CAPÍTULO 118

991 38 3
                                    

  Escuchamos un ruido y por instinto nos separamos enseguida, algo desconcertados.

- Ah bueno... Agradezcan que entré yo y no otra - dijo Jenny mientras traía el resto de los platos
- Que susto - exclamé tapándome la cara con ambas manos y él rió, nada le preocupaba, ni siquiera que nos pudiera ver su novia.

Lo dejé ahí parado y sin decir nada me puse a lavar los platos con Jenny, es que si no fuera por nosotras la casa se venía abajo.

- Julian si no vas a decir nada andate - dije sin mirarlo, ya que estaba de espaldas a él
- Me estás echando? - preguntó algo ofendido y mi amiga largó una carcajada que me aturdió
- No, pero me pone nerviosa que me estés mirando - aclaré girando la cabeza para verlo, sentado sobre la mesa y con su mirada fija en mí
- Pero quien te pensas que sos pendeja? - preguntó en un tono de voz divertido y yo reí - además la estoy mirando a esta colorada potra - agregó acercándose para abrazarla por detrás y apoyó su cabeza en el hombro de ella, para provocarme aún más
- Jenny!
- Es él - se defendió rápidamente y Julian se esforzó por contener la risa
- Idiotas - me quejé y ambos rieron - deja de apoyarla Julian! Es mi amiga!
- Siempre llevando todo para el otro lado vos, desubicada, la estoy abrazando nada más - dijo y bufé

- Perdón, interrumpo? - nos giramos rápidamente y sí, era ella, otra vez
- Eh, no - dijo algo nervioso y se separó de Jenny enseguida - la estaba abrazando nada más - le explicó y no pude evitar reír por lo bajo
- Ya se gordo - contestó ella sonriéndole y maldije para mi interior.

YO le digo gordo. No vos.

Se colgó de su cuello para, muy tranquilamente, chaparselo, ahí, ignorándonos por completo a Jenny y a mí. Respiré hondo unas cien veces y aparté mi mirada para no tener que soportar más esa tortura.

- Que hacían? - preguntó intentando parecer simpática una vez que se dignó a soltarlo.

Él solo me miraba sin saber que hacer o decir.

- Lavábamos los platos, querés ayudar? - pregunté junto con una sonrisa falsa y automáticamente negó con la cabeza.

Me tuve que contener para no gritarle "entonces andate por donde viniste".

- Vamos mi amor? - le preguntó haciendo énfasis en el "mi amor"
- A donde?
- Afuera, esta hermoso, vamos a la pileta - dijo y él asintió, por lo que le agarró la mano y salieron rápidamente de la cocina.

- Ayyyyyy - grité con bronca y Jenny me miró extrañada - la odio!
- Se nota - dijo entre risas y me agarré la cabeza algo desesperada
- Cuando se piensa ir? Necesito echarla de mi casa, ya!
- Calmate boluda, dejala, no ves que lo hace a propósito para que te pongas así?
- Es que logra sacarme, te juro!
- Bueno ya está, dejala que lo disfrute mientras pueda
- No, que no disfrute nada, es mío - dije cruzándome de brazos, caprichosa, y ella solo rió para luego seguir con lo suyo.

Pasamos toda la tarde en la pileta, tomando sol, el día estaba ideal. Ya había empezado a ignorarlos, a ella, a sus comentarios, sus besos, abrazos y hasta a Julian. No me iba a permitir pasarla mal y menos por ellos. Aunque bueno, un poco bastante molesta estaba.

Empezó a oscurecer así que decidimos entrar para ir bañándonos y prepararnos para la noche. Por suerte Julian se dio cuenta de que ya no daba más esta situación y empezó a juntar sus cosas para irse. Si era por Sabrina se quedaban hasta pasado mañana. La muy forra estaba disfrutando de todo esto y se notaba claramente.

Se despidió de mí al igual que de los demás, con un beso en la mejilla y con una mirada rara, como con... culpa? Se fueron abrazados y prácticamente les cerré la puerta en la cara.

Ya no me estaba gustando tanto esto de ser "la otra". La verdad que pensé que lo iba a poder soportar y hacía todo el esfuerzo porque así fuera pero cada vez se me complicaba más verlo con Sabrina y que nada le importara.

La noche llegó y con las chicas ya estábamos prontas, aunque no parezca nada creíble. Ya estábamos cambiadas, peinadas, maquilladas, habíamos comido todos juntos y estábamos empezando a tomar.

Nos pegó algo rápido el alcohol, a los pocos vasos yo ya tenía un estado de euforia importantísimo. Aproveché para agarrar el celular, cosa que no tendría que haber hecho, y abrí la conversación con Julian. No habíamos hablado en lo que iba del día, yo había optado por ignorarlo, no quería seguir enganchándome sabiendo que él todavía no mostraba ningún indicio de que iba a dejarla a Sabrina.

"Juliaaaaaaaan" - fue lo primero que le mandé, casi sin pensarlo

"Ori, que pasa?"

"Me tiene que pasar algo para querer hablar con vos?" - bueno, lo admito, capaz estaba extremadamente MUY a la defensiva

"No, claro que no, solo me preocupó tanta efusividad, capaz que había pasado algo.. Cómo estás?"

"Mal"

"Por qué estas mal???" - mandó junto con una carita triste, lo cual me mató de amor

"Por vos"

"Estas en pedo Oriana?"

"Nooo! Y no me digas Oriana"

"Bueno, perdón Ori, pero no te entiendo, me hablas en serio?"

"Si. Llamame :("

"No puedo ahora gorda, estoy con algo importante. Hablamos después, si?"

Algo importante... Sabrina. Y otra vez se ganó una lista enorme de puteadas. Que ingenua soy, obviamente que estar con su novia es más importante que hablar conmigo, por más que le haya dicho que estaba mal.

"Matate Julian" - si soy impulsiva sobria, soy el triple habiendo tomado.

Obviamente no me contestó, lo que me dio más bronca todavía.

Pasé en menos de una hora de la euforia, de los gritos, de estar feliz a deprimirme. Por los efectos del alcohol, y por haber hablado con él, claramente. Perdí la cuenta del tiempo que estuve llorando, mientras las chicas me contenían. Decía boludeces pero me sentía mal en serio. Todos intentaban animarme pero me había puesto bastante caprichosa y no pudieron sacarme ni un segundo del sillón donde me había instalado.

- Dale Ori, salgamos, vas a ver que te olvidas de todo - insistió Jenny con una paciencia admirable
- No quiero, me quiero quedar durmiendo - dije con dificultad, entre el alcohol, la bronca y el llanto, me costaba muchísimo hablar correctamente.

- No es la solución, amiga
- Si que es, dormir y pegarle cuando lo vea, esa es la solución
- Ori deja de decir pavadas, mañana cuando te levantes no lo vas a odiar más y te vas a arrepentir de no haber salido - agregó Lola y negué con la cabeza
- Mañana también lo voy a odiar - dije cruzándome de brazos y ambas rieron
- Bueno esta bien, quedate! Pero mañana no te quejas, dale? - preguntó Jenny y asentí
- Las amo, gracias - dije volviendo a llorar y ellas me abrazaron enseguida
- Nosotras a vos - gritó Jenny y Lola rió - no llores tonta!

- Vamos? Ya son las tres - se quejó Agus interrumpiendo el momento tierno y ellas se levantaron para seguirlo
- Vas a estar bien? - preguntó Jenny antes de irse y asentí, simulando una sonrisa.

Ya se habían ido hacía una hora más o menos y yo seguía en la misma posición. Me había tranquilizado bastante, por ahí lo que necesitaba era estar sola y dejar de hacerme tanto la cabeza con Julian. Me levanté del sillón con toda la pereza del mundo y me dirigí al baño para lavarme la cara. Me asusté un poco cuando me miré en el espejo, estaba toda despeinada, y de tanto llorar se me había corrido todo el maquillaje, parecía un oso panda. Me lavé la cara, me peiné un poco el pelo y volví al living.

No tenía nada de sueño y estaba como pasada de revoluciones, así que opté por prender la tele y me enganché con la primer película que encontré. La vi hasta el final y terminé ahogada en lágrimas, solo a mí se me ocurría ver una película triste en este momento.

Finalmente apagué la tele y me acomodé para dormir, ahí mismo, ya que no me creí capaz de subir las escaleras y llegar al cuarto sin caerme. Me costó tanto conciliar el sueño que maldije unas mil veces cuando escuché el timbre sonar. Que persona coherente toca el timbre a las 5 y media de la mañana?

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora