sentía tan tranquila y segura estando entre sus brazos. Una vez que me calmé, él se encargo de secar todas mis lágrimas y salimos juntos al jardín para unirnos a nuestros amigos.
- Que onda ustedes? - preguntó mi primo riéndose y mirando nuestras manos entrelazadas
- Eh, no, nada - dije soltándome rápidamente y me senté entre Lola y Julian.
- Y amiga? Lo viste a Fran? - me susurró Lola
- Si, bueno, digamos que él nos vio a nosotros - dije bastante angustiada
- Me estas jodiendo? Ay no - dijo tapándose la boca con una mano y negué con la cabeza
- Soy la peor, se fue re triste - dije apoyando mi cabeza en su hombro
- Bueno ya está, cuando se le pase hablan bien, ahora vamos a divertirnos por favor, es mi cumpleaños - dijo y reí con pocas ganas.
Nos paramos para ir a bailar y arrastramos a todos los chicos con nosotras. Yo misma me encargué de que Julian nos siguiera, llevándolo de la mano, igual tampoco se hizo rogar mucho, con solo prometerle otro fernet alcanzó. Sí, el era así.
- El fernet o yo? - pregunté mientras bailábamos
- Qué? - dijo riéndose, con el ceño fruncido
- Que preferís? Que te gusta más? El fernet o yo? - repetí y largó una carcajada - ey no te rías Julian, hablo enserio
- Es que eso ni se pregunta - hizo una pausa mientras yo lo miraba expectante - el fernet obvio!
- Ah listo, así quedamos - dije haciéndome la ofendida y me di media vuelta para irme pero su brazo me lo impidió
- No seas tonta, obvio que vos boluda, vos, vos, y vos - dijo sonriendo.
Hubo un segundo de miradas y sonrisas, solo uno y ya lo tenía sobre mi, besándome y sosteniendo con ambas manos mi cara. Rodee con mis brazos su cintura y me deje llevar. Tanto que no me importó que estuviéramos rodeados de gente, entre ellos los chicos, que nos gritaban cosas pero ni siquiera lograba escucharlos con claridad.
- Para Juli - dije entre besos, sí, no me soltaba
- Mmm, qué? - preguntó sin separarse mucho
- Están los chicos, me da vergüenza - susurré y él se rió
- En serio te da vergüenza que nos miren estos boludos? - preguntó remarcando la palabra boludos mientras los miraba - sí, hablo de ustedes, putos - gritó y enseguida saltaron Agus, Maxi y Nico a pegarle, en joda obviamente
- Que pendejos que son - grité y Jenny y Lola en lugar de separarlos, solo se reían
- Que se joda por meterse con MI prima - dijo Pablo entre risas
- Awww sos más tierno Pablito - dije con una sonrisa enorme mientras le apretaba los cachetes
- Soltalo Oriana, es mío - se quejó Jenny empujándome
- Bueno, bueno, no se peleen por mi chicas, hay para todas - dijo divertido y le pegamos una de cada lado.
Julian seguía tirado en el piso con los chicos arriba, muertos de risa, juro que no los entendía, nunca iba a ser capaz de diferenciar cuando están jodiendo o cuando pelean enserio.
- Julian parate de ahí, deja de hacer pavadas - grité entre risas y me extendió la mano para que lo ayude a levantarse - sos un nene, no pensás madurar nunca?
- No, nunca - dijo abrazándome de costado y dejando un beso en mi cabeza.