Al parecer Justin y Alan eran amigos cuando eran más jóvenes, pero algo los hizo separarse —esa información solo él la tiene— después se sabe que los dos comenzaron a caerse mal, se convirtieron en aceite y agua. Al final algo los hizo discutir y ahí fue cuando sucedió el incidente. No quiero decir que Justin al final no era el malo, sólo digo que hay que ver las dos caras de la moneda
Creo que eso lo sabía, no podía sacar una conclusión si no conocía las dos versiones, pero, ¿Cómo haría para sacarle la información a Justin? Y sobre todo a Alan. Después de todo uno era más cerrado que una caja fuerte y él otro estaba en coma, quizás este sea el momento de rendirme y dejar esto a un lado. Claro que quiero saber la verdad, pero es más por curiosidad que porque necesite la información, en el centro de alumnos ya tienen toda la información que necesiten de Justin. De hecho, no sé si están enterados de que Justin había hecho aquello. Pero de lo que más tengo curiosidad es porque no aparece en los diarios, y tampoco en ninguna parte de internet.
"Necesito algo más, ¿Puedes buscar algún tipo de información por internet o un diario de esto?. La vez pasada busqué, pero no encontré absolutamente nada".
Este me contesto a los pocos segundos.
"Dudo que encuentres algo, según sé pagaron una buena cantidad de dinero para que borraran cualquier tipo de noticia referida al tema. No sé quién fue, pero debe ser alguien de la familia de Alan, quizás no querían que sepan de lo que le pasó a su hijo, pero si realmente lo quieres creo que podré encontrar alguna noticia por ahí. Aunque no será nada fácil".
"Sí, cualquier cosa me sirve". Este solo envió un Ok y nada mas, Kent siempre era de gran ayuda en esto. Era ex compañero de curso —también fue mi ex—, él tenía pocos amigos y además era algo antisocial, yo me acerque a hablarle hasta que nos volvimos amigos, tal vez no muy cercanos pero amigos a fin de cuenta. Como es de saber el era un verdadero Hacker y me servía de mucha ayuda cuando necesitaba algún tipo de información, como esta en este caso. Sentí mi teléfono sonar y lo tome enseguida, creí que sería Kent pero solo era una llamada de Jasón.
— ¿Sí?.
— ¿Qué haces?.
— Nada, solo terminaba unos trabajos. ¿Por qué? ¿Sucede algo?.
— No. Solo quería hablar un rato con mi mejor amiga, ¿Tiene que pasar algo para que quiera llamarte? —me dice él, yo ruedo los ojos pero no digo nada— ¿Qué harás al rato?.
— Probablemente ir a dormir, ¿Tu no? —le digo irónica.
— Tú y tu mal humor. Hablo enserio.
— ¿Por qué preguntas? ¿Quieres invitarme a algún lado? ¿A una cita? ¡Al fin!.
— ¡Sí, cómo lo supiste! ¿Soy tan obvio? —me dice siguiendo mi broma, yo reí y este también— no en realidad solo quería que salgamos a una fiesta —hice una mueca— sé que no eres fanática de las fiestas, pero realmente quiero que vayamos juntos.
— ¿O solo es porque no tienes con quien ir y me estas utilizando?
— ¿Tan obvio soy?
— No es eso, es que habitualmente me utilizas. ¿Qué amigo es ese? —le digo, a pesar de que bromeaba también era en parte cierto. Habían algunos casos en las que me utilizaba el maldito, como esa vez que me beso. Creo que de hecho esa fue la peor de todas.
— Aun así me sigues amando, ¿Vamos? —suspire, y me quedé un momento pensando la respuesta. Realmente no era fan de las fiestas y no tenía muchas ganas de ir. Pero debo de admitir que las pocas veces que he ido con Jasón la he pasado bien, me han servido para distraerme— Por favorcito, después te lo compensare. Te comprare lo que quieras, o te debo lo que sea.
— Bien, pero déjalo así. No me debas nada, o no. Mejor sí, debemos ir a tu cabaña por todo un fin de semana. Adoro ese lugar.
— Hecho, este fin de semana iremos. Ahora cámbiate, iré por ti en una media hora. —luego de eso solo me corto. Yo deje mi celular sobre la cama y me dirigí a mi armario.
— ¿Qué me pongo? Supongo que unos Jeans estarán bien... —me dije para mi misma— ahora que lo recuerdo... —enseguida me acerque a las bolsas que tenía sobre los puff cuadrados que estaban en el armario, mi armario era del tamaño de un baño. Aunque un poco más pequeño que eso, pero para ser un armario era bastante grande. Al abrir la bolsa allí estaban los que exactamente buscaba, la ropa que mamá me había dado. Saqué los jeans de tiro largo, más el crop top negro con brillos y por último los zapatos, que eran unas converse bajas completamente negras. Me cambié y me mire al espejo, se me veía bien. Este conjunto formaba mejor mi figura, y eso me gustaba— creo que estoy lista. —luego le mire mi cabello y rostro. Me peine y me hice una coleta, y más junto las ondas de mi cabello esto hacía que se viera muy lindo, luego me quede mirando mi rostro. Casi no me maquillaba, ya que no me gusta, pero no podía negar que en ocasiones especiales me arreglaba un poco, pero sin pasar a los excesos. Al final decidí maquillarme un poco, busqué en la caja de maquillaje que todos esos eran los que mi madre me había dado, me coloque una sombra del tono Rose Gold, luego unas pestañas postizas que hacían una apariencia natural y un Gloss color Rosa, aunque este le puse ligero. Con eso ya estaba más que lista, y debo de decir que quedo bastante bien. Mi teléfono comenzó a sonar y corrí hasta él para tomarlo, conteste su llamada enseguida y él habló antes.
— Estoy abajo, sal preciosa —me dice y después corta. Tonto. Busque una chaqueta de cuero negra, que era mi favorita y guarde mi celular en mi bolsillo para después bajar y salir de casa. Mis padres no estaban en casa, trabajaban normalmente hasta tarde así que solo les deje una nota y salí. Prefería no molestarlos llamándolos. Al salir Jasón estaba apoyado en su auto con una pose de todo chico sexy, yo sonreí y rodee los ojos, este se creyó el guapo y me guiño el ojo además de lanzarme un beso. Yo me di aire con las manos, fingiendo que aquello me había derretido— Wuuuau, estas sexy. Quizás y no necesite buscar conquista esta noche —dijo él acercándose a mi y depositando un beso en mi mejilla como saludo.
— Y no lo necesitas, me tienes a mi.
— Por supuesto hermosa —me abrió la puerta y después dijo— pase.
— Oh, gracias. Todo un caballero —le dije y fingí una risa aguda. Este hizo que se quitaba un sombrero.
— Siempre.
Me adentre al auto y este cerró la puerta, en cuanto él se dirigía a su lugar camino como todo un seductor y no pude evitar reírme por sus tonterías. Jamás cambiaría a este chico, no sería nada sin él. En cuanto se subió al auto comenzó a manejar a los pocos minutos en dirección a donde sería su gran fiesta. Prendí la radio y coloque música.
"Don't Let Me Down" fue la que sonó, con Jasón amábamos esa canción.
— Crashing, hit a Wall —comencé yo.
— Right now I need a miracle, Hurry up now, I need a miracle —siguió después Jasón.
— Stranded, reaching out, I call your name but you're not around, I say your name but you're not around —después seguí yo.
Al final terminamos de cantar la canción y justo llegamos a nuestro destino.
— ¿De quién es la casa? —le pregunté a Jasón, este subio los vidrios del auto y contestó.
— Es de Alejandro.
— ¿¡Alejandro!? Wuuau.... El presidente haciendo una fiesta.
— Dijo que era una fiesta por haber ganado la presidencia —me dice él y después se baja del auto, yo hago lo mismo.
— ¿Y estoy invitada? Él me odia.
— Dijo que todos estaban invitados, no dijo excepciones así que si estás invitada. Y aunque no lo estuvieras te habría traído de igual forma —me dice él y me abraza después para adentrarnos a la casa juntos.
— ¿Justin estará?.
— No lo sé, le invite pero me dijo que no. Y después te dije a ti.
Hice una mueca y después le pegue a Jasón.
— ¡Vez que me usas, me tienes como segunda opción! —le dije, me solté de él y después me dirigí al patio trasero donde estaba la barra. Me serví un vaso y comencé a beber de él, después sentí unas manos alrededor de mi cintura y apoyó su cabeza en mi hombro.
— No eres mi segunda opción, sólo en lo que es para fiestas. Sé que no te gustan tanto, por eso fuiste mi segunda opción.
Chiste y después rodee los ojos. Este sonrió y después me soltó para girarme y que quede enfrente de él.
— Ahora iré a conquistar, disfruta la fiesta. No bebas tanto, no quiero tener que cargarte después al auto, nos iremos como a las tres o cuatro de la mañana. Te busco después —me dice, deposita un beso en mi mejilla y se marcha.
— Claro, y ahora me dejas sola. Qué amigo más fiel tengo. —dije para mí misma. Bebí nuevamente de mi vaso y me dirigí a las sillas que había, la mayoría se encontraba dentro de la casa bailando y coqueteando y personas antisociales como yo se encontraban aquí— Quizás debí haber sido mala y dejarlo que viniera solo.
— ¿Con quién hablas? ¿Tus amigos imaginarios? —dijo una voz conocida, me giré para verle y él se me acercó hasta sentarse a mi lado— Hola Bety.
— Hola Loro.
Este se chisto y revolvió mi cabello, yo me quejé.
— ¿Tu en una fiesta? ¿Se viene el fin del mundo?.
— Sólo para Jasón.
—Él ríe— Oh ya entiendo, así que el niño bonito te obligo a venir. Que mal por él.
— Sí, después me las cobrará por esto. Y no me pidas que no sea tan dura con él, se lo merece por dejarme sola también.
— Bueno..., Ya no estás tan sola ¿O sí? —me dice refiriéndose a él. Yo reí y solo le dije “Tal vez” y reímos. Joseph Merrick, mi ex, es un chico bastante carismático y en ocasiones tierno. Era de cabello castaño oscuro y ojos azulados, es guapo. Cuando éramos pequeños lo molestaban porque tenía el mismo nombre y apellido que el famoso “Hombre elefante” pero siempre lo defendí. Con el tiempo solo lo olvidaron, y no porque ya no se acordaran del tema más bien porque Joseph fue uno de los más guapos de la escuela, hasta que se cambió de colegio por problemas académicos.
— ¿Y... Cómo te va en tu nueva escuela?.
— Bien, aunque no volví a conocer a nadie como tú —yo reí.
— Oh Joseph, tus tácticas de ligues si que son baratas. Has cambiado eh.
Este ríe.
— Lo digo enserio. Te.. extraño, esperaba verte algún día y volver a hablar.
Le sonreí.
— Y aquí me tienes —le dije, este me respondió con una gran sonrisa y después se acomodo en el asiento para mirar al frente.
— ¿Sabes qué es lo que más extraño de estar contigo?.
— ¿Qué?.
— Cuando nos dábamos nuestros espacios —dice y luego ríe, yo le golpeó— es broma, no.. en realidad extraño cuando sacabamos a pasear a Tony, creo que eran los momentos más cursis que teníamos, y eso que tú no eras nada cursi.
— ¿Y Tony? ¿Cómo está?.
— Bien, cada día más grande. Te extraña mucho sabes, incluso puedo decir que más que yo. Ese chico... Está quedando cada vez más grande e incluso guapo, pronto y me ganara en hermosura.
— Yo también lo extraño, era divertido. Su seriedad era linda, aunque a veces era demasiado serio y asustaba, me supera incluso. —él ríe y yo no pude evitar hacer lo mismo— pero también era muy tierno.
— Ustedes dos son como dos gotas de agua, más en la personalidad que en lo físico claro.
— Lo sé, quizás por eso congeniamos tan bien, ¿Le han dicho sobre la adopción?.
— Sí, le dolió un poco... Pero al final, terminó bien. Ahora es completamente feliz.
— ¿No ha tenido interés por sus padres verdaderos?.
Él niega con un movimiento de cabeza. Tony lo adoptaron de cuando tenía tres años, era de un orfanato bastante pobre en el cual no tenía una gran vida. Los padres de Joseph decidieron adoptarlo en cuanto lo vieron, según sé Tony antes estaba en otro orfanato pero lo trasladaron.
— ¿Siguen buscando a su hermano?.
— Lo hacen, pero cada día se les hace más difícil la idea de separarse de Tony y que se vaya con un desconocido. Aunque sea su hermano, sabes... Siempre pronuncia un nombre. Jaxon, creo que así debería de llamarse su hermano.
— ¿Jaxon?... Quizás... ¿Lo han buscado? —él niega con un movimiento de cabeza— o quizás sólo sea coincidencia... No sé.
— Como sea, mejor entremos —me dice él y después se levanta. Yo le sigo y nos adentramos al lugar, al final había vuelto a dejar mi vaso en la barra y no tome más. Después de todo no quería emborracharme— ¿Quieres bailar?.
— Está bien —le dije. Nos dirigimos a la pista y comenzamos a bailar, mire hacia las escaleras y justo ví a Jasón tomado de la mano con una chica y subiendo las escaleras y sabía perfectamente a que iba— que asco.
— ¿Perdona? —me dice Joseph.
— Oh no es por ti. Es porque... No importa. —le dije. Este río, y solo asintió. Me tomo de la cintura y me acerco a él, tal vez demasiado porque nuestros rostros estaban a centímetros.
— ¿Estara mal que te besé?.