La Melodía de Aura 1 - Prelud...

By LenaMossy

534K 56.4K 10.4K

Aura terminó con su amor de la infancia la misma noche en que habían decidido mudarse juntos a la capital. Es... More

♡ AVISOS ♡
♡ Sinopsis ♡
❀ Dedicatoria ❀
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12
Capítulo 13
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49
Capítulo 50
♔ Obsidiana ♔

Capítulo 14

7.8K 1K 147
By LenaMossy

Antes de pasar al capítulo quería agradecer a las personas que se toman el tiempo de leer y votar; es gracias a ustedes que la historia continúa. 

Lena

☆★☆

La mayoría de las personas odian los lunes, en mi caso el peor día de la semana es el domingo y es gracias a mi familia.

Voy arrastrando los pies hasta la cocina, consumida por un enorme bostezo, cuando añado un punto más a los horribles domingos: Minerva está ahí. Me ha escuchado, pero está arrodillada anudando su zapatilla deportiva y alcanzo a ver lo que parece un tatuaje en la espalda, asomándose por debajo de la blusa.

¿Qué pasó con esas épocas donde nadie llevaba tatuajes?

—Buenos días —saludo frotándome la cara.

No planeo ser la bruja maldita que interviene en la extraña relación que tienen.

—Hola.

Se incorpora y gira hacia mí, viste un ajustado atuendo deportivo que no esconde el abdomen plano. Necesito controlarme para no poner los ojos en blanco y gritar que alguien le entregue el título de Miss Universo a esta mujer.

—Sólo estoy esperando a Dimas.

—Claro —murmuro.

Voy hacia la alacena y saco mi caja de cereal nueva o eso creí porque ya está abierta... Suspiro, no sé si me acostumbraré a que alguien se pasee por mi casa, así se trate de Dimas, y mucho menos con Minerva; no creí que ella viniera al departamento.

—No encontraba una liga de cabello.

Es Dimas y lo miro sobre el hombro...

¡Por Oz! Está sin camisa y con un pantalón deportivo resbalado sobre la cadera. Veo por primera vez el tatuaje que es más grande de lo que creí. Los tentáculos de Cthulhu (1) abarcan su pecho y el resto del dibujo baja desde el hombro hasta el brazo. Es muy detallado, una verdadera obra de arte y me obligo a regresar mi atención a mi cereal súper interesante antes de comenzar babear.

Vuelvo a preguntarme... ¿Por qué siente celos de Eric? Por el cuerpo no es, Dimas está...

—¿Te despertamos? —pregunta a mis espaldas, pero no me atrevo a girarme y menos con la tarada de Minerva observando.

—No, tengo cosas qué hacer.

Un momento de silencio en el que aprovecho sacar la leche del refrigerador, intercambian una mirada incómoda. Dimas se coloca una playera holgada.

—¿Crees que podamos hablar al rato?

Dimas desciende su mirada celeste sobre mi cuerpo, parece disfrutar de que use mi pequeño pijama sin sujetador debajo.

—Estaré ocupada —contesto y es verdad, pero además quiero parecer muy indignada.

Él parece comprender que no conseguirá más de mí.

—Vamos a salir a correr —explica sin que le preguntara—. Hemos descubierto un gimnasio cerca, pero no abre los domingos.

—Deberías acompañarnos —dice Minerva—. Creo que te hace falta un poco de ejercicio.

¿Quién inventó los domingos?

Sosteniéndole la mirada a la tapatía, abro el congelador y saco un recipiente de helado napolitano que dejo sobre la mesa.

—Estoy bien, gracias.

Minerva ríe y encoge los hombros cuando Dimas la observa con aparente molestia. Ella sale del departamento, con su contoneo de caderas exagerado, y mi ex novio permanece un instante más adentro. Decido ignorarlo, le doy la espalda concentrándome en lavar un plato hasta que lo escucho cerrar la puerta al irse.

Me froto la cara, he perdido el poco apetito que tenía, y al consultar el reloj descubro que casi es mediodía; si no me apresuro llegare tarde al almuerzo más odiado de la semana.

Es asombrosa mi habilidad para complicar una vida tan sencilla como la mía.

☆★☆

Mi cabeza es un desastre colosal y termino tomando la calle en donde viven los padres de Marina. Me percato demasiado tarde y no puedo meter reversa porque hay otro automóvil detrás de mí...

Un taxi del aeropuerto...

El corazón galopa en mi pecho cuando lo veo detenerse frente a la casa de Marina, en el espejo retrovisor descubro una mata de cabello castaño claro despeinado sobre una de las puertas que acaba de abrirse.

—No, no, no... —repito incansablemente.

Piso el acelerador hasta el fondo y doblo en la esquina sin percatarme de que otro auto viene sobre la calle. Escucho el chillido de las llantas sobre el asfalto y acelero más intentando escapar del casi inminente golpe; cuando lo consigo, me estaciono una calle después y escucho todos los insultos de la mujer que iba en el automóvil con el que estuve a punto de estrellarme.

Las manos tiemblan sobre mi regazo y no puedo pensar con claridad. Mi garganta se seca y un sudor frío cubre mi frente. Es él, es León y sé que reconoció mi automóvil. Sacudo la cabeza, puede interpretarlo de mil formas y ninguna de ellas sería la correcta... ¡Fue un error! ¡Una vuelta equivocada por estar pensando en otras cosas y todo se fue al demonio!

No puedo hablar con él. Llevamos más de tres meses sin hablar... ¡Es mucho tiempo...! ¿O no...? Dejo caer la frente contra el volante y suelto un quejido lastimero... ¡Claro que no! ¡Tres meses son nada!

¿No pudo voltearse su góndola y morir ahogado?

Soy la peor persona del mundo por pensar eso, pero no sé de qué otra forma conseguir que mi cuerpo no quiera regresar hasta él como si fuera un imán diseñado para cada parte de mí. Hay una enorme brecha de dolor entre nosotros, una grandísima y que comprendió demasiadas cosas sobre nuestras vidas.

A veces, creo que soy adicta al dolor. No uno físico, pero sí a uno emocional y que sin éste no consigo subsistir. Estoy jodida.

☆★☆

Mi hermana está embarazada, de nuevo. Es la mejor noticia del mundo mundial para todos, menos para mí; me recuerda mi abrumadora soledad. No obstante, no quiero arruinar la celebración con mi cara larga y logro sonreír de manera automática durante la larga reunión que se extiende hasta la tarde. Por otro lado, la noticia ha hecho que nadie sienta ni la más mínima curiosidad sobre mi vida, me alegra porque no sé cómo tomaría mi madre que ahora trabaje en un bar así sea uno como Arabella.

Mi hermana le dio la noticia a su esposo la noche anterior al dejarle una ropa para bebé sobre su almohada y han llamado a un reportero de Plan C para que nos fotografíe. Me alegra haber dejado de trabajar en una revista de sociedad, donde todos sonríen escondiendo lo que en realidad sienten, y hablan sobre lo maravilloso que es ser ellos mismos, justo como está haciendo mi hermana en la entrevista.

Cuando empecé a salir con Dimas, muchos años atrás, mi madre estaba feliz por su apellido. Algo idiota, pero es casi una regla que las personas con apellidos libaneses posean dinero, grandes imperios empresariales o cuantiosas herencias. A ella le fascina leer esas revistas de sociedad donde la mayoría tiene un apellido extranjero y adora a su actual yerno porque, en efecto, tiene el segundo apellido de origen libanés. Jaime, el esposo de Úrsula, es muy amable y no le interesan esas cosas que a mi familia sí.

Dimas ha perdido todo eso, pues fue desheredado cuando decidió marcharse a estudiar música. Tiene dos hermanos con quienes tampoco tenía una buena relación y que, deduzco, ahora es nula; para ellos fue una excelente noticia que Dimas fuera desheredado, pues así su herencia aumenta.

Mérida es pequeña, si no tienes precaución tu vida termina en boca de todos.

El reportero de Plan C es nuevo en la empresa así que no me conoce y me quita otro peso de arriba. No obstante, sugiere un par de fotografías con mi hermana y es imposible negarme sin arruinar la celebración.

Nadie percibe el río desbocado de pensamientos que se agita en mi cerebro hasta mezclarse con la sangre que circula por mis venas. León está en la ciudad, luego de su luna de miel, y acabo de verlo, es... lo peor que podría pasarme. Casi siento flaquear toda la fuerza de voluntad que reuní para mantenerme apartada, y es que ahora no puedo ni refugiarme en casa sin que la voz de Dimas me confunda más.

¿Puedes enamorarte dos personas? Me encantaría saberlo y así aclarar la mente. Pero cualquiera que fuera la respuesta, no puedo acercarme a ninguno de ellos. León está casado y Dimas... no sé qué pasa por la mente de él, no sé lo que intenta o lo que yo misma quiero de nosotros. Fue mi mejor amigo por tantos años, el único refugio que tenía para esconderme de la tormenta de mamá. El chico que me abrazaba y cantaba al oído antes de dormir, su recuerdo cada día es más intenso, cada noche más doloroso...

☆★☆

Detesto mirar cada cinco minutos hacia la puerta del bar esperando ver entrar a León. Lo correcto habría sido hablar con Federico y decirle que existía la posibilidad de que su sobrino se pasara por aquí para incomodar, pero no reuní el valor para hacerlo.

Sofía sospecha, me llamó cuando iba llegando al bar antes de que éste abriera; he sido tan vaga en mis palabras que ha insistido en salir de compras para platicar un rato.

—¿Sabías qué...?

—No hoy, Karina —sentencio con voz fría—. Te juro que hoy podría sacarte los ojos con un lápiz si me enojas.

La mesera me mira estupefacta.

—Puedo acusarte con Federico por eso.

—Y todos me creerán a mí —sonrío—. Así que hoy no.

Karina abre la boca con sorpresa, pero parece pensárselo mejor y se marcha con los puños apretados; aquello me traerá problemas después.

Los domingos la banda sólo toca poco más de una hora, con un receso de quince minutos, y el resto del tiempo está a cargo de un disc jockey. No he prestado mucha atención a Dimas sobre el escenario y no porque pueda ignorarlo sin problemas, sino porque me obligo a concentrarme en mi trabajo. Los pocos segundos que me he permitido observarlo me han dejado anonadada, deleitándome con la soltura que ya posee al moverse de un lado al otro del escenario con el micrófono; sin embargo, se convierte en una persona irresistible al tocar la guitarra y cantar al mismo tiempo, parece transportarse a un lugar muy lejano consumido por todo el sentimiento que deja en cada palabra.

Los chicos de la banda ocupan la mesa del rincón más alejado con varios amigos que no conozco, aunque he visto a un par que estudiaron con Dimas y conmigo. Él presenta a Minerva y es suficiente para no volver a observarlos el resto de la noche.

Permanezco en la caja coordinando el orden de las mesas y las cuentas que me piden los meseros, es bastante fácil si intentas no prestar atención a nada más. Incluso me olvido de lo incómodo que es llevar zapatos de tacón y ni me percato del momento en que la banda se va del bar; el único que sigue por ahí es Eric, pero está platicando con una esbelta morena en un ajustado vestido negro. Al poco rato los veo partir y me hace un guiño antes de desaparecer entre la multitud.

Alguien se divertirá esta noche...

Me doy un ligero golpecito en la frente, no quiero pensar en nada de eso porque en los últimos meses el único consuelo que me queda son las novelas de romance.

☆★☆

Al llegar al departamento encuentro la minivan gris afuera, así como la motocicleta negra de Nicolás. Como sospeché, están sentados en la sala con hojas desparramadas sobre la mesa. Dimas sostiene una guitarra acústica y Minerva está a su lado afinando su violín negro con un diapasón.

—Buenas noches —bostezo sirviéndome un vaso de agua.

—¡Hola, Aura! —saluda Nicolás— Ya no tardamos, promesa.

Me encojo de hombros, estoy agotada y sé que caeré dormida apenas toque la almohada.

—¿Qué hacen?

—Componiendo una canción —contesta Minerva con asombrosa cortesía—. ¿Podemos quedarnos un rato más?

—Claro, también es casa de Dimas.

Evado la mirada celeste.

—¿Por qué no vino Eric? —pregunto al recordarlo con la chica.

—Dijo que estaba cansado —responde Gabriel.

No lo vi cansado, pero asiento.

—¿Hablaste con él, Dimas?

—¿Por? ¿Qué te dijo?

Él deja la guitarra recargada en el sofá y se levanta, metiendo las manos en los bolsillos de su pantalón negro. Tiene el cabello despeinado y un rizo cae sobre su frente invitándome a colocarlo detrás de su oreja; sacudo la cabeza apartando ese pensamiento.

—Lo que le dijiste ayer.

Los demás intercambian una mirada incómoda y fingen concentrarse en una de las hojas.

—¿Y te preocupas mucho por Eric?

Bebo de mi vaso de agua, sosteniéndole la mirada, y odiando que, aunque ya es lunes, la sombra del domingo continúa atormentándome.

—Basta ¿Sí? —digo recurriendo a toda la tranquilidad que consigo reunir—. Por favor.

—¿Basta qué?

—De tus celos —contesto y alguien se atraganta con lo que está tomando, pero no sé quién ha sido—. Si quieres sentir celos que no sea por un amigo que ha estado ahí cuando tú no.

Dejo el vaso en el lavabo y me apresuro hacia la habitación, no dejo tiempo a que Dimas encuentre una respuesta a lo que dije.

Cierro con el pestillo y me recargo en la puerta... ¡Soy la reina de las tonterías! ¡Él no estuvo ahí porque yo lo abandoné y por eso conocí a León!

¡Lunes, ven a mí! Pido rodando sobre la cama y mirando las estrellas colgando del techo. El lunes no puede ser peor que esto, espero...

☆★☆

(1) Cthulhu: Es una deidad ficticia ideada por el autor de ficción y terror Howard Phillips Lovecraft; cuya mitología versa sobre extraños seres llamados "Los grandes antiguos" que habitaron la Tierra mucho antes de que los hombres aparecieran y de sus intentos presentes por recuperarla. Dimas es fanático de Lovecraft.

Continue Reading

You'll Also Like

218K 9K 74
Ella es su más grande Deseo. Alexa Matthew. Astuta, soñadora, perseverante y trabajadora. Hará hasta lo imposible por cumplir sus sueños y salir de...
236K 9.6K 65
Una aventura es más divertida si huele a peligro..... Dakota y Joon. Actores famosos, donde están en el ojo de todo el mundo, siendo el ídolo de vari...
560K 72K 70
*Fueron los libros los que me hacían sentir que quizá no estaba completamente sola, y tú me enseñaste que el amor solo es una debilidad.* Isis descub...
459K 35.3K 67
DUOLOGÍA SOMBRAS - Libro I (Completo) Pandora es un arma de doble filo, es la elegancia y seducción personificada, pero también es la maldad y perver...