¿Cuánto tiempo llevaba encerrada? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? ¿Años? Ya no lo recordaba pero el día finalmente había llegado, el día en que dejaría esa mugrienta, fría y oscura mazmorra. Finalmente podría volver a tocar el pasto verde con sus pies, correr libre sin musgosas paredes que detuvieran su andar y deprimieran sus ánimos, sin más rejas de oxido metal que impidieran sentir la calidez del sol acariciar su piel morena, que ya estaba pálida ante el escaso rayo solar. Pero sobre todo, finalmente ya no volvería a ver el rostro de ese horrible ogro que la mantuvo cautiva por tanto tiempo de su amado mundo lleno de libertad.
El ogro, del que recibió tanto maltrato diariamente sin tener razón alguna, al fin terminó por ser derrotado y ahora tenía en frente el camino a una nueva vida; justo allí en la puerta, que recién fue abierta, estaba la mano extendida por él atractivo y valiente hombre que luchó con todas sus fuerzas contra aquel monstruo sin corazón, que siempre le privo de todo lo bueno que existía, indicándole el final de su sufrimiento.
Las palabras no eran pronunciadas por su voz, nunca imaginó que este día llegaría ya se había dado por vencida de la idea de llegar escapar alguna vez, pero ahora su salvador le estaba demostrando que nunca hay que perder las esperanzas de obtener la felicidad.
Sin temor alguno caminó en dirección hacia aquel sujeto para tomar delicadamente la mano que este le ofrecía. Cuando ambos se encaminaron por los pasillos de la tan gigantesca arquitectura fue difícil no toparse con las horribles escenas provocadas de la anterior batalla de la cual el joven salió victorioso.
Todo lugar estaba hecho un desastre, se imaginaba lo difícil que debió ser pasar por todo esto para solamente rescatarla, jamás sabría cómo expresarle su gratitud nada era suficiente para pagar por todo lo que hizo.
En lo que iba pensando tanto no se fijó que ya estaba afuera de ese castillo, en el que vivió por años. Sus llorosos ojos no se imaginaba lo tan bello que se veía el paisaje, el pasto, los arboles, las flores, el rió, el cielo hasta estaba más azul de lo que logró apreciar desde su pequeña ventana. Sentir la brisa en su rostro y ondear su cabello, respirar el aire fresco y puro sin olor a pudrición, todo aquello era magnifico, sin descripción alguna, tan solamente se podía decir...
- Es hermoso... - No soportó más y terminó por llorar, lagrimas una tras otras sin tenerse se resbalaban por sus mejillas. El miedo empezó a consumirla era tan bueno para ser verdad ¿En serio todo acabó? ¿No había algún otro truco en esto? Era imposible que esto terminara así. Empezó a retroceder lentamente pero fue enseguida llamada por el otro presente.
- Jyushiko... - La llamó el caballero haciendo que la mencionada se detuviera al instante - Tranquila, no tienes por qué tener miedo -
- Pero es que... todo es demasiado bueno para ser verdad - En ese momento quiso salir corriendo de regreso a la torre pero su mano aun era sostenida por el joven, quien le dedico una sonrisa llena de confianza
- Todo está bien, no te preocupes - La voz del chico se mostraba ahora dulce y cariñosa cosa que provocó que Jyushiko se ruborizara.
- Pero... ¿Y si él regresa...? Y-Yo no podr... - Pero en vez de que continuara hablando fue callada por un algo. Su boca ahora eran presas de los labios del ese peli-negro, quien la besaba con una completa ternura y a su vez una determinada pasión a la cual ella correspondió.
No se supo cuanto tiempo estuvieron así, solo que al separarse él no apartó sus ojos de los Jyushiko ni ella de los de él, pero aun estaba un tanto desconcertada.
- Ichimatsu... - Mencionó su nombre como en señal de que esperaba alguna ayuda para entender lo que pasaba ahora.
- Jyushiko, tu eres libre, no tienes que tener miedo de nada a partir de hoy. - Habló firme sin una pizca de duda en sus palabras - Tampoco no debes de preocuparte por él, ahora yo estoy contigo y nunca permitiré que algo te suceda, Jamás.-
- Ichimatsu - Repitió de nuevo, esta vez el mencionado soltó sus manos para alejarse a unos pequeños pasos y luego dedicarle una amplia sonrisa.
- Jyushiko... ven conmigo, vámonos juntos -
Feliz por aquellas palabras quiso lanzarse a los brazos de su amado para besarlo, pero por alguna razón su cuerpo no se movía, no reaccionaba, parecía que estaban pegados al suelo. Y de un momento a otro sintió que todo en su feliz mundo se derrumbaba al ver la imagen de Ichimatsu alejarse y desaparecer en el horizonte.
- ¡Ichimatsu! ¡Espera! - Ella corrió, corrió y corrió esperando alcanzar a la figura del azabache pero era imposible esta ya no estaba - ¡Ichimatsu! - Se dejó caer de rodillas al suelo entre sollozos ¿Que estaba pasando?
- Jyushiko... - Esa voz... ella lo reconocía. - Jyushiko...-
- No... - De inmediato se puso en pie y trató de huir - ¡Tu no! -
- Jyushiko... -
El cielo oscureció al igual que todo lo que la rodeaba, los arboles que empezaron al marchitar en el momento que Ichimatsu se desapareció ya no estaban, ni las flores ni el pasto, todo ahora parecía un campo negro sin fin. La morena corría desesperada tratando de huir de aquella voz.
- ¡Aléjate!.. ¡Aléjate! ¡Ayuda! ¡Ichimatsu! ¡Ichimatsu! - Llamaba y Llamaba pero nada pasaba, y todo estaba empeorando de mal en peor, la voz que pronunciaba su nombre estaba cada vez más cerca ya no sabía a dónde correr, no había sitio en donde esconderse, nada, todo estaba perdido...
Pero a lo lejos distinguió una luz y fue en su dirección lo más rápido que sus pies podían.
La luz blanca, conforme corría hacia ella, era cada vez más grande pero la voz que repetía "Jyushiko" igual seguía allí, llamándole, pero no por eso se detendría en ese lugar en que no había más nada más que esa luz a la que aun no lograba llegar.
Justo cuanto más deseaba ver algo más que solo un punto en blanco, lo que sea, la silueta de una persona allá se pudo apreciar pero no era la de Ichimatsu.... si no de una mujer... una que parecía haber visto antes...
- ¡Jyushiko! - Otra voz diferente habló, una voz que se escuchaba venir de la sombra e inmediatamente supo de quien se trataba, ahora más que nunca necesitaba llegar a ese sitió.
- ¡Onee-chan! ¡Onee-chan! - Gritaba Jyushiko sin detenerse. Cerca, cerca, ya estaba cerca solo un poco mas y allí parada la vio finalmente... Era su hermana, de verdad, justo en frente - ¡Onee-chan! - Cuando quiso lanzarse sobre ella para abrazarla ¡Bam! Algo la hizo tropezar y cayó al suelo justo a los pies de la mayor. Pronto sintió como algo parecía abrazar sus piernas, eran manos de largos dedos con filos en las uñas que subían hasta sus caderas y arrastraban de regresó a Jyushiko, ella desesperada se sujetaba con sus manos al supuesto suelo pero nada resultaba, lo que sea que la arrastrará era mucho más fuerte - ¡Onee-chan! ¡Ayuda! - Miró a la otra, en la cual solo se podía apreciar una expresión de indiferencia hacia su persona.
- Lo siento... - Jyushiko temblaba en miedo, las manos que se aferraban a su cuerpo subieron mucho más arriba ahora tomando sus manos, cabello, rostro, brazos, todo prácticamente era jalando para prohibir su cercanía a esa mujer que no se inmutaba ni un poco por lo que sucedía - Lo siento mucho... -
- ¡E-espera! ¡Espera, Onee-chan! - Viendo como la otra daba pasos mientras se alejaba, Jyushiko intentó forcejear inútilmente para impedir que aquella mujer se fuera - ¡No te vayas! -
- Jyushiko... hermanita.... - Dijó en susurro en lo que su cuerpo empezó a desaparecer.
- ¡NO! ¡NO! - Gritaba a todo pulmón la rubia y su cuerpo fue instantáneamente jalado a gran velocidad de regresó a la total a la oscuridad- ¡No me dejes! ¡No otra vez! -
- Adiós... - La voz se oyó en eco antes de que la figura de esa mujer se evaporará en la nada...
- ¡¡ONEE-CHAN!! -
Jyushiko se sentó en su cama con la respiración agitada y el cuerpo frío en sudor. Miró a su alrededor encontrándose con las revistas esparcidas por todo el suelo de su habitación, exactamente igual como lo dejó la noche anterior y suspiró aliviada...
- Fue un sueño... - Llevó las rodillas hacia su pecho abrazándose a estas, y ocultando su rostro en ellas.
Permaneció un rato en aquella posición pensando en lo que acaba de soñar. Ya hacía mucho tiempo que no soñaba con su hermana ¿Por ahora? ¿Por qué eso? ¿Es que no podía estar tranquila en ningún momento? Hoy iba a ser uno de sus mejores días y tenía que empezar de esta forma.
Pero en fin, ya no iba a continuar lamentándose allí, era lunes y dentro de poco debía ir a clases.
Se levantó directamente a cepillarse y alistarse con su uniforme, maquillaje y cabello.
Luego bajó a la cocina, como lo sospechaba su madre aun dormía, bueno después de una noche tan intensa con ese Rokuro obvio no despertaría temprano a hacerle su desayuno y almuerzo. Más bien si por Akane fuera, Jyushiko podría morirse de hambre.
Se movió rápidamente por la cocina y en menos de una hora los dos almuerzos ya estaban listos y empacados, ni siquiera desayunó por concentrarse en hacérselo lo mas especial posible para que el Matsuno lo disfrutara.
- Ichimatsu... - Sonrió y un rubor se apoderó de sus mejillas al recordarlo a él como aquel que la salvó en el sueño, tal y como un cuento de hadas... uno que no terminó muy bien pero igual imaginarse una escena así con él le daba bastante gracia ¿Como es una chica a su edad pensaba en cosas como esas? sobre todo porque no era la primera vez que pasaba pero bueno... tampoco le molestaba.
Jyushikó tomó sus cosas y salió de su hogar muy feliz. Hoy empezaría una nueva forma de vida ¡Ahora tenía novio! Por que... ¿Eran novios cierto? Es decir se correspondía y se besaron ¿Faltaba algo?... Oh esto ya la empezaba a poner nerviosa y no debía ponerse así ahora, eso es lo que deseo en un principio, pero aun estaba algo preocupada de que de pronto cambiara de opinión, aunque no hay razones para hacerlo... En fin, todo se aclararía cuando viese a Ichimatsu ese día y no actuaria de otra forma que no fuese siendo ella misma.
Mientras tanto en otra parte...
Los sextillizos salían de su hogar entre algunos bostezos y pequeñas quejas. La noche había sido algo pesada para los hermanos, que por andar discutiendo hasta muy altas horas de la madrugada apenas si lograban poder caminar. Definitivamente seria uno de sus peores lunes pero al fin de cuentas siempre era lo mismo cada semana, sin embargo uno de ellos no se hallaba tan de mal humor y si, era nada más y nada menos que el cuarto hijo. Con el asunto de Jyushiko ya esperaba ansioso por qué la hora del almuerzo llegara, al igual que el resto estaba con una cara de mal dios pero por dentro su corazón estallaba de alegría, jamás se sintió así en su vida ¿Que felicidad era esa la que lo recorría?
Al llegar al instituto volvieron a sus rutinas, cada uno iba por su lado y tratarían de evitarse por el resto del día e Ichimatsu dudaba si ir en busca de Jyushiko, si quería verla pero... Mejor no ser pesado, seguro ella iría con alguna de sus amigas primero, así que mientras pasaba el rato decidió subir al tejado un rato
Este pudo haber sido alcanzado por Jyushiko que en ese momento ya rondaba por los alrededores y lo vio caminar a las escaleras, pero la rubia era forzada a escuchar las charlas de su grupo de amigas, que ni siquiera sabía de que trataban, concentró toda su atención en el Matsuno hasta que este se perdió de su vista y finalizó por soltar un profundo suspiro.
- He, Oye Jyushiko... - Habló la mayor de todas captando la atención de la nombrada
- ¿Si, Osoko? -
- ¿Qué diablos ocurre contigo? -
- ¿Eh?-
- Frecuentemente te la pasas suspirando, vagando por las nubes y pérdida. - Decía Osoko consiguiendo clavar las vista de las presentes en la chica de tez bronceada - Estas muy rara, Lo noté hace mucho tiempo pero sin embargo no quise preguntar ¿Hay algo que no nos ha dicho?-
- Uhmm... - Jyushiko miraba hacia todas partes pensando en cómo responder ¿Ya era momento de decirles o sería mejor esperar hasta ver a Ichimatsu antes?
- ¿Y bien? - La castaña empezaba a impacientarse, otra vez Jyushiko comenzaba a divagar y la curiosidad la mataba.
- Me gusta un chico. - Dijó Jyushiko con franqueza, si ya no tenía más nada que perder, tarde o temprano ellas lo iban a saber, pero esa respuesta no dejó de todo complacida a la mayor de del grupo.
- ¿Un chico? ¿Todo este extraño comportamiento porque te gusta un chico? -Una risa escapó por parte de la segunda mayor Karako - Y Osoko que se estaba montando un drama. -
- ¿Disculpa? ¿Yo, un drama? - Intentó defenderse.
- Si - Respondieron al unisonó el resto de las chicas del grupo, y antes de que Osoko pudiera responder Todoko se adelantó
- Pensábamos que algo te ocurría, pues no ha sido tú durante estos días... - La menor se acercó más a la de cabellos amarillos - Pero tú nunca te agobias por un hombre...
- E-eh... B-bueno... - Jyushiko no encontraba una forma de hablar pues que todas la miraran la ponía nerviosa, Osoko volvió a hablar.
- Eso mismo, eso mismo. Siempre que un chico llama tu atención vas directo al grano y te acercas a hablar con él... - Eso era otra cosa, a Jyushiko siempre le gustaron los chicos y hubo muchos que llamaron su atención antes, mas sin embargo, nunca de una manera tan profunda si no una simple atracción física y ya - ¿Acaso este chico tiene algo que te pone de esa manera tan distraída?
- Es que... ehm... - Ya, ahora si comenzaba a sudar ¿Acaso intentaban presionarla?
- ¿Que no es obvio? - Al fin Ichiko decidió tomar la palabra en esta discuta -Ella está enamorada, por eso la vemos tan perdida. Este chico es obvio que es muy diferente a los de antes y por eso ahora vive sumergida en la inseguridad, algo que no es propio de la Jyushiko que conocemos...
Pero antes de que pudiesen agregar algo más, la campana sonó y Jyushiko aprovecho esta ocasión para huir e evitarse las preguntas de sus amigas corriendo hasta su salón de clases.
- Uhm esa niña... ¡Se marchó y no nos dijo nada! - Se quejaba Osoko
- Bueno supongo que seguro nos hablara luego de eso... - Agregaba pacíficamente Karako.
- ¿Y nos dirá quien ese? - Preguntó Choroko
- ¡Claro que tiene que decirnos quien es! ¡Somos sus mejores amigas y no puede ocultarnos algo tan importante! - Dijo Osoko, las otras las chicas estuvieron impresionadas por unos momento ante la reacción de la mayor ¿De verdad le importaba tanto Jyushiko? - No puede ser cierto que ella consiguió novio antes que yo ¡Es injusto! - Y allí estaba la Osoko que ya conocían.
Sin discutir más todas se fueron a sus respectivas aulas. Todoko intento preguntarle algo con respecto al tema a Jyushiko pero esta ignoraba las preguntas y hacia como que prestaba más atención a la clase que explicaba el profesor y estuvo así hasta que la hora del almuerzo llegó y rápidamente salió apresurada a encontrarse con Ichimatsu en el tejado, la emoción ya la estaba invadiendo al igual que Ichimatsu, quien ya la esperaba arriba.
Pasarían un momento tranquilo, a solas... si bien antes lo habían hecho en esta ocasión sería diferente, esperaban que todo fuese bien.
- ¡Ichimatsu! - La menor corrió a abrazar azabache que como estaba distraído no se fijo y el abrazó que recibió lo hizo sobre saltarse, otra vez regresaban sus saludos desprevenidos.
- J-Jyushiko... Hola...- Ichimatsu trató de respirar tranquilo y corresponder al abrazo - ¿Cómo estás?
- ¡Muy bien! - Jyushiko después se sentir como era rodeada por los brazos de su amado se ruborizo pero sonrió.
Cuando se separaron los dos se observaron. Jyushiko miraba algo ansiosa e Ichimatsu dudaba de si dar el primer paso, pero al final los dos decidieron dejar de lado ya la timidez y ambos se acercaron para juntar sus labios en un deseoso beso.
Continuara...
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¡Hola! ¡Feliz año!
Mejor tarde que nunca.
Lamento no haberles traído el capitulo el domingo como había dicho pero es que en ningun momento tuve la paz que deseaba y solo me concentraba en otras cosas
Pero al fin traje actualización para que vean que aun no he muerto.
¿Alguien esperaba esto? ¿Ahora si le encuentran mas sentido al nombre del fan fic?
Por cierto si se fijaron ya hice una portada oficial para esta historia y me esforcé mucho así que espero que les haya gustado...
Si quieren verla mejor busquen mi pagina en facebook es "MBelitah"
Mi foto de perfil es la misma que tengo aquí en wattpad -por ahora-
Otra vez los dejo sin dibujo para el capitulo, lo siento mucho TwT pero con la portada es suficiente por ahora >:3
Muchas Gracias por sus vistas y por seguir esta historia ¡LOS AMO! les deseo muchos existos en este año y buenos deseos.