Eran al rededor de siete treinta y yo ya estaba fuera de la casa de Alan, no sabía si aún era muy temprano, pero tampoco sabía si Alan era de esos chico que se demoraba mucho en arreglarse digo no es que tenga que ponerse demasiadas cosas como las chicas que se yo, pero había veces en las que uno se demoraba solo para verse bien.
Toque el timbre y abrió su papá al principio me miro un poco extraño, supongo que no esperaba verme ahí, o que su hijo saliera conmigo luego de ofenderme como dos veces en un día, sin darme mucha importancia me dejo entrar, subió las escaleras y luego de unos minutos bajo un poco más calmado. Al menos ya no veía raro.
-No sé que pretendas con Alan, pero espero y sea algo bueno. -Dijo y me señaló. -No voy a dejar que venga un niño bonito a romperle el corazón.
-Señor, yo no pretendo nada con él, sé que tiene novio y eso lo respeto. -Si como no Andrew. - Además solo quiero salir con él y conocerlo, al fin y al cabo somos vecinos.
-Eso espero.
-¡Andrew! -Gritó el pelirrojo mientras bajaba las escaleras. -Pensé que llegarías más tarde.
-L-lo sé, pero quería asegurarme de que ya estuvieras listo.
-Oh bueno, pues... Si, ya lo estoy. -Dijo y me sonrió. -¿Nos vamos?
-Claro. -Camine hasta la entrada y abri la puerta.-
-Nos vemos papá.
-Adiós Alan.
Salimos de su casa y subimos a mi auto, obvio lo trate como a una chica, le abrí la puerta del auto y esas cosas. Juro haber visto un pequeño sonrojo en sus mejillas cuando hice eso, me pareció tierno. Cuando me subí puse la radio sonaba algo de R3hab la canción se llama Won't Stop Rocking. No me gusta mucho la música electrónica o sus derivados pero esa canción era bastante buena, tenía un ritmo pegajoso, mire de rojo al pelirrojo quien tenía una sonrisa bien puesta en su rostro, por un momento pensé que era porque estaba saliendo conmigo, así que me atreví a preguntar.
-¿Por qué sonríes tanto?
-Bueno, pues... Es que esta canción me trae buenos recuerdos. -Respondió y ensanchó más su sonrisa. -Muy buenos recuerdos.
-¿Ah sí? -Dije y levante una de mis cejas. -¿Por qué?
-Porque con esta canción conocí a Austin. -Y aquí iba de nuevo el tal Austin.-
-Oh. -Me limité a responder.-
Después de eso ya no hable más, en serio me arrepentí de haberle preguntado, por un momento me había imaginado que si era porque saldría conmigo pero ¡No! Esa sonrisa era por su estupido novio, a quien no conocía, pero deseaba conocer y darle una buena paliza por tener a Alan.
¡Esperen! ¿Golpearlo por tener a Alan? ¡Por Favor! Ya estoy diciendo tonterías, como puedo decir eso sí ni lo conozco, solo han pasado tres meses desde que lo conocí, y en todo ese tiempo solo lo he visto unas cinco veces de las cuales medio hablo con él.
Alan no debería importarme en lo más mínimo.
Llegamos al restaurante, me baje del auto y me dirigí a su puerta para abrirla y tenderle mi mano ayudándolo a bajar. Le entregue las llaves al valet parking, caminamos hacia en lugar, en la entrada estaba la típica Hostess, sin duda alguna era hermosa, era alta, delgada, cabello largo, ondulado y castaño, de tez blanca y con un ojos color chocolate, ella podría tener a cualquier hombre que quisiera, pero a mí no, además de que no es de mi tipo, en fin.
-Buenas noches Sr. Biersack. -Dijo y me sonrió. -Ya está lista su mesa.
-Gracias Ciara.
-Por favor síganme. -Comenzó a caminar hacia nuestra mesa, iba solo a un metro de distancia.-
Alan iba a lado de mi mirando a todos lados como un niño curioso por algo que acaba de descubrir. Joder, además se veía tan pequeñito.
-¿Con qué Marlene eh? -Dijo Alan y me pico las costillas de forma juguetona. -¿Ya te acostaste con ella?
-No, y tampoco quiero. -Respondí seco.-
-Uy lo siento. -Después de eso, no volvió a hablar.-
Llegamos a nuestra mesa y por mera educación abrí su silla, este se sentó de mala gana. Ya empezamos mal, mierda como por mil. Marlene nos entregó los menús y se fue, Alan rápidamente se escudó en buscar algo para comer frunció su ceño por completo, creo que debía disculparme por cómo le respondí, es más ni yo sabia porque le había respondido de esa manera, si quería tratarlo bien y que cayera redondito ante mis encantos, debía esforzarme mejor y olvidarme de su noviecito.
Al menos por el tiempo que esta farsa fuera a durar.
-Alan.
-¿Uh? -Dijo sin mirarme.-
-Alan, mírame por favor. -Suplique.-
-¿Qué? -Bajo el menú y me miro serio.-
-Lamento responderte de esa manera, no era mi intención es que... -Dije cabizbajo, esperaba que me creyera. -Solo, discúlpame.
-Andy no es tu deber tratarme bien, solo eres mi vecino y nada más.
-Quisiera poder ser algo más. -Dije en un susurro.-
-¿Qué? -Preguntó y frunció su ceño.-
-Lo que oíste, que quisiera poder ser algo más que tu simple vecino.
-Sabes que tengo novio ¿Verdad?
-Si ya lo sé, pero ni él ni nadie me va a impedir conquistarte.
-¿Está cena es para conquistarme? Según tú.
-Nada de según yo, te voy a conquistar a como de lugar.
-No puedo. -Dijo y se levanto.-
-Alan. -Tome su mano, entrelazando nuestros dedos. -S-solo dame una oportunidad, no te estoy pidiendo más.
-Andrew yo quiero a Austin. -Dijo tan serio que juro que solo por esta vez cedería. -Y no creo que... No, de hecho, no quiero hacer algo así, lo lamentó. -Dijo y se fue.-
Vi como el pequeño cuerpo del pelirrojo se alejaba cada vez más hasta que lo perdí de vista, nuevamente me senté y me recargue en el respaldo de la silla, bufe por lo bajo, estaba completamente frustrado, enojado y todo lo que tenga que ver con esas cosas. Todo estaba yendo bastante bien, pero tenia que echarlo a perder por algo tan estúpido.
Como ya no tenía nada que hacer ahí me fui, le di las gracias a Marlene y pedí mi auto. Durante el trayecto estuve pensando en todas las palabras que le diría a Alan disculpándome, como dije antes, esta seria la primera vez que en la que me daría por vencido con alguien, si el pelirrojo no quería engañar a su novio no podía hacerle pensar lo contrario.
Incluso me sentía patético al darme cuenta de que no me estaba esforzando más, pero ni modo, era la primera vez que las cosas no me salían como yo quería.
Llegue a mi casa y aparque el auto en el garaje, antes de bajarme mire en dirección a la casa de Alan, ahí afuera estaba el pelirrojo con quien supuse yo, era su novio, al principio se veían muy tranquilo, pero luego de que el chico alto levantara los brazos parecía que estaban comenzado a discutir no quería darle mucha importancia al asunto, pero todo fue por un tubo cuando el tal Austin tomo a Alan de su brazo con bastante brusquedad, baje rápidamente y me dirigí donde ellos.
-¡Oye! Déjalo tranquilo. -Dije y me pare frente a Austin ¡Diablos sí que era alto!-
-¿Quién demonios eres tú? -Pregunto mientras fruncía su ceño, pero igual no soltó el brazo de Alan.-
-Nadie que deba interesarte, ahora déjalo en paz.
-Andrew... P-por favor vete. -Pidió Alan en un susurro.-
-¿Lo conoces Ashby? -Preguntó molesto el poste de luz, no obtuvo respuesta -Te estoy hablando Alan ¿Lo conoces?
-N-n...
-Si, si me conoce. -Camine hasta donde Alan y lo abrace por su cintura. -Es mi novio ¿Algún problema?
-¡Claro que hay un problema! -Gritó y se acercó mucho más. -Ese pelirrojo es mi novio.
-No hables de él como si fuera un objeto, porque no lo es.
-Como sea, Alan es mi novio.
-Que curioso, porque no me dijo nada, así que como no me lo dijo, lárgate y déjanos tranquilos. -Besé la mejilla de Alan, quien se puso más colorado.-
Austin miro molesto al chico a lado de mi pero no agrego más a su molesto repertorio, giro sobre sus talones y se fue echando chispas, el tipo irradiaba odio hacia mí persona pero lo único que importaba es que ya había dejado tranquilo a Alan, quien por cierto me alejo de su lado lo más rápido que pudo, lo mire un poco confundido, antes de que pudiera decir algo, estampo su mano derecha contra mi mejilla, aquello ardía como el mismo infierno, se acercó y comenzó a golpear mi pecho mientras lágrimas salían.
-¿Por qué dijiste eso Andrew? -Preguntó el pelirrojo, sus ojos estaban llorosos.-
-Porque te estaba lastimando, no iba a dejarte con ese loco.
-P-pero es mi novio, y-yo.... Dios mío. -Nuevamente se soltó a llorar.-
-Ya Alan, tranquilo, no pasa nada. -Tome su rostro entre mis manos. -Ven, vamos a mi casa, no creo que a tu padres les agrade mucho verte en este estado ¿O sí?
-N-no.
Con cuidado lo tome de su mano y caminamos hasta mi casa, el trayecto no era mucho pero el silencio si se hizo algo incomodo, cuando entramos lo senté en uno de los sillones mientras que iba a la cocina por algo de hielo y un vaso de agua, para cuando regrese se los entregue, quería que me explicara que fue lo que había sucedido, por lo que pude ver en la mirada de Alan aquella escena no era normal, más bien el comportamiento de su novio no era del todo normal. Supongo que esta fue la primera vez que actuó de esa forma y sino hacia algo rápido podría volverse algo habitual.
-¿Qué fue lo que sucedió Alan? -Susurre. -¿Por qué te atacó el tipo ese?
-N-no lo sé. -Respondió entrecortadamente. -Solo llegue y él ya estaba ahí.
-¿Le dijiste que ibas a salir? -Pregunté con cautela.-
-No. -Rasco su ojo derecho. -Él había dicho que no nos veríamos hoy, por eso fue que acepté tu invitación.
-¿Entonces qué hacía aquí?
-Según me quería dar una sorpresa, y... -No pudo terminar, volvió a llorar.-
-Vale, bueno pero ya pasó, lo que importa es que estás bien.
-Andy no entiendes, Austin no se quedará así tan tranquilo.
-Entonces debes hablar con él, porque esto solo fue algo de lo podría hacerte, y si dejas que las cosas sigan así, no sólo serán leves empujones, podría llegar a ser peor.
-L-lo se... P-pero es que Andy. -Me levante rápidamente de mi lugar y me hinque frente a él.-
-No me digas que lo amas, porque juro que te doy un zape. -Sonrió pequeño. -Y tampoco digas que son juegos de amigos, sabes mejor que nadie que eso es mentira, no puedes jugar así con alguien a quien dices amar, y mucho menos quererle cuando estaba apunto de golpearte. -Dije y besé sus nudillos, volvió a sonrojarse. -Mejor vamos a que duermas.
-¿Dormirás conmigo?
-No lo creo, te quedarás en la habitación de huéspedes.
-No Andy, por favor, quédate conmigo ¿Si? -Suplico el pelirrojo. -No quiero dormir solito.
No le respondí y subimos al segundo piso, entramos a mi habitación busque algo de ropa limpia, le entregue el pantalón de pijama y una playera cualquiera, con un débil gracias entro al baño para cambiarse, yo mientras deshice la cama ya dispuesto a dormir, luego de unos minutos escuche como se abría la puerta del baño y caminaba hacia la cama. Estaba ya casi medio dormido, cuando sentí sus brazos rodearme por completo colocando su mejilla en mi espalda, ante tal tacto una corriente eléctrica me recorrió por completo, haciéndome sentir algo en mí estomago, como una especie de cosquilleo, no le di mucha importancia y me di la vuelta para quedar frente a él.
-Gracias Andrew. -Dijo en voz baja. -Dulces sueños.
-Dulces sueños Alan. -Con mi dedo índice levante su mentón, sonreí pequeño y besé sus labios, Alan no tardó mucho en responderme el beso, sus labios eran suaves casi como la misma seda, además de que sabían delicioso, me separe un poco y lo abrace con fuerza.-