Capitulo 14.
*POV Lauren*
Los meses pasaban y todo iba de bien en mejor, gracias a que Camila y yo estabamos progresando en la relación, al mantener una relación con total confianza.
En estos momentos ya me encontraba completamente enamorada de ella, y todo iba perfecto, por lo cual, no tenía por qué ocultar mis sentimientos como siempre lo hacía. Lo único que ocultaba era mi adicción a las drogas, aquella que obviamente aún no podía dejar. El problema era que Camila pensaba que estaba ya alejada de ese asunto, pero solo porque no me había visto drogada. Frente a ella.
Cogí mi celular y le marqué.
Hoy había sido invitada a una fiesta, y no quería ir si no iba acompañada de ella. Por eso a veces se burlaban de mi, por no estar demasiado tiempo alejada de ella, pero eso no me importaba en lo absoluto.
Camila: ¿Hola?.
-Hola, Camz.
Camila: Hey.. -dijo muy animada, que podría jurar que sonreía al otro lado de la linea.- ¿Cómo estás?.
-Muy bien. -lamí mis labios y suspiré.- Me preguntaba si querías ir a una fiesta esta noche.
Camila: ¿Esta noche? -dijo esta vez apenada, ya demotivándome porque sabía que no iría conmigo .- Hm..
-Sí, ¿Tienes cosas que hacer, verdad?.
Camila: Sí, tengo que estudiar muchísimo. Lo lamento mucho, pero ¿Por qué no vas sola?, digo.. solo para no arruinar tus planes.
-No lo sé, la idea era ir contigo.
Camila: Que linda. -rió, haciéndome sonreír.- Pero tómalo como una fiesta en la que estoy presente pero no me ves... -carcajeó.- Eso sonó totalmente estúpido.
-Muy creativas tus ideas -reí con ella.- ¿Estás segura?.
Camila: Claro, no te preocupes. Vé, Lo. -lanzó un beso.- Me tengo que ir, te quiero mucho.
-Está bien, también te quiero. ¿Te veo mañana?.
Camila: Si si, adiós. -cortó la llamada.-
No estaba segura de ir a la fiesta, pero terminé por convencerme. Rápidamente cambiándome y saliendo de casa, aún con la duda en mi cabeza.
A penas llegué a la fiesta inmediatamente quise largarme de allí. Ya que se encontraba CeCe, Keana y Alexa. Las peores ex novias del mundo, sobre todo por Alexa, y no era que no hayamos acabado en buenos términos, sino que las tres eran posesivas y increíblemente celosas.
Para empeorarlo todo, las tres se hicieron amigas y buscaban cualquier cosa para enojarme, lo que lograban la mayoría de las veces.
Me volteé con la disposición de irme y subí a mi moto, pero Drew se acercó rápidamente y me sujetó por el hombro, evitando que me fuera.
Drew: ¿Jauregui, a dónde vas?. -sonrió.- Acabas de llegar.
-No lo sé, no estoy muy a gusto con ciertas personas que se encuentran aquí. Iba venir con mi novia, pero no pudo venir, así que iré con ella.
Dije mirando fijamente a las tres chicas que se encontraban en el lugar, ya observándome con sonrisas de insuficiencia, susurrando entre ellas. Esto colocándome nerviosa.
Drew: Hey, vamos, quédate aunque sea solo una hora, ¿Puedes?, ¿Qué es una fiesta sin uno de los Jauregui? -dijo convencido de sus palabras.- Vamos.
-Esta bien, solo una hora.
Me convencí internamente que seguiría eso, y que no me quedaría por mas tiempo del cual no era necesario.
Entré junto a él, encontrando a demasiadas personas que conocía, así que el sentimiento de incomodidad fue desapareciendo de a poco.
Las cosas iban increíbles, hasta que alguien me habló al oído, y sentí calofríos porque cuando estaba de novia con ella, siempre me hablaba al oído, queriendo provocarme en el sentido sexual, en cambio ahora su voz solo me molestaba.
Alexa: He oído que sigues con la pequeñita de Camila.
-Vete Alexa -no la dejé terminar.- No tengo tiempo para estúpidas como tú. Lárgate.
Alexa: ¿Estúpidas como yo?. -rió con sarcasmo.- ¿La estúpida no seras tú, ya que le andas ocultando cosas a tu linda novia?.
-¿De qué hablas?. -tragué en seco, asustada de lo que ella pudiera saber.- Ya estás ebria.
Alexa: Vamos Lauren, dime. -lamió sus labios.- Te he visto drogada últimamente, pero nunca cerca de ella.. ¿En serio tu princesita cree que ya estás rehabilitada como niña buena?.
-No sé de que estas hablando.
Me levanté y comencé a caminar para irme lo más rápido posible, queriendo que el tema quedara hasta allí, porque yo tendría problemas si eso seguía.
Ella me sujetó del brazo y me volteó con fuerza, sin soltarme, haciéndome algo de daño.
Alexa: Que lastima que tu noviecita se enteré de que le estás mintiendo. -me miró con una sonrisa maliciosa que siempre ha tenido.- Le caería muy mal esa noticia a la pequeñita. Le harías daño.
-¿Eres capaz de hacer algo así?.
Alexa: ¿Qué crees? -se acercó a mi oído, susurrando.- Sabes que soy capaz de todo, estuve contigo, ¿No?.
-¿Qué es lo que quieres?. -dije seria mientras la empujaba para alejarla de mi cuerpo.- ¿Dinero?, ¿Droga?, ¿Alguna estupidez para que te calles la maldita boca?.
Alexa: Bueno. -suspiró, fingiendo que pensaba.- Hace mucho que no te beso, y.. -alzó sus hombros.- Me gustaría volver a sentir el dulce sabor de tus labios.
-¿Cómo puedes ser así?. -dije riendo por su actitud.- No, no lo haré.
Alexa: Oh, que lastima. -hizo un mohín y se volteó.- Pobre chica.
-¡Lo haré!. -cerré mis ojos, sabiendo que cometería un gran error.- Está bien. Pero si le llegas a
mencionar algo.. te golpearé como nunca.
Alexa: Muy bien, ven aquí. atomó mi mano con fuerza y subimos a la segunda planta, entrando una habitación para salir al balcón de esta .- Te extrañaba, ¿Lo sabías?.
-No juegues, Alexa.
Alexa: Es cierto. -se acercó a mi y rodeó mi cuello con sus brazos.- Sabes que aún me gustas.
De un momento a otro Alexa ya estaba besándome lentamente, y no lo sentí extraño, porque ya la había besado una infinidad de veces. Simplemente no quería hacer esto. Quería a Camila, no a ella.
-De acuerdo. -me alejé, y miré hacia el suelo.- ¿Estás feliz ahora?.
Alexa: Claro que sí. -dijo con una sonrisa victoriosa.- Muy feliz.
Asentí y salí corriendo de allí, subiéndome a mi moto, yendo a mi casa con la culpabilidad por todo mi cuerpo.
Esto se iba a poner peor si alguien se enteraba de eso, pero tenía que hablar con Camila. Tenía que decirle, porque si se enteraba por alguien que no fuera yo, las cosas terminarían siendo un fracaso.
Cuando me senté en mi cama saqué el celular de mi bolsillo con mis manos temblando y la llamé. Teniendo que hacerlo tres veces porque no me contestaba.
-¿Hola?, ¿Camila?.
Camila: ¿Lauren?, ¿Sabes siquiera la hora que es?. Las 3 de la mañana. -se quejó.- Sé que soy rara, pero yo si duermo. -dijo con la voz completamente adormilada.- Y duermo mucho.
-Lo siento mucho, no quería despertarte ni nada, pero tengo que decirte algo importante.
Camila: ¿Qué pasó?, ¿Estás bien?, ¿Te hicieron algo?.
-Te quiero mucho.
No pude decir nada, mucho menos por celular, y aquello era muy cobarde de mi parte, pero quizás ella nunca se enteraría, y todo sería normal. Sí, era mejor ocultarlo.
Camila: ¿Hablas en serio?, sabes que también te quiero Lauren, mejor ve a dormir, es tarde.
-Está bien. Adiós.
Camila: Adiós. -cortó.-
Estaba completamente arrepentida, estaba ocultando un secreto que ocultaba a otro, esto no me iba a llevar a ninguna parte. Era un circulo vicioso de mentiras.
Al día siguiente al entrar a la escuela todos me miraban muy fijamente para decir verdad. Llegando a la cafetería vi a Camila cubriendo su rostro, mientras Ally la abrazaba de costado.
Inmediatamente fui hacia ella, pero Dinah me lo impidió situándose frente de mi, con sus manos sobre mi pecho, manteniéndome alejada.
-¿Qué pasó? -dije asustada.- ¿Ella está bien?.
Dinah: ¿Lo dices en serio?.
-¿Me ves bromeando?.
Ella sacó su celular y me lo entregó, tenía una foto en la pantalla de este. Cuando vi la foto de Alexa y yo besándonos mi corazón se detuvo.
Dinah: Quizás entiendas con eso. -bufó.- Toda la escuela lo recibió.
Le entregué el celular y la empujé levemente hacia un lado para acercarme a Camila, pero ahora me lo impidió Ally, dándome una fuerte bofetada.
Ally: No te acerques a ella.
Negué con mi cabeza, restándole importancia a lo que había dicho, y fui donde estaba sentada Camila.
No sabía qué hacer realmente.
-Camz..
Toqué su brazo para que me mirara y conseguí que se volteara bruscamente, mostrándome su mojado rostro, y sus ojos estaban muy rojos, y lo peor de todo era que estaba así por mi culpa.
Camila: ¿Qué quieres?. -me gritó, llamando la atención de todas las personas.- Sal de aquí.
Asentí y salí corriendo de allí, buscando a Alexa por los pasillos, encontrándola minutos después riendo tontamente con un grupo de chicos.
Me acerqué rápidamente, empujándola a los casilleros y sujetándola de su cuello, levantándola un poco del suelo. Dejándola en segundos sin poder respirar.
-Hija de puta -grité, apretando más fuerte su cuello.- Te dije que te iba a golpear como nunca. -dije entre dientes.- ¿Cómo fuiste capaz de hacer algo así?.
Drew tocó mi hombro para que la soltara, pero lo empujé con mi brazo libre, haciendo mi mano derecha un puño, azotándolo con todas mis fuerzas justo en el rostro de ella, dejándola caer al suelo para yo tener mayor libertad para golpearla.
Me subí sobre ella para dar un golpe justo en su nariz, seguido de otro en su boca, sus labios comenzando a sangrar sin demora. Me sentí eufórica.
Todos los que se encontraban ahí se acercaron, rodeándonos y gritando como estúpidos.
Recibí un golpe de su parte en todo mi rostro, y al querer devolverlo dos chicos me separaron de ella, esto volviéndome muy agresiva.
-¡Suéltenme!.
Director: Jauregui. -gritó, acercándose con sus puños cerrados.- A mi oficina. Ahora.
Mientras iba hacia la oficina sentí un caliente liquido que bajaba por mi labio y por mi nariz que llegaba hacia mi barbilla. Llevé mis dedos hacia allí, empapándolos de sangre. Esa estúpida me había golpeado realmente fuerte.
Director: Toma asiento, Jauregui.
-Ya. -dije sin ninguna reacción, quedando de pie mientras él se sentaba.- ¿Qué?.
Director: Jauregui, esta no es la primera vez que sucede algo así. Siempre golpeas a personas que no te han hecho nada. Te tendré que suspender nuevamente, pero ahora por dos semanas.
-¿Eso es todo?, excelente -dije saliendo de allí.- Adiós.
Todos me miraban, y trataba de no prestar atención, pero me sentía intimidada hasta cierto punto.
Mientras pasaba por la cafetería para salir de esa escuela vi a Camila, mirándome sorprendida, y casi con miedo. Así que bajé mi mirada, avergonzada y ensangrentada. Saliendo del lugar.
*POV Camila*
¿Por qué debí enamorarme de ella, precisamente de la chica que sabía que me haría daño?. Lo sabía, pero traté de negarlo, porque tenía la pequeña ilusión de que conmigo sería capaz de cambiar, o al menos que yo podría ser la razón por la cual ella cambie, pero no. Me hice falsas ilusiones y me sentía tan estúpida por eso.
Me ilusioné tanto con ella, una persona que solo se preocupa por si misma y le da igual el daño que le hace a los demás. Ella era así, y no cambiaría.
*POV Lauren*
Me fui a mi casa, el lugar donde me encontraría por dos semanas., que divertido. ¡Wu-ju!
Por segunda vez comencé a llorar por el amor de una chica. Camila realmente me gustaba y mucho, lo menos que quería era hacerle daño y cuando más lo evité más lo hice, esto de verdad ha sido uno de mis muchos intentos fallidos.
La llamaba cada dos minutos, necesitaba hablar con ella, explicarle todo, que fue un error mentirle, pero ella nunca contestó.
La semana pasó, y no aguantaba más, por lo cual terminé yendo a su casa.
Llegando a esta, dejé mi moto en la acera, tirada, y toqué la puerta. Sorprendiéndome cuando salió una señora, supuse que era su madre.
-Hm.. ¿Se encuentra Camila?.
Sinu: Sí, ¿Quién eres?. -habló con el ceño fruncido.- No te conozco.
-Soy Lauren. Lauren Jauregui, la novia de..
En ese momento Camila bajó rápidamente por las escaleras algo abrumada, y me miró.
Estaba muy linda, con su cabello rizado en las puntas y con sus labios rosados.
Camila: ¡Mamá!.
Sinu: Camila, ¿Quién es esta chica?.
Camila: Es.. es.. es una amiga, mamá.
Ella miró al suelo, evitando que la mirara, y lo agradecí porque ahora ni siquiera quería ver sus ojos.
Apreté mi quijada para que las lagrimas que se habían acumulado en los ojos no cayeran.
Camila me estaba negando, frente a su madre.
-No se preocupen, ya me voy, solo.. quería aclarar unas cosas, pero veo que ya no es necesario. Buenas noches.
Me di la vuelta y me marché, sin mirar atrás.
Las lagrimas corrían por mi rostro por a la velocidad a la que iba, mientras sentía los latidos de mi corazón en mi oído.
No podía soportar la negación de Camila hacia su propia madre. Probablemente a muchas personas más.