El Heroe De Mis Sueños - Ichi...

By MBelitah

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"Llegaste a mi vida tan de repente, y solo únicamente para rescatarme de mi sufrir. Eres Mi Héroe" La alegre... More

Nota de la Autora
Capitulo 1 - Gatito Abandonado
Capitulo 2 - Oportunidad. Parte 1
Capitulo 3 - Oportunidad. Parte 2
Capitulo 4 - Un almuerzo para dos.
Pido sugerencias please
Capitulo 5 - ¿Amor Platónico?
Capitulo 6 - No hay por que llorar
Capitulo 7 - Rechazo
Capitulo 8: ¿Por qué el amor duele?
Capitulo 9 - Amigos y Conocidos.
Capitulo 10 - Sentimientos Correspondidos
Capitulo 12 - Sueños de una adolescente
Capitulo 13 - ¿Novios?
Capitulo 14 - Las Amigas.
Capitulo 15 - Flores
Capitulo 16 - Está bien
Capitulo 17 - Superar es difícil, no imposible
LO SIENTO MUCHO
Capítulo 18 - Preparativos
Capitulo 19 - Desahogalo Todo
Capitulo 20 - Sin Remordimiento (Parte 1)
Capitulo 21 - Sin Remordimiento ( Parte 2)

Capitulo 11 - Amor de hace 9 meses.

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By MBelitah

- Jyushimatsu nii-san ¿Vas a ir a jugar? - Preguntó el más joven de la familia a su hermano que estaba por salir de la habitación vistiendo de su uniforme deportivo.


- ¡Si, iré a la playa! ¡Hustle! ¡Hustle! - Respondió el oji-miel con aparente entusiasmo, aunque no fue algo que convenciera al menor.


- ¿La playa? - Le lanzó una mirada interrogativa 


- ¡Sí! - Colocando el bate sobre su hombro caminó a la puerta decidido a irse, pero antes de pasar por esta, la voz Todomatsu lo detuvo en seco.


- ¿Es acaso "esa playa" donde la conociste? - Preguntó con cierta molestia en sus palabras sin recibir una respuesta inmediata dejándole clara la respuesta, era un "Si". - Jyushimatsu nii-san ya hablamos de esto, es momento que te olvides de ella.


- ¡Hasta la noche, Totty! ¡Muscle! ¡Muscle! ¡Hustle! ¡Hustle! - Sin hacer caso omiso a las palabras del chico de rosa, Jyushimatsu salió de la habitación dejando obviamente irritado al sexto hermano, pero no le quedo de otra que dejarlo ir.


Más tarde después de una larga caminata a las costas de la ciudad, Jyushimatsu finalmente volvió aquel lugar luego de tanto tiempo, un lugar que le traía tan lindos y a la vez tan tristes recuerdos.


- ¡1623!... ¡1624!... ¡1625!... – Contaba Jyushimatsu en cada batazo al vacío y se podía admirar que en cada movimiento se aseguraba de centrar toda su fuerza.


Aunque parecía estar concentrado en lo que hacía en realidad estaba vagando en sus pensamientos.
Estar en sitió solo le llenaba la cabeza de imagines de aquella chica que conoció hace casi aproximadamente 9 meses...


Era otoño, tanto él como sus hermanos cursaban el segundo año de preparatoria, fue un fin de semana que Jyushimatsu decidió salir a pasar un día entrenando con su bate. Caminó por todos lados buscando un buen sitió hasta que finalmente llegó a la playa y le pareció el lugar ideal para practicar.


Practicar, esa era la única razón de estar allí precisamente ese día, no se espero que por un descuido de su parte una ola termino derrumbándolo y esta misma lo arrastró al mar, en ese instante pudo haber sido su final si no fuera porque alguien lo salvó; una mujer aparentemente de unos 25 años, una hermosa, joven y adorable mujer arriesgó su vida únicamente para rescatarlo de ahogarse y fue entonces cuando el quinto de los Matsuno quedo flechazo por la gentileza de esa mujer.


Con el pasar de los días solían verse con algo de frecuencia, y ella de alguna forma empezó a influir mucho en el comportamiento de Jyushimatsu. Debido al fuerte vínculo que ambos habían creado Jyushimatsu termino por enamorarse de su salvadora, ahora su razón de sonreír y siempre andar de buen humor.


Estar junto a ella lo hacía muy feliz y se aseguraba de compartir esa felicidad siempre buscando la manera de hacerla reír, cosa que siempre conseguía. Sin duda ambos parecían simpatizar bastante, no había nada que pudiera arruinar tan bella relación, todo hubiese sido perfecto... Sin embargo no fue así...


Todo parecía ir tan bien que Jyushimatsu tuvo el valor de dar frente sus sentimientos, termino por declararle su amor a esa chica, pero...


- Jyushimatsu-kun ¿Estas b...?- Ella Intento preguntarle algo al más joven, por notarlo tan nervioso, pero sus palabras fueron interrumpidas por este mismo.


- ¡Me gustas! ¡Me gustas mucho, Homura-san! - Podía sentir el corazón en un puño, finalmente lo hizo, le declaro sus sentimientos a la mujer que tanto quería. El rostro de Jyushimatsu estaba más rojo que nunca, esa sonrisa que tanto lo identificaba ya no se hallaba de la vergüenza y mucho menos iba tenerla al escuchar luego la respuesta de la mujer.


- O-Oh... - Sin duda eso que dijo el azabache la dejó muy atónita pero eso no impidió que le hablara - L-Lo siento, Jyushimatsu-kun... P-Pero yo... Tu y yo... Nosotros no podemos... No podemos estar juntos -


- ¿E-Eh? -


- Escucha, eres alguien estupendo, un chico muy dulce y divertido. Ame cada momento que jugamos juntos... Pero... Nosotros no podemos... Disculpa pero no puedo aceptar tus sentimientos.-


- ¡N-No importa que Homura-san sea mayor que yo! ¡I-Igual la a-amo! - La voz de Jyushimatsu era cortada, un nudo se formaba en su garganta y le era difícil hablar, pero se negaba a aceptarlo.


- Jyushimatsu-kun... – Dijo con cierta tristeza la castaña, llevando su mano a la mejilla del menor y acariciándola con dulzura tratando de mantener su mirada de comprensión - ...Escucha, el problema no es que seas menor que yo... Es solo que no puedo estar contigo, yo... me voy y no sé cuando será el día en que volvamos a vernos. Es por eso que no podemos estar juntos -


- ¿T-Te irás? - La mayor asintió – P-Pero ¿Cuando?...


- Dentro de dos horas sale mi tren. - Respondió Homura - Jyushimatsu-kun, eres un chico estupendo, maravilloso, y de verdad te quiero... Pero es mejor así, tanto para ti como para mi ¿Entiendes? - Ella trató de sonreírle – Por favor no te pongas triste, me gustas mucho más cuando estas sonriendo... Así que por favor prométeme que seguirás sonriendo ¿Está bien?


- Homura-san...-


- Te lo pido Jyushimatsu.-kun... Quiero que seas feliz ¿Si?-


- C-Claro... -Apenas eso salió de su boca antes de bajar la vista desanimado, pero recibiendo un beso en la frente de la castaña.


- Ya debo irme... Hasta Pronto, Jyushimatsu-kun – Se comenzó alejar, pero no sin antes detenerse y girarse hacia el Matsuno – Y espero que encuentres a la persona indicada... Gracias por todo. – Fueron sus últimas palabras antes de irse corriendo dejando solo a un muy dolido Jyushimatsu, el cual después de unos minutos se rompió en llanto.


Cuando por fin comenzó a calmarse fue encontrado por Totty, que junto a los demás sextillizos, estuvieron en la búsqueda del quinto hermano porque era ya muy tarde, las horas habían trascurrido muy rápido, y al regresar a casa le contó todo lo ocurrido a sus hermanos quienes hicieron lo posible por animarlo.


Jyushimatsu estuvo muy triste los primeros días pero con tiempo volvió a actuar como él, claro que sintiendo aun esas fuertes presiones en su pecho cada vez que la imagen de aquella preciosa mujer regresaba a su cabeza.


- ... ¡1997!... ¡1998!... ¡1999!... ¡2000! - Al dar la ultima agitada a su bate este salió volando sus manos aterrizando a unos cuantos metros de donde se encontraba parado, pero en vez de ir en su búsqueda Jyushimatsu permaneció mirando al horizonte, observando el bailar de las olas mientras por sus ojos pasaban los recuerdos de esos días, donde podía admirar tan resplandeciente sonrisa de su amada, una sonrisa que jamás volvería a ver... o al menos dudaba volver a ver una tan bonita y llegar amarla tanto como la de esa mujer de la cual desconoce su paradero. - Homura-san... - Suspiró profundamente.


Todomatsu quizás si tenía razón, ella jamás regresaría y debía olvidarla, ya no había caso para seguir esperando por su regreso.


Pero en lo más profundo de él permanecía la mínima esperanza de que quizás algún día volvería a verla.


Un rugir en su estomago lo devolvió al mundo ¿Qué hora era? Ya pasada las horas del almuerzo, vaya que el tiempo se le fue de las manos, aunque siempre prefería regresar a casa por las noches esta vez decidió hacerlo más temprano.


En el transcurso del camino pasó por el parque por el que solía reunirse con la castaña. De nuevo recuerdos rondaban en su mente, pero esto no eran razones para llorar... no lo eran... ¿Entonces porque sentía sus ojos humedecer? ¿Que era esa esperanza que su corazón ya hacia? Le decía que Homura regresaría ¿Era cierto? ¿Por qué le era tan difícil dejar todo eso en el pasado?


-¡¡BEEEHH!!-


El fuerte sonar de la bocina de un carro sacó de los pensamientos al azabache. Jyushimatsu quien al andar distraído detuvo su andar notando que estaba a poco de una posible muerte automovilística, justo enfrente de él pasaban los coches uno tras otros a gran velocidad por la avenida.


- Un paso más y estarías rumbo al hospital. - Una voz femenina habló y Jyushimatsu volteó rápidamente encontrándose con la portadora de una cabellera larga y oscura, una que ya conocía perfectamente, pues la veía todos los días en la escuela.


- ¡Ichiko-san! - Le sonrió carismático el chico a su compañera de clases.


- Jyushimatsu-kun, parecías un idiota buscando la muerte ¿Sabes? - Sin responderle a la sonrisa camino en su dirección - ¿En que ibas pensando? – Jyushimatsu rascó su nuca y soltó una risa nerviosa


- ¿Q-Que hace Ichiko-san por aquí? - Preguntó el menor evitando responder la pregunta de la chica.


- ¿Que no es obvio? - Ichiko llevaba en sus manos varias bolsas llenas de víveres, que a dura penas lograba sostener.


- Ohhh... ¿Vas camino a tu casa a llevar todo eso? - Sin esperar alguna respuesta por parte de la peli-negra, Jyushimatsu tomo en sus manos la inmensa carga de esta - ¡Te ayudo!


- Está bien... - No rechazaría tal ofrecimiento si apenas lograba caminar. Sin decir más, los dos jóvenes comenzaron a caminar a casa de la mayor en pleno silencio.


¿Qué tipo de relación había entre Jyushimatsu e Ichiko? Se puede decir que eran como una especie de amigos. Se conocieron porque ambos estaban en la misma clase; la 3-E, Ichiko no se llevaban bien con ninguno del aula y no hablaba mucho con nadie a excepción de Jyushimatsu, el cual, diferencia de ella, si entablaba amistades con todos, y era muy apreciado por su actitud extrovertida. La razón del nacer esa amistad de aquellos dos seres tan diferentes fue tan solo por estar sentados a un lado del otro y terminaron haciendo trabajos en parejas. Con las semanas desarrollaron un vinculo que los hizo algo cercanos, a la vista del resto de sus compañeros ellos eran como una pareja, claro no era así.


Siendo que compartían únicamente sus horas de clases juntos, no fue cuestión de mucho tiempo para que Jyushimatsu notara que Ichiko era amiga de esa chica de nombre "Jyushiko", para después ver que la rubia a veces pasaba ratos a solas con su hermano Ichimatsu, y luego llegó a descubrir que de esa misma el mayor estaba enamorado. No comprendía cómo es que si ambos parecían corresponderse se terminaron por distanciar tan repentinamente, sin embargo decidió no meterse en eso, ya que entendía perfectamente lo complicado que puede ser el amor, sobre todo cuando existen muchas inseguridades.


- Gracias por tu ayuda, Jyushimatsu-kun. - Dijo Ichiko permitiéndole el paso al mencionado.


- ¡No hay problema! ¡Muscle! ¡Muscle! - Con una amplia sonrisa fue guiando por Ichiko a la cocina y allí dejó esas bolsas llenas de comida.


- ¿Quieres comer algo? - Preguntó la mayor tras haber escuchado un gruñir provenir de Jyushimatsu quien sin dudar asintió repetidas veces y se sentó en una silla a la velocidad de la luz. - Bien, espera sirvo el almuerzo que guardaron mis padres.


Si bien era extraño que Ichiko fuese tan generosa con las personas, esta ocasión era una excepción que le daba al Matsuno, siempre era tan amistoso, rodeado de una atmósfera positiva que le daba comodidad, intentar devolverle la misma amabilidad no le costaría nada solo que esta vez notaba algo diferente en él.


- Oye... - Luego de un largo rato sin pronunciar palabra alguna Ichiko habló consiguiendo que su contrario, el que estaba prácticamente devorando su plato, fijara su atención en ella - ¿En qué andabas pensado cuando caminabas por la acera? Tu mirada parecía estar perdida. No eras tú ¿Paso algo? - Dijo firme y directa como siempre, propio de ella no era chismorrear la vida de los demás como sus amigas pero realmente no le hubiese gustado ver al muchacho perder la vida por anda en las nubes. - Y no trastes de evadir mi pregunta.


- ... - Tragando el ultimo bocado de su plato, se pudo apreciar la tensión en Jyushimatsu cuando se noto la pupila de sus ojos expandirse y acompaño por una pequeña fruncida de ceño.


- ¿Y bien? - Pero aun si insistía no conseguiría respuesta, era algo que a ella no la involucraba y no tenia por que involucrarse, eso lo supo cuando el menor solo bajo su vista sin obtener siquiera un sonido por su parte. - Bien, entonces no me digas.


El que Jyushimatsu no contara nada al respecto le molesto bastante a Ichiko, pero era entendible, aun si compartía sus horas de estudio juntos solo eran compañeros de clases, solo eso, tampoco era mucho la confianza entre los dos, sin embargo, aunque no lo admitiera, a ella le dolió; cuando parecían ser buenos amigos aparentemente no eran lo suficientes cercanos como para hablar de algún problema personal.


- Gracias por la comida – Jyushimatsu se levantó de la silla, estuvo a punto de tomar los platos sucios pero Ichiko se lo impidió tomando su muñeca. - ¿Mh? – Ladeó la cabeza


- Se hace tarde, mejor ya vete. - La mayor le miró con su expresión indiferente a lo que Jyushimatsu respondió con un pequeño semblante de aflicción, reconocía que la hizo enojar. Eran estas las razones por la que deseaba sacar de su mente a la castaña si seguía permitiendo que ese acontecimiento aun le afectase jamás le abriría las puertas a alguien más y podría hasta perder las personas que apreciaba.


- Si. - Tomando el bate en su mano lo acomodó en su hombro y se dirigió a la salida siendo acompañado por Ichiko para despedirse pero antes de poder llegar a la puerta se escuchó un vidrio romperse juntos a algunas cosas caer y acabo por finalizar en un gran grito


- ¡¡ICHIKO!! - Los adolescente que quedaron inmóviles por el anterior escándalos fueron en carreras al lugar de donde provenía el llamado; la habitación de los padres de Ichiko. - Ichiko ¿Puedes explicarme que hace esa sucia criatura paseándose en cama? O más bien ¿Que hace dentro de mi casa? - Allí se hallaba una enfurecida mujer mayor que cubriendo su rostro señalaba la puerta.


Ichiko tragó en seco al escuchar el maullar provenir del interior del cuarto, supo al instante de que se trataba e inmediatamente entró para tomar entre sus brazos al gato negro que estaba jugando con la bola de estambre sobre las almohadas


- Yo puedo explicártelo mamá – Rápidamente regresó a fuera llevando consigo el gato lo que hizo que la mujer se alejara por acto de reflejo – Es que lo encontré herido y yo...


- No quiero escuchar nada, sabes que no permito que traigas esas cosas aquí, soy muy alérgica. -


- Siento que causara problemas, en serio. N-No volveré a permitir que se escape de mi cuarto. Solo déjame... - De nuevo fue interrumpida.


- ¡Sácalo! ¡Ya! Sin excusas, no quiero volver a ver otro de esos en mi... -Un estornudo la pausó y se alejó mucho mas - ...casa. ¡Ahora llévatelo!


Ichiko asintió mordiendo levemente su labio inferior, sentía rabia, y sin pensar salió disparada de su casa siendo perseguida por Jyushimatsu quien solo presenció todo. Ella corrió hasta llegar a unos de los callejones en donde termino por esconderse tras un bote de basura abrazando al minino contra su pecho.


- Lo siento... siento no poder darte un buen hogar amigo... - Esta no era la primera vez que Ichiko llevaba un gato e intentaba pasarlo desapercibido en su casa y que su madre al final terminaba por encontrarlo haciendo que lo abandonara en algún callejón, entendía el porqué, pero vaya que le molestaba saber que por culpa de esas alergias no podía cuidar de esos animales tan magníficos y adorables que merecían tener todo el cuidado posible.


- Ichiko-san ¿Estás bien? - Preocupado por su compañera Jyushimatsu se acercó despacio, hincándose de rodillas frente a la nombrada, la que asintió suspirando con pesadez.


- Siento lo que paso allá, mi madre no solo es alérgica si no que también detesta los gatos y no sé porque, si son la cosa más linda que hay ¿No lo crees? - Levantando su vista alzó al mínimo hacia el rostro de Jyushimatsu, que solo sonrió y acaricio la cabeza del pequeño con delicadeza – Es molesto que a veces se enfade tanto conmigo, yo solo quiero cuidar de ellos, sobre todo a este pequeño.


- Dijiste que estaba herido...-


- Así es... Cuando lo encontré era más pequeño y parecía que fue atacado por algo... A lo mejor algún perro o quizás un niño intento hacerle mucho daño. Lo que sea que fuera no quise quedarme de brazos cruzados y lo llevé conmigo. - Explicó Ichiko dejándole al menor al gato en sus manos para que continuara con sus mimos a este. - Yo lo curé y estuve cuidándolo por unos meses a escondidas de mis padres, ya que nunca entran en mi habitación. Fue un alivio ver que empezó a mejorar aun si parecía estar muy débil y no quería comer, consiguió reponerse de poco. No sé cómo me habré descuidado como para que lograra escaparse


- Tal vez dejaste la puerta abierta. -


- Tal vez... ugh... - Ocultó el rostro entre sus rodillas - ¿Que haré? No quiero abandonarlo ¿Y si algo la pasa? No sabe cuidarse solo. -


El Matsuno escuchaba atentamente las palabras de Ichiko, un tanto conmovido por esta faceta que por fin conocía. Demostrar tanta preocupación por un pequeño gato... Siempre supo que Ichiko era una buena persona por eso le agradaba bastante, aunque no soliera demostrarlo mucho abiertamente, ella era muy sensible, atenta y cuidadosa con las cosas que más apreciaba, ciertamente era algo que admiraba mucho de ella.


Lo pensó un poco y luego una estupenda idea, según Jyushimatsu, llegó a su cabeza.


- Hey, Ichiko-san - La nombrada levantó el rostro – Si quieres, yo puedo llevarme al gato y puedo cuidar muy bien de él. -


- ¿E-Enserio? - Los ojos de Ichiko se iluminaron al ver que el otro asintió, no era algo que deseaba pedirle alguien debido a que imaginaba que no aceptarían, por ejemplo ninguna de sus amigas podría hacerlo, que Jyushimatsu se ofreciera por fin le daba otras expectativas pero ¿Podría mantener el cuidado de un gato adecuadamente? - Ah... No lo sé Jyushimatsu, no creo que puedas con el cuidado de Masaru – Dijo volviendo a bajar la mirada.


- ¿Masaru? ¿Así se llama? -


- Si. -


- ¡Yo puedo! - No importa si la forma de hablar de Ichiko era con la intención de bajarle el ánimo pues no cedería tan fácilmente, además deseaba brindarle ayuda a su querida amiga - ¡Ichiko-san, Déjame que me lo lleve!


- ¡Jyushimatsu...! - Quiso reprocharle pero...


- Deja que lo haga... Sé que te preocupa mucho y piensas que no soy el indicado para hacerme responsable, pero sé que es tu amigo y puedes confiar que nunca permitiría que algo le pasara porque es muy importante para ti. -Ichiko levemente levantó la vista sorprendida de la manera tan madura de hablar de Jyushimatsu y lo observo dudosa unos instantes.


-... - Pasaron rápido los segundos y Jyushimatsu cambio su expresión de seria a una cálida y relajada sonrisa que hizo que un escalofríos le recorriera la espalda ¿El menor siempre había tenido ese mirar tan dulce? Una punzada en su corazón consiguió ruborizarla más al notar la cercanía de ambos, estando así permitía a Ichiko poder admirar detalladamente el rostro ajeno que por un segundo le pareció extrañamente adorable y a su vez atractivo.


Lo mismo podría decirse de Jyushimatsu, él la observaba esperanzado de que ella confiara y aceptara su propuesta, pero notó el resplandeciente brillo en las pupilas de la azabache, está verdaderamente eran únicas en su color –bueno su hermano también las tenia así; violetas, pero aun así estas parecían distintas– tan profundas, llamativas cual gema amatista, eran verdaderamente hermosas, le gusto tanto y quería verlas un poco más de cerca pero luego reaccionó al sentirse ya muy cerca de Ichiko pudiendo hasta sentir la respiración de esta, que se agitó por los nervios cuando sintió su espacio acabarse.


- Yo... - La cara de Ichiko ya parecía tomate y alguna gotas de sudor escapaban por su frente ¿La iba a besar acaso?


- ¡Di que si! ¡Deja que me lo lleve! - Tratando de actuar como si nada Jyushimatsu se abrazó al gato y la miraba insistente.


-... - Suspiró queriendo relajarse. Ya por fin viendo que de verdad quería cuidarlo termino por ceder ante él – Esta bien te lo encargare Jyushimatsu


El menor solo sonrió feliz. Se levantó del suelo y extendió la mano hacia Ichiko para ayudarla a levantarse, la misma le devolvió la misma sonrisa aceptando el ofrecimiento, tomando la mano y colocándose en pie junto a Jyushimatsu.


Los dos se miraron de nuevo fijamente pero luego voltearon sus rostros. Por alguna razón sintieron un raro cosquilleo provocado por el cruzar de sus miradas, no sabían que era, solo hizo que los dos se ruborizaran y haciéndolos sentir algo de calor.


- B-Bien te explicare lo esencial. Lo que debes hacer para cuidarlo adecuadamente – Ichiko habló para evitar que una tensión se formara.


Estuvieron un rato conversando sobre los cuidados del gato y Jyushimatsu escuchaba atento grabando todo mentalmente, pensó en que sería buena idea en pedirle algo de ayuda a su hermano. 


Finalmente Ichiko dejó al animalito al total cuidado de Jyushimatsu y regresó a su hogar no si antes, como agradecimiento, darle un pequeño beso en la mejilla al Matsuno. Tal vez eso podía ser algo que nunca hacia pero ¿Qué tenia de malo solo por esta vez? Son amigos de todas formas y el chico se alegró por el gesto y también se fue a su respectiva casa.


Ichiko estuvo un tanto resentida con su madre por un rato pero al final se tranquilizó al saber que su amiguito estaría bien y que cuando quisiera podría ir a verlo. El lunes se encargaría de llevar el bate que Jyushimatsu dejó olvidado en la puerta tras haber ido a curiosear el escándalo que formo su madre.


Y con Jyushimatsu, pues nadie se molesto en preguntar nada por la nueva mascota pues esa noche Ichimatsu, luego de casi un mes aislado del resto, llegó con una sonrisa de oreja a oreja y pues los hermanos solo se la pasaban sacando sus propias conclusiones sobre el porqué.
El lado bueno es que con todo este asunto con su compañera de clases lo había hecho olvidarse de Homura, finalmente después de meses daba otro paso hacia adelante.


Continuara...


__________________________

¡Actualización finalmente!
¡Feliz Navidad! ¿Adivinen a quien no la castigaron?
:D
Les tengo noticias estoy haciendo una portada para esta historia uwu quería tenerla lista para este capitulo pero me puse a hacer cosas para navidad.
En fin espero que el capitulo les haya gustado. Si querían saber sobre Ichimatsu e Jyuhiko siento haberlos desilusionados pero debía hacer esto
Ay, mi bebe tan besho :'3 yo como siempre haciéndolo sufrir TwT jejeje

Bueno que tengan felices fiestas, tratare de actualizar el siguiente domingo ¿Okey?
Vale nos vemos luego gente mía a quien amo tanto.

¡Muchísimas Gracias por leer!

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la tipica historia de universos viendo otros universos atraves de pantallas flotantes que aparecerán en sus mundos aunque también agregare otras cosa...