CAPÍTULO 81

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  Mis brazos rodearon sus hombros y apoyé con delicadeza mi cabeza en el hueco de su cuello. Nos quedamos un largo rato así, abrazados, flotando en el agua.

- Te entiendo si vos no - dijo rompiendo el silencio y me separé para poder mirarlo a los ojos
- No Juli, yo... si, es que ya sabes como soy, nunca digo lo que siento, me cuesta un poco expresarme, pero ya me va a salir - dije un poco angustiada y asintió
- Esta bien Ori, no pasa nada, no te voy a forzar a nada, se lo que sentis y con eso me alcanza, aunque no lo digas - dijo para luego dejar un beso sentido en mi mejilla.

- Salimos? - pregunté temblando un poco - tengo frío
- Si, flojita - dijo riendo y me trepe en su espalda para que me llevara hasta la escalera de la pileta.

- Tiziana - grité con todas mis fuerzas para que me escuchara desde adentro - traenos dos toallas!

Julian me abrazaba por atrás tratando de que se me vaya el frío durante esos cinco minutos que tardo Titi en traernos las toallas. Ya se había ocultado el sol y realmente estaba empezando a refrescar.

- Al fin nena, me estaba cagando de frío - me quejé cuando me alcanzó la toalla
- Bueno jodete por lo que me dijiste adentro - dijo poniendo mala cara y Julian solo reía
- Mmm que venga rápido Agustín así se te va ese mal humor enseguida - dije graciosa y me pegó en el hombro para luego entrar corriendo a la casa.

- Es brava la pendeja - dijo Julian que no paraba de reírse y lo empujé - ya veo a quien salió - agregó
- Sos un tarado - dije riendo y me abrazó - no pará, cómo haces ahora para irte todo mojado? - pregunté y se encogió de hombros
- No se, no pasa nada, me voy así
- Estas loco? Le digo a alguno de los chicos que venga ahora y de paso te traiga algo de ropa, o preferís que te preste ropa de papá? - pregunté y abrió los ojos bien grandes
- De tu papá no Ori, que vergüenza - dijo rápidamente y reí - y ninguno de los chicos va a querer traerme ropa hasta acá
- Mi primo vive re cerca, y Agus también - dije mientras entrábamos y buscaba mi celular.

Le mande un mensaje a Pablo, que era con quien tenía más confianza y no tardó ni cinco minutos en contestar. Había salido con Jenny y no estaba en su casa, genial. Probé con Agus quien no se negó y dijo que en diez minutos llegaba.

- Anda a bañarte que en diez llega Agus y te alcanzo la ropa, dale no pierdas tiempo que después me toca a mi - dije y me dio un beso antes de salir corriendo hacia el baño.

- Titi si suena el timbre abrí que es Agus - dije y se puso pálida - es enserio boluda, viene a traerle ropa a Julian - agregué mientras me dirigía a mi cuarto a ver que me iba a poner
- Esta bien - gritó.

Elegí un conjunto y lo dejé sobre la cama. Bajé corriendo las escaleras cuando escuché que había llegado Agus y ahí estaba saludando a mi hermana y a las amigas.

- Agus - grité y lo abracé
- Ori - dijo contento - para, soltáme que me mojas todo - agregó riendo y me separé enseguida
- Ay perdón, me olvidé, trajiste lo que te pedí? - pregunté y asintió
- Sino para que vine? - contestó riendo - acá está - agregó dándome una bolsa y sonreí
- Mil gracias Agus, ya vengo, se lo voy a llevar a Julian.

Deje todo en la puerta del baño y le avisé a Juli antes de volver al living con las chicas y Agus.

- Agus te quedás a comer? Vienen las chicas en un rato, así no tenés que ir y volver de nuevo
- Eh, no se, no quiero molestar - dijo dudando
- Estas loco? No molestás, te estoy invitando - dije con una sonrisa mientras Titi me hacía señas de que me iba a matar luego
- Bueno, si insistís - dijo sonriendo y aplaudí, no se por qué, pero amaba cuando me decían que sí.

Cuando salió Julian de bañarse, entré yo. Por lo general me tomaba mi tiempo, siempre tardaba alrededor de veinte minutos, pero sabiendo que estaban los chicos abajo, en menos de diez minutos ya estaba en mi cuarto, cambiándome ya para la noche. Me puse un short negro y una camisa estampada, unos zapatos negros con plataforma y bajé con los chicos.

La cara de Julian se transformó apenas me vio, su mirada lo decía todo, se venía el sermón.

- Ese short no puede ser más corto, no? Y una camisa más transparente no encontraste? - preguntó en mi oído y puse los ojos en blanco
- No empieces, por favor te lo pido - susurré
- Voy a tener que ser tu guardaespaldas por todo el boliche, se te van a tirar todos arriba - dijo y reí
- Sos un tarado, no exageres - dije abrazándolo por el cuello y me hizo el maldito puchero que me re contra puede, y como cada vez que lo hace, terminó en beso.  

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora