Capitulo 12 - Sueños de una adolescente

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¿Cuánto tiempo llevaba encerrada? ¿Días? ¿Semanas? ¿Meses? ¿Años? Ya no lo recordaba pero el día finalmente había llegado, el día en que dejaría esa mugrienta, fría y oscura mazmorra. Finalmente podría volver a tocar el pasto verde con sus pies, correr libre sin musgosas paredes que detuvieran su andar y deprimieran sus ánimos, sin más rejas de oxido metal que impidieran sentir la calidez del sol acariciar su piel morena, que ya estaba pálida ante el escaso rayo solar. Pero sobre todo, finalmente ya no volvería a ver el rostro de ese horrible ogro que la mantuvo cautiva por tanto tiempo de su amado mundo lleno de libertad.


El ogro, del que recibió tanto maltrato diariamente sin tener razón alguna, al fin terminó por ser derrotado y ahora tenía en frente el camino a una nueva vida; justo allí en la puerta, que recién fue abierta, estaba la mano extendida por él atractivo y valiente hombre que luchó con todas sus fuerzas contra aquel monstruo sin corazón, que siempre le privo de todo lo bueno que existía, indicándole el final de su sufrimiento.


Las palabras no eran pronunciadas por su voz, nunca imaginó que este día llegaría ya se había dado por vencida de la idea de llegar escapar alguna vez, pero ahora su salvador le estaba demostrando que nunca hay que perder las esperanzas de obtener la felicidad.

Sin temor alguno caminó en dirección hacia aquel sujeto para tomar delicadamente la mano que este le ofrecía. Cuando ambos se encaminaron por los pasillos de la tan gigantesca arquitectura fue difícil no toparse con las horribles escenas provocadas de la anterior batalla de la cual el joven salió victorioso.
Todo lugar estaba hecho un desastre, se imaginaba lo difícil que debió ser pasar por todo esto para solamente rescatarla, jamás sabría cómo expresarle su gratitud nada era suficiente para pagar por todo lo que hizo.


En lo que iba pensando tanto no se fijó que ya estaba afuera de ese castillo, en el que vivió por años. Sus llorosos ojos no se imaginaba lo tan bello que se veía el paisaje, el pasto, los arboles, las flores, el rió, el cielo hasta estaba más azul de lo que logró apreciar desde su pequeña ventana. Sentir la brisa en su rostro y ondear su cabello, respirar el aire fresco y puro sin olor a pudrición, todo aquello era magnifico, sin descripción alguna, tan solamente se podía decir...


- Es hermoso... - No soportó más y terminó por llorar, lagrimas una tras otras sin tenerse se resbalaban por sus mejillas. El miedo empezó a consumirla era tan bueno para ser verdad ¿En serio todo acabó? ¿No había algún otro truco en esto? Era imposible que esto terminara así. Empezó a retroceder lentamente pero fue enseguida llamada por el otro presente.


- Jyushiko... - La llamó el caballero haciendo que la mencionada se detuviera al instante - Tranquila, no tienes por qué tener miedo -


- Pero es que... todo es demasiado bueno para ser verdad - En ese momento quiso salir corriendo de regreso a la torre pero su mano aun era sostenida por el joven, quien le dedico una sonrisa llena de confianza


- Todo está bien, no te preocupes - La voz del chico se mostraba ahora dulce y cariñosa cosa que provocó que Jyushiko se ruborizara.


- Pero... ¿Y si él regresa...? Y-Yo no podr... - Pero en vez de que continuara hablando fue callada por un algo. Su boca ahora eran presas de los labios del ese peli-negro, quien la besaba con una completa ternura y a su vez una determinada pasión a la cual ella correspondió.

El Heroe De Mis Sueños - IchiJyushiko (EMISIÓN)Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum