BOUNDLESS. [Larry]

By VannStylinson

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❝ ¿Para ti qué es lo más importante, cuanto te amen o cómo te amen? ❞ » Trailer hecho por: frozenmoments h... More

BOUNDLESS
EPÍGRAFE + TRAILER.
I: Tienes que darte un respiro.
II: Bienvenidos a Harlem.
III: Tres corderitos en la cueva del lobo.
IV: Mueres por ocupar su lugar.
V: Comenzar desde cero.
VI: El principio de algo.
VII: ¿Qué gane el mejor?
VIII: Para ganar hay que perder.
IX: Poco a poco.
X: Como si nada hubiera pasado.
XI: Perfectos de alguna manera.
XII: Cuando todo es color rosa.
XIII: El Delfín de Nueva York.
XIV: Hombre muerto.
XV: Llámalo mágia.
XVI: Doy gracias por ti.
XVII: La llegada del invierno y algo más.
XVIII: Esta noche me quiero enamorar - Parte I.
XIX: Esta noche me quiero enamorar - Parte II.
XX: ¿De verdad lo conoces?
XXI: Prohibido quererlo.
XXII: La pureza es su debilidad.
XXIII: Extrañándote en silencio.
XXIV: Por ti, voy a arriesgarlo todo.
XXVI: Tropezando con la misma piedra.
XXVII: Sólo deja de llorar.
XXVIII: Dos Tomlinson, dos oportunidades.
XXIX: Si no puedes, no lo hagas.
XXX: Aquí vamos de nuevo.
XXXI: Tú eres asombroso.
XXXII: Nuestro propio universo.
XXXIII: Todo comienza aquí.
XXXIV: Forzada a ser una mujer.
XXXV: Strike Uno - Parte I.
XXXVI: Strike Uno - Parte II.
XXXVII: Strike Uno - Parte III.
XXXVIII: Promesas que no se pueden mantener.

XXV: Haz de mi corazón, un lugar mejor.

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By VannStylinson

Capítulo dedicado a: DubClaryBoo y lWorldLarryl. Con todo el amor del mundo<333





—Estoy seguro que mi madre nos asesinará a los dos si nos sorprende.

—No recuerdo haberle hecho algo, no sé porque me odia —Harry susurró en su oído, poniéndolo nervioso.

—Aléjate que me distraes demasiado.

Observó al ojiazul continuar, intentando abrir la puerta con discreción.

—No. De esta forma nos mantenernos calientes con este clima —replicó abrazándolo por la cintura, y recargando la barbilla en su hombro—. Te eche tanto de menos. —Aspiró su aroma profundamente.

—Harry, enserio que si no te alejas, jamás abriré esta puerta. —Louis ladeó la cabeza y lo miró de reojo, esperando que entendiera, pero lo único que pudo provocar en el rizado fue que éste besará su mejilla sonoramente.

—De acuerdo, nene.

Estaba comenzando a creer que haberlo invitado a su casa había sido una muy mala idea. Sí, actuó por impulso. Lo admitía, pero tenía la necesidad de platicar con Harry al instante. Claro que también quería mantenerlo cerca. Estaba completamente loco, pero no podía negar que lo único que quería ahora era compartir la cama con el mayor.

Jodidamente enamorado de él, pensó.

—Listo. —Exclamó sintiéndose orgulloso de su trabajo, nada pesado—. Ahora, primero pasaré yo, por si acaso. Subiremos las escaleras e iremos directo a mi cuarto. —Volteó hacia el rizado de nuevo—. Trata de ser lo más silencioso posible.

Harry rodó los ojos. Lo extrañaba, extrañaba al Louis mandón en su vida. 

Ambos entraron al hogar de forma sigilosa, casi como si fueran a cometer un delito. Vaya ironía. Louis miraba a todos lados, esperando que su madre saliera y los sorprendieran en pleno acto, pero incluso las luces estaban completamente apagadas, pues era de madrugada. Mientras subían los escalones, Harry no se privó del placer de observar la figura de su chico. Estaba completamente dichoso de volver a tenerlo para él, pues nadie podía comparársele.

—Deja de observar mi trasero y camina rápido. —Al oírlo, una risa casi silenciosa salió de sus labios, seguido de una ligera palmada en el trasero del menor.

Louis jamás pudo reprochar nada. Habían llegado a su habitación, y lo único que anhelaba era entrar a ella. Giró el picaporte, cuidando de que todo siguiera de forma sigilosa, pues la habitación de su madre era contigua a la de él.

—Mierda, eso fue más difícil que haber obtenido tu perdón —exclamó Harry cuando lo vio ponerle seguro a la puerta.

—No seas tan llorón —Louis recargó su espalda en la puerta—. Puedes ponerte cómodo, si quieres.

— ¿Significa que pasaré la noche aquí? —Harry se sentó en la orilla de la cama.

—No creo haberte traído a las dos de la mañana para que platiquemos y te vayas a casa, ¿cierto?

—Olvidaba lo torpe que puedo ser a tu lado —le sonrió, sabiendo que eso hacía sentir bien a su novio. 

Lo primero que hizo fue quitarse las botas que estaban matándolo del cansancio. Había tenido un día muy pesado en el bar, una pelea entre dos estúpidos borrachos por una simple prostituta que ni siquiera era lo suficientemente buena como generarle mayores ganancias que problemas. Pero eso fue lo mejor de la semana, si lo comparaba con las demás actividades que realizó a lado de su tío.

Recordó, que si la madre de Louis lo mataba a él por regresar por su hijo. Seguramente, su tío lo castraría, antes, por lo mismo.

— ¿Vas a dormir con ropa? —Louis lo sacó de sus pensamientos cuando se acercó hasta estar frente a él.

El castaño ya se encontraba con su bóxer y una pequeña playera sin manga. Esperando a que Harry dejará su estado de ausencia, y terminará. Harry le sonrió cuando lo vio así: con sus gruesas piernas, llenas una ligera capa de vello, al descubierto; sus caderas bien enmarcadas por ese bóxer de licra y la ligera playera;  y sus clavículas, tan hermosas y perfectas.

Él era, por mucho, más desvergonzado y atrevido que Louis. Por lo que terminó desprendiéndose de su ropa rápidamente, para quedar en bóxer.

— ¿Por qué me has invitado a pasar la noche? —Preguntó, alzando su mirada para conectar con los ojos celestes del chico que estaba parado.

—Quiero darnos otra oportunidad —Louis pronunció—. Quiero respuestas a todo lo que ha rondado por mi mente desde que nos separamos. —Despeinó los rizos de Harry con cariño—. Vas a contármelo todo, ¿cierto?

Harry asintió, pensando seriamente en qué hacer si Louis lo acorralaba con graves preguntas. 

—Ven conmigo.

Tomó la mano que se le fue ofrecida y se levantó para seguirlo hasta el otro lado de la cama. Louis lo soltó para poder acomodarse en la cama, dejando el espacio suficiente para que Harry se recostará a su lado.

—Tengo miedo de lo que me vayas a preguntar —admitió cuando se acomodó con su brazos detrás de su cabeza, mirando hacia el techo.

—Sé lo que eres, sólo necesito detalles.

— ¿Vas a dejarme de nuevo?

—Voy a tratar de entenderte, y mantenerme a tu lado al mismo tiempo —Louis decidió ponerse de lado y recargar su cabeza en la palma de su mano.

—Comencemos con el juicio, entonces.

—Verdaderamente, ¿qué pasó con tus padres, Harry?

Frunció el ceño de inmediato, sabía que Louis quería enterarse de todo, pero esa pregunta del principio fue un poco difícil.

—Murieron, ya lo sabes —respondió entre dientes.

Hablar de su madre era algo muy sagrado para él, demasiado en realidad.

Ella era lo mejor que había tenido en su vida, y no solía mencionarla, pues recordarla lo hacía sentir como volver a mancharla con la jodida vida que le tocó. Su padre era cosa aparte, de él podía hablar hasta dejarlo hecho una mierda, esperando que se retorciera en su tumba. Lo único que odiaba cuando hablaba de él, es que se trastornaba y después no tenía con quien desquitar su coraje.

—No es suficiente para mí —Louis protestó, enojado por la poca cooperación que Harry mostró—. No podremos continuar si vas a tener esa actitud.

— ¿Qué otra información necesitas? —Oyó como chascaba la lengua, mostrando su desagrado.

—Harry...

—Ella era una mujer, muy agradable y cariñosa. —Al final, el chico de Harlem, terminó por ceder—. Vivíamos en Harlem; nunca fuimos una familia con muchos recursos y ella trabajaba lo bastante duro en el centro comercial para poder llevar la comida a casa. Era todo mi mundo. Puedo jurarte que los momentos más felices son a su lado.

— ¿Cuál era su nombre? —Louis preguntó curioso.

—Anne. —Harry sonrió involuntariamente al decirlo, claro que Louis no pudo notarlo—. Anne Styles.

Louis guardó silencio.

Comprendía que ese tema era delicado para su novio, por eso necesitaba mostrar el respeto debido. Algunas veces el silencio era el mejor consuelo.

—Cuando tenía como once, le empezaron a dar dolores estomacales intensos. —Harry continuó—. Algunas veces faltaba a trabajar porque el dolor no la dejaba continuar, pero nunca borraba la sonrisa en su rostro cada que me veía; trataba de ser fuerte. Yo aún era un niño y no sabía mucho sobre eso. Además no teníamos el dinero suficiente para gastar en un estúpido doctor.

— ¿Tú padre no les ayudaba en nada?

—Él siempre fue todo un hijo de puta, pero hasta que mi madre enfermó fue cuando las cosas se fueron a la mierda.

Notó que cuando Harry hablaba de su madre parecía que hablaba de un ángel. Pero al hablar de su padre era como si fuera el mismo diablo.

—Puedes parar ahora, si eso te altera —repuso demasiado tarde.

—Querías saber todo, ahora te contaré todo —Harry no dejaba la posición en la que se encontraba—. Mi padre comenzó a beber más, se metió en las drogas y las apuestas. Era un infierno vivir con él mientras yo ilusamente trataba de curar a mi mamá con medicinas baratas. Sentía alivio por ratos, pero después el dolor regresaba peor. Mi padre jamás nos daba para nada y entonces sufrimos constantemente por el dinero que faltaba en casa. Eventualmente, despidieron a mi mamá y fue como quedarnos en la ruina.

—Lo siento tanto, Harry.

—No quiero que sientas lastima. No te cuento esto para que lo hagas, sólo para que te enteres porque estoy donde estoy —Harry estiró uno de sus brazos, hasta alcanzar a Louis y rodearlo con él—. Él nunca tocó a mi madre, o yo mismo lo mataba, pero prefería entretenerse conmigo. Era su saco personal de box cuando buscaba dinero y no encontraba.

Louis mordió su mejilla internamente, dolido por lo que estaba escuchando ahora mismo; imaginó muchos escenarios respecto a la vida de Harry, pero todo era incomparable respecto a cómo se lo estaba contando en ese momento.

Involuntariamente, recordó la historia que le contó en año nuevo. Cuando su padre ponía a pelear al perro que tenían; se le encogió el corazón, una vez más.

— ¿Tú mamá murió por esos dolores?

Harry asintió.

—Resulto que tenía cáncer de estómago —hablo de forma más tranquila—. Nos dimos cuenta demasiado tarde de ello. Cuatro meses después, ella se fue, porque el tratamiento era incluso más caro que el anterior. Lo que más me duele es haberla visto sufrir, tanto por el cáncer como por mi maldito padre. Esa mierda me pegaba enfrente de ella, nos quitaba el poco dinero que mi tía nos mandaba, y llevaba prostitutas a la casa. Mi mamá estaba destrozada, al final creo que lo que más la acabo fue eso, ver el infierno en el que vivíamos.

» Respecto a mi padre, cuando mamá murió, empezó a vender todo. Yo ya era un adolescente pero no podía irme aún de casa. Sólo eso me recordaba a mi madre. Tenía catorce y ya trabajaba en una barbería, limpiando. Volver a casa era un dolor de cabeza, era vivir con la mierda. Cuando por fin murió, sentí rabia, porque el carbón no había sufrido lo suficiente.

—No digas eso —Louis suspiró—. Era tu padre.

Al menos, Harry no lo mató.

—No, él no era nada y me alegro de haberlo visto morir. Retorcerse mientras la maldita sobredosis de cocaína acaba con él.

Un gemido de sorpresa salió de su boca.

— ¿Tú pudiste ayudarlo?

Okay, muy indirectamente contribuyó a su muerte.

—Claro que sí, duro unos quince minutos en el piso sucio de mi sala y pude ver en sus ojos el miedo de morir, pidiendo ayuda al único hijo que tenía —dijo Harry como si le satisficiera recordar su muerte—. Estaba lo bastante ido como para creer que yo iba a ayudarle, o incluso hablar a una ambulancia. El estiró su mano hacia mis pies con piedad, y yo sólo le sonreí un poco.

—Era tu padre —Louis tenía la mirada perdida, hablando forzadamente—. Era tu padre y lo dejaste morir.

Él hubiera dado lo que fuera por poder haber ayudado a salvar la vida de su papá. Hubiera dado incluso su vida por salvarlo de ese estúpido accidente en auto que le quitó la vida, pero Harry no era así. El disfrutó ver morir al hombre que le dio la vida. Y eso era algo difícil de entender. Mierda.

— ¿Vas a dejarme ahora? 

Parpadeó varias veces, saliendo del pequeño trance. Era la segunda vez que Harry le preguntaba lo mismo. Tragó saliva, listo para decirle lo que iba a decir.

—Seguramente, fue una muerte justa —sentenció. Impresionado por lo que acababa de decir. ¿Muerte justa? El padre de Harry era horrible, pero no estaba seguro de que lo que dijo fuera justo.

—Créeme, nunca hubo una muerte más justa —Harry secundó—. Y bueno, desde que mi madre murió, yo prometí que el dinero jamás iba a ser una necesidad en mi vida. Iba a conseguirlo a como fuera lugar,  incluso si eso significará robar.

— ¿Crees que tu mamá hubiera deseado eso para ti?

—Mi mamá quería que fuera un defensor de la justicia —contestó burlón—. ¿Me imaginas? ¿Yo defendiendo a la gente y metiendo a la cárcel a tipos como yo? No lo creó. A penas pude terminar la secundaria.

— ¿De verdad?

—La mayor parte de mi intelecto se lo debo a  la calle donde termine de criarme,  o al negocio de mi tío. Aprendí a cómo administrar un negocio, sacar ganancias y convencer a la gente.

Louis matándose por estar en una buena Universidad y conseguir un título, cuando Harry ya era dueño de un maldito bar de prostitutas. Puede que no era el mejor lugar, pero era un tanto emprendedor.

— ¿Tú tío te ofreció ser parte de sus cosas, o tú lo pediste?

—Mis tíos regresaron de Inglaterra poco después de que mi madre murió —Harry empezó una nueva historia—. El padre de Perrie trajo sus sucios negocios acá y al verme tan vago, mendigo y mugroso, me ofreció un lugar. Acepté y deje la escuela tiempo después. De hecho, nos reclutó a mí y a Zayn al mismo tiempo. Empezamos desde abajo, hasta que unos dos años atrás nos dejó poner el bar. Donde imaginarás, también sirve de cortina de humo para algunos negocios.

— ¿Y cómo hace para poder evitar a la autoridad? —Louis se sorprendió así mismo cuando mostró un poco de interés.

—Tiene una empresa que sirve para lavar dinero. Es una constructora, además de que invierte mucho dinero en otros negocios supuestamente legales, al menos más que el suyo, y es un excelente filántropo que evade impuestos de manera muy astuta. 

Se sorprendió un poco con esas declaraciones.  Era como una verdadera película de mafia.

—Es un poco complicado explicar todo de una sola vez, poco a poco puedo contarte más.

Asintió, pensando que era lo mejor, pues tampoco estaba deseoso de saber todo sobre ese mundo. Una cosa que sabía era que mientras menos supiera, menos sería su involucración en ello.

Lo mejor sería cambiar de tema.

— ¿Qué hay de Hiroshi?

—Oh, a él lo conocí en Oncología —respondió, como si fuera un buen recuerdo en su vida—. Vivía en Manhattan, pero nunca nos habíamos cruzado antes. Su madre tenía cáncer en el seno, y pues ahí comenzó la amistad. Los dos llevábamos a nuestras madres a consulta. Cuando Anne murió, solía quedarme algunas noches en su casa. Es el mejor hombre que pude haber conocido en mi vida.

— ¿Y su madre también murió?

—No, para nada. Ella se recuperó —aclaró—. Se mudaron después de un tiempo.  Fue un poco duro, después de tres años compartiendo prácticamente todo.

—Sí tu mejor amigo se va, estoy seguro que es algo horrible.

—Me invitó a irme con él, pero no podía dejar mi vida en Manhattan atrás. Yo pertenecía aquí, y por mucho que hubiera querido ir, todo me perseguiría. Desde los buenos recuerdos, hasta todo lo que había hecho. Además, de una manera u otra, todos en Harlem también era mi familia.

—Tal vez el destino te tenía algo preparado aquí.

Pensó que las palabras que acababa de decir Louis, eran ciertas.

—Eras tú lo que me tenía preparado el destino. —Acarició su brazo con los pulgares—. Por eso es que te necesito a mi lado, Louis. Necesito algo a lo que aferrarme, algo bondadoso como tú.

Louis se alegró. Harry era bueno, estaba seguro de eso. Incluso no solía cometer verdaderos delitos, pero la vida que llevó después no fue la mejor. Podía entenderlo un poco mejor. Tuvo las posibilidades de alejarse de la mala vida, pero prefirió continuar, y ahora no había marcha atrás. Sólo quedaba enfrentar las consecuencias de sus decisiones pasadas y enfrentar su futuro.

Quería ayudarlo a ser mejor. Alejarlo de tantas cosas que podían dañarlos a ambos, e iba a intentarlo. Sí Harry se comprometía, él también lo haría.

—Prométeme que intentaras salir de eso, Harry. —Rogó—. Sé que aún no es el momento e incluso es difícil, pero en cuanto puedas, quiero verte lejos de eso. Sólo así estaré completamente tranquilo de estar a tu lado.

—Voy a hacer lo posible porque nada de esto te afecte. —Eso por el momento, era la única promesa que Harry podía decirle. 

Y tuvo que aceptarlo, o de lo contrario tendría que volver a dejarlo.

Sólo tenía fe en que las cosas iban a salir bien entre ellos. Que si estaban ahora juntos de nuevo, era porque tenían una segunda oportunidad para comprobar que podían enfrentar y aceptar las desventajas de cada uno. Convirtiéndose en una verdadera pareja que entrega todo, sin miedo a ser lastimado.

Iba a vivir una verdadera relación con el muchacho, tal y como Hiroshi se lo había planteado. Seguramente Harry continuaría dándole un toque diferente a su vida. Más pasión y aventura.

—Voltéate.

— ¿Qué? ¿Por qué? —Harry lo miró curioso—. ¿He hecho algo mal?

Louis se apresuró a negar.

—Quiero ser la cuchara grande esta vez —susurró después de depositar un ligero beso corto en su lampiño pecho. 

Harry asintió, complaciéndolo como siempre. Era gracioso recordar que la primera vez que hicieron la cuchara, Louis ni siquiera sabía que era, y ahora estaba dispuesto a hacerla con él. No podía pedir más, pues después de todas las confesiones que le había dado, Louis seguía queriéndolo a su lado. Nunca había sentido tanta felicidad en alguna relación, no quería depender de ello, pero era inevitable.

Cuando se recostó de lado, sintió las manos de Louis en su abdomen, y su pierna encima de su cuerpo, acercándose lo mayormente posible.

—Gracias por lo de hoy.

—Temo que te arrepientas al amanecer, te he contado lo peor de mí y no sé si puedas asimilar seguir conmigo.

—Estoy enamorado de ti —Louis afirmó—. No puedo dejarte ir. Has prometido hacer lo posible por salirte de eso, y confió en que no me defraudaras. Te entiendo ahora, y estaré a tu lado.

—No te merezco, o mejor dicho, no me mereces —Harry habló sintiendo el aliento caliente de Louis cerca de él—. Mereces algo mejor que yo.

—No me interesa, ya nos hemos separado antes y me he sentido fatal. No quiero que eso pase de nuevo, Harry Styles.

La mano de Louis comenzó a vagar por su abdomen; los pequeños fríos dedos pasaban por la piel desnuda, haciéndole sentir un rico hormigueo. Necesitaba sentir esas caricias más a menudo. Sí, necesitaba demasiado a Louis. Podía realmente sentirlo, sentir que estaba dentro de su corazón ahora.

— ¡Hey! —Dijo sorprendido cuando la mano del ojiazul bajo hasta su miembro, rozándolo por encima del bóxer.

—También extrañe esto.

Le contestó Louis de la manera más sensual que había escuchado. Y terminó dejando todo bastante claro cuando metió su mano dentro del bóxer, sobrepasando el elástico para poder sentir su piel de forma directa.

La erección de Harry comenzaba a crecer.

Incluso, enmudeció por dos razones: el descaro con el que Louis había hablado, poco característico de él; y por lo bien que esa delicada mano estaba ahora envolviendo su miembro.

— ¿Me extrañaste tú?

—En todos los sentidos, mi amor —gimió e intento voltearse para tener más contacto.

—Tranquilo. Quiero que las cosas sean así, sólo por hoy.

Louis continuó en la misma posición. Su mano estaba subiendo y bajando por toda la longitud del mayor, apretando en contadas ocasiones, justo como él hacia cuando se masturbaba. Le encantaba el miembro de Harry, tan duro y grueso, no era algo muy fácil de decir, pero es lo que sentía.

Harry tenía algunas venas que sobresalían en su carne, y Louis las pudo delinear con su índice a pesar de la incomodo postura en la que estaba para masturbar a alguien de forma correcta.

Bajó la mano hasta los testículos del mayor, sacándole maldiciones cuando comenzó a sobarlos y apretarlos. Estaba torturándolo gracias a la tranquilidad con que hacia cada movimiento. Escucharlo gemir con su voz áspera, era genial.

— ¿Te gusta cuando actuó así? —Cuestionó sin dejar de jugar con sus testículos—. Creo que estoy mejorando.

—Me has tomado por sorpresa, nene —Harry contestó con la voz entrecortada—. Pero apreció tus manos ahora mismo.

El castaño continuó con la masturbación de su novio. Regresó a envolver el miembro lo más que pudo; sintiéndolo cada vez más duro y grande entre su mano.

—Folla mi mano, finge que estas dentro de mí.

Harry se atragantó un poco con su saliva.

Ese definitivamente no era el Louis que conoció en Harlem. No eran palabras que le hubiera dado con anterioridad. Y si el tiempo que se habían dado sirvió para que fuera un poco más lascivo, bienvenido.

Louis apretó su glande con el fin de incitarlo.

Pocos segundos después, las caderas de Harry comenzaron a moverse de forma lenta. Louis sólo dejo su mano de la misma manera, sintiéndose satisfecho con la carne de Harry frotándose en ella.

— ¿Se siente mejor que en el Palace? —Se alzó lo suficiente para llegar al lóbulo del mayor y morderlo.

—Casi tan bueno.

Sonrió.

No sabía de donde había salido esa pequeña parte de él. Pero en realidad quiso hacerlo; darle placer a Harry y recordarle porque seguía siendo lo mejor.

Podía ser mandón, quisquilloso, difícil de complacer y muchos más malos adjetivos. Sin embargo, también era cariñoso, comprensivo,  dedicado y ahora, un tanto obsceno. Cosa que estaba seguro, Harry agradecía.

Había escuchado los ruidos que Harry hacia al tener sexo sólo una vez, pero estaba bastante seguro que el chico no tardaría mucho en acabar. Los movimientos de sus caderas fueron cada vez más rápidos; esta vez, follando con dureza su mano, intentando tener la mayor fricción posible. Lo único que pudo hacer fue apretar más el agarre.

—Córrete pensando sólo en mí, Harry.

El aludido se deshacía en gemidos cada vez más escalándooslos, sin importar que la madre de Louis estuviera en la siguiente habitación.

— ¡Oh, Louis! —finalizó con ello.

Llegó al clímax, sintiéndose como en el paraíso. Echó su cabeza hacia atrás y cerró sus ojos con fuerza; disfrutando y deseando que esa sensación increíble durará más de lo debido. Se corrió en toda su pierna, manchándose por completo después de una gran estimulación.

Louis no perdió ningún segundo cuando con su dedo recogió un poco de semen del mayor. Harry creyó que iba a tragarlo, pero después de abrir sus verdes orbes, notó que la mano de Louis estaba enfrente de su boca.

—Chúpalo.

Creyó que estaba bromeando, pero Louis no dejaba de acercar su pulgar. ¿De verdad que ese era Louis Tomlinson?

—Estas un poco cachondo y descarado, Louis —comentó antes de meter el pulgar a su boca y limpiarlo. Gozando el sabor de su propio orgasmo y complaciendo a Louis.

Sabía agrio y salado, pero lo disfrutó.

—Todo por ti.

—Debo pagarte ahora —sentenció.

—No, no quiero eso —Louis dijo de inmediato—. Sólo quería que te sintieras bien. Después de todo, lo hice porque también deseaba que sintieras placer, Harry. No quiero que me pagues nada.

—Creo que en realidad, soy afortunado de haber encontrado a alguien como tú —Harry afirmó cuando su respiración se tranquilizó—. He intentado con muchos, pero nadie se compara contigo. 

Cerró sus ojos, pensando que era el tipo de tranquilidad que le hacía falta en todos esos años. Louis era la pieza que se ajustaba perfectamente a él, que le hacía querer quedarse a su lado por siempre. Iba a luchar por él hasta el final, sin importar nada.

Lo quería, extraordinariamente lo hacía. Y Louis también estaba enamorado de él.

Era dichoso y afortunado; aunque no todo era color de rosa. Era lo suficientemente inteligente como para saber que no era el mejor momento para que alguien se enamorará de él; al menos no ahora que su tío quería dejarlo a cargo del negocio, cosa que decidió no contarle al ojiazul.

Sin embargo, estaba decidido. Por ningún motivo iba a permitir que alguien lastimará a Louis.

Finalizó entrelazando su mano de nuevo con la del menor, poniendo ambas en su pecho. Y antes de que ambos se rindieran al cansancio, escuchó perfectamente las palabras de su novio.

—Feliz cumpleaños atrasado, Harry.

Se quedaron dormidos sin importar la suciedad en el cuerpo de Harry. Louis continuó el resto de la noche haciendo un estupendo trabajo siendo la cuchara grande; Harry se sentía totalmente abrigado por sus brazos y piernas.











N/A:  Hey, nuevo capítulo, un tanto informativo, jaja. Espero les haya gustado.

Actualizaré pronto(: Y muchas gracias por su apoyo, como siempre <33

Besos, abrazos y bendiciones.

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