Capítulo 19

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Algo saben del trato, pero no saben todo. Se puede decir que el trato es este "Naiko dejará que hagan lo que sea con él una noche por semana, no le dirá a nadie y no pedirá ayuda. A cambio los hombres transferirían a sus amigos al sector D y Naiko tiene derecho de ir a visitarles un día a la semana"

Ahora supongo que sería algo complicado que los visitara, su cuerpo duele y su alma igual. No tenía fuerzas para moverse y considerando que ni siquiera comía ahora que no lo supervisaban sus amigos, Naiko no tenía energía. Su rostro además de verse más delgado de lo normal se veía sombrío; no se arrepentía del trato, era el sufrimiento de uno por una mejor estadía para cuatro personas. Valía la pena, eso se decía Naiko cada vez que sentía una punzada por moverse, cada vez que observaba sus cortes y sus moretones, cada vez que sentía la herida que se encontraba en su labio. 

Naiko tenía un corazón noble, pero ahora realmente se encontraba oscurecido; incluso rezaba por las noches pidiendo a Dios la muerte de esos hombres que le habían quitado hasta la última gota de pureza que tenía, se sentía sucio y no importaba que hiciera, la marca que habían dejado esos hombres en él no era simplemente física. Esa misma noche después de desvanecerse despertó llorando, suplicando que todo hubiese sido una pesadilla; lástima que no lo fue. El pequeño quería ver a sus amigos, saber que estaban todos bien, que las cosas entre Nicolás y Jaime se habían arreglado, que Edgar ahora se encontraba mejor, que Bestia los cuidaba a todos. Quería pensar que sus amigos lo extrañarían pero no quería que se preocuparan; no quería ir con esas heridas y esos moretones, no quería ir si debía cojear y soltaba un chillido de dolor a cada paso. Al parecer no podría ir a verlos esta semana; si la siguiente los hombres eran más suaves quizás podría visitarlos y fingir que se había caído. Para suerte de Naiko al día siguiente ambos hombres le llevaron un uniforme nuevo.

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-Juan  ¿algo que deba saber? ¿Algún suceso importante por estos días?- preguntó el hombre sentado en su oficina-

Keke avanzó y le entrego un informe con todo lo que había pasado, cuentas, facturas, boletas, liquidaciones de sueldos de sus empleados pero lo que llamó la atención del alto hombre era un archivo que indicaba que gente había sido transferida al sector D

-Juan ¿Por qué coño hay gente nueva en el sector D? Y una mejor pregunta ¿Quienes han sido transferidos?-el hombre arrugó su entrecejo, se notaba que estaba enojado por tal acción-

El sector D debía mantenerse en secreto, y aún más las personas que residían en ese sector.

-Cariño yo te puedo decir quienes llegaron al sector D- Llegó la pareja del gran jefe, quién le contó con lujo de detalles quienes eran, el joven aún tenía fe de que el hombre decidiera dejarlo libre de esta "prisión" como el decía. 

¿Quien era el dueño de este lugar? Un hombre de unos 35 años, bastante grande y fornido llamado Gabriel, aquel hombre tenía un pensamiento que le hacía mantener a todas esas personas en este lugar.

-No puede estar Óscar ahí, jamás debió llegar ahí!- Gabriel golpeó con su puño la mesa y su joven pareja dio un salto hacia atrás, siempre había temido a Gabriel por la conducta que este presentaba, no lo amaba, definitivamente no lo amaba. Pero ser la pareja del dueño y jefe tenían beneficios, uno de esos era ser parte del sector D.

-Ya es tarde, vio a Alexander. Pero tranquilo cariño- el joven se acercó a su pareja para sentarse sobre él y abrazarlo por el cuello- lo he convencido de que Óscar fue el causante de su accidente- dicho esto besó en los labios a su pareja y movió sus caderas sobre el miembro de Gabriel, ante la mirada asqueada de Juan, o mejor conocido Keke-

-Muy bien cariño- dijo el mayor para mirar a su empleado quien se encontraba bastante incómodo- Puedes irte Juan, luego hablaremos sobre quienes hicieron esto sin mi autorización-

Keke asintió y se fue de ahí, apenas cerró la puerta adentro Gabriel comenzó a despojar a su pareja de sus prendas

-Por tu parte Manuel, parece que te debo dar una recompensa cariño- luego de eso comenzó a desabrochar el pantalón de su pareja y mordía el lóbulo de la oreja de Manuel- te has portado muy bien pequeño.

Welcome To Hell- Jainico-Ednaiko-BeshohDonde viven las historias. Descúbrelo ahora