—¿¡Habla en serio enfermera!? —la mujer asintió con una amable sonrisa dibujada en su rostro y tomando una mano del hombre—No sabe cuánto le agradezco, de verdad muchas gracias por su ayuda.
—Pero tiene que entender que tendrá que tomar sus medicamentos, la señora no puede negárselo y menos usted puede permitírselo.
—Yo me encargo, muchas gracias.
El señor Kim camino con entusiasmo a la habitación de su esposa donde se encontraba internada desde hace ya dos meses. Abrió la puerta y la observo con una leve sonrisa y tomando su mano con cariño.
—¿Qué te dijeron? —preguntó la mujer con voz decaída.
—Hoy mismo te dan de alta, pero tienes que tomar tus medicamentos al pie de la letra sino quieres regresar aquí. Saliste muy bien en los resultados. —la señora Kim asintió y apartó la mirada. Había pasado más de dos semanas que SeokJin no le visitaba y eso le extrañaba más de la cuenta. Sabía que su hijo no le tenía rencor y que a pesar de todo lo que ella le pudiera hacer, él estaría bajo sus órdenes sin rechistar. SeokJin la visitaba más de cuatro veces por la semana, en cambio ya había dejado de pasar, y no lo iba a negar; estaba preocupada.
—Entonces hablé con SeokJin y me dijo que quer... ¿Me estas escuchando, Mujer?
—Lo siento, pensaba en otras cosas. ¿Qué decías?
—Que ayer hablé con Jin por teléfono, me dijo que esta tarde quería hablar conmigo en privado y luego quería hablar con los dos, aunque no me dijo de que se trataba más o menos, no quiso decirme. Creo que tiene que ver con la universidad, es tiempo de que estudie en un colegio público. —la mujer asintió y cerró los ojos en busca de un descanso antes de salir del hospital.
La señora Kim sabía que no tenía nada que ver con el estudio ya que a SeokJin siempre le había desinteresado el estudio y sería realmente extraño que de un momento a otro quisiera estudiar en una universidad pública. En cambio, la mujer pensaba que se trataba de otro tema, un tema el cual tenía que ver con su independencia o con sus problemas insolentes amorosos que –según la madre- tenía desde que por desgracia NamJoon había aparecido en su vida.
—Como regresarás a casa por la noche, aprovecharé a ir con Jin y hablar. Me adelantaré e iré a casa para buscar a SeokJin e ir a comer en algún restaurante. Regreso en unas horas. —el hombre beso la frente de su esposa con dulzura, ella solo sonrió y se despidió de él. El señor kim tomó su saco para luego caminar hacia su auto.
El señor Kim le había mentido a su esposa, en verdad, SeokJin sí le había comentado al menos por donde iría la conversación. El señor Kim siempre había sido un hombre comprensible el cual amaba a su hijo a pesar de todo, cabía recalcar que él no estaba en contra de cualquier preferencia sexual sobre su hijo. En un principio no iba a negar de que estaba impresionado ya que su hijo era muy pequeño para descubrir su verdadera orientación sexual, también se arrepentía de haberle prohibido tantas libertades desde pequeño, únicamente por dejarse llevar con las palabras y mandatos de su esposa. Sabía que estaba equivocado, y que había arruinado parte de la vida de su hijo, pero él quería cambiarlo.
"—Quiero hablarte sobre Kim NamJoon... y también darte una noticia, Padre."
El señor Kim no era tonto, siempre se había dado cuenta de lo que NamJoon y su hijo tenían, los veía fuera de su casa, cuando NamJoon había ido a cenar y lo había defendido, cuando se estaban besando en el patio, cuando se fueron juntos a escondidas; cuando YoongSun le había contado el porqué de la repetida depresión de Jin al momento de que NamJoon se había ido.
A pesar de todo, el señor Kim estaba dispuesto a ayudar a SeokJin sobre todas las cosas, y de protegerlo contra cualquier persona que le quisiera hacer daño; como cualquier padre debería hacer.
Bajó de su auto al llegar a la casa, y tocó la puerta con golpes fuertes. La voz de YoongSun resonó por la casa, apenas abrió la puerta, ella le sonrió y saludó respetuosamente dándole paso a la casa—Me alegra que haya venido, SeokJin justo se estaba arreglando para ir a cenar. Iré a avisarle que ya está aquí.
Por otro lado SeokJin terminaba de acomodar su cabello para luego abrir la puerta y recibir la noticia de YoongSun. Bajó corriendo las escaleras y abrazó a su padre con fuerza, después de todo, el señor Kim era el único que le comprendía en aquella casa.
—Han pasado dos meses que no te veo y estas más que cambiado, ¡Estas más alto! —Jin asintió y sonrió tímido—¿Vamos a cenar?
—Sí, padre.
El camino había sido en silencio, uno cómodo y muy largo ya que el restaurante a donde se dirigían se encontraba en camino a fuera de la ciudad. SeokJin jugaba con sus dedos y pensaba en alguna manera para contarle lo que le pasaba y buscar como decirle a su madre con cuidado ya que en el estado que estaba llegaba a ser peligroso. Una vez en el restaurante, el padre de Jin pidió una copa de vino al igual que una para SeokJin, por lo que el menor obtuvo por negarse y pedir en cambio un vaso de agua.
—¿Seguro que no quieres? —pregunto el mayor refiriéndose al vino.
—Mi dieta no me lo permite, tengo que cuidarme. —el contrario enarcó la ceja y rió bajo.
—Pero si eres delgado, Jin. Que ganas de dejar de comer son esas, ¿Dónde dejaste a mi verdadero hijo, traidor? —SeokJin rió y negó con tranquilidad.
—Por eso quería hablarte, padre. Hay algo que quiero contarte y me gustaría que me escucharas desde el principio hasta final para que luego puedas dar tus opiniones.
—Soy todo oídos.
SeokJin tomó aire y soltó todo lo que había pasado desde el día en que el había visto a NamJoon por primera vez, el señor Kim solo se quedaba callado y escuchaba sus palabras. Lo que sintió cuando lo vio, cuando se besaron, cuando supo que estaba enamorado, cuando el compromiso se rompió en privado entre él y Sun, cuando pasaban tiempos juntos, cuando se escapaban, cuando se había escapado con él en navidad, y lo que más temía; el embarazo. El señor Kim se quedó callado apenas escucho a su hijo decir la frase: "Voy a tener un hijo, padre."
—Sé que soy joven aun, pero de verdad se lo que quiero, y eso incluye el tener a mi bebé. Quiero vivir con mi hijo, quiero formar una familia y salir adelante... —agregó SeokJin con ojos llorosos.
—Con NamJoon, quieres formar una familia con él.
—Sí, con NamJoon. De verdad quiero esto, quiero ser libre por una vez en mi vida, quiero tomar decisiones y no depender de sus opiniones, no quiero tener miedo a mi madre, no quiero depender más de ustedes. Quiero estudiar y trabajar, y yo quiero decirle todo a mi madre pero tengo miedo; tengo miedo de que no lo acepte.
—Entiendo.
—Perdón por decepcionarte.
—No lo has hecho, estoy muy orgulloso de ti. Me alegro que por fin hayas crecido Jin, tienes todo mi apoyo en esto. —el castaño asintió con unas cuantas lagrimas recorriendo sus mejillas y abrazó a su padre con fuerza.
SeokJin en ese momento se sentía aliviado, sabía que si tenía el apoyo de su padre, lo tendría de sus amigos y familiares lejanos; pero después de todo había una persona de la cual Seokjin tenía miedo de enfrentar, y aquella persona era su madre.
Luego de haber tenido la cena y charla con su padre, Jin aprovechó a ir a la casa de los Jung para contarles sobre su embarazo lo cual ellos tomaron más que bien hasta el punto de querer hacer una fiesta para él y su bebe a lo cual SeokJin se negó rotundamente ya que lo que menos quería es que se hiciera público aquel hecho. Aunque SeokJin había notado que un integrante de la familia había reaccionado diferente y eso le asustaba, Min Yoongi al momento de escuchar la noticia, se había retirado del salón sin decir alguna palabra, a pesar de todo, Jin lo dejo pasar de largo sin entender lo que le ocurría.
Hoseok y Moonbyul habían acompañado a Jin y su padre a donde YoongSun, en el camino no dejaban de jugar con las mejillas de Seokjin y de tocar su vientre mientras preguntaba si alguien se encontraba ahí haciendo a Jin reír.
—Y dime, ¿Cómo le llamarás? —preguntó Hoseok recargando su cabeza en uno de los hombros de Jin.
—Aún no sé si será niño o niña así que esperare luego de los cuatro meses para escoger un nombre. —respondió Jin con una leve sonrisa.
—¡Yo podría darte opciones! Hay muchos nombres que me gustan, como Wheein o Dayeon. —dijo Hoseok con emoción y saltando en su propio asiento.
—Esos son nombres para niña, ¿Pero si es niño? —añadió Moonbyul—Podría llamarse Suho o Minho, esos nombres me gustan mucho.
—¡Yah esos nombres son feos! —se quejó el hermano dando un leve empujón a Moonbyul.
—¡Tú eres feo! —respondió irritada.
—Está bien, me gustan mucho los nombres, podría considerar usar alguno.
Al pasar unos cuantos minutos más y después de que los hermanos dejaran de pelearse, bajaron del auto y entraron a la casa con una gran sonrisa sobre sus son rostros. Jin entró de ultimo con un plato lleno de dulces caseros que Moonbyul le había regalado minutos antes, suspiró y dejó las llaves de la casa en la mesilla de entrada.
Todo iba perfecto, todos sonreían y le felicitaban luego de saber la noticia.
O eso era hasta que JaeHwan se encontraba sentado en el sofá principal con un rostro serio y con sus dedos entrelazados mientras miraba a SeokJin con un rostro el cual no mostraba algún tipo de felicidad.
SeokJin sintió nauseas de nuevo.