Daron, un ángel para Nathalia...

By jane_n_johnmest

1.8M 151K 16.4K

LIBRO COMPLETO✓ Una joven normal, con una vida normal. Abandonada por su madre, pero amada y protegida por su... More

Sinopsis
Para ti, querido lector
Book tráiler
Epígrafe
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 9
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 14
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 21
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 28
Capítulo 42
¿Qué te ha parecido la historia?
¿Qué sigue después de esto?
Capítulo 46
Capítulo 47
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 20
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 44
Capítulo 45
Extras
Capítulo 48 [+18]
Capítulo 49

Capítulo 43

20.3K 2.1K 314
By jane_n_johnmest

NATHALIA

Termino el desayuno que el ángel que yace frente a mí se ha molestado en prepararme, quien diría que los ángeles hacen estas cosas, pero por alguna manera son llamados así. Nunca pensé que Daron, alguien que me había dado por hecho que no regresaría, fuera capaz de hacer semejante detalle por alguien como yo. La sonrisa que tengo en la cara es más grande que la del guasón, una sonrisa tan amplia que indica que nunca podré dejar de sonreír con él a mi lado.

Está de pie frente a mí, del otro lado de la pequeña barra que ocupa gran parte de la acogedora cocina. Está observándome con una sonrisa y esos ojos brillantes que llegan a encandilarme. Me siento completa, la tristeza y el vacío que sentía ya no están más. Qué alegría tan inmensa palpa mi corazón cuando mi mente sopesa tal verdad.

—¿Cómo entraste?

Esa pregunta rueda en mi cabeza como pelota.

—¿Crees que necesito una llave para entrar dónde estés tú? —Su gesto feliz no se borra, mientras se cruza de brazos.

—Asumiré que no, pero nunca está de más preguntar, aunque sea una pregunta estúpida —Mis hombros se encogen.

—Antes de entregarte las llaves, le saqué copias, le entregué una a Lysander y me quedé con una. Podría entrar de la manera sencilla, pero debo comportarme como un humano.

Observo las llaves que están enganchadas en un clavo en la pared.

—Bueno —musito sin despegar los ojos de la pareja de metal—. Los humanos también pueden entrar sin llaves, pero es más complicado —digo—. ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué le diste llaves a Vid?

—Tenía que asegurarme de alguna manera que alguien te cuidará mientras yo no podía —explica—. Pero al parecer no ha hecho su trabajo, porque no lo veo aquí.

El silencio nos invade, mientras intercambiamos miradas.

—Tuvimos unas diferencias —digo, recordando que hace días que no lo veo.

Me sonrojo por unos momentos y desvió los ojos a otro lado, porque es que él me observa de una manera que hace que todo dentro de mí se vuelva enclenque.

Su rostro parece tallado por el mismo Dios y como no, si es una de sus perfectas creaciones. No me había percatado hasta ahora, lo mucho que su cabello rubio dorado ha crecido y las ondas que estos tienen, le dan un aspecto despreocupado y rebelde. Como no caer ante tal tentación.

Me había jurado no enamorarme como una estúpida de nadie, no caer en las redes cursis de lo que significa tener este sentimiento, no obstante, esa promesa ha desaparecido como basura en un huracán, tan repentinamente, que ni siquiera he sido capaz de darme cuenta de cuándo y cómo pasó. El sonido de la puerta principal siendo abierta, me saca de mis enredados pensamientos, tanto Daron como yo nos miramos en silencio.

—Creo que las diferencias ya han pasado —añade Daron.

Luego escucho la voz de Johnvid gritar mi nombre.

—¡Estoy en la cocina! —Grito y en fracción de segundos, Vid aparece.

—Necesitamos hablar —dice mirándome—. No puede ser que te aferres a ese... —aprieta los ojos y sus labios, conteniendo las palabras que quiere decir, pero no es capaz de lanzar.

No se percata de la presencia de Daron, porque ni siquiera se inmuta en mirarlo. Vuelve a abrir los ojos y su rostro es serio, noto cierta lástima en ellos.

—¿Qué ocurre? ¿Está todo bien? —Me pongo tan pronto como puedo de pie.

—Es sobre lo que no terminamos de hablar, Nathalia.

Entonces recuerdo nuestra última y corta conversación en el viejo sillón de mi padre. Trago saliva. Me incomoda de sobre manera tocar ese tema, sobre todo con Daron aquí. Pienso que mis palabras han dejado muy claro todo cuando hemos hablado.

Mis ojos viajan hacia los de Daron, quien me mira con el ceño arrugado, dándome a entender que no comprende las palabras de mi amigo, y antes de que Johnvid voltee a mirarlo, él emite un sonido ronco desde lo más profundo de su laringe.

—Daron —murmura con decepción.

No le ha agradado la sorpresa y su rostro lo delata, al igual que el tono de su voz.

—Lysander —masculla.

—¿Qué haces aquí? Creí haberte escuchado decir que no volverías —Las tupidas cejas negras de Johnvid, dejan clara su confusión y molestia.

—Yo también lo creí —contesta el ángel—. Pero he vuelto por el amor de mi vida.

Vid dirige su mirada hacia mí, como si buscara una explicación, y no sé por qué, pero siento vergüenza y culpa al mismo tiempo. No comprendo por qué, si no he cometido ningún crimen.

—No puedes quedarte aquí —Vid vuelve a dirigir su mirada hacia Daron.

—No estoy aquí como prófugo —agrega—. Y puedo quedarme donde me plazca.

—Lo que quiero decir es que tienes un trato que cumplir, ¿no es así? —añade Vid—. No tiene sentido que estés aquí.

—Lo cumpliré —Daron lo mira fijamente—. Y no tengo por qué darte explicaciones a ti respecto a mis decisiones.

El tono de Daron hacia Johnvid es hostil y carente de amabilidad. Vid guarda silencio un momento, como si analizara la situación y las palabras de quien lo mira con superioridad; procesando la presencia de un ser que, a simple vista, parece perturbar su existencia. Y por un momento sus ojos azules reflejan la incredulidad que parecen sentir.

Yo solo observo incómoda la situación.

—No puedes darme una oportunidad, Nathalia, pero si se la das a él.

Mi mirada se fija rápidamente en su rostro y no comprendo la agresividad que cargan sus palabras.

—¿Por qué? —cuestiona, pero solo me quedo en silencio—. Nos conocemos casi de toda una vida y a él que es un maldito desconocido, un extraño en tu vida, ¿le brindas tu amor?

—Lysander —interviene Daron.

—¡Cierra la maldita boca! —escupe con violencia—. Lo último que necesito es seguir escuchando tus palabras. Me dijiste que no volverías, que hiciera una vida con ella y ahora te apareces y lo jodes todo.

—Vid, por favor. Creí que había dejado las cosas claras entre nosotros. Eres mi mejor amigo y siempre lo serás. No puedo imaginarnos en otra situación y lo sabes. No puedo ni siquiera pensarlo. Es por eso, es porque nos conocemos casi de toda una vida, que no puedo verte como... —Me interrumpe con su risa sarcástica.

—¡No seas hipócrita! —exclama—. ¿No te parece estúpido querer mantener un romance con un maldito ángel? —Sus ojos me escrutan.

Me hace sentir intimidada.

—Como si mantener un romance contigo fuese menos estúpido —escupe Daron.

Sus palabras han taladrado mi cerebro y me cuestiono si el amor que mi corazón siente pueda funcionar. Daron es un ángel y yo soy solo una humana, una que morirá algún día; una que envejecerá, mientras él permanecerá intacto.

Vuelvo a sentirme mal conmigo misma, por lastimar sus sentimientos de esta forma. Es lo que menos deseo hacer, pero yo no puedo obligar a mi corazón a dejarlo entrar en un lugar donde no tiene cabida. No puedo obligar a mis sentimientos a corresponder un amor que nunca contemplé. Es mi amigo, casi mi hermano; algo como lo que él desea no funcionaría entre nosotros. De ninguna manera.

—No puedo creer lo sínica que eres.

Escuchar eso salir de su boca, ha hecho que el corazón se me parta en dos. El pecho se me aprieta y los ojos me pican.

—Johnvid, por favor... —suplico.

—No le supliques, mon amour —agrega Daron, mientras sus manos aprietan mis hombros.

—Me iré y no te molestaré si eso es lo que deseas —lanza un bufido—. Eso es lo que deseas —afirma.

—Johnvid... —vuelvo a susurrar.

—Volveré a Grecia —añade sin quitar sus ojos de mí.

—Por favor, Vid, no hagas esto.

—Vine aquí con la esperanza de convencerte de que te fueras conmigo, de que me dieras una oportunidad y empezáramos de nuevo —Sus ojos se han vuelto cristalinos—. Ese era mi plan, darte una vida fuera de toda esta mierda y hacerte feliz —Su mandíbula se contrae.

—No tienes que irte, resolvamos esto, Vid.

Sus ojos se aprietan y un par de lágrimas cae de ellos.

—No vuelvas a llamarme así —dice mirándome a los ojos—. Ya no soy Vid para ti, Nathalia Chardin.

—Por favor, no hagas esto —Mi voz está a punto de quebrarse—. No tú, no termines nuestra amistad por un capricho.

—¿Un capricho? —ríe irónicamente—. Tú no entiendes lo que es estar enamorado de alguien, Nathalia. No comprendes lo que se siente ver como otro se gana el amor que tanto anhelas, sin siquiera hacer un maldito esfuerzo. No sabes lo que se siente que te manden a la mierda y que todavía esperen que lo superes.

Un par de lágrimas se escapan de mis ojos, mientras soy capaz de palpar la cólera y la tristeza en sus palabras. Está tan herido, como lo estoy yo ahora.

—Ya lárgate si vas a hacerlo —Ahora es Daron quien parece molesto—. Deja tu maldita manipulación y lloriqueo.

—Lo haré —voltea a ver al ángel con repudio—. Pero quiero que sepas, que no voy a dejarte ganar tan fácilmente.

—¿Ganar? —cuestiona Daron—. Esto no se trata de una maldita competencia, Lysander. Acepta que no hay un lugar para ti en un corazón que pertenece a otro —La quijada de Daron se marca sobre la piel dorada de su rostro—. Puedes irte al mismo infierno con tus amenazas y de paso le lames el culo a Lucifer, pero a mí no me amenaces.

Su mirada verdosa es fría y firme. Sus párpados no tiemblan en ningún momento, mientras las palabras salen de su boca como balas. En el rostro de Johnvid se instala una mueca que refleja el odio que su corazón alberga. Observa a Daron como un toro rabioso y sus manos se empuñan bruscamente a los costados de su cuerpo, conteniendo la ira que ha de sentir.

—Iré al infierno si es necesario —agrega tras las miradas toscas que ambos se están regalando.

Cierro los ojos deseando que esto acabe de una vez por todas.

—Le besaré el culo a Lucifer, a sus demonios y hasta a ti si es necesario —sonríe—. Pero te aseguro que tu triunfo no va a durar mucho. Disfruta mientras puedas, Daron.

Abro los ojos con perplejidad, completamente aterrada de la persona en la que mi amigo se ha convertido de un segundo a otro; un desconocido lleno de ira, odio y desprecio. Un extraño absoluto.

Se gira en sus talones y da unos cuantos pasos para salir de la escena, pero se detiene un momento para mirarme por sobre su hombro, como si fuera la cosa más decepcionante del mundo.

—La policía encontró a tu padre muerto —No hay tacto en sus palabras—. Al parecer le dio un infarto al pobre hombre. Está en la morgue, por si acaso te interesa —agrega sin la más mínima intención de ser condescendiente—. Aunque dudo mucho que te importe.

Dicho eso desaparece de mi vista, dejándome en un estado de neutralidad.

El aire se me corta de manera abrupta, una punzada de dolor en el pecho me ataca sin piedad. Mis pies pierden el equilibrio, haciendo que mi cuerpo se tambalee hacia un lado. Daron corre a mi lado para sostenerme entre sus brazos, apenas noto su tacto sobre mí. El dolor en mi garganta se va haciendo cada vez más intenso e incontrolable, a medida que mi mente repite, las crueles palabras de Johnvid.

No puedo creer lo que me ha dicho. No puede ser cierto.

Un sollozo se escapa de mi boca, mis fosas nasales se dilatan y las aguas saladas de mis ojos empiezan a caer tan fugaces como estrellas. No soy capaz de moverme, ni siquiera de pestañear. El llanto no me sale, se queda atrapado en mi laringe, punzándome con todas sus fuerzas, apuñalándome con el filo del dolor.

Tú no, padre. Niego para mí misma.

—Estoy contigo, estoy contigo —escucho su susurro en mi oído, mientras sus brazos me abrazan con firmeza.

Entonces me largo a llorar.


Continue Reading

You'll Also Like

1.2M 199K 200
《 Transmigré a la antigüedad para ganar dinero y criar a mi cachorro 》 Cuando despertó después de transmigrar, descubrió que se había convertido en l...
443 89 25
Conseguir que toda una vida quede cerca de las personas que más quieres es todo un logro. Odessa lo ha conseguido, o eso cree ella. Irá a la universi...
412K 17.6K 47
Un reto. Un beso que desencadena el amor. Lazos difíciles de atar. Y una verdad que puede echarlo todo a perder. ~'~'~'~'~'~ RESPETA LOS TÉRMINOS...
1.5K 137 3
En una casa con trece integrantes los desacuerdos son cosas de todos los días, pero hay ocasiones en que esas disputas se convierten en verdaderas ba...