CAPÍTULO 84

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  - Yo... te... amo... más - dijo con dificultad ya que yo no me desprendía de sus labios - Ori... mmm... para...
- Qué? - pregunté separándome un poco y me dedico una enorme sonrisa
- No sigas porque sino no vamos nada al boliche y nos quedamos acá eh, y ahí si que no zafas - dijo riendo y le pegué
- Julian! Ya tenías que cagar todo, ubicate - dije haciéndome la enojada y él solo se acercó para dejar un beso en mi cachete y luego morderlo con delicadeza.

Bueno, él era así de normal. Me quejé por eso pero no hizo otra cosa que reírse.

A eso de las tres de la mañana pedimos los taxis, íbamos a ir en tandas ya que éramos varios. Yo me fui recién en el último junto con Peter, Maxi y Agus, después de despedirme de Titi y de sus amigas y cerrar todo. El viaje fue puras risas, cargadas a Agus con respecto a mi hermana, charlas profundas con el taxista, y al cabo de diez minutos ya estábamos en la puerta del boliche. Habíamos quedado en encontrarnos ahí con el resto de los chicos pero solo estaban Jenny, Pablo, Lola y Nico.

- Y Juli? - pregunté mientras lo buscaba con la mirada
- Entró con Eli que estaba un poco ansioso y no quería esperar - dijo Pablo guiándonos hacia la cola, ya que estaba lleno de gente
- Ah bueno - dije un poco molesta y él se encogió de hombros.

Una vez adentro nos dirigimos al baño con las chicas, era como un ritual cada vez que salíamos. Luego a la barra a comprar unas cervezas y con éstas en mano empezamos a buscar a los chicos. El lugar estaba lleno, no podías dar un paso que ya te estaban empujando y dando codazos. No hay nada que me ponga de peor humor que esa situación.

- Eli - grité emocionada, encontrar a alguien conocido entre tanta gente era un milagro - Julian no estaba con vos? - pregunte al ver que él bailaba muy entretenido con una rubia, y no había ni rastros de Julian
- Eh... no sé - dijo apenas mirándome
- Pero no entró con vos? - pregunté un poco confundida
- Si entró conmigo pero enseguida se encontró con unos amigos creo que de su facultad y se fue con ellos
- Amigos o amigas? - pregunté empezando a ponerme nerviosa, odiaba la palabra "facultad" cuando se refería a algo de Julian, lo único que me venía a la mente era la famosa Sabrina
- Ehhh, las dos cosas, amigos y amigas - dijo muy relajado - qué tiene de malo?
- No, nada - contesté furiosa y me alejé de él, seguida por las chicas que no entendían mucho mi reacción
- Para Ori, qué pasa? - preguntó Jenny frenándome
- Nada, debe estar con Sabrina, eso me pasa, pero ya fue, que se maneje, vamos con los demás - dije decidida y ambas asintieron.

Después de dar un par de vueltas al rededor del boliche encontramos a los chicos, todos menos Julian, que seguía sin aparecer. Nos quedamos bailando con ellos, y yo estaba en tal estado de euforia que por un largo rato hasta me olvide de Julian y de todo lo que tenía que ver con él que me preocupaba.

- Espero que le estés mandando mensajes a mi hermana y no a otra mina eh, mira que si me entero de algo te la corto - dije elevando la voz para que Agus me pudiera escuchar, ya que la música sonaba muy fuerte
- Si, tranquila, le quiero mandar algo pero no se que ponerle - dijo haciendo dar mil vueltas el celular en sus manos
- Aw sos más tierno - grité abrazándolo por los hombros
- Se, dale, que le digo? - preguntó separándose de mí y me encogí de hombros
- No se, pero si querés me podes acompañar hasta mi casa y la ves aunque sea cinco minutos - propuse y se le formo una sonrisa gigante - ay que buena que soy, ojalá mañana no me arrepienta
- Sos la mejor cuñada y amiga del mundo - dijo dandome aproximadamente diez besos en la mejilla
- Dale, vamos, y mandale algo recién cuando estemos llegando, Tiziana odia que sean cargosos, tenelo en cuenta - dije y asintió
- Ya te querés ir? No vas a esperar a Juli? - preguntó y lo fulminé con la mirada, me había hecho acordar de ese temita
- No me hables de Julian, te lo pido por favor, estamos hace como tres horas acá y todavía no apareció, si hubiera querido que lo espere me hubiera buscado, ahora que se joda - dije bastante enojada y Agus no se animó a decir nada.

Nos despedimos de los chicos y Lola y Jenny quedaron en ir más tarde a casa, acompañadas por Nico y Pablo. Recorrimos de nuevo todo el boliche para encontrar la salida y ahí, cerca de la puerta divisé a Julian, en un rincón donde habían varios sillones y mesitas. Estaba rodeado de gente, supongo que eran esos "amigos" de los que hablaba Eliseo. Entre ellos Sabrina, bueno, la chica que había visto aquel día en el departamento de Julian. Estaba sentada a su lado y se sonreían mutuamente, cosa que me partió al medio. Quedé dura y mi cara se transformó al instante. Agus, quien me llevaba de la mano, se detuvo para ver que me pasaba, pero las palabras no me salían, no sabía ni que decir.

- Ju... Julian - dije tartamudeando un poco y señalando en aquella dirección
- Vamos Ori, después hablan, si le hablas ahora en caliente va a ser peor - dijo intentando llevarme hacia afuera pero mi cuerpo no se lo permitía
- No, no le voy a hablar, solo necesito ver qué hace - dije angustiada y Agustín bufó
- No seas masoquista - insistió pero no me moví del lugar - igual, no está haciendo nada malo, confiá en él y vamos, dale
- Me dejó tirada toda la noche por quedarse acá, no tiene nada de malo eso? - murmuré y en ese momento vi como Julian levantó la mirada y ésta se choco con la mía.

Lo vi pararse enseguida y caminar hacia donde estábamos nosotros y mi corazón se aceleró automáticamente. Mierda, no pretendía que me viera, no quería ni cruzar palabra con él, no quería que me viera quebrarme y parecer una pendeja celosa. Le agarré fuerte la mano a Agus y lo arrastré hasta la salida con una fuerza que no se de dónde saqué.

- Ey, Ori - gritó su voz en mi espalda, logrando agarrar mi muñeca y haciéndome girar en el lugar
- Julian, no - dije negando con la cabeza, intentando contener las lágrimas - no quiero hablar con vos ahora, por favor - supliqué
- No es lo que pensás, te lo juro - dijo colocando sus manos en mis hombros y buscando mi mirada con la suya
- No pienso nada, ya se que no estabas haciendo nada, yo no desconfío de vos, pero en este momento no tengo ganas de escucharte
- Pero yo...
- Vos nada, chau Julian, Agus me acompaña hasta casa, si es que te llega a preocupar eso. Listo, ahora podes seguir divirtiéndote tranquilo - dije dándole la espalda y dejándolo con la palabra en la boca.  

Reencuentros - OrianDonde viven las historias. Descúbrelo ahora