Cuando la muerte se enamore

By ArumaValeria

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LIBRO 1 ¿Qué es lo que pasaría, si la muerte te perdonara la vida? ¿Si aquel ser extraño al que muchos le t... More

Nota de la Autora
BOOKTRAILER
Booktrailer 2
ACTUALIZACIONES / BOOKTRAILER DE LA SAGA / ORDEN DE LAS HISTORIAS
⚜️ PREFACIO ⚜️
⚜️ SUSURROS ⚜️
⚜️ ÁNGELA ⚜️
⚜️ SIN ROSTRO ⚜️
⚜️ ACCIDENTE ⚜️
⚜️ ENFRENTANDO A LOS MUERTOS ⚜️
⚜️ VIEJOS CONOCIDOS ⚜️
⚜️ MÍA⚜️
⚜️ NI ÁNGEL, NI DEMONIO ⚜️
⚜️ CONSECUENCIAS ⚜️
No soy él
Sueños
La chica que me odia
Resucitando a los muertos
Archivo Clasificado
Un ángel para Ángela
Sentimientos
La muerte y la dama
Tierra de los muertos
Besos Mortales
Nardos y Gardenias
Cita con la muerte
¿Mi funeral?
Reflejos y espejismos
Culpa
Un beso
Figuras y Sombras
Lazos familiares
¿Que fue lo que hice?
Enemigos Ocultos
Nueva actitud
Celos
No lamento haberte besado
Sentimientos Endemoniados
Canek
Si el mundo debe arder...
El Reencuentro
Templo de la Muerte
Los ojos de la noche
Te atrapé y morí
Moneda al aire
Nahek
Letras pequeñas
Cara a cara
¿Hambre?
Pasado es pasado
Un "te amo" disfrazado
¿Tú?
Todo amor merece nacer
¡FESTEJEMOS! Portada 2do libro
Realidades Olvidadas
Vida por Vida
Apariencias
Suegros
Hablemos de...
¿Quieres saber?
Un futuro que desaparece
Haré que seas mi destino
Sentimentalismo
Reconstruyendo
Aprender a amarnos
Sosiego (Capítulo especial)
Quimera
Mitla
Reaparición
Redención
Omitir no es mentir Mentir
Coexistencia
Un trato
¿Aliado?
Sinceridad
Momentos
De almas y amor
Caerse
La reina siempre protege al rey
Delirios
¿Hermanos?
Deberes
Así Muere Un Ángel(Booktrailer)
No, sin una despedida
Bella Durmiente
Volveré pronto
Infierno
El Ángel y el Demonio
Despierta cariño
¡Corre!
Sofocada
Mami y Papi
Déjate Caer
Culpable
¿Se te olvida algo?
Jade Negro
Saltemos
La Devoradora
Conmigo
Reina vs Reina
Silencio
Sin escapatoria
Protejo a mi rey
Verdades
Oscuridad
Epílogo
Mi promesa
Personajes
Opinión de una lectora

Sólo una vez

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By ArumaValeria

Tenerlo cerca, poder mirarlo directo a los ojos. Sentir su calor, era algo enloquecedor, me pasaba algo que no entendía con él. Nahek ya no estaba sólo en mi cabeza, estaba frente a mí, besándome como cualquier otro hombre podría hacerlo, aunque sólo quería que fuera él. Nahek ahora era de carne y hueso, y eso me confundía aún más, me podría atrever a decir que lo deseaba. ¡Ahí esta de nuevo! Esa parte oscura, luchando contra mi racionalidad.

Su cercanía, y que me besará me gustaba, no podía resistirme a dejarlo hacerlo, quería seguir sintiendo ese calor recorriendo mi cuerpo, como electricidad que invadía mis sentidos. Tenía tantas emociones acumuladas chocando una contra otra. Miedo, amor, deseo, todas ellas colisionando. Creando un caos. Un bello caos que parecía de lo más armonioso.

Esas sensaciones me aturdían. Quería más de él, más de eso que me hacía sentir.

Era caótico y a la vez lo más auténtico que había vivido. Lo que Nahek me hacía sentir era indescriptible, era como si todos mis sentidos al fin desadormecieran. Se sentía tan bien estar a su lado.

Sin darme cuenta no sólo le correspondía el beso, sino que era exigente, lo necesitaba, no era consciente de cuán grande e inquietante era lo que sentía por él. Le exigía que se entregara, que se olvidara de todas las reglas, yo quería olvidarme de todo, y sólo dejarme llevar.

¿Valía la pena dejar que todo se fuera al infierno por amor? ¿Era amor? Lo que me hacía sentir me atemorizaba, por que nunca había sentido algo parecido, algo tan arrebatador, y si yo me sentía así, Nahek debía de tener todos esos sentimientos aún mas confusos que yo. Tenía miedo de lo que yo podía hacer, y orillar a hacer a Nahek.

Vaya encuentro de los dos, un ser que estaba descubriendo sus sentimientos humanos,  y que solo se dejaba llevar de manera arrebatadora por aquellas sensaciones que no entendía. Y yo bueno, yo me deleitaba con eso que me hacia sentir, con sentir que aquel ser me correspondía. Aquel encuentro alimentaba mi orgullo. Era una vanidosa.

Era una necesidad, un complemento.

De pronto recordé las palabras de Canek. Y la magia se había ido. Sentir todo ese caos de sentimientos, era lo más parecido a un placer culposo.

Me separé de él bruscamente, tratando de evitar que sollozara como una niña, no quería herir sus sentimientos más bien quería seguir besándolo. Quería tenerlo sólo para mí. 

Saque fuerzas de donde pude, debía mantenerme alejada de él. Al menos hasta pensar en algo. En esos momentos odiaba tanto a Canek, lo odiaba, por llevarse a mi familia, y por que solo le importaba hacer el mal, ese era su fin, no tenía escrúpulos, él vivía de la maldad, de los pecados del ser humano, ese era su propósito. Causar el mayor daño posible. Quería apoderarse de este mundo, utilizándome, o utilizando a Nahek.

Lleve mis dedos a mis labios, aún quedaba esa sensación de su beso. Jamás pensé en poder sentir algo parecido. ¿Era justo renunciar a algo así? No quería hacerlo. Más bien quería solo desaparecer con aquel ser que estaba conmigo ahora. ¿Y si lo hacia?

Creo que sabía la respuesta: Mi familia sería la primera en desaparecer.

No contaba con lo difícil que sería ahora que estaba vivo, por así decirlo, el deshacernos de los sentimientos humanos, mantener a raya las emociones, nunca ha sido mi fuerte. 

Mientras estaba sólo en mi cabeza, y nuestros encuentros eran en medio de ambos mundos era más sencillo. Pero ahora tenerlo tan cerca y poder besarle a placer y que él por supuesto estuviera más que dispuesto, era una tortura. Por que me gustara o no, sentía algo por él. 

  —¿Te hice daño?—  Pregunto de la manera más inocente Nahek. ¿Se podía ser más... tierno? Nahek podía ser una de las fuerzas más excepcionales en la Tierra y en su mundo. Pero en el terreno del amor, era recién un aprendiz.

Tenía tantas ganas de decirle que eso era la tontería más grande. Que más que hacerme daño, ese beso había sido embriagador. Que había sido un beso excepcional. Pero me recordé a mí misma que era mejor ocultar mis sentimientos. Aún no era seguro. Una tarea casi imposible, contener por mucho tiempo, esa extraña atracción entre ambos. 

Lo que sentía por él me sometía, me hacía omitir cualquier razonamiento lógico. Quería traspasar límites que nunca antes había sentido la necesidad de transgredir.

  — No por supuesto que no lo has hecho, es sólo que me asusta... Me intimidas.

No sé hasta donde eres capaz de llegar. Tienes forma humana pero sigues siendo la Muerte. Estas apenas descubriendo los sentimientos humanos. Y si todo sale de control...— 

Lo que le estaba diciendo era parte de la verdad. No tenía idea de que tan lejos quería llegar Nahek. Y más ahora que ese beso nos había demostrado a ambos que nos podía llegar a valer un comino el recato. Había algo implícito entre esos besos.

A Nahek no lo culpaba, por que era un humano recién estrenado, que no sabía de sensaciones o sentimientos. Pero esa mezcla de curiosidad, inocencia, pasión era una combinación peligrosa que me resultaba demasiado atractivo.

Si lo pensaba tan solo un segundo, podría hacer con él lo que me viniera en gana. Al final yo llevaba más tiempo lidiando con eso de ser humana. De nuevo esos impulsos perversos se apoderaban de mí.

Creo que al final Canek no estaba tan lejos de la realidad, no era tan ingenua, ni tan virtuosa.

— Lamento haberte asustado, es sólo que no sé controlar esto, y era la primera vez que podía besarte sin preocuparme de tu vida. Los otros besos.— Nahek no concluyó la frase en seguida. Se quedó pensativo. 

 — Bueno terminaste en el hospital. Y ahora no quería dejar que esa sensación se fuera.— De nuevo se hizo el silencio. Pude sentir como ese magnetismo surgía de nuevo.

—Era algo tan fuerte, algo a lo que este cuerpo humano me empujaba. Es algo raro, ese cosquilleo que me hacía sentir en el pecho. Y sin embargo tenía esa necesidad de avivarla.— 

Sus palabras me hicieron recordar sus manos apretando con fuerza mi espalda para atraerme hacía él. Ese beso definitivamente había sido todo menos precavido o prudente.

Desvié mi atención hacia mi alrededor  estábamos en un bosque, apenas era visible lo que había alrededor. Aunque mis ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad. La luna estaba encima de nosotros como un gran farol que nos iluminaba. No me había dado cuenta de cuan quieto era todo, ni de las pequeñas luces que cintilaban a nuestro alrededor. Tampoco del sonido constante del agua que corría en algún lugar cerca de nosotros.

Fue cuando también fui consciente de la hojarasca y tierra bajo mis pies. Me entro un escalofrió.

Sentí como Nahek se acercaba hacia mí. Temblé, aunque no supe bien la razón, quizás fue el frío o el que pronto estaría de nuevo tan cerca de él. 

Quise pensar que era culpa del vestido ligero que llevaba. Fue cuando sentí que algo más abrigador de pronto me cubría.

En un reflejo mi mano izquierda fue hacia mí hombre derecho para sujetar el abrigo que era de él. Nuestros dedos se tocaron unos instantes. Sus manos eran finas y cálidas, aunque pude sentir las manos delgadas aunque varoniles de Nahek.

  — Es lo que hacen los caballeros ¿no? Eso creo que hacen.—  De nuevo esas pausas, estaba nervioso. ¡La muerte estaba nerviosa! 

—Es lo que he visto que hacen los hombres con sus citas.—  Fue lo que dijo Nahek.

— Por que me puse a investigar que era una cita, ya que era uno de los requerimientos para que aceptaras... Ser mía.—

Hablaba tan rápido. ¿Se suponía que debía hablar así? La última frase hizo que mi corazón se agitara, a la vez me hizo sonreír con su comentario. Esa pausa entre lo primero y el "ser mí" le había dado cierto toque.

  — Si, es lo que hacen los caballeros.—  Le contesté con sinceridad. O al menos se supone que hacían los hombres, detallistas. Aunque sucedía cada vez menos. Es más era algo que ya ni se veía, y sin embargo era algo que anhelaba encontrar en un hombre.  Me giré hacia él.

  — Gracias Nahek.—  Le contesté con genuino agradecimiento. Y le sonreí sin poder evitarlo.

Nahek solo sonrió, con inocencia y satisfacción. 

— ¿Se puede saber a donde me has traído?—  Le pregunté distrayéndome de esa necesidad punzante que sentía por besarle y echarme en sus brazos, para acurrucarme en su pecho. 

— Este lugar era mi favorito para observar desde mi mundo, siempre quise ver de cerca esas pequeñas luces cintilando, es lo más cercano al cielo ¿sabes? Un lugar que nunca conoceré. Ustedes pueden trascender y ser inmortales, y bellos como las estrellas de su cielo. Pero yo nunca tendré ese privilegio. Lo más cercano a ese mundo es este lugar... Donde hay tantas luces como estrellas.—

Sus palabras eran melancólicas, y bellas. 

  — Creo que esas luces a las que te refieres son luciérnagas. —  Le dije.

  — Lo sé, así las llaman ustedes. Antes hace mucho tiempo cuando la ciencia, esos inventos raros y ese conocimiento que ustedes han adquirido... Se les consideraba algo que le pertenecía a la oscuridad, que eran mensajeras de Luzbel. Así que las atrapaban y mataban.—

  — ¡No puedo creer que quisieran acabar con una belleza así! ¡Es tonto e irracional! —

  — Ustedes tienen un instinto autodestructivo, muchos de ustedes quieren destruir lo que es más bello que ustedes, lo que consideran pequeño a sus ojos, lo que no entienden o pueden explicar. Quieren creerse dioses, destruyendo todo a su paso, y no saben lo afortunados que son de ser humanos. Desperdician ese regalo, el regalo de la vida. 

Dan por sentado que es algo por derecho que les pertenece, sin embargo son afortunados de llegar a este mundo, un edén terrenal que ustedes mismo están destruyendo. Se creen inteligentes, racionales y sin embargo esa soberbia los esta matando.—

Creo que Nahek si tenía el derecho a criticarnos, es decir, seguro llevaba siglos, una eternidad observándonos. Y ver como repudiábamos un mundo que el anhelaba conocer, nos hacia tontos e ilusos a sus ojos. En realidad tenía razón.

  — Seguro que has querido renunciar a tu trabajo varias veces.—  Dije bromeando.

Nahek sonrió. 

  — Es mi único propósito, a decir verdad no recuerdo mucho de mi origen, debo de tener un origen, un principio. No se si me force a mi mismo a olvidarlo, solo sé que mi propósito no es ser enemigo de aquella fuerza que mantiene el orden en los mundos, aunque en varias religiones le enseñen que soy enemigo de la luz, de la bondad. No lo soy... Sólo soy un paso para llegar a trascender a ese mundo prometido, a un lugar que se que existe, y nunca podré ir. Algunos lo llaman paraíso, cielo.—

  — Nahek. ¿Puedo preguntarte algo?— 

— Claro que si Adara.—  Me contestó con emoción. Hablar con él ahora era tan sencillo, él no era para nada como lo pintaban. Sólo cumplía con su trabajo. 

— ¿Por que me perdonaste la vida? ¿Por que yo?— 

— Por que fuiste el único que me vio Adara. De entre todos los humanos, a través de toda la historia de la humanidad... Fuiste la única que se percató de mi presencia.

No me di cuenta de lo que había hecho, ha decir verdad ni siquiera ahora puedo explicar lo que sucedió esa noche, sólo sé que me acerque a ti, y algo de mí se quedó en ti. Algo de mí te salvó esa noche. Me diste un regalo hermoso Adara, esperanza pero también me diste la oportunidad de que esa noche por unos instantes mi propósito no fuera solo arrebatar la vida de las personas, por un momento yo te di la vida. No fui solo destrucción.

Y eso... Eso lo cambió todo, me cambió a mí.

Tú me cambiaste Adara.— Sus palabras estaban llenas de sinceridad. 

Se acercó a mí y paso su mano por mi rostro. Sus dedos temblaron levemente, y mi cuerpo reaccionó a su caricia. MI cabeza buscó refugio en su mano que me acariciaba.

  — Adara una oportunidad es lo que pido. Y sólo tú puedes dármela, sólo tu puedes amarme.

Sólo te pido una sola. Eres la única que que puede sobrevivir a mi tacto, a mi cercanía. Y ese mundo lleno de soledad, de muerte, ahora parece tan sombrío sin ti, sin poder tocarte o acariciarte.

Eres ahora algo necesario para mí, para no enloquecer. Quizás amarte sea algo prohibido, pero ya no hay marcha atrás. Ahora siento, amo... Y sólo tú puedes saciar esa necesidad, ese vació.

Ahora comprendo que el amor es lo más preciado que tienen ustedes. Un don tan maravilloso, que había sido negado, pero que ahora puedo tener si me dejas amarte.—

Sus palabras me estaban dejando desarmada. ¿Que podía responder a eso? Cuando yo misma deseaba amarlo, deseaba ser su compañía. 

  — Solo te pido una sola oportunidad, que una sola vez me digas que me amas... Solo una vez Adara.

Es una súplica de este ser que no sabía del amor, que esta dispuesto a poner a tus pies su reino, que aunque es el más sombrío y odiado, te lo ofrece a cambio de amor.—

¡Era todo! No podía negarle eso, no podía seguir negando que lo amaba. Si tenía algún ápice de temor, de dudas. Con esas palabras me había arrebatado el corazón, el alma. 

Si ahora cedía era el fin, era todo. Y sin embargo fui débil.

Sin pensarlo, en un arrebato de amor, de ternura. Me lance sobre él y lo bese.

No me importaron las mil razones que tenía para negarme a hacerlo.

Sólo en ese instante me importaba curar su soledad y la mía. Con suerte Canek no se enteraría de mi desliz.

Después de besarlo no pude dejar de llorar. Había sentenciado a mi familia a muerte. Y todo por él, todo por Nahek. Todo por dejarme llevar.

  — Sólo llévame a casa, por favor.—  Le dije más como una orden. 

En su rostro sólo había confusión. Pero él asintió.

Nahek me atrajo hacia él y pronto estábamos, en ese reino de los muertos. Todos se quedaron boquiabiertos al vernos. A la primera que vi, fue a Amelia ¿pero Amelia no iba a entender la razón de mi llanto? En seguida vi a Leo. 

Leo si entendía por que no debía de decirle a Nahek que lo amaba, sin pensarlo me fui a sus brazos sollozando como una chiquilla, para sorpresa de todos. Pero era el único que sabía mi secreto. 

Nahek desapareció en seguida. Leo no sabía que decir. Y yo sólo sollozaba frases incompletas.

  — No puedo amarlo... No puedo... Ahora va a matar a mi familia.— 

Era lo poco que se entendía. Leo se rindió y me abrazó. Deseaba tanto que Adam me consolora, pero ahi si estaría en problemas. Nahek no me lo perdonaría, al menos sabía que no sentía nada por Leo. Estaba segura que esos pensamientos si los tenía claros.

Ahora solo quedaba esperar la visita de Canek.



¡Hola!!!!!! Chicas!!! Chicos!!!!!! Espero que ahora les quede más claro el cap anterior. Muajjajajaj

¿Les ha gustado? A mí me ha encantado. Pobre Adara. No sabe que hacer.

Nahek me ha matado!!! Espero les guste.... ¿Cuales son sus frases favoritas de la nove?

Subanlas a twitter para que las pueda leer!!! Por favor!! Muero de la curiosidad!!! Claro si tienen frases favoritas!!! Mi twitter  es ArumaValeria, y nada espero les haya gustado!!!!

¿Alguien ya se imagina el final? 

Otra coas, he visto que piensan que Canek siente algo por Adara? Sinceramente no lo creo, Canek solo disfruta de hacer el mal, es un ser malévolo!!! Que solo quiere conquistar el mundo!!!! Y Adara es la llave. Si tiene dversión en el proceso pues bueno... XD Es malo!!!

Esta canción la amé, es como... Realmente lo que Adara siente por Nahek.

Dejen sus comentarios!!!

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En un mundo oscuro, ella es un brillante faro... Portada hecha por: Austrova ♥️