CAPÍTULO 57

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  - Hola, todo bien? - dijo Fran como saludo general y todos se acercaron de a poco a saludarlo, menos Julian, quien ni siquiera salió de la pileta, y lo miraba de lejos con desprecio.

- Donde estabas Ori? Desapareciste sin avisar - dijo mi primo
- Me pasó a buscar Fran y salimos a caminar un rato - explique y pude ver de reojo como Julian escuchaba atentamente la conversación
- Ah genial, y se quedan un rato no? - preguntó y lo miré a Fran quien asintió enseguida
- Si obvio - respondí finalmente.

Fran me dio un beso corto y fue directo a la pileta, donde estaban Lola, Nico, y... Julian! La verdad que yo no tenía ganas de meterme ahí entre los dos, así que con Jenny nos fuimos a la cocina, a hacer una torta o algo para merendar.

- Y? Que paso con Fran? - preguntó una vez que estábamos en la cocina, a solas
- Nada, aclaramos un par de cosas, le dije que lo quería, y, em, creo que insinuó algo sobre ser novios, o algo así - dije un poco confundida
- Qué? - gritó Jenny y le hice señas de que bajara la voz - cómo que te insinuó?
- Si, es que no fue una propuesta, pero me preguntó el típico "qué somos? Somos novios? O amigos?" algo así me dijo
- Eso es re de mina - dijo riéndose - y que le dijiste? - preguntó curiosa
- Que no, que no quería un título, y que está yendo muy rápido - contesté segura y Jenny asintió
- Más te vale, te llegas a poner de novia con él y olvidate de mí - dijo cruzando los brazos
- Callate, mira que no voy a volver con Julian, no te hagas ilusiones - dije y bufó.

Jenny ya lo amaba a Julian, eso estaba más que confirmado, quería más que yo que nosotros estuviéramos juntos. Pero bueno, a veces no alcanza solo con lo que uno quiere.

Estuvimos un largo rato cocinando juntas, pero claro, en la parte más aburrida, cuando hay que esperar como una idiota en frente al horno a que se termine de hacer la torta ella se va con su novio y me deja sola. Genial.

- Fran, no me distraigas, se me va a quemar todo - dije riendo cuando sentí sus manos sobre mi cintura
- Uh, golpe bajo - dijo y salté
- Vos! Que haces? Te volviste loco? - dije nerviosa y rió
- Vos te volviste loca, cómo me vas a confundir con ese pibe? - dijo acorralándome y acercándose un poco más
- Julian salí, no me traigas más problemas, estoy con él y estamos bien, no lo arruines - supliqué y bufó
- Ayer no me pedías que salga - dijo con una mirada bastante triste y suspiré
- Ayer... no se por qué me dejé llevar tanto, pero estuvo bastante mal - dije mirándolo a los ojos, seria
- Yo pienso que estuvo bastante bien - contestó con una sonrisa
- Cortala, por favor - susurré
- No la voy a cortar hasta que te des cuenta que estas haciendo todo mal, nosotros dos tenemos que estar juntos, lo sabes - dijo y negué con la cabeza
- Ya no se nada, te juro, no sabes lo feo que se siente que te estén presionando todo el tiempo, vos, Fran, Jenny, no lo aguanto más, me harté, de todo! - dije casi gritando y logré asustarlo un poco
- De que hablas?
- De que hablo? Julian no te separaste de mi ni un segundo desde ayer, ahora Francisco que quiere algo serio - cuando dije eso su cara se transformó - y Jenny que insiste en echarme en cara todas las cagadas que me mando, qué es lo que tengo que hacer y qué no, no doy más, en serio - dije al borde de las lágrimas
- Yo... no sabía
- Bueno ahora lo sabes, por favor dame aire, no me la hagas tan difícil, solo eso necesito, espacio - dije llevando las manos a mi cabeza y él se alejó rápidamente
- Espacio? Aire? Bueno, eso vas a tener, no te voy a joder más, quedate tranquila - hizo una pausa - igual me podrías haber aclarado esto antes de confundir las cosas, histérica - dijo haciendo énfasis en la última palabra y me dio la espalda para salir de la cocina
- Pendejo - grité cuando ya se había ido, seguido de una patada a la puerta.

Definitivamente Julian sacaba lo peor de mí, o lo mejor... a veces. No puedo explicar la bronca que tengo, encima que tengo razón se hace el enojado, justo él? Estuve un largo rato puteando, descargando toda mi ira en la cocina, sola, hasta que apareció Fran por la puerta, con una sonrisa gigante y me tuve que mostrar tranquila, relajada. Lo menos que quería era preocuparlo a él, aunque lo único que pasaba por mi mente en ese momento era Julian. Me abrazó y escondí mi cara en su cuello, y así nos quedamos unos minutos mientras él acariciaba mi pelo y yo pensaba en las mil maneras posibles de matar a Julian sin dejar rastros.

Con ayuda de Fran y Jenny, cortamos la torta e hicimos unos licuados para todos. Llevamos todo al jardín y nos sentamos todos juntos en la mesa.

Me senté en el único lugar que quedaba libre, que justamente era al lado de Julian. Siempre con tanta suerte...

- Cuidado, no te sientes acá que te puedo ahogar - dijo sin ni siquiera mirarme y bufé
- No seas pendejo - fue lo único que dije pero no obtuve respuesta.

No nos dirigimos la palabra en ningún momento, nos ignorábamos mutuamente. Eso era lo que en un principio quería, lo que le pedí, pero llevado a la práctica no era algo que me gustara. Estaba acostumbrada a que estuviera todo el tiempo pendiente de mí, y eso me molestaba, pero ahora que no lo hacía más realmente me estaba empezando a desesperar.  

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora