El Heroe De Mis Sueños - IchiJyushiko (EMISIÓN)

Capitulo 21 - Sin Remordimiento ( Parte 2)

Al principio Ichimatsu creyó haber escuchado mal, pero al visualizar esa expresión sería en ella parpadeó perplejo, denotando su curiosidad por descubrir como Jyushiko estaba preparada para ante inesperada situación.

-En realidad...- Musitó ella, quien había notado la duda del Matsuno. Bajó la mirada que tenía puesta en él hacía el lugar donde su propia mano estaba sosteniendo su hinchada erección - Desde la última vez que estuvimos aquí, supuse que podría volver a repetirse y quise ser precavida.. - Aclaró mientras liberaba una cierta risa. Ichimatsu tuvo la intención de hablar pero las palabras fueron interrumpidas; Jyushiko estaba usando su pulgar para hacer presión en el glande y masajearlo  en forma circular. El Matsuno se estremeció tanto que se tuvo que apoyar de palmas en la cama al sentir que se iba a caer, quedando de nuevo encima de ella. Ichimatsu cerró los ojos y mordió sus labios temblorosos, era indescriptible para él el como se sentía, la pequeña mano de su novia le proporcionaba una sensación inigualable, tanto qué estaba seguro que su cuerpo virgen y inexperto no soportaría esa deliciosa tortura mucho tiempo, menos aún con Jyushiko masturbadolo como si fuera de lo más natural para ella

Se le notaba la picardía en cara a la rubia, se divertía con su vulnerabilidad.

- Jyu...Jyushiko...- Gimió ronco, apretando los puños y bajando la cabeza, no podía mirarla a los ojos, le avergonzaba ser tan débil y estaba empezando a considerar no ser lo suficientemente resistente para pasar al siguiente escalón. Sin embargo, Jyushiko se  detuvo, a lo Ichimatsu se dedicó a observarla curioso por ver qué estaba haciendo, descubriendo que ella había estirado la mano al cajón de la mesita de noche, sacando el pequeño paquete del preservativo, lo abrió para posteriormente empezar a colocarlo en el respetivo lugar.

-Ayudame, no sé cómo debe colocarse... - Pidió Jyushiko con cierto aire de inocencia que le enterneció al Matsuno, pero éste mismo hizo una mueca cuando al tratar de ayudarla también se le dificultó. Ninguno sabía hacerlo pero no les quedó de otra que ayudarse entre los dos, fueron algo torpes al principio pero al descubrir como era el truco lograron colocarlo bien. -¡Listo!

Un silencio invadió la habitación de pronto, ambos se observaban  fijamente con cierta duda, ya sabían lo que continuaba después, y la que más debía de prepararse era Jyushiko que anterior veces escuchó que la primera vez dolía y eso le daba nervios, sin embargo no se echaría atrás.

-Hazlo Ichimatsu... - Susurró ella al momento de entrelazar la mano con la de él, posteriormente se dejó recostar sobre la cama con ambas piernas abiertas. Ichimatsu tragó saliva, era el momento, todo parecía detenerse, incluso el transcurso del tiempo, casi le parecía mentira, la imagen era solo producto de su imaginación o así pensaba él mayor... pero lo que la luz de luna le permitía ver le demostraba lo contrario.

Jyushiko sonrió cuando Ichimatsu procedió a acomodarse y buscar posición, encontrandose al parecer ya preparado y ella por su parte no se abstuvo de guiarlo por el camino que debía seguir, utilizando su mano sostuvo la punta de su erección acercándola a su vagina donde ambos gimieron ante el roce que se producía mientras intentaban ubicar la entrada por la que el cuarto debía de pasar y al dar con ésta respiraron profundo.

Jyushiko cerró los ojos con fuerza al sentir que Ichimatsu empujaba sus caderas lentamente para abrirse camino, aunque no era nada fácil para ninguno de los dos. El interior de la rubia era caliente y muy estrecho, tanto que parecía empujarlo de vuelta, y aunque intentó aplicar algo de fuerza, pensando que sería mejor entrar de una vez, Ichimatsu notó que si lo forzaba lastimaria a Jyushiko, quien gemía con dolor cada vez que sentía que él empujaba más profundo. No había imaginado que la primera vez sería tan complicado pero al descubrir el truco se le facilitó.

El Matsuno notó que si realizaba movimientos de atrás y adelante de forma constante su pene se iba deslizando adentro más fácilmente y aunque sentía que estaba siendo aplastado por las paredes vaginales, experimentaba un éxtasis indescriptible que no deseaba detenerse. Colocó ambas manos a cada costado de las caderas de Jyushiko animandola a qué levantara las caderas, ésta por su parte mantenía el aire, lo soltó y se relajó hasta volverse a tensar cuando el cuarto penetró completamente su interior.