Entonces, me abrazó (Completa)

By Geiravor

130K 12.6K 4.3K

Martina está atrapada en una relación de la que sabe debe huir, pero no encuentra la fuerza para hacerlo. Has... More

Nota de la autora.
Glosario
1. Martina
3. Martina
4. Emanuel
5. Martina
6. Emanuel
7. Martina
8. Martina
9. Martina
10. Emanuel
11. Emanuel
12. Martina
13. Martina
14. Emanuel
15. Martina
16. Emanuel
17. Emanuel
18. Martina
19. Emanuel
20. Martina
21. Emanuel
22. Martina
23. Emanuel
24. Martina
25. Emanuel
26. Martina
27. Martina
28. Emanuel
29. Martina
30. Emanuel
31. Martina
32. Emanuel
33. Martina
34. Emanuel
35. Martina
36. Martina
37. Emanuel
38. Martina
39. Emanuel
40. Martina
41. Emanuel
42. Martina
43. Martina
44. Martina
45. Emanuel
Epílogo
❤ Booktrailer ❤
Libro en papel
Al otro lado del miedo (Libro 1)

2. Martina

3.4K 292 47
By Geiravor

No mires. No mires. No mires.

Miraste.

Y él te estaba mirando.

Estoy roja de nuevo.

Ema vino a estudiar a casa y está sentado a pocos metros míos. Uso mi tablero de dibujo a modo de escudo contra él; no está funcionando.

Cuando le paso un mate y nuestras manos se tocan, cuando lo escucho hablar con su voz grave, cuando me mira por encima de los apuntes... una corriente me recorre todo el cuerpo.

Estoy nerviosa y sensible, todo me sobresalta y no puedo concentrarme. Eso no sólo lo provoca Emanuel, sino también, la culpa.

Culpa porque no puedo dejar de mirar al chico que sale con mi mejor amiga y culpa porque... ¿porque no siento culpa por Darío? Mi mente es un lío.

Lo primero que debería pensar es en que tengo novio, sin embargo, no lo hago. Eso me hace sentir peor. Agarro el celu y mando un mensaje.

Yo: Amor, en qué andas?

Darío: trabajando. Te llamo?

¡La puta madre! Debí suponerlo. Me voy a la pieza a hablar con él, porque... Ay, sí, porque no quiero hablar con Darío frente a Emanuel.

Nunca estuve tan confundida en toda mi vida y eso que al loco ni lo conozco. Todo está mal en mi cabeza; quizá Darío tenga razón y estoy cada día más inmadura.

―Hola, amor ―dice la voz tan familiar―. ¿Pensando en mí?

―Sí ―contesto y no aclaro que es otro chico el que hace que lo tenga presente―. Te extraño ―agrego sin sentir.

―Yo también, Martina. Si no se te hubiese puesto en la cabeza dejarme, no estaríamos los dos pasando por esto...

Ahí está. ¿Cuánto pasó? ¿Un minuto antes del primer reclamo? Hoy no quiero discutir, ya bastante mal me siento.

―Perdón, amor ―digo en cambio sin saber por qué me estoy disculpando. «Perdón» y «Culpa» deberían ser mis segundos nombres.

―Espero que este encaprichamiento se te pase pronto, Martina. Se suponía que ahora íbamos a poder estar juntos como corresponde... A veces pienso... pienso que no me querés tanto como yo a vos.

«Yo también lo pienso». Las lágrimas empiezan a brotar de mis ojos.

―Darío, te amo. Lo sabés...

Se escucha un suspiro del otro lado. Cuando no discuto y accedo fácilmente, Darío se calma y vuelve a ser el hombre del que creí estar enamorada a los catorce años.

―Yo también, mocosa ―contesta dulce―. Este finde tratá de quedarte más tiempo ¿sí? Si querés, le digo a tu papá que yo te llevo a Rosario.

Un sudor frío me recorre la espalda.

―Ok ―accedo cuando la imagen de Ema aparece en mi mente ¿Cómo puedo hacerle esto? ―. Te amo ―digo antes de colgar.

Trato de serenarme. No quiero aparecer con los ojos rojos por el llanto. No quiero que Lore me pregunte frente a Ema por Darío y no quiero quedar en ridículo frente a él de nuevo.

Más tranquila, vuelvo al living, aunque no a mi plano. Tengo miedo de arruinarlo y me llevó demasiado trabajo.

Guardo las cosas en silencio, intentando no distraerlos de sus lecturas y arreglo el mate. Siento el momento exacto en que Ema entra a la cocina, viene a tirar algo a la basura.

―No muerdo ―me dice e intento sonreírle.

―No, sólo aplaudís en los momentos más incómodos ―bromeo.

―¿Tengo que aplaudir ahora?

Cuando me vuelvo a mirarlo noto que sus ojos están clavados en mí. Son transparentes y sinceros. Me quedo en silencio.

―¿Por qué te pongo incómoda, Martina? ¿Por lo de la otra vez? No tenés por qué...

―Lloré en tu hombro. Estoy bastante segura de haber moqueado y todo. ―Ahí va mi último vestigio de dignidad.

Emanuel se ríe.

―De eso se trata llorar ¿no? Sólo en las pelis la gente se ve linda llorando.

―¿Estás diciendo que soy fea? ―digo fingiendo indignación.

―Sólo cuando llorás como marrana y moqueás mi brazo.

―Era tu hombro...

―No sos tan alta ―sigue el chiste y ahora no puedo evitar reír.

―Te permito lo de fea, ¡petiza jamás!

Larga una carcajada y no puedo evitar unirme a ella. Tiene la risa más contagiosa que haya escuchado en mi vida.

Cuando vuelvo con el mate, los miro estudiar y me concentro en erradicar mis malos pensamientos.

Adoro a Lore, es una mina genial y se merece un tipo genial a su lado. Es momento de despejar mi mente de mis pensamientos oscuros y ponerme feliz por ella.

Con esa idea en la cabeza, logro enfocarme y hasta volver a mi plano. No puedo evitar seguir pensando que Emanuel es lindo y simpático, pero ahora lo hago desde otro lugar, desde el de amiga de su novia.

Lorena es una de las mejores personas que conozco y tan opuesta a mí que creo nos complementamos. La conocía en la pensión. Sí, no siempre viví en este hermoso departamento.

Mi venida a Rosario estuvo teñida de problemas y de gente que quiso hacerme desistir. Hasta el día de hoy, me sorprendo de la fortaleza que mostré al mantenerme firme.

Siempre quise ser arquitecta, desde que a mi hermanito le regalaron los Legos. Así que, cuando estaba en quinto año, empecé a hacer planes.

En ese entonces, mis amigas eran Cande, Luli y Pili. Íbamos a la secundaria juntas, a bailar juntas, a la plaza juntas... todo, juntas. Nos gustaba la misma música, el mismo color, las mismas pelis. No existía una sin la otra. Solía pensar que éramos lo más, ahora me doy cuenta que éramos patéticas.

Cande era «la líder» y todas la seguíamos a ella. Luli era la segunda, siempre atrás. Pili y yo intentábamos encajar con todas nuestras fuerzas. Por eso, cuando fue la hora de elegir con quién vivir, yo opté por Pili.

¿Cómo iba a saber que me iba a plantar? Una semana antes de firmar el contrato dijo «no, me voy con Cande y Luli, su departamento es más grande». No tan grande como para que me sume yo.

Luego me enteré, Cande me detestaba. Nunca supe por qué, creo que porque no salía con chicos como ellas. Es que, a diferencia de Lore, a las chicas nunca les conté de Darío, por lo que pensaban que simplemente era tímida o, como Cande decía a mis espaldas, frígida.

Me quedé a pata, con mi sueño en las manos y casi sin esperanzas.

―No te voy a pagar un departamento para vos sola ―sentenció mi papá.

Él no confía en mí. Nadie confía en mí. Ni mi viejo, ni mi vieja, ni Darío...

Sola, sin amigas, con una familia que no da dos mangos por mí y con un novio que espera que fracase, llegué a una pensión de chicas en Rosario. Habitación y baño a compartir.

Ahí estaba Lorena. En una cama gemela a la mía, sólo llevando una bombacha de encaje, cociendo su corpiño. Sin vestirse siquiera, se paró, me saludó y se puso a contarme toda su vida. Llegué a olvidarme que era la primera vez que veía a otra chica desnuda y me relajé al punto que le conté de Darío.

Así empezó nuestra amistad. Lore se dio cuenta que yo era tímida y comenzó a empujarme a socializar. Me presentó a sus amigas y amigos, me llevó a bares y peñas de estudiantes y cuando no teníamos más plata, nos emborrachábamos en la pieza de la pensión.

Pasaron los primeros meses de estudio y, con ella dándome ánimos, metí todos los parciales.

No soy la chica diez. Me cuesta estudiar, es por eso que en mi casa no me apoyan. «Arquitectura es una carrera difícil ¿por qué no elegís algo más fácil?».

Pero ahora tengo mis parciales aprobados y con eso, mi prueba de que sí puedo.

Con la evidencia en la mano, convencí a mi viejo de que me alquile un departamento a medias con Lore.

Y acá estamos. En nuestro genial y único departamento de estudiantes.

Aún lo estamos decorando. Lore tuvo la idea de colgar luces de navidad y carteles por todos lados. Nuestras paredes rezan «Love», «Peace», «Friends» y algunas frases de canciones que nos gustan.

Amo mi nuevo hogar. Amo mi nueva amiga. Y soy feliz por ella.

Los vuelvo a mirar juntos, mientras leen sus apuntes de la facu y pienso que son la pareja más perfecta del mundo.

Ojalá eso no hiciera que se me estrujase el corazón.

********************************

Gracias RoFuoco por la recomendación del tema. Algún día voy a aprender a hacer Booktrailers y voy a usar este tema *.*

Continue Reading

You'll Also Like

28.5K 2.3K 31
Gerad Way y Frank Iero , mundo distinto , edad distinta . Sólo una cosa tienen en común , ambos cometerán su peor /maravilloso error.
59.7M 1.4M 17
Sinopsis Kaethennis ha disfrutado de los placeres de la vida, mucho, casi se puede decir que demasiado. Un alma libre, al menos así se definiría el...
8.3K 130 12
T/N una chica Cariñosa y Divertida viaja a Corea Del Sur para estar con sus primas. Kim Taehyung un Empresario que solo busca diversión con las chica...
11.2K 947 100
Chaewon tiene un admirador, ¿Quién es? Nadie lo sabe, ¿Lo sabrás tú? Fanfic para apoyar a la WoollimGirls [RocketPunch]