¿Quieres ser mía?

Od _mondstaub_

245K 17.3K 5.3K

«Algunas noches, cuando pienso en el pasado y revivo los momentos más caóticos de nuestras vidas, mi mente aú... Více

¿Q u i e r e s s e r m í a?
P l a y l i s t
E p í g r a f e
P r ó l o g o
P A R T E U N O
U n o
D o s
T r e s
C u a t r o
C i n c o
S e i s
S i e t e
O c h o
N u e v e
D i e z
O n c e
D o c e
P A R T E D OS
T r e c e
C a t o r c e
Q u i n c e
D i e c i s é i s
D i e c i o c h o
D i e c i n u e v e
V e i n t e
V e i n t i u n o
V e i n t i d ó s
P A R T E T R E S
V e i n t i t r é s
V e i n t i c u a t r o
V e i n t i c i n c o
V e i n t i s e i s
V e i n t i s i e t e
V e i n t i o c h o
V e i n t i n u e v e
T r e i n t a
T r e i n t a y u n o
P A R T E C U A T R O
T r e i n t a y d o s
T r e i n t a y t r e s
T r e i n t a y c u a t r o
T r e i n t a y c i n c o
T r e i n t a y s e i s
E p í l o g o

D i e c i s i e t e

4.7K 375 148
Od _mondstaub_

Noviembre 19, 2017.

R A C H E L P R I C E.

Aliso la falda del uniforme con mis manos antes de volver a entrar al roast. La noche ha caído y mi humor ha mejorado considerablemente.

No he dado ni un paso cuando Melanie me intercepta.

—Oye oye tú, ¿cómo has estado?

—Perfectamente, Mel. Deja de preocuparte.

Sus llamadas y visitas constantes a lo largo de la semana me han demostrado eso.

—Es como tú veinteava vez preguntándome eso.

—Y será tu veinteava vez en contestar, si, eso no quita que lo vaya a seguir haciendo.

Río. La tomo por los hombros.

—Mel, de verdad, estoy bien.

No aparta sus ojos y después de hacer una mueca, asiente.

—Bien.

La suelto pero vuelve a hablar.

—¿Lo has visto?

—¿A él o a Eiden?

—El segundo.

—No.

—Yo sí.

—Oh... —no estoy segura de qué debería contestar. Mis ojos divagan un segundo y ahí observan a dos chicos entrando al roast—, oh no.

—Rachel...

—No, no, no —muevo la cabeza seguido para evitar que día algo más—, no es eso. Sólo... ellos —apunto con mi cabeza.

Mel se gira y se su ceño se frunce.

—¿Quiénes son? —ladea la cabeza, gesto de que ha percibido algo—, ¿no es el chico que nos atendía en el café?

—Si. Es el nieto de Julia.

—¿Qué hace aquí?

—No tengo idea. Pero voy a tenerla —le indico que iré hacia allá y ella asiente dudosa.

Me acerco y cuando ellos se percatan, Chris me sonríe de esa manera afectiva mientras que Ethan me da un asentimiento muy ligero de cabeza.

—¿Qué hacen aquí? —cuestiono.

—Tú nos invitaste.

Entrecierro los ojos.

—Yo no hice eso.

—¿Estás segura? Estabas muy ebria esa noche.

—Yo no estaba ebria, tú si —respondo—, y si, estoy segura.

—Ethan —se gira hacia el susodicho—, nos descubrió, aborte misión.

Hace el amago de irse pero Ethan lo detiene por el brazo.

—Me dijiste que trabajas aquí —retoma el castaño.

—¿Y eso cuenta como una invitación?

—En definitiva —asiente.

Enarco una ceja. En realidad no le veo importancia.

—¿Porqué tengo que hablar tanto cuando estoy en fiestas con desconocidos? —llevo mis ojos al cielo en un gesto falso de exasperación.

Chris ríe.

—Porque estoy desconocidos te parecieron particularmente atractivos —acota.

Lo pienso—. Si... —niego con la cabeza—, no.

Lo cual es una mentira, pero pues que importa.

—Auch —se lleva una mano al corazón. Y su dramatismo sin duda me hace recordar a mi rubio favorito, quizá por eso me agrada.

—Siéntense por ahí —señalo con las manos el espacio libre—, ¿quieren algo?

—¿Porqué estás de tan buen humor? —Ethan me observa con detenimiento.

—¿Lo estoy?

—Lo estás.

Lo sé.

—¿Cómo sabes que ésta no es mi forma de ser y la otra noche estaba molesta o algo?

—¿Cómo lo sé, no es así?

Sonríe en plan «¿quieres jugar conmigo?» y luego se lleva a un protestante Chris hacia una mesa a las orillas.

Mel llega a mi lado en menos de un segundo después.

—¿Qué fue eso?

Y utilizo la misma respuesta de hace un rato.

—No tengo idea.

[...]

Entrada la medianoche, es hora de que el grupo salga a tocar. Mentiría si dijera que el hecho de volver a tenerlo a pocos pasos de mi no pone nerviosa, sería una gran y absurda mentira; mi cuerpo recuerda el suyo de una manera en la que con tan solo ver sus dedos pasar por las cuerdas sintiese que me toca a mi.

Lamentablemente, ese es el mejor de mis problemas con respecto a él. Pues mi memoria reproduce una y otra vez su sonrisa o los besos que solía dejar en mi cuello, como un maldito rastro.

Así que sí, tengo un problema.

Y mi segundo problema y sin duda alguna el peor; la frustración contenida en mi pecho. Me frustra, y me frustra bastante que no... llegáramos a nada. Que todo terminara antes de empezar. Crea en mi una sensación de desasosiego que arrastra en mi sangre. Y lo odio, porque no me gusta para asa sentirme así.

No me gusta tener esa apenas audible voz detrás de mi cabeza que se pregunta «¿qué hice mal?», pero sé que no llegaré a una respuesta.

Y creo que eso me frustra todavía más.

Pero no, al contrario, desconozco si cometí algún error en ese poco tiempo, pero soy consciente de que cualquier cosa que pudiese haber hecho no tendría como consecuencia una reacción así de su parte.

Y maldición, me frustra tener toda ésta clase de pensamientos rodándome después de haberme reencontrado conmigo misma hace unos días.

Observo la forma en la que ni siquiera dirige una mirada hacia mi dirección, volteando siempre hacia abajo, hacia su bajo.

Y me rehúso a seguir buscando algo que no va a pasar, así que respiro profundo y aparto la vista, busco cualquier otra que me ayude a ignorar a mi mente.

Brent está por allá compartiendo una conversación con Krystal, tal parece que su ligue ha durado un poco más de lo usual.
Melanie está con... ¿Derek?, ahí me detengo: ¿qué me he perdido? ¿Porque parece que cada vez que parpadeo nuevas cosas suceden?, pero, todo parece tranquilo que decido no intervenir, las cosas se acomodarán como tengan que hacerlo.

Y entonces aquí estoy yo, viendo como la persona que hace tan sólo una semana estaba conmigo.

Resoplo pesadamente. Le pido a Olivia que me prepare un trago. Si... esto es patético. Y sí, ahí se fue mi buen humor, con sólo verlo.

—Son buenos.

Mi cabeza se dirige sobre mi hombro a esa voz. Ethan está parado detrás mío, mirando hacia el lugar que justamente estoy evitando mirar.

—Lo sé, lo son.

Porque lo son, su estilo retro te atrae, la voz de Derek es en plan «puedo hacer que te mojes sin siquiera tocarte», y si consideramos que todos son a su estilo atractivos... en fin, el sonido también es bueno. Son melodías que van en un tono rockero, pero lento, como un contemporáneo.

—Aquí tienes Rae.

Olivia deja mi vaso sobre la barra donde apoyo mi cadera, pero antes de poder tomarlo, otra mano lo agarra y se lo bebe de una sola inclinada. Dirijo mi mirada molesta hacia él.

—No deberías tomar en ese estado —apunta—, ¿dónde quedo tú buen humor?

—Se lo comió una zuripata —mascullo entre dientes.

Le pido otro a Olivia y ésta vez, ante su ceja alzada, lo bebo antes de que me lo arrebate y me giro por completo a él.

—¿Sabes?, extraño mi California soleado lleno de turistas luchando contra el frío.

—Si fuera tú, lo haría —concedo.

—Me la pasé bien la otra noche —ahora él alza su vaso hacia mi, como si dijera «salud».

Lo que aprecié aquel día en su rostro, lo aprecio nuevamente.

—Igual yo.

La música deja de sonar y Derek anuncia que se tomarán un descanso. Trago fuerte tratando de pensar otra cosa.

—¿Porqué han venido realmente?

—Queríamos verte —me da una sonrisa socarrona.

Enarco mis cejas.
Deposita su vaso con un ligero estruendo en la barra.

—Pongámoslo así; entre hacer las cosas y no hacerlas, siempre es mejor la segunda opción.

Me paralizo un instante, sólo instante, porque sus palabras son ciertas y lo tengo claro. Es una de las cosas que siempre he tenido presente, y lo he ignorado vilmente éstos días.

—Tienes razón.

Creo que hace el amago de decir algo más, pues sus labios articulan algo que no escucho y que nunca sabré qué habría pasado de haberlo hecho.

Pues me doy la vuelta y dejo escapar un sonoro suspiro antes de caminar hasta cierto peli negro. Mi boca se seca y por un instante me preocupa el hecho de no saber qué decir, pero por suerte eso no sucede. Se encuentra de espaldas y no llamo su atención hasta que hablo fuerte para hacerme oír sobre la música.

—Lo siento.

Noto su espalda tensarse, y unos segundos pasan en los que sólo puedo esperar. Finalmente, se gira, tan lento que pareciera a cámara lenta.

El iris azul de sus ojos se posan en el mío, y deshago la idea de cómo me hace sentir eso.

—¿Porqué?

¿Eso es todo? Me replanteo el si debo hacer esto, pero si, quiero hacerlo.

—Por llamar a Brent —realmente no lo hago. Creo que volvería a hacerlo si estuviese en una posición así—, cualquier otra cosa que haya hecho mal —me encojo de hombros.

Soy un asco con esto.

Un minuto pasa, o tal vez son largos segundos solamente, el asunto es que con cada tic tac que suena en mi cabeza, es como si sus ojos me lanzaran picos de hielo.

Tan indiferentes.

Y supongo que es absurdo que en este momento piense que esa emoción queda a la perfección con el color de sus ojos. Un azul tan eléctrico, tan intenso, como él.

—Gracias.

Pokračovat ve čtení

Mohlo by se ti líbit

33.8K 1.4K 29
BAD GIRL SAGA #2 Daniel Pimentel, el clásico Bad Boy de la escuela, a estado con todas y cada una de las chicas de la escuela, y no solo amorosamente...
1.6K 117 12
chicas x chicas chicos x chicos Chicos x chicas
54.7K 4.6K 31
Existe un lugar donde las divisiones de clases todavía subsisten, y Aurora está a punto de descubrirlo... ¤¤¤ Esta es mi primera historia de vampiros...
8.1K 489 42
Portar uno de los apellidos más influyentes del momento no es algo a lo que Dayana se adapte. Pensó que todo sería falsedad a su alrededor hasta que...