Capítulo dedicado a: Arii0922 y ViankaAlmendras <3 Muchisímas gracias por leerme, niñas (:
¿Qué si lo sabía? Claro que sí, lo supo desde el principio. La salida al antro donde los tres compartirían copas, anécdotas y música, se convertiría en eso que estaba viviendo ahora. Liam ligando con un tío que ni siquiera conocía lo suficiente y superando de manera rápida su ruptura; Niall pegado a su celular, hablando con Zayn e ignorando todo lo que estuviera a su alrededor. Para finalizar con él, Louis, teniendo un vaso lleno de alguna sustancia que según el barman lo haría olvidar cualquier pesar, sentado en la barra, y esperando que algún alma caritativa se apiadará de él.
— ¿Enserio? No, no te creo —escuchó a Niall gritar a su lado—. Eres un maldito psicópata posesivo. No puedo irme ahora.
Frunció el ceño al escuchar a su amigo decir aquello. Genial, lo que le faltaba, que Niall se largará y lo dejará. Por dios, eso de ser el más solitario de los tres, estaba resultando bastante mal.
Seguramente, sí Harry y él continuaran juntos, el rizado lo estaría acompañando. Ambos probablemente tomarían unos cuantos tragos, Harry trataría de besarlo lo más que pudiera mientras él se hacia el difícil para al final acceder. Después ellos saldrían de ese lugar para subirse al auto del mayor y quizá, propondría que terminarán esa noche en la cama. Porque había notado que así como Harry cambió para satisfacerlo, él también trató de ser lo mejor para el chico de Harlem.
— ¿Qué opinas?
Parpadeó varias veces después de darse cuenta que Niall le estaba hablando. ¿Qué opina? ¿Qué opina de qué? No había escuchado una palabra en absoluto por pensar en su ex novio. Eso era algo vergonzoso. ¿Por qué incluso estaba recordando a Harry Styles si el mismo lo terminó?
—Creo que es genial —fingió una sonrisa para hacer creer que había estado atento a lo que sea que el rubio había dicho—. De hecho es una buena idea.
— ¿De verdad? —Niall contestó sorprendido—. Pensé que te enojarías, pero debí saber que tú siempre eres tan comprensivo. De hecho, ya está aquí.
— ¿Qué? —Preguntó confundido para después observar como Niall se levantaba de su asiento.
Lo único que hizo fue seguirlo con la mirada.
Por supuesto, no debía estar asombrado. Frente a él, su rubio amigo estaba siendo envuelto por nada más y nada menos que Zayn Malik; estaba seguro que era él por la tinta expuesta en sus brazos desnudos. No intentó cambiar su expresión poco amigable cuando los vio a ambos caminando directo hacia donde se encontraba.
—Zayn sólo ha entrado por mí —Niall avisó con una sonrisa en sus labios—. Iremos a cenar, ¿cierto? —La respuesta que el rubio obtuvo fue un beso en su mejilla de parte del morocho que estaba a su lado.
—Hola, Louis. Tanto tiempo sin verte —El chico de ojos miel masticaba goma de mascar mientras hablaba—. La última vez que nos vimos fue cuando aún eras novio de Harry, ¿cierto? —Le dedicó una mueca burlona.
A Zayn le caía bien Louis, pero le agradaba verlo molesto. De hecho le agradaba porque Harry fue diferente mientras estaba en una relación con él; ahora era un dolor de huevos para todos en Harlem. Siempre con su mal humor, interrogándolo y obligándolo a que le sacará información de Louis a Niall. Estaba decepcionado al saber que Hiroshi, el único que podía domarlo además de Louis, se iría en dos días.
—Por supuesto —Louis repuso con un tono sarcástico—. Aunque la última vez que nos vimos, también recuerdo que seguías siendo novio de Perrie, ¿o la has cambiado por Niall?
—Louis —Niall lo nombró en un susurro molesto y Zayn se rió con una carcajada sincera.
—No sabes cuánto deseo cambiarla alguna vez.
—Como sea. —Le restó importancia a Zayn y posó su mirada en su amigo—. ¿Entonces te iras? Vas a dejarme aquí botado.
—Tú estuviste de acuerdo, además estas con Liam. —Tuvo que reír al ver a su rubio amigo buscando a Liam en todas partes—. ¿Dónde está él?
—Sabes que Liam sólo está buscando con quien besarse —repuso—. Si no hubieras estado tan metido en la plática con Zayn, seguramente hubieras notado que está en la pista bailando con alguien nuevo. Pero descuida, pueden irse.
—Gracias por darnos permiso —Zayn irrumpió en la plática.
— ¿Quieres ir con nosotros? —Su amigo le ofreció con una voz llena arrepentimiento.
—Estoy en contra de un trio sexual, no es algo excitante, bebé —Con eso, Zayn provocó el sonrojo de Niall—. No te ofendas, Louis.
—Al contrario, estoy de acuerdo contigo. —Miró a Niall de nuevo—. Ve con él y diviértete, no te detengas por mí, ahorita encuentro algo que hacer.
—Sólo, no me odies, ¿sí?
— ¿Cómo podría odiarte? Sí fue mi culpa aceptar venir con ustedes a pesar de que ya los conozco. —Bromeó para después levantarse y despedir a su amigo con un abrazo, e incluso de la misma manera se despidió de Zayn. Incómodo.
Los vio salir pegados el uno al otro. Debía admitir que a pesar de estar feliz por Niall, se puso celoso, muy celoso. ¿Por qué no podía ser como su amigo y dejar a un lado lo que Harry era? Niall sabía lo que Zayn hacía, pero para el rubio, sus decisiones amorosas sólo eran tomadas de forma impulsiva y en cierto modo eso le ayudaba a ser feliz, a disfrutar la relación que Zayn le ofrecía.
Maldición. Se dio cuenta que le agradaba estar sólo, aunque también lo aborrecía porque era cuando más recordaba. Ir a casa era, por el momento, lo más aburrido y conveniente.
Tratando de ubicar a Liam de nuevo, se dio cuenta de que éste se dirigía al baño, así que no dudo en alcanzarlo para despedirse y largarse a ver una película en su sala. Al llegar al pequeño lugar, se encontró con un Liam un poco más relajado, haciendo sus necesidades.
—Me voy ahora. —Lo interrumpió.
— ¿Por qué? ¿Nos dejaras solos? —Liam le preguntó antes de subir su cierre de nuevo.
—Niall se ha ido hace unos momentos —repuso Louis—. No lo notaste por estar con ese chico. Te admiro por superar las rupturas tan pronto —bromeó, pero para Liam eso fue algo molesto de procesar.
—Algunas personas preferimos la compañía de quien sea con tal de olvidar.
Recargado en la pared del baño, observó a su mejor amigo, algo todavía andaba mal con él.
—No mereces a cualquiera, Liam —frunció el ceño al escucharlo hablar así—. Tal vez no has sabido escoger a la persona correcta. Te da miedo estar solo, por eso estas con la primera persona que te hable bonito, pero mereces más que eso.
—No creo que merezca más, de hecho creo que tengo más de lo que debería. —El chico de ojos cafés alzó lo hombros, como si en verdad no le interesará que las personas lo buscaran por puro placer.
—Creí que Jade podría ser una buena opción para ti. Puede que regresar a los gustos heterosexuales te ayude a encontrar a la persona correcta.
—Louis, no estás seguro de saber cómo soy, así que cualquier cosas que pienses que merezco, probablemente no sea así. —Liam simplemente no podía con todo lo que le sucedía a él—. No soy una buena persona, Mason es la clase de chico con la que debo estar, pero ni siquiera a él puedo mantenerlo a mi lado.
—Eres mi mejor amigo, no puedes decir eso de ti en mi cara, porque te conozco y sé que eres bueno. No porque tus padres se odien y hayan fracasado en el amor significa que tengas que pasar por lo mismo.
—Olvídalo, conmigo no hay remedio. —Terminó de lavarse las manos, así que ahora quería salir de cualquier manera—. Ve con cuidado a casa, y me avisas cuando llegues.
—Te quiero, Liam —Louis dijo esas palabras antes de que su amigo saliera por la puerta—. Y espero que una persona buena llegue a ti pronto.
—Nunca podré merecer algo así, amigo. —Estuvo a punto de replicar pero ya era tarde, pues Liam había salido.
Al cerrarse la puerta, todo entre esas sucias cuatro paredes quedo los más silencioso posible porque la música en vivo continuaba afuera. Louis se quedó negando con la cabeza por la actitud de su mejor amigo. Ya no sabía que era lo que Liam necesitaba para entender; ninguna de sus experiencias ayudaban, no quería que las cosas llegaran a otro extremo.
De cualquier manera, no podía hacer nada en ese momento, porque para ayudar a su amigo primero debía estar bien él.
Terminó por pagar las dos bebidas que había pedido para salir de ahí.
Afuera nevaba, bastante. La mayoría de los autos estaban completamente cubiertos de la blanca nieve; el asfalto de la calle era una combinación perfecta entre gris y blanco. Visualizó su auto al otro lado de la calle, y posiblemente hubiera caminado directo hacía a el, si no fuera porque recibió un golpe. Otro cuerpo había chocado con él de forma brusca. Al suponer que fue un error, volteó con una expresión neutra y pudo vislumbrar a un chico.
— ¡Oh, por dios! Lo siento mucho. —Una persona habló con un acento extraño—. Estoy un poco pasado de copas, y mis amigos me han mandado a casa.
—Descuida, no hay problema —Louis sonrió con amabilidad.
—No de verdad lo siento. —Él, volvió a disculparse poniendo su mano en el hombro de Louis—. ¿Te he hecho daño?
Louis negó con un poco de diversión, a pesar de la confianza que se había atribuido. El acento del sujeto desconocido y su estado no ayudaban mucho a que fuera una persona seria.
—Tranquilo, sólo fue un pequeño roce.
—Es bueno que no intentes golpearme ahora mismo, puesto que no accedería a pelear con alguien como tú.
— ¿Cómo yo? —Louis levantó las cejas un poco indignado—. ¿A qué te refieres a alguien como yo?
—Ya sabes. —Vio como levantaba sus hombros con una sonrisilla de lado—. El tipo de chico lindo, como tú.
No pudo evitar reír y observar como el hombre se ajustaba su chaqueta de piel; después de ese pequeño cumplido, fue que se detuvo a escanearlo.
Era alto, ¿más de un metro ochenta? Seguro. Con una capa de ligera barba y bigote que lo hacía lucir varonil, cejas gruesas y bien distribuidas, arriba de esos ojos marrones. Su labio inferior era más grueso, y, ¿eran dos perforaciones las que tenía en el? Frunció el ceño al ver sus dos orejas con un dilatador en cada una de ellas. Pero incluso, a pesar las negras y largas rastas que adornaban su cabeza, era un tipo realmente atractivo. Y no es que en realidad estuviera buscando alguien con quien pasar la noche.
—Debería irme ahora. —Escuchó pronunciar las palabras con lentitud—. Antes de que comience a coquetear contigo y tu novio de verdad quiera una pelea, chico lindo.
— ¡Cuidado! —Gritó al verlo tambalearse en la orilla de la banqueta, intentando cruzar la calle—. Un paso a la vez, amigo. —Bromeó cuando lo agarró del brazo. Debía admitir que su nivel de amabilidad estaba en su máximo esplendor.
—Estoy tornándome molesto, ¿cierto?
—Para nada, se lidiar con personas ebrias como tú —repuso sin soltarlo.
— ¿Por qué estás aquí afuera, por cierto? —El chico irguió su cuerpo, y se recargó en un auto cercano, esperando que se le bajaran un poco las bebidas alcohólicas que había tomado con anterioridad—. ¿Una ligera pelea?
—En realidad, mi amigo consiguió alguien con quien pasar la noche y no quería ser un entrometido.
—Eso quiere decir que tu novio no está contigo. —Volvió a insistir, pensando que en realidad alguien como él no podía estar soltero.
— ¿Por qué das por hecho que soy homosexual?
—Porque deseo que lo afirmes, y espero que seas soltero.
Louis notó con sorpresa, como una frase tan personal hecha por un completo desconocido, no le hizo incomodar de verdad y por el contrario estaba con un ligero rubor en sus mejillas.
—No tengo novio.
—Si en realidad estuviera en un mejor estado, definitivamente me gustaría invitarte a salir, aunque supongo que no aceptarías. —Los ojos oscuros del muchacho recorrieron el rostro de Louis con minuciosidad—. De verdad eres el tipo de chico que me gusta.
—He salido con algunos peores —contestó, sin aún notar lo mucho que ambos habían estado haciendo contacto visual en los últimos minutos.
—Soy Erik, por si te interesa.
Recibió la mano que le fue extendida con un ligero apretón de manos. ¿Erik? ¿Cómo el fantasma de la opera? Vaga referencia, pero era lo que más le recordaba.
—Louis Tomlinson, es un placer.
Ninguno de los dos, deshizo el agarre hasta que escucharon risas de personas saliendo del establecimiento.
—El placer es absolutamente mío, Louis. —El chico, ahora llamado Erik, sacó la punta de su lengua para jugar con su piercing, haciendo que Louis se hipnotizará con el movimiento.
—Debo irme —afirmó después de apartar su vista de él. No era un acosador.
— ¿Tienes auto?
—Sí, es ese de allá.
Erik volteó hacia donde el dedo índice de Louis señalaba, y silbó de manera graciosa, al voltear de nuevo levantó sus cejas pobladas con diversión.
— ¿Un Porsche Cayman? —Louis asintió, tratando de ocultar una sonrisa—. Te iba a proponer que compartiéramos taxi, pero creo que tú debes aprovechar el auto que tienes.
— ¿Quieres...? —Louis sabía que lo que quería proponerle al chico era absurdo, pues acaba de conocerlo hace menos de cinco minutos, pero sentía la necesidad de ofrecerle un aventón. Aunque no encontró las palabras exactas para decírselo.
—No te preocupes, tomaré un taxi, Louis.
—Espero volver a vernos. —Louis se extrañó al escucharlo.
— ¿Puedo ser un psicópata y aun así deseas volver a verme? —No estaba seguro del porqué, pero no quería concluir con esa conversación. Cuando escucho la risa del chico de rastas, no pudo despegar la mirada de su rostro.
—Un psicópata muy lindo, demasiado. —Erik se despegó del auto donde estaba—. Cuídate mucho, Louis Tomlinson.
Louis sintió nervios cuando los labios carnosos del chico llegaron a su mejilla; terminó por embriagarse del olor masculino que cargaba. Dios, y la manera en que pronunció su nombre con ese acento fuerte, casi lo hizo desfallecer.
Aunque cuando Erik casi cruzaba la calle, un auto pasó rápidamente haciéndolo retroceder de nuevo.
—Oh, eso fue una llamada de atención. —Regresó de nuevo al castaño—. ¿Cómo voy a volver a verte si no me diste tú número?
—Mejor —Louis buscó entre los bolsillos de su abrigo para encontrar su celular, y ofrecérselo—, escribe tu número y si tienes suerte, puedo llamarte.
—Eres difícil, Louis. —Escuchó el tono de broma en él, pero sin embargo, hizo lo que le pidió—. Espero que no sea una simple ilusión.
Cuando recibió su celular ambos se despidieron esta vez, y Louis le prometió que llamaría pronto.
Pero sólo hasta que lo vio marcharse en un taxi, fue que notó algo muy inexplicable: Volvió a sentir atracción por alguien que lo trató bien pero eso no evitaba que dejará de pensar en Harry.
Sí primero creyó que necesitaba ir a casa, ahora estaba seguro que no deseaba dormir aún. Eventualmente, el camino que estaba tomando no era el que lo conducía a su casa. Era lo suficientemente consciente para saber a qué lugar se dirigía, pero no quería admitirlo. Era como admitir que necesitaba recordarlo.
El muelle de Battery Park estaba completamente vacío; por la hora y por la nieve, pero Louis quería recorrer el parque, y simplemente pasar un rato ahí. En aquel lugar donde su padre solía llevarlo, y por supuesto, donde Harry le pidió que fueran novios. Al final, llegó hasta el barandal que daba la vista de la bahía.
Los copos de nieve seguían cayendo cada vez con mayor frecuencia, pero eso no le importaba en absoluto, sólo quería estar alejados de todos por un instante.
Excepto de Harry Styles, porque en ese momento era como si más lo necesitara, lo cual le resultaba absurdo pues tenían poco de salir. Pero, ahora podía afirmar, que no importaba el tiempo que hubieran estado juntos, sino las cosas que pasaron en ese tiempo.
Quería maldecir a todo el mundo por hacerlo dudar de su decisión. Estaba llevándolo también el primer día, hasta que apareció Lottie con sus preguntas; su mamá felicitándolo por centrarse de nuevo en la escuela; Niall y Liam intentando evadir el tema de forma indiscreta; Hiroshi con sus palabras de un maldito oriental sabio; y luego ese chico del bar que le hizo asegurarse que a pesar de que sentía atracción por otras personas, Harry seguía ahí.
Igual y también sabía que lo extrañaba desde la semana en que comenzó a echar de menos sus constantes mensajes, sus llamadas, las salidas, sus besos tiernos y guarros, sus mimos y tratos especiales, sus manos ásperas recorriendo su cuerpo en Año Nuevo, sus actitud sucia que solía tomar en contadas ocasiones, y todo de él, en realidad.
¿En serio podría soportar la vida de Harry con tal de volver a tener todo lo anterior? Definitivamente, no. Demonios, no, no y no. Eso quería repetirse mil veces hasta que su cerebro estuviera seguro de no dejarse traicionar por sus jodidos sentimientos.
—Debí confiar en ti cuando me dijiste que las casualidades de verdad existen.
Pero, no creyó cambiar tan rápido de parecer.
Esa maldita voz. Esas palabras que fueron pronunciadas a su espalda sólo podían venir directo de Harry Styles. Fue un poco tarde cuando quiso voltear a cerciorarse porque Harry ya estaba a su lado, dejándolo consternado.
—No imaginé encontrarte aquí, Louis. —El rizado pronunció mientras se recargaba en el barandal, dándole a Louis sólo la vista de su perfil.
— ¿Seguro que no lo imaginabas? —Intentó mantener una postura que no mostrará su nerviosismo—. ¿Estas siguiéndome?
Harry volteó con el ceño fruncido al escucharlo decir aquello.
— ¿Por qué crees que iba a seguirte? Te quiero a mi lado, pero no llegaría al extremo de eso, has tomado tu decisión y lo respeto.
— ¿Estás seguro de eso?
—Voy a irme en este momento para demostrártelo, no quiero irritarte —Harry lo miró de reojo, dispuesto a retirarse del lugar que había estado frecuentado cada que tenía tiempo; pues sólo así se sentía menos miserable al recordar a Louis.
—No, espera —habló de inmediato Louis, aunque cuando el rizado volteó, no supo que decir—. Debería irme yo, tú puedes quedarte. —Por supuesto que al momento en que comenzó a caminar, observó como la pequeña sonrisa de Harry había desaparecido tan rápido como un parpadeo.
—Jamás me perdonarás, ¿cierto? —Harry preguntó.
— ¿Perdonarte? —Louis repuso sin voltear—. ¿Perdonarte por qué? Me alegro que termináramos antes de que si existiera algo por lo que perdonarte. No me lastimaste, Harry —mintió.
—No quiero que sigas evitándome, Louis. —Sintió que la piel se le erizó cuando Harry lo tomó de la mano, y no fue capaz de alejarse de ese agarre—. Tendremos que hablar algún día, de buena manera, sin alteraciones.
—Pero no hoy.
— ¿Por qué no? —El mayor comenzó a hacer círculos en su pequeña mano con el pulgar, tal y como solía hacerlo cuando estaban juntos—. Quiero que sepas toda la verdad.
—Es tarde para eso, Harry. —Volteó a enfrentarlo, pero sin enojo alguno—. ¿Para qué contarme algo que ocultaste mientras estábamos juntos?
—No quería decepcionarte, no quería que sintieras desprecio por mí —Harry jamás soltó su mano, porque sentía que si lo hacía, él se iría—. Al principio me daba igual si te fastidiaba o no, yo sólo quería estar en tu cama, pero me enamoré de ti y lo que menos deseaba era que supieras la mierda en la que estoy.
—Odio las mentiras, quizá, si me lo hubieras dicho antes...
— ¿Sí te lo hubiera dicho antes? —Preguntó con un tono sarcástico—. Seamos honestos, no importa si hubiera sido de mi boca o de otras personas, si hubiera sido antes o después, tú jamás me hubieras aceptado.
—Pero quizá hubiéramos evitado enamorarnos y que doliera esa ruptura —Louis dijo sin pensar la pequeña confesión involuntaria que acababa de hacer.
— ¿Estás enamorado de mí? —Harry dijo un poco desconcertado, pues jamás creyó en esa posibilidad, porque nunca se lo había dicho de forma directa. Louis lo odiaba, en su mente así era.
—No es momento para eso.
—Lo sé, pero sólo respóndeme, por favor. —Apretó su mano, intentando no lastimarlo en el acto—. ¿Estás enamorado de mí?
—Lo estoy, Harry —Louis agachó la mirada, avergonzado de exponer sus sentimientos—. Pero eso no quiere decir que deba estar contigo.
— ¿Estamos enamorados y tú sólo deseas que nos separemos? Yo te prometo hacer lo que quieras.
— ¿Por qué haces esto tan difícil? Estamos bien así, tú debiste haber buscado a alguien en estos días. —El ojiazul sentía la mirada de Harry justo en él—. No puedes seguir enamorado de alguien que no te quiere a su lado.
—Claro que he intentado salir con otras personas, pero me gustas tú y sólo tú —Harry habló con tranquilidad—. No sé qué demonios existe en ti, no puedo olvidarte como si fueras uno más del montón.
—La vez que me dijiste que eras en realidad, creo que me exalte demasiado. No fueron las palabras correctas. —Sonrió al escuchar esas palabras de la boca de Louis—. No quiere decir que piense diferente, sin embargo. No eres lo más adecuado para mí, no veo un buen futuro a tu lado, Harry.
No, no, no. Era lo único que escuchaba de parte de Louis.
—Sí estamos enamorados, no creo que debamos desperdiciar algo como eso —contestó antes de soltar un fuerte suspiro—. El amor es algo que no se rechaza o se deja ir tan fácilmente, al menos eso es lo que dice Hiroshi.
Louis tomó por sorpresa a Harry cuando le regreso el agarre; el ojiazul entrelazó su mano con la de él.
—Quisiera no poder rechazar esto. —En la mirada de Harry, se podía detectar esa pequeña luz de esperanza que comenzaba a crecer—. Le he estado dando vueltas al asunto desde la primera semana que nos separamos, y he dudado en si lo que hice fue lo mejor.
—Puedes pensar que es lo correcto dejar a alguien como yo, te entiendo, pero creo que siempre te demostré que te quiero de verdad.
—No quiero vivir con el miedo de que en cualquier momento algo de lo que haces me afecte —Un suspiro grande salió de sus labios—. Debí haberme ido desde un principio, y si acepto que algo pase entre nosotros de nuevo, definitivamente sería la cosa menos inteligente que haya hecho.
—Vas a estar bien conmigo, yo voy a protegerte de cualquier cosa. —La otra mano de Harry fue a parar a su mejilla fría—. No te pido que me des todo ahora, sólo una oportunidad para volver a intentarlo.
— ¿Podrás protegerme incluso de ti mismo?
— ¿A qué te refieres? —En ningún momento dejo de observar a Louis, como si fuera lo único que necesitara en ese momento. Notó lo terriblemente tierno que lucía con su nariz enrojecida por el frio.
—Has jugado un buen papel mientras estuvimos juntos, pero no sé si alguna vez vaya a salir el Harry verdadero, el que no le importa nada excepto el poder y el dinero.
—Voy a contarte todo sobre mí, pero no puedo prometerte dejar esto ahora, por el momento tendré que continuar. Mi tío probablemente me mataría si dejará todo.
Louis agachó la mirada.
Joder, Harry le había dejado las cosas en claro. No iba a dejar nada de lo que hacía, ni siquiera porque quisiera regresar con él. Así que tendría que jugársela, y aceptarlo con todo; virtudes, pero también sus peores defectos. Estaba enamorado de Harry, y tener ahora su mano entrelazada con la de él, era la mejor sensación que había sentido en semanas, y sin embargo, todavía sabía que regresar con el chico, estaba muy mal.
Antes de poder decidir, sabía que debía actuar.
Sólo fue necesario que alzará su cabeza para encontrarse con el aliento del rizado muy cerca de él; aspirar su aroma de nuevo, era como infectarse de una mezcla entre amor y peligro, lo sabía, pero eso no le impidió terminar con el espacio que los separaba.
Claro que Harry jamás imaginó que algo así fuera a suceder, los primero segundos se quedó paralizado, incluso. Los labios suaves de Louis se ajustaron nuevamente de manera perfecta entre los suyos. El acto era lento, como si ambos creyeran que se podría romper la pequeña atmosfera en la que estaban envueltos.
Era mejor de lo que fantaseó sus encuentros con Louis, sentirlo cerca, con sus manos alrededor del cuello, lo hacían delirar. Quería a Louis tanto que se arrepentía de todo lo malo que había en su vacía vida. Sí pudiera escoger un momento el cuál repetir millones de veces, sería ese. Era demasiado cursi, pero no podía describir las cosas de otra manera.
En el momento en que detuvieron el corto, pero ansiado, beso, Louis jamás se separó de él, por el contrario ambos continuaban con los ojos cerrados y respirando el mismo aire.
Harry no dejo de rodear su pequeña cintura, y Louis estuvo eternamente agradecido por eso. No quería separarse aún de él, quería dejar de pensar en todo lo malo y sólo concentrarse en lo enamorado que se sentía.
—Nene...
—Shhh. —Posó su dedo índice sobre los labios del mayor—. No hables, no arruines este momento.
Vio como asentía con la cabeza, y al final sintió como los labios de Harry se posaron en su frente, ofreciéndole la paz que esperaba.
La noche seguía pasando; mientras algunas personas disfrutaban el fin de semana fuera, otras estaban ya en casa con sus familias, pero él, él acababa de besarse con un delincuente de Harlem que lo quería a su lado.
Estaba seguro que Harry podía ser un ángel con él, pero también había la posibilidad de que fuera el mismo diablo cuando no estuvieran juntos.
—Quiero darnos otra oportunidad —dijo con la cabeza recargada en su pecho—. Pero necesitas comprometerte a hacer lo mejor.
—Estoy dispuesto a eso, si con eso te quedas a mi lado.
—Enséñamelo todo, cuéntamelo todo y te prometo que te aceptaré tal como eres. —Lo miró con la ilusión de que ambos fueran sinceros en ese momento—. No más mentiras, Harry. —Sentenció con una pequeña sonrisa llena de confianza.
—Te quiero, Louis. —Fueron las únicas palabras que pudo ofrecerle en ese instante.
Así que esa noche, Louis dejo de lado si lo que acababa de hacer fue lo correcto, o un error que pagaría después. Absolutamente, no quería pensar en un futuro por el momento.
N/A: Esta vez, actualice muy pronto.
¿Les ha gustado el capítulo? Ya todo está un poco mejor entre Louis y Harry, ¿cierto?
Espero poder actualizar pronto, y de verdad que las personas que me pidieron dedicación la tendrán en el orden que comentaron (:
Aquí les dejo un gif de nuestro nuevo personaje, Erik. Y sí, es nada más y nada menos, que el amor de mi vida, Tom Kaulitz.
Finalmente, muchas gracias por todas las personas que siguen leyendo, en verdad nunca serán suficientes las palabras que les doy. Son las mejores lectoras del mundo<3 Y todos los comentarios que escribieron en el capítulo pasado, son algo que aprecio de corazón, en unos momento contestaré los que restan.
Besos, abrazos y bendiciones!