El Heroe De Mis Sueños - IchiJyushiko (EMISIÓN)

Capitulo 14 - Las Amigas.

¡PAF! 

La séptima bofetada que recibía.

Contener las lágrimas en esta situación era imposible, más grande era el dolor de ser detestada por su propia madre que el de golpes en su cara, y algunas partes del cuerpo.

— ¡Que me respondas, te digo!— Gritaba Akane, enfurecida, desesperada por una respuesta. Jyushiko solo mantenía la vista baja mientras su rostro permanecía cubierto por su despeinada cabellera — ¡Eres una inútil, que no sirve para una mierda!— Lanzó un golpe de nuevo contra la cara de su hija y esta cayó al suelo inmediatamente, ya que apenas lograba mantener el equilibrio —Si no me dirás nada ¡Lárgate de aquí! ¡No quiero verte, maldita mocosa desobediente! ¡Ya fuera! ¡A tu cuarto, basura inservible, zorra barata!

Entre regaños e insultos Jyushiko, a duras penas, logró levantarse y corrió escaleras arriba en dirección a su habitación donde se encerró y se dejó caer, entre lloriqueos, sobre su cama.

Su cara dolía, probablemente su ojo izquierdo se había hinchado. De la comisura de su labio escurría la sangre y un dolor fuerte en su cabeza estaba presente por lo mucho que Akene tiró su cabello, si no fuera porque cuando pasaba esto, ella no oponía resistencia, a lo mejor le arrancaría un gran mechón.

"¿Cuanto más podría seguir soportando esto?" "¿Por qué madre la odiaba tanto?"

Jyushiko se repetía esas mismas preguntas, una y otra vez, era tan difícil para ella sentirse bien cuando esto pasaba... dolía.... dolía tanto... y no tener la capacidad, o voluntad, de defenderse era mucho peor.

¿Podría pasar un día en que todo terminase tranquilamente? Sin regaños, sin insultos, sin peleas, sin golpes... ¿Una noche madre e hija era mucho pedir?

—... ¿Por qué?... —

Todo era culpa de ese hombre que tanto se burlaba de su sufrimiento... Ese Rokuro, el novio de su madre, causaba tantos conflictos que ella terminaba por pagar sin haber tenido la intensión de cometerlos. Si él tanto decía quererla como dice ¿Por que permitía que esto pasara? ¿Por qué siempre buscaba una forma de que su madre la maltratara de esa forma? Jyushiko realmente no comprendía nada.

Si por lo menos se hubiera dignado en escaparse e ir a casa de alguna de sus amigas... pero no... Ella no dejaría que nadie la viera de esa forma; tan triste... tan dolida... tan lastimada.... tan herida e Indefensa... No, definitivamente nadie debía verla así.

Los días transcurrieron con normalidad, si se puede decir así.

La primera semana, a causa de los moretones en su rostro, Jyushiko se ausentó en la escuela y pasó la mayor parte del tiempo encerrada en su habitación. Sus amigas no fueron a verla ya que ella contó con la excusa de que tuvo que hacer un viaje, junto a su madre, por un familiar enfermo. Y bueno esos rumores llegaron con rapidez a los oídos del cuarto Matsuno, cuando este fue emboscado en la hora de almuerzo.

Ichimatsu salía de su aula de clases, recién la campana acababa de sonar. Era miércoles, Jyushiko no había asistido ese día, ni el anterior, y consideraba en ir a su casa a la salida. Caminó por los pasillos a pasos lentos, se sentía extraño, mucho más observado de lo normal, volteaba a mirar hacia los lados y tan solo pasaban estudiantes caminando por sus alrededores. Salió del edificio para ir a ver a sus gatos pero justo cuando llegaba a los depósitos de basura del instituto unas manos lo tomaron por sorpresa, cubriendo sus ojos y boca, forzándolo a ir a los almacenes deportivos sin posibilidad de escape.