CAPÍTULO 18

1.1K 54 1
                                    

- Estás borracho Julian, esto se nos fue de las manos. Olvidate de lo que pasó y bañate - dije cerrando la cortina de la ducha y saliendo del baño, sin darle el derecho a hablar.

Cerré la puerta de mi cuarto con cuidado de no hacer ruido y me cambié, moría de frío, todo por culpa del imbécil de Julian. No pude evitar recordar todo lo que acababa de pasar. No sabía si ponerme feliz o triste por eso, había sido mi primer acercamiento con él, pero se desubicó, y encima estaba borracho, por lo tanto seguramente mañana no se acordaría, y eso me hacía sentir más patética aún. Me volví a acostar pero el sueño tardaba en llegar, y mi cabeza no dejaba de pensar en él. De repente me vino a la mente la imagen de Julian besando mi cuello y no pude evitar sonreír, sí, definitivamente estaba hasta las manos con él.

Me estaba por quedar dormida cuando sentí el ruido de la puerta abriéndose. Simulé estar dormida porque supuse que eran las chicas que habían llegado y no quería ni tocar el tema Julian.

- Vine a reclamar mi beso de las buenas noches - era SU voz, susurrándome en el oído.

Sonreí y me di media vuelta para poder verlo. Estaba arrodillado en el piso, en cuero, con el pelo aún mojado y mirándome tierno.

- No te alcanzaron los de la ducha? - dije intentando parecer enojada
- No porque esos te los di yo
- No te voy a dar nada Julian, jodete por haberte zarpado - dije cerrando los ojos - quiero dormir, no jodas - por dentro sonreía, me estaba gustando esto de ser mala con él.
- Mmm dale Ori - dijo acercándose - mira que sino te lo robo yo...

Me hice la dormida y se acercó a mi cara, dándome un beso rápido en la comisura de los labios. Sonreí con los ojos aún cerrados provocando que se apartara de mi. Abrí los ojos y me estaba mirando, con una sonrisa igual a la mía.

- Que linda que sos cuando te haces la dormida - dijo y reímos los dos
- Deja de hacerte el lindo que mañana sobrio arrugas
- Vas a ver que no - dijo y depositó un beso sentido en mi frente para luego atravesar la puerta del cuarto como si nada hubiese pasado.

Me levanté y me puse el primer short y la primer remera que encontré para bajar a desayunar. Me hice una colita  en el pelo porque definitivamente haber dormido con el pelo mojado no había sido buena idea. Todo culpa de Julian. Las chicas seguían durmiendo así que me fui sin hacer ruido. Bajé las escaleras y estaban mis padres, Caro, Titi y todos los chicos, incluido Julian, desayunando juntos en el comedor.

- Buen día - dije con terrible voz de dormida mientras me sentaba y todos me miraron.
- Ah bueeeno, parece que se le fue la mano a Dracula eh - dijo Maxi y todos rieron menos mamá, papá, Pablo y Julian que me miraban serios, y yo, que no entendía nada.
- De qué se ríen? - dije aún sin entender y lo miré a Agus que disimuladamente señalaba mi cuello.

MIERDA. Me puse pálida al instante y no sabía como reaccionar. Fulminé con la mirada a Julian sin que se dieran cuenta todos y salí corriendo para mi cuarto ya que no existía la posibilidad de que me tragara la tierra en ese mismo momento.

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora