Al terminar mi pregunta este sonrió, y yo supe enseguida la respuesta.
Me acosté con él.
Y luego río, ¿Le parece gracioso?. Le mire con rabia, él sabía que era Virgen. ¿Cómo permitió que lo hiciéramos y perdiera mi virginidad de esa forma tan... mal?. Le odio.
— Claro que no, aunque por como te comportaste anoche parecía que eso era lo que querías —me dice él. Yo le mire anonadada.
— ¿Me estas diciendo fácil?.
— No, nunca dije eso. Solo digo que no deberías volver a beber sí, te salve justo de una locura que ibas a hacer.
— ¿Así? Y la solución era besarme —le digo, y este sonrió.
— Así que te acuerdas, aunque bien mal. Porque fuiste tú quien me beso, no yo a ti.
— ¿Qué? ¡Claro que no!.
— Claro que sí, yo estaba mas sobrio que tú y me acuerdo perfectamente cuando me besaste. Y lo que si no negare es que, continue el beso —me dice, y me mira. Yo trago saliva nerviosa y frunzo el ceño.
— Rayos, lo siento mucho. Dios, tengo que irme —dije y me levante de la mesa. Pero este tomo de mi mano deteniéndome, le mire.
— No es necesario que te vayas, siéntate y come. Podemos hacer como si eso nunca haya pasado, ¿Vale? —me dice, yo suspiro y después me vuelvo a sentar y comienzo a tomar desayuno. Y vaya que tenía hambre, sentí mi teléfono vibrar y lo saque de mi bolsillo. Era un mensaje de mamá.
"Hija, ire a recogerte a la casa de Jasón en media hora. Necesitamos hablar".
Mierda.
"Sí mamá, aquí te espero".
— ¿Por qué la cara de susto? —Me pregunta Justin. Yo le miro.
— Por alguna razón mi madre cree que estoy en casa de Jasón, y vendrapor mi en media hora más. —le digo— ¿Fuiste tú? ¿Le dijiste que allí estaba?.
Él asiente.
— Anoche estuvo llamándote, por supuesto no le conteste. Así que le mande un mensaje con tu celular diciéndole que no se preocupara que fuiste a la casa de Jasón y que te quedarías allí a dormir.
— Como sea, tengo que irme a casa de Jasón. —dije, y me levante.
— Te llevare —me dice. Por supuesto no me negué, no sabía donde estaba, y tampoco tenía dinero para tomar un taxi, así que lo mejor era que él me llevara. Al final salimos de su casa y nos subimos a lo que supongo sera o su auto o de sus padres y después comenzó a manejar.
— ¿Cuándo aprendiste a manejar?.
— A los dieciséis años. Mi papá me enseño, y después a los diecisiete saque mi licencia.
— Vaya, eso es genial. —le digo, y él solo sonríe. Quince minutos después llegamos a la casa de Jasón, los dos nos bajamos y tocamos a la puerta de su casa. No contesto ni al primer toque, ni el segundo ni el tercero, hasta que al fin al cuarto toque abrió la puerta, este estaba en calzoncillos y con sueño.
— jas... —pero las palabras que diría quedaron en el aire porque sentí que Justin me giraba y tomaba de mi rostro para que lo mirara a él, abrí los ojos en sorpresa y le mire a los ojos. Luego este mira a Jasón molesto.
— ¿No puedes vestirte antes de abrir la puerta? —le reclama Justin. Y ahi entendí que sucedía, creyó que me asustaría o algo si veía a Jasón en aquellas fachas, rodee los ojos. Tome las manos de Justin y este enseguida dirigió su mirada a mí. Solté sus manos de mi rostro y le dije:
— Ya lo he visto muchas veces así —le dije, me di la vuelta y entre a la casa de Jasón, luego me gire y Justin estaba anonadado y Jasón con flojera, estos dos se me acercaron— Jasón, tengo hambre. Tienes que darme comida antes de que mi madre llegue a buscarme.
— ¿A que vienes a molestar Elí? Joder, prepárate lo que quieras. Ya sabes que esa es como tu casa, como sea me ire a dormir —dice Jasón y se vuelve a su habitación.
Que buen amigo tengo. Justin se me acerca.
— ¿Qué ya lo has visto así? ¿Qué quisiste decir con eso? ¿Ustedes... se... —yo enseguida fruncí el ceño asqueada.
— ¿Qué te estas imaginando pervertido?, Jasón va casi siempre a dormir a mi casa y yo a la suya. Ya se me es normal verlo así pasear por su casa o por la mía. Aunque es peor cuando es en la mía porque cuando mi mamá lo ve así se espanta y le grita que se cambie, a lo que él ríe y apropósito lo hace por la reacción de mi mamá. Solo por eso, no seas malpensado.
— ¿Acaso lo haz visto desnudo? —me pregunta.
— ¿Por qué me haces estas preguntas tan raras? No, no lo he visto desnudo y no lo veré así jamás. Aunque cuando éramos muy pequeños sí lo vi, pero no fue porque hubiera querido. —le digo, me acerco a la cocina de Jasón y me preparo un sandwich y por supuesto Justin me sigue. Esperando que continue con la historia— teníamos unos diez años, fuimos a acampar y el tarado se metió desnudo a un lago, pero vio algo en el agua y comenzó a gritar. Yo corrí a ver que le pasaba y este salió del lago asustado y así fue como lo vi desnudo, solo fue por unos segundos porque después grite yo y me tape los ojos. Pero esos segundos fueron suficientes para verlo.
Luego Justin ríe.
— Ya, entiendo. Sigo pareciendo tan extraño esto —me dice, "¿El que?" le digo yo— de que ustedes Jamás hayan sentido alguna atracción por el otro. Son jóvenes, y vivieron casi toda su vida juntos, y sabían que no eran familia ¿Cómo es que no hubo un momento en el que se gustaron?.
— Hubo un tiempo en el que creo que me gusto, tendríamos unos doce o trece años. O yo creí que era gustar, pero en realidad solo era curiosidad, por lo que se sentiría besarlo o besar a un chico en general. Creo que Jasón sentía lo mismo porque fuimos nuestro primer beso, como experimentando, pero después de eso jamás lo volvimos a hacer. Fue raro, y cuando lo bese me di cuenta que no sentía nada por él, solo sentía curiosidad por lo que sería besar a un chico.
— Ahora me quedo más tranquilo —yo le miro confusa— lo que quiero decir es que al fin se la historia real de que si alguna vez sintieron algo por él otro. Porque de verdad se me era bastante extraño que no hayan tenido nada de nada.
— Tú y tu curiosidad. Y yo que creí que yo era la del problema.
Termine mi sandwich y después bebí algo de agua, en eso sentimos un auto afuera. Yo me dirijo a la ventana para ver si era mi madre pero no era, solo era un auto que paso. Me di la vuelta y me quede estática ante la situación, Justin y yo habíamos quedado muy cerca. Supuse que también había venido a mirar y se había quedado detrás mío. Sentí como mis latidos se me aceleraban, y mordí mi labio por los nervios. Justin bajo enseguida su mirada de mis ojos a mis labios, comenzó a acercar su rostro al mío y yo cerré los ojos, hasta que al fin el contacto llego y nos besamos.
No entendía que me estaba pasando, ¿Por qué sentía esta especie de atracción o conexión hacia él? ¿Y por qué mi corazón latía tan rápido cuando lo tenía cerca?. Entre abrí mis labios y él hizo lo mismo, y nos besamos con más lujuria y profundidad, hasta que sentimos el toque de una bocina y nos detuvimos por el ruido. Los dos nos quedamos mirando, pero ninguno decía nada.
— Nos vemos Justin —le dije, y me separe de él. Abrí la puerta y salí me fui de la casa de Jasón hacia el auto de mamá y después de eso nos fuimos a la casa.
* * *
No sabía que eran estos sentimientos extraños que estaba comenzando a sentir hacia él. Y no sé si quería enterarme de que era en realidad.
Cuando llegamos a casa mis padres solo me dijeron que iban a un pequeño paseo por tres días, ya que, la empresa de mi madre organizo un viaje. Y yo no podré ir porque estoy estudiando, aunque tampoco quería.
Y después de eso ellos se tuvieron que ir a trabajar y yo me quede sola en casa, pensando en todo lo que había sucedido con Justin hoy. Sentí unos toques en la puerta y enseguida me levanté para abrir la puerta, cuando la abrí me quede sorprendido. ¿Qué hacia él aquí?.
— Taylor —dije, y este me sonrió y después me abrazo. Yo enseguida correspondi a su abrazo, pero seguía sorprendida ante aquella sorpresa. Él se separó un poco de mi y me beso. Cuando se separó de mi él comenzó a hablar.
— Te extrañe, los extrañe. —me dice. Yo le sonrió, estaba cambiado. Su cabello estaba más largo, y se había dejado la barba.
— Vaya, estoy en Shock. —él ríe— te vez diferente.
— Me siento diferente. ¿Puedo pasar?.
— Ah, sí, sí claro. —le dije, me hice a un lado y el entró a mi casa. Después nos dirigimos al comedor y nos sentamos en uno de los sillones. Y él se me acercó y me abrazo, para apegarme a él. Me sentía diferente ante él, era lindo estar así, pero la sensación era distinta.
— Mi hermano mejoro, demasiado bien. Ahora está mucho mejor, tranquilo en su hogar. Fue duro los primeros días, creía que él... —quedo un momento en silencio, sabía que solo pensar en eso le dolía, así que lo abrace y apoye mi cabeza en su pecho— pero bueno. No sucedió gracias a Dios, y ahora está como si jamás le hubiera pasado aquello. Por eso me volvi antes, y también... —siento sus manos en mi barbilla y me levanta el rostro— por ti. —comenzo a acercar su rostro para besarme pero yo me aleje.
— ¿Por qué no llamaste? —le dije molesta. Si lo estaba, pero también hice aquello como distracción. Ahora estaba muy confundida y no quería más besos.
— Lo siento, no pude. —me dice, y acaricia mis brazos. Yo tomo sus manos y las separó de mi.
— ¿Ni siquiera podías mandar un mensaje?. No te comunicaste Taylor, ni por mensaje, ni llamadas, ¡ni redes sociales!.
— ¡Lo siento! Sé que debo hacerles enviado siquiera un mensaje pero estaba tan preocupado por la salud de mi hermano que en ese momento no pude pensar en nada más. —me dice él. Yo me tranquilizó, y me relajo. Luego él vuelve a tomar de mis manos.
— Pero ya estoy aquí, y... Quiero hacer lo que no me atreví a hacer cuando estave aquí. No soy el mismo desde que volví.
— Cuando nos vamos somos una persona pero cuando volvemos jamás seremos los mismos.
Él me sonríe.
— Muy cierto —me dice sonriente. Luego me toma del brazo y me acerca hacia él, yo abro los ojos en sorpresa cuando esté nos recostó a los dos en el sillón, yo sobre él. Le mire a los ojos— ¿Qué sucede? —pregunté nerviosa. Este me sonrió.
— Nada, sólo adoro estar así contigo. —me dice. Yo me separe de él y me senté más lejos, este se levantó extrañado— ¿Qué pasa?.
— Es sólo que yo —pero no pude terminar la frase porque sentimos la puerta de mi casa abrirse. Los dos miramos hacia atrás y allí pasó mi madre, fruncí el ceño. ¿Qué hacia ella aquí tan temprano? Ella nos vio y se adentro aquí, miró a Taylor.
— Hola señora Pons, soy Taylor.
— Un gusto Taylor. —luego ella me miró.
— ¿Por qué llegaste tan temprano? —le preguntó confundida. Ella cuelga sus cosas y después responde.
— Me dieron la autorización de salir más temprano, para ordenar todo para mañana. Aunque tu padre no tuvo la misma suerte que yo.
— Bueno, yo me voy. —dice Taylor, este se levanta y yo hago lo mismo.
— ¿Viniste en auto o algo? Esta lloviendo muy fuerte afuera —le dice mi madre.
— Sí, vine en el auto de mi padre. Adiós señora Pons.
— Adiós Taylor —le dice mi madre, luego yo lo llevó a la puerta la abro y tanto Taylor como yo quedamos sorprendidos ante lo que vimos. Era Justin, estaba empapado, y con la mano arriba en un puño supuse que justo iba a tocar la puerta. Él bajo su mano y nos quedó mirando a los dos.
— ¿Taylor?.
— Justin, ¿Porqué estás así? ¿A que venías a casa de Beth tan tarde? —le dice Taylor.
— Entra, no te mojes más. —le digo, él asiente y dentro. Luego los dos se quedan mirando, Taylor esperaba su respuesta.
— Yo venía a estudiar con Taylor. Y no tenía dinero para tomar un taxi. ¿Cuándo llegaste?.
— Hace unas pocas horas, enseguida vine hacia aquí —dice él— ya que, Beth y yo som...
— ¡Taylor! Ya es tarde, debes ir a casa y descansar. Yo y Justin debemos estudiar —él me mira un poco extrañado pero después asiente.
— Es verdad, tengo que hacer unas cosas todavía. Adiós —nos dice, nosotros nos despedimos y después él se marcha. Yo me relajo, de verdad estaba muy confundida, mis sentimientos están confusos. Miré a Justin, y me acordé que estaba empapado, le dije que subiera a mi cuarto y yo fui por una toalla, cuando volví a mi cuarto está estaba viendo mis fotografías, cerré la puerta de mi cuarto y este enseguida dirigió su mirada a mi.
— Ten, debes sacarte un poco. —le dije, y le entregue la toalla— ¿Qué haces realmente aquí Justin?.
— Tenía que hablar contigo. —dice él mientras se secaba el cabello. Yo le miré algo confusa, después me acerqué a mi cama y me senté allí.
— Bien, dime. Soy todo oídos.
Él se sienta a mi lado y abre la boca para decir algo, pero a los pocos segundos se calla y sólo mira hacia adelante. Pensando, supongo.
— Creo que ya no importa, de todos modos de seguro no iba a ser nada importante. —dice y se levanta para marcharse, pero yo me levantó y le tomo del brazo para detenerlo. Este me mira, y yo seguía mirándolo con confusión. Este se giró y se puso en frente de mi, tal vez demasiado cerca— ¿Qué sentiste cuando volviste a ver a Taylor?.
— ¿Qué sentí? Pues, primero sentí impresión, porque apareció en mi puerta de la nada. Y después sólo confusión y alegría. Es decir, él volvió y es algo nuevo porque lo extrañe —Justin frunció el ceño— y se que ustedes también.
— Te gusta Taylor.
— Ah —pero me callé. No sabía que decir, mis sentimientos en estos momentos estaban revueltos, no sabía qué es lo que sentía. Por un lado está Taylor, cuando estaba con él me sentía bien, tranquila. Y cuando estaba con Justin me sentía nerviosa, y todo era extraño. No puedo decir que me gustan los dos, pero tampoco puedo decir quien de los dos es— es complicado. —Fue lo único que pude decirle.
— ¿Por qué?.
— Lo siento, pero ni yo misma puedo responder a eso. —él asiente.
— Debo irme. —Y es lo único que dice para después marcharse, estaba aún más confundida ¿A qué venía todo eso? ¿Por qué se comporto así? Y que es lo que quiero y siento. Odio esto.
°·°·°
— Me odio —dije, y apoye mi cabeza sobre la mesa. Sentí las caricias de Jasón en mi espalda. Luego miré a Jasón— ¿Por qué no puedo ser capaz de decirle que esto no es lo que quiero?.
— Quizás porque no quieres lastimar sus sentimientos —me dice él— en todo caso ¿Qué sientes por Taylor?.
— Él me hace sentir muy bien, pero sé que no me gusta. Antes sí, ahora es diferente y él cree que estamos saliendo, y yo no puedo ser capaz de decirle que no. —dije, y Jasón miró al frente pensando. Espero que pueda decirme algo que me ayude. Levanté mi cabeza y miré hacia la entrada, ahí venía Taylor y Justin, aunque Justin venía bastante serio.
— Tú me ayudaste a que vea que era lo que sentía por Kim, creo que ahora es mi turno a que te des cuenta de que es lo que sientes por Taylor. —me dice Jasón. Luego Taylor y Justin llegan hacia nosotros y se sientan detrás nuestra. La profesora también llegó y comenzó con su clase, sentí que alguien me tocaba el hombro y me gire.
— Prestame goma — me dice Justin, yo se lo paso y a los pocos segundos después me lo de vuelve, pero había una nota en ella. La abrí y decía "Ahora entiendo que era lo complicado, felicidades por tu nueva relación con Taylor. Y si te preguntas como me enteré, él me lo dijo. Es mi amigo después de todo".
¡POR LA MIER*DA!
Si no le digo a Taylor pronto de mis verdaderos sentimientos pronto, va a terminando haciendo que todo el mundo se entere de que "estamos juntos". Doble el papel y lo guarde en el bolsillo de mi uniforme, de verdad tenía que hacer algo urgente. Luego sentí algo golpear mi cabeza, cuando miré que era me di cuenta que era un papel, lo tomé y lo abrí para ver que era.
"Hey, Hola. Quería pedirte que me ayudarás hoy después de clases, tengo que estudiar para Historia y estoy realmente perdido, ¿Me ayudarás? —Ian"
Enseguida lo busque con la mirada y cuando lo vi este me estaba sonriendo, yo sólo asiento con un movimiento de cabeza y este sonrió ampliamente. Las horas pasaron y al fin las clases habían finalizado, como era obvio no fui capaz de decirles mis sentimientos a Taylor. Y no sabía cuando sería capaz de hacerlo, no entiendo como de un momento a otro los sentimientos que tienes por una persona pueden cambiar al poco tiempo.
No se si culparme a mí, a Taylor o a Justin. Quizás fue por todo.
Ian al terminar las clases me vino a buscar a mi clase, y después le dije a los chicos que me iría a estudiar con él. Y después nos fuimos a la biblioteca pública para poder estudiar, y era verdad, estaba bastante perdido. Nos demoramos al menos una hora en estudiar todo aquello más algunas preguntas sobre lo aprendido, lo bueno es que aprendimos demasiado en esa hora. Ya que Ian aprende bastante rápido.
— ¿Y has conocido gente nueva? —le preguntó, él sonríe.
— Sí, personas maravillosas. Puedo decir que ya somos amigos, uno se llama Connor, y otro Javier. Son agradables.
— Eso es fantástico, ¿Y tus evaluaciones?.
— Bastante bien, quizás acabe pronto con las tutorías. Ya que no se me son muy necesarias, aunque fue realmente un gusto poder haber hablado contigo. —me dice él. Yo asiento.
— No hay problema, y yo creo lo mismo. Qué no necesitas de las tutorías, eres muy inteligente y bastante independiente.
— De todas formas gracias.