El primer día en Whittingham era para Edgar, Naiko, Nicolas y Jaime un misterio. Cada uno por su parte temía como serían tratados, con que clase de gente se encontrarían y cuanto tiempo tendrían que estar alejados de sus familias y amigos; y que bien hacían en tener miedo por esas cosas.
El primero en ingresar ese día fue Jaime, el fue dejado en el sector A del edificio, donde se suponía estaban los más peligrosos del recinto, el barbón fue recibido con un uniforme negro y una dura cama donde tendría que dormir desde esta noche en adelante, la cama del lado estaba desocupada así que por ahora no tendría que compartir con nadie.
El segundo en ingresar fue Nicolás quien fue asignado en el sector B del edificio, este sector estaba al frente del sector A, en este sector se mantenían a las personas que no tendrían que provocar tantos problemas estando aquí dentro, al llegar a su pieza al igual que el otro recien ingresado le esperaba un uniforme -aunque este era gris- y una dura cama. Además de eso fue recibido por su compañero de cuarto que para lo único que le hablo fue decirle como nombrarlo, sin siquiera preocuparse por el nombre del moreno.
El tercero en ingresar fue un hombre ruloso, Edgar por su enfermedad fue asignado al sector A, un temeroso Edgar entró en la habitación esperando ver a un hombre alto, musculoso y dispuesto a matarlo, pero solo encontró a su compañero de cuarto durmiendo boca abajo, tenía el pelo algo castaño rojizo y se veía de menor estatura de él, eso hizo sentir algo mejor al ruloso aunque suspiró pesadamente al encontrarse con su horrible nuevo uniforme negro.
El último en entrar fue Naiko, quien fue asignado al sector C, el sector de los "débiles", todos abusaban de quienes se encontraban en ese sector, los golpeaban, les quitaban sus porciones de comida, les jugaban bromas pesadas, entre otras cosas, el sector se ubicaba en el subterráneo, el lugar más oscuro y sombrío del edificio que dejó al pobre pequeño temblando de frío y miedo, a diferencia de los otros ingresados el tenía una habitación para él solo, y su uniforme era blanco. Naiko se tiró a su cama y cerró los ojos pensando en como rayos había llegado a tal lugar y rezando internamente para salir lo más rápido posible.
Pero nuestros queridos personajes tienen la mala suerte de que esto recién empieza, y no conocen absolutamente nada de que tan malo puede ser Whittingham.
Primer capítulo donde quedan ubicados nuestros personajes, aún sin conocerse entre ellos y con el miedo a flor de piel.
Tía Airi fuerans