*De vuelta a la mañana*
Annabeth PoV:
Hoy es la condenada fiesta de Neptuno, y aún sigo sin deseos de asistir. Mi hermano llegó hace dos días, y él se veía animado ante la idea de hacer las pases con Neptuno, tanto que me trajo un vestido de Miami, muy lindo a decir verdad, y como me lo trajo Malcom, no me podía negar.
Bajé a desayunar después de levantarme, más bien, después de despertar, porque no me molesté en cambiarme de ropa para quitarme el pijama. Al parecer no tenía una cara muy buena porque llamé la atención de todos ahí.
-Vaya hermanita, parece que te levantaste con el pie izquierdo.-
-Cállate.- Le respondí, él soltó una carcajada así que lo fulminé con la mirada.
-Si las miradas matasen, yo ya estaría bajo tierra.- Dijo entre risas.
-Déjala Malcom.- Dijo mi papá. -No es un día que haya esperado con impaciencia.-
-¿Por qué?- Preguntó él.
-La verdad es que no lo sé.-
-Tú si lo sabes hermanito, ya te lo dije y eres el único que sabe.- Dije en griego para que no hagan más preguntas. -¿Puedo desayunar en mi habitación?-
-Claro hija, pero no pienses que podrás escapar de la fiesta.-
-Ya no me quedan esperanzas.-
Tomé mi desayuno y caminé a mi refugio y cueva, en donde comí mi desayuno por incercia, no tenía apetito. Malcom entró a los minutos después de terminar, y no traía buena cara.
-Habla.- Dijo serio.
-¿Qué quieres que diga?- Pregunté. -Ya te dije todo lo que podía decir.-
-Ya lo sé, pero esto no se trata de ti, piensa en tus padres y lo que significa para ello esta fiesta, y para que decir a la familia Grace, si a mi me duele estar tanto tiempo separado de ti, no me imagino lo que significa vivir alejado de tu familia desde hace casi 20 años. No seas egoísta.-
Maldito Malcom que siempre tienes razón, no puedo pensar sólo en mi, Neptuno está alejado de su familia, mamá podría terminar sus problemas con él y lo único que me importa es mi estúpido orgullo herido.
-Tienes razón.-
-Suelo tenerla.-
-Bájale un poco al ego.- Dije con una sonrisa apagada. -Ya convivo con dos de esos.-
-¿Dos? Yo pensaba que era sólo uno.-
-Tres en realidad: Jason, Leo y Percy.-
-Hablando de cierta persona.- Dijo con una sonrisa pícara. -¿Cómo está mi querido cuñado?- Genial Malcom, otro problema que tengo que resolver.
-¿Quieres la verdad?-
-¿Qué pasó?-
-No tengo idea, pero estamos cada vez peor, cada vez que nos vemos terminamos enfadados, incluso si ambos nos esforzamos porque eso no pase.-
-Se les acabó la luna de miel.- Asentí. -¿Y qué harás?-
-No sé.-
-Como yo lo veo te está haciendo mal, ¿me equivoco?- Negué con la cabeza. -¿Por qué no se dan un tiempo? Puede que sea lo mejor.-
-No Malcom, yo lo amo.- Dije ya al borde de las lágrimas, sobre todo porque yo también lo consideré en un momento.
-Ya lo sé, pero si tú lo amas y él te ama, como sé que pasa, no deberían hacerse daño.-
-Pero... no quiero perderlo.- Y fue ahí cuando exploté, la primera vez que lo hago, Malcom me ayudó a ver que esto no es un problema que se arregle con el tiempo, hay que hacer algo importante si quiero que se termine.
-Annie, no llores, yo sólo quiero ayudarte, ven aquí.- Se acercó a donde estaba sentada y me estrechó en sus brazos. -Sé que podremos encontrar la solución a esto, ¿si?- Asentí.
Me abrazó así hasta que me quedé dormida entre sus brazos.
Cuando desperté fue por culpa de mi estómago, que no podía gruñir más, fui al baño a arreglarme un poco la cara, aunque no tenia ninguna marca de haber derramado algunas lágrimas.
Bajé a buscar algo de comer, y me encontré con que Helen estaba saliendo de casa, la curiosidad me ganó así que le pregunté a donde iba.
-Al salón, a arreglarme las uñas y el cabello, si quieres puedes ir conmigo.-
-No tengo ganas de ir a esa fiesta y odio los salones de belleza, creo que me quedaré en casa, asegurándome que los chicos se preparen como corresponde.-
-¡Que buena idea! Asegúrate que esté bien puesta la corbata, siempre se la ponen mal.-
-Cuenta con ello.- Respondí y ella salió de casa.
-Me sorprendiste querida.- La voz de mi padre me sobresaltó. -Pensé que no querías ir a la fiesta.-
-Agradécele a Malcom que me hizo entender que si tengo que ir.- Dije con una sonrisa. -Pero no le digas a Helen que cambié de opinión.- Ambos soltamos una pequeña risa, luego él se acercó y me besó la frente.
-Estoy orgulloso de ti, cada vez te veo una mujer más madura.- Sonreí a lo que me dijo.
-Gracias papá, pero si me disculpas, iré a comer algo, muero de hambre.- Ahora si soltó una carcajada.
-Ve tranquila, y que los dioses te acompañen.-
Después de comer algo, fui a la habitación de los enanos a decirles que se den una ducha para que luego se pongan su traje para la fiesta. Ya sé que no lo dije, pero dormí más de la cuenta y ya va siendo hora de que comencemos a arreglarnos, de hecho, creo que Helen fue un poco tarde al salón.
Luego fui a mi habitación a darme un baño, y cuando salí sonó mi teléfono, más bien ya había sonado, sólo que después de salir del baño lo escuché, eran las chicas que estaban enviando mensajes.
Piper: chicas, estoy nerviosa.
Hazel: por qué?
Piper: No sé que hacer en fiestas así, además con las arpías invitadas todo será peor.
¡Diablos! Había olvidado que las arpías estaban invitadas también, esto si que será malo.
Calipso: No te preocupes por ellas, de seguro Annabeth las dejará donde merecen.
Hazel: ira??
Y ese fue el último enviado, así que respondí.
Yo: no tengo elección, mis padres me obligaron y mi hermano no me apoyó mucho.
Calipso: que bien!!!! Estaremos todas!!!
Yo: en este momento te estoy odiando Calipso, las dejo, me ire a preparar.
Piper: también yo.
Me desconecté del celular para no distraerme.
Me puse el vestido que me trajo Malcom era uno rojo sin hombros pero con mangas hasta el codo, ajustado y con encaje en la parte de arriba y luego caía delicadamente hasta el piso. Me puse unos tacones plateados que combinan con un collar de diamantes y un cinturón de plata. Mi cabello lo recogí completamente dejándolo con un aire trabajadamente despeinado, a un lado le puse una flor blanca para que no destacara de mis demás accesorios. (Multimedia)
Me veía realmente bien, y terminé sorprendiéndome a mi misma, ya que no quería quedar tan elegante porque no es mi deseo ir a esta condenada fiesta.
Fui con una sonrisa a la habitación de los enanos, en dónde estaban los dos casi listos, de no ser por...
-Annie, ¿nos ayudas con la corbata?- Dijeron al unísono, lo que me provocó una risita.
Me acerqué a Bobby primero, le arreglé la corbata, mejor dicho se la puse de nuevo.
-¿Por qué hay que usar corbata? No quiero.- Me dijo.
-Si yo me puse un hermoso vestido, estedes se van a poner una hermosa corbata.- Terminé con uno y comencé con el otro.
-Te ves hermosa por cierto.- Dijo Matt.
-Ustedes también se ven muy guapos.- Dije. -¿Vamos?-
-No, vamos a jugar videojuegos.-
-De acuerdo, nos vemos abajo.- Dije y comencé a caminar abajo.
-¡Pero que belleza que ven mis ojos!- Malcom estaba frente a un espejo al final de las escaleras.
-¿Se lo dices a tu reflejo o a mi?- Pregunté.
-A ambos.- Dijo dándose la vuelta. -Somos los hermanos más bellos del mundo, y sabes que tengo razón.- Solté una carcajada.
-¿Desde cuando tienes el ego tan grande?-
-Cada vez que me veo guapo al espejo.-
-O sea siempre.-
-Exacto.- Me ofreció su brazo como un caballero antiguo. -¿Nos vamos?-
-¿No crees que es muy luego?- Pregunté, faltaba una hora aún. -Además mi padre no está listo.-
-No es necesario, yo tengo nuestra invitación, mamá te confirmó con la suya, así que con esa entraremos dos y con la de tu padre el resto s esta casa.-
-Pero, ¿la hora?-
-Neptuno tiene la costumbre de llegar más de una hora antes, así que ya debe haber llegado ahí.-
-Y siguiendo el legado de nuestra madre, siempre llegar temprano.- Terminé con una sonrisa.
Me guió con su brazo hasta la puerta de copiloto de mi auto, luego fue al asiento del conductor y nos dirigimos hacia la condenada fiesta de Neptuno.
~~~~~~~~~~
Estamos cerca del final 😭😭😭😭😭, pero sólo de la primera temporada 🎉🎊🎉🎊🎉🎊🎉🎊🎊🎉, así que no se pongan tan tristes.