Little Things » Niall Horan

By harryscinnamon

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HISTORIA GANADORA DE LOS PREMIOS WATTY 2014 Ganadora al "Mejor Fanfic de Niall" en los Premios WFA. ❝ ...Nunc... More

Sinopsis
Prólogo
I. She
II. You Can't Hide
III. Promises
IV. Shallow
V. Blackout
VII. I'm Fine
VIII. Obsession
IX. You Da One
X. Reality
XI. Exception
XII. Versace
XIII. Runway
XIV. Impulse
XV. Blinded
XVI. Addicted To Love
XVII. Confession
XVIII. Farther Away
XIX. Time
XX. Clues
XXI. When You're Gone
XXII. I Can't
XXIII. Puzzle
XXIV. Out Of Control
XXV. Confrontation
XXVI. You're Perfect To Me
XXVII. Mess
XXVIII. Risks
XXIX. Epilogue
Nota de la autora (agradecimientos)
PREMIOS WATTY
¡Ganamos!

VI. Recover

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By harryscinnamon

Nota de la Autora: Básicamente quería agradecerles cada uno de sus comentarios, cada voto y cada lectura. Son lo máximo... Así que sin más preámbulo, los dejo con el capítulo ♡

***

– ¿Y? ¿Qué es lo que vas a querer?– escuché que me preguntaba Niall una vez que nos encontrábamos enfrente a la chica que esperaba por que diéramos a conocer nuestro pedido; la pequeña placa metálica que tenía colgada a su delantal verde rezaba el nombre "Nelly". Nerviosa, alcé la vista para encontrarme con una amplia lista de productos que ofrecía el local a sus montones de clientes, fue en ese minuto que sentí que toda mi fuerza de voluntad fallaría. Finalmente, opté por lo que imaginé que tendría la menor cantidad de calorías: un té helado. Exacto, un té helado sería suficiente como para engañar a mi hambriento estómago durante al menos un rato. Iced Shaken Lemon Tea, y para Nialler un Frapuccino de dulce de leche, que con todo ese montón de crema encima y esa salsa de caramelo amenazaba con ser la más deliciosa bomba calórica.

Así era que sentía como poco a poco me derretía en mi interior, como estaba siendo tentada por el mismísimo diablo en ese lugar, por lo que aferrarme a mi dieta parecía ser una suerte de misión imposible. Mierda, exactamente era por esa clase de cosas que siempre solía pasar de largo y acelerar el paso cuando me encontraba con sitios como aquel, ya que no era ninguna fanática de las cafeterías, pastelerías o restaurantes de comida rápida. Y es que cada vez que ingresaba a ellos, terminaba debatiendo contra mí misma en mi interior, era algo así como: lo que quería vs. lo que debía hacer. Oh, y por supuesto que Starbucks estaba incluido en esta lista, junto con sus deliciosos brownies, muffins, sándwiches y dulces. Todo era demasiado, inclusive ese jodido aroma que invadía mis fosas nasales en cuanto ingresaba a la maldita tienda. Ese aroma a café me impulsaba a querer comprarme todo en el menú para mí sola, y esos impulsos parecieron verse aún más acrecentados cuando Horan se compró ese endemoniado trozo de torta de tres leches que parecía estar gritando mi nombre.

– ¿Segura de que no quieres nada más?– Me preguntó nuevamente, ya casi por quinta vez, cuando tomábamos asiento en una de las mesas más apartadas de la cafetería. Mi boca se abrió para decir un "sí, sí quiero", más de ella no salió sonido alguno, por lo que me limité a negar con la cabeza, carraspeando en búsqueda de mi desaparecida voz.

– No, Niall, muchas gracias...- Decliné.– Es solo que acabo de almorzar.– Agregué, tratando de dedicarle mi más auténtica sonrisa con tal de que se olvidara de todo el asunto. No estaba segura de poder volver a negarme si me preguntaba una vez más.

– Oh, lo entiendo... ¿Y qué fue lo que almorzaste?– Me preguntó con extremada dulzura, haciéndome sentir que durante un breve instante estaba siendo un tanto invadida,amenazada. ¿Qué demonios era todo eso?, ¿Un interrogatorio?, ¿Qué le importaba a él lo que hubiese comido o no? "Oh no", pensé. ¡Que idiota era! Obviamente no se trataba de un interrogatorio, sus palabras estaban repletas de un tono amistoso y amable, como si únicamente estuviese intentando buscarle un hilo a la conversación; nada más yo era la paranoica que creía que cada vez que me hablaban de comida, era porque estaban tratando de controlarme o retenerme como hacían mis padres. No pude evitar sentirme mal ante mis propios pensamientos, especialmente al descubrir que Niall no tenía idea de lo que estaba sucediendo, de modo que no tenía siquiera la oportunidad de tener razones para estar pendiente de mi alimentación. No había motivos para ponerme tan a la defensiva.

– Eh...- "Oh por Dios, Alyssa, piensa algo rápido" me decía, desesperadamente, en mi mente, al descubrir que ya llevaba una buena cantidad de segundos sin hablar. Pero, y es que... ¿Qué iba a decir?, ¿Con que nueva mentira iba a salir para esta ocasión?, ¿Y por qué diablos no se me ocurría nada? Era una pregunta sencilla, se suponía que no tenía que tardarme tanto en responderla.– Comida china, la trajo mi novio.– Respondí, mecánicamente. Mi voz había llegado a sonar como si hubiese sido programada, sin embargo –y muy para mi suerte–, eso pasó totalmente desapercibido frente a los inocentes oídos del rubio. Él nada más desvió la mirada de su torta para observarme fijamente a los ojos, con una expresión que jamás supe cómo interpretar.

*** Punto de Vista de Niall ***

¿Por qué mierda es que me había sorprendido tanto el hecho de que Alyssa tuviera un novio? ¿Y por qué me había desagradado tanto su mención? "Diablos", pensé, una vez que me percaté de que llevaba mucho rato observándola. Volví a bajar la vista, incómodo, removiéndome en mi puesto, para luego llevarme otro trozo de torta a la boca, buscando retrasar la llegada del momento en que tuviese que volver a hablar. Oh sí, estaba comportándome como un completo estúpido, después de todo, era un tanto evidente que Aly debía tener a alguien a su lado en una ciudad tan inmensa como Nueva York, especialmente si consideraba que había comenzado totalmente desde cero en otro mundo, otro país. Y si tenía en cuenta lo espectacular que lucía, la situación se hacía aún más obvia, porque a pesar del cansado rostro que tenía, se veía hermosa y cualquier hombre la habría buscado con tal de estar con ella.

– Con que novio... ¿Eh?– Dije torpemente, esbozando una sonrisa. Honestamente no sabía bien qué era lo que tenía que decir. Se suponía que tenía que ponerme feliz, ¿No?– ¿Y? ¿Cómo es? ¿Es ese príncipe encantador con el que siempre estuviste soñando?– Pregunté, curioso, recordando esas eternas tardes con Aly, en su casa o en la mía, después de la escuela, conversando respecto a cuál sería su "chico ideal" y mi "chica ideal". Siempre creí que su descripción terminaba alejándose un tanto de la realidad, pues ningún adolescente podría haberse asemejado a la descripción tan perfecta que pedían sus palabras. Aunque claro, ella sí se merecía a alguien fuera de este planeta, por lo que esperaba que ese tal novio al menos no fuese ningún patán con ella y que la tratara tal y como se merecía.

– Mm...- Pareció pensarlo, lo cual hizo alertarme de inmediato, obligando a que me entrara la duda respecto al tipo. ¿Cómo sería este chico del que hablábamos?– No, definitivamente no lo es...- Sentenció.– Pero sí es un buen chico.– Añadió sin mucho entusiasmo. Alcé una ceja, más no emití comentarios. No quería incomodarla.

– Ahm... Y... ¿Cómo lo conociste?, ¿Qué hace? ¡Quiero los detalles, Aly!– Pedí saber con un extremo dramatismo, haciéndola estallar a carcajadas. Mierda, ese sonido había sido precioso. Por primera vez desde nuestro encuentro había conseguido hacerla reír, y eso se había sentido absolutamente fantástico. Por más cursi que sonara, era magnifico ver su delicado rostro iluminarse con esa preciosa risa, una risa auténtica y real.

– Veamos... Lo conocí en San Francisco.– Empezó, pensativa.– Trabaja en... En la empresa de uno de sus tíos y...- Esto me alivió de sobremanera, supe que entonces el tipo si podía cuidar de ella, que si tenía un trabajo estable y la trataba tal y como se merecía, tal vez si podía permitirse la chance de estar con Alyssa.– Bueno, me hace feliz, creo que a fin de cuentas eso es lo importante.– Concluyó, esbozando una tímida sonrisa. Sí, no me había dado demasiados detalles como yo le había pedido, mas de momento eso era suficiente para mí.

– No sabes cuánto me alegro de que seas feliz, Aly...- Confesé con la mayor sinceridad posible, conteniendo simultáneamente el montón de preguntas que amenazaban con escapar de mi garganta. Cosas como: ¿Por qué te fuiste de Irlanda?, ¿Cuándo mierda fue que estuviste en San Francisco?, ¿Por qué nunca fue que contestaste mis llamadas?, ¿Qué mierda hice mal como para que te olvidaras así de mi existencia? Y bueno... Otras cuantas más. ¿Qué era lo que me lo impedía? Básicamente, el saber que aún debía de resistirme para esperar al momento perfecto para realizarlas y que estas efectivamente fuesen respondidas. Ya lo conseguiría, era cosa de tiempo, tan solo tenía que recuperar a mi amiga.

*** Punto de Vista de Alyssa ***

– Basta, ya hemos hablado muchísimo de mí...- Dije sonriente. Realmente lo habíamos hecho. Había sido una tarde maratónica de "la vida de Alyssa Evans", y Niall parecía no conseguir aburrirse de ello. Sí, habían sido anécdotas más bien superficiales, y había filtrado muchísimos detalles e información, pero de todas formas nos la habíamos pasado hablando de mí y recordando viejos tiempos.– ¿Qué hay de ti, Niall? ¿Quién se supone que eres tú ahora?– Pregunté, al tiempo en que avanzábamos por uno de los tantos senderos del Central Park. Definitivamente, si había algo que amaba y disfrutaba de Nueva York, era ese parque. Me fascinaban sus paisajes, o simples detalles como observar a las ardillas asomándose entre las plantas, sus lagos artificiales, sentirme lejana a todo el ajetreo que inundaba a la gran metrópolis, la jungla de los edificios. Lo adoraba, era el escape perfecto.

– Soy Niall Horan.– Respondió, encogiéndose de hombros y alzando la vista al cielo, el que se encontraba decorado con un montón de nubes pálidas.– El mismo chico que conocías en Irlanda, con la pequeña diferencia de que ahora soy parte de una banda y que creo que tengo más fama de lo que alguna vez podría haber soñado.– Agregó. Había gran orgullo en sus palabras, sin embargo, también existía ese rastro propio de la humildad.

Me limité a rodar los ojos, sin que él pudiese percatarse de ello. "One Direction", el producto del cual él era parte para que las adolescentes se creyeran guapas y hermosas. Esa era la gran farsa de Horan. Aunque claro, si nos poníamos a hablar de mentiras, esa tarde yo había demostrado tener grandes dotes para tergiversar mis propias historias. ¿De dónde era que había salido eso de que Bradley era un empresario si ni siquiera era capaz de usar un traje? ¿Podía llamar empresario a mi príncipe de las drogas? ¿Podía siquiera decir que era un buen chico? No, únicamente esto podía ser cierto en el mundo de fantasías que había creado en mi mente eso.

– Según lo que recuerdo, eso era todo lo que querías, ¿No?– Comenté, sin expresión alguna en mi rostro, sin sentimientos en mi voz. Él me observó desentendido, por lo que me vi obligada a agregar:– Es decir, tú querías ser algo así como un Justin Bieber irlandés.– Bromeé, y él rió.

– Ah sí... Claro que quería serlo.– Confesó un tanto avergonzado. Podría jurar haber visto sus mejillas sonrosarse.– Aunque fue por esas vueltas de la vida que terminaron ofreciéndome a mí y a cuatro chicos más formar un grupo y participar en "The X Factor".– Desvié la mirada, mordiéndome el labio. Yo me había perdido toda la experiencia del salto a la fama de mi amigo mientras me encontraba en California. ¿Que si acaso me arrepentía? Quizás, mas no lo admitiría en ese momento, mucho menos confesaría que hubiese sido entretenido acompañar a Nialler en esas nuevas experiencias que le había tocado vivir.– No ganamos, quedamos en tercer lugar... Y creo que eso fue lo mejor que nos pudo pasar.

Guardamos silencio, un agradable silencio. No había presiones para hablar, podíamos permitirnos callar sin tener que palpar la incomodidad en el aire.

– ¿Y qué te trae por Nueva York? ¿Gira, conciertos...?– Parecía tan idiota que preguntara eso siendo que el día anterior había escuchado la respuesta en la entrevista que le habían hecho a él y a su grupo. No obstante, preferí fingir que no tenía idea de todo esto.

– La promoción de un nuevo disco y un pequeño escape del Reino Unido.– Replicó, siendo en esta ocasión él el que recibía una mirada confusa por parte mía. ¿Escape? ¿A qué se refería con "escape"?– Quería alejarme, estar a solas con Eli, aprovechar el poco tiempo que tenemos para estar juntos.– Sonaba un tanto nostálgico, lo que me obligó a cuestionarme si realmente le gustaba esa morena perfecta de piernas largas. "Oh Alyssa, no seas idiota. Es tan obvio que le gusta..."

– ¿Y qué haces aquí, idiota?– Pregunté con la mayor de las confianzas al atreverme a llamarlo "idiota". él me dedicó la más amplia de sus sonrisas al escuchar como lo había llamado, supe en ese instante que eso tan solo le había generado la mayor de las comodidades, pues yo también lo sentí así. Supe que tanto a él nos estaba resultando agradable este segundo encuentro con el otro.

– ¿Qué acaso no es obvio?– Preguntó negando con la cabeza.– Estar con una vieja amiga.– Contestó, acercándose hacia mí para rodear mis hombros con uno de sus brazos.– Una amiga a la que verdaderamente me gustaría recuperar.

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