Annabeth PoV:
-¿Cómo que?- Siguió Leo. -¿Cómo pedirle a Calypso que salga conmigo esta tarde?-
-¿De qué me perdí?- Pregunté. Estuvimos solas menos de 5 minutos, ¿cómo es posible que haya pasado esto?
-No lo sé.- Dijo la ya nombrada.
-Te estoy preguntando si quieres venir conmigo hoy a una cita.- Dijo Leo.
Lo veo, lo veo, pero no lo creo.
-Esta bien.- Caly accedió con una pequeña sonrisa, aunque con su cara rojita.
Me siento muy feliz por ella, a pesar de que no me agrade mucho Leo, a ella le ha gustado, y parte del trato para que me ayudaran es que yo las ayudaría con los chicos que les gustan. A Piper si la ayudé, y más de lo que se puede imaginar, pero con Calipso ni siquiera lo intenté, lo que me resulta aún más impresionante. Creo que a Leo le gusta ella. No me extrañaría, porque ella es una chica extraordinaria, me gusta mucho la idea de que sea feliz. Sobre todo ahora que a Piper le está funcionando todo con Jason.
Ambas citas quedaron fijadas para la tarde, Piper y Calipso me pidieron que fuera con ellas y las ayudara a arreglarse, yo me negué rotundamente, puesto que también estaba esperando este día desde hace mucho tiempo, desde que supe que a Jason le gustaba ella. Así que me quedé en casa de los Grace toda la tarde, y junto con Thalia nos dedicamos enseñarle como tratar a una dama, como hacer para causar la mejor impresión posible, y a donde debe llevarla para que se sienta bien, en esa parte yo contribuí mucho más que mi amiga, dado que yo la conocía un poquito más.
Percy en cambio, fue con Leo a su casa para transmitirle su escaso conocimiento sobre como tratar a la chica ideal, a pesar de que tiene menos experiencia de la que le gustaría, sus palabras, no mías, pero obviamente me sonrojé cuando lo dijo, y mi querida amiga de aspecto muy punk, no hizo mucho más para ayudarme que poner énfasis en mi cara.
En fin, por más que lo intente no lograré cambiarla, pero no me importa mucho, soy muy feliz con ella así.
Ahora estaba en mi casa, junto con mis hermanos y mi padre viendo una película. Los chicos ya se habían ido, tenía mi teléfono a mi lado y estaba atenta a cualquier noticia de alguno de los 4.
-Iré a buscar mas palomitas. ¿Alguno quiere?- Pregunté.
-Nosotros.- Dijeron mis hermanos y papá al mismo tiempo.
-Papá.- Dije llamando su atención. -Está bien que ellos hablen al mismo tiempo porque tienen un pacto con el diablo, pero en ti no es normal.- Soltó una carcajada a modo de respuesta. Me dirigí a la cocina.
Mientras preparaba más palomitas, escuché que sonó el timbre y a mi padre gritar que él iría a abrir, por lo que no me preocupé.
Cuando volví a la sala, en donde pude ver a mis hermanos con cara divertida, la película pausada, y mi padre charlando con Percy. ¡Con Percy! ¿Qué es lo que estará haciendo aquí? Creo que ahora entiendo por que los gemelos tienen esa cara.
-¿Y no crees que una llamada habría bastado?-Preguntó mi padre. -Dudo que haya sido tan necesario que hayas viajado más de media hora para preguntar algo tan simple.-
-Pues así es, creí que a Annabeth le gustará más que se lo diga en persona.- Respondió Percy.
-¿Qué me gustará más?- Pregunté saliendo de mi escondite. ¿Mencioné que me había escondido de ellos? No, bueno, me escondí de ellos.
-Percy tiene la vaga esperanza de hablar contigo.- Dijo papá, y me lanzó una mirada cómplice, eso quiere decir que espera obtener mi ayuda, creo que aceptaré, será divertido burlarse de él.
-¿Y crees que lo consiga?- Pregunté, tratando de contener una carcajada. Vi su cara, y parecía decepcionado.
-Si quieres me puedo ir.- Dijo con evidente tono triste. Lo siento papá, pero él es más importante en estos momentos.
Lo tomé de la mano y me nos dirigí fuera de aquí.
-Traidora.- Escuché que mi padre me gritó. Solté una carcajada a modo de respuesta.
-Por favor dime que no es en serio lo que le dijiste a tu padre.- Me rogó.
-¿De verdad te lo creiste?- Pregunté incrédula. Asintió. -No te tienes que preocupar por algo así, el trabajo de un padre es hacer sufrir al novio de su hija. Tú no dejes que lo logre.-
-¿Cómo compensarás tu falta?- Preguntó con mirada perversa.
-¿Qué tienes en mente?- Aunque duela admitirlo, tengo miedo de lo que se le pueda ocurrir.
-Esto.- Susurró acercándose a mi boca lentamente.
Como se imaginarán, me besó muy tiernamente.
-¿Estoy perdonada?- Pregunté con una sonrisa cuando nos separamos.
-Déjame pensarlo... no, probemos con otro.-
Esta vez, fue un poco más apasionado, creo que esta es la primera vez que me besa tan intensamente, he de confesar que me encantó, es muy atrayente y embriagante. Yo tiraba de su cabello para acercarlo más a mí, sus manos en mi espalda también me acercaban más a él.
Poco a poco, comenzaba a mover las manos, cada vez más a abajo, pasando por mi cintura, y luego a mi cadera, pero no parecía tener intenciones de parar, comencé a preocuparme. Sé que él es mi novio y lo amo, pero yo por naturaleza soy muy conservadora, y esto no me gusta, me separé de él, y le dediqué una sonrisa para que no crea que me incomodó.
-¿Y qué venias a decirme?-
-Luego, ¿estás bien? Pareces algo incómoda.- Asentí.
-Si, estoy bien, no es nada importante.-
Me tomó de las manos. -Si te hace sentir incómoda, obviamente es importante... ¿es por lo que hice con mis manos?- Preguntó con tono preocupado, desvié mi mirada de sus ojos, no podía mirarlo ahora. -Annabeth, si es así por favor dímelo, sólo quiero saber.- Prácticamente me estaba rogando que le dijera. Asentí lentamente.
-Si no te molesta, prefiero poco a poco.- Dije en voz baja.
-Pero claro que no me molesta mi amor, lo único que quiero es hacerte feliz.- Levanté mi mirada y me topé con sus ojos que denotaban ternura.
-Gracias.- Dije con una sonrisa. -Te diré cuando este lista.-
-Hasta entonces no te presionaré.-
-Te amo.- Me lancé a abrazarlo muy fuerte. Juro a los dioses que no tengo idea que fue lo que hice para merecer a alguien como Percy a mi lado. -Por cierto, ¿a qué venías?-
-Cierto, casi lo olvido. Mi madre quiere hacer una cena para que te acerques un poco más a mi familia, y de paso agradecerte por invitarme la otra vez.-
-¿Cuando?- Pregunté con una enorme sonrisa, de verdad me animaba la idea de esta cena, me demuestra que de verdad soy alguien importante para él y lo feliz que está su familia sobre eso, no es que tuviera dudar, pero confirmarlo jamás está de más.
-Hoy, dentro de 2 horas y media.- Dijo revisando la hora de su teléfono.
-Pues dile que estaré encantada de ir. Espera un segundo.-
Fui corriendo a la sala donde aún mi padre y hermanos veían su película.
-Papá, ¿puedo ir a cenar en casa de Percy hoy?-
-¿Para qué preguntas si sabes la respuesta?-
-Para reafirmar mi papel de hija perfecta.- Dije con una sonrisa muy inocente.
-Ya eres la hija perfecta, ve, diviértete, sólo no llegues muy tarde.-
-Gracias.- Me acerqué a abrazarlo muy fuerte.
-Te voy a contar un secreto.- Susurró. -Me gusta el efecto que ejerce en ti, cada día te veo más feliz.- Yo sonreí. Me besó la mejilla, y dijo con voz normal. -Dile que si quiere puede acompañarnos mientra te arreglar, en eso tardarás mucho.-
-Claro.- Fui nuevamente a donde dejé a Percy. -Mi padre dice que vayas con ellos, al parecer piensa que me tardaré con mi ropa.-
-¿Por qué? Así te ves hermosa, igual que siempre.-
-Por favor deja que las clases que mi madre me obligó a tomar valgan la pena, tú espérame, vuelvo en un rato corto.-
-Okey.- Dijo, me dió un corto beso en los labios y fue a la sala con mi padre.
Yo fui a mi habitación para ponerme presentable para ir a ver a mi suegros.