Capítulo narrado desde la perspectiva de Lady Rumsfeld
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17 de Marzo de 1816
- Lady Rumsfeld, creo... creo que deberíamos de parar. - Dijo la Srta. Susan al ver que se habían alejado de París.
- Tonterías Susan, por acá debe de estar Jardin Verdoyant, ¿no es así? - Le preguntó al cochero que hacía que sabía inglés.
- Si, si.
- ¿Nos estamos acercando?
- Si, si.
- Viste Susan, no hay de que temer.
- Si usted dice... - Dijo aferrándose a su pequeña bolsita.
Ya habían pasado mucho tiempo en ese carruaje y no llegaban, Susan y Aly se habían quedado dormidas y Lady Rumsfeld le pasaba preguntando al cochero que cuando llegaban a lo que él respondía "Si, si." Fue allí cuando empezó a preocuparse.
- Oiga, lléveme de regreso a París, y no me diga "si, si."
- Si, si. - Al decir eso, Lady Rumsfeld le pega con su sombrilla. - ¡Malédiction!
- ¡No sé que es eso pero lléveme de regreso a París!
El cochero da una vuelta para regrese por donde habían venido, parecía que ahora si había entendido. Sería un largo viaje.
Pasaron más horas y vio París, por lo que le dijo que la llevara a Jardin Verdoyant, a lo que parecía que ahora si había entendido, pues después de poco tiempo, vio una casa que parecía ser donde Georgiana estaba.
El carruaje de acercó a la entrada, donde Lady Rumsfeld bajó con la ayuda del cochero.
- Espere aquí, Susan, espera aquí.
- Si Lady Rumsfeld.
Caminó a la entrada donde estaba el mayordomo que se acercó inmediatamente.
- Quiero ver a la Sra. Georgiana Rumsfeld.
- Attendez un moment.
- Bien.
Se quedó en la entrada viendo como el mayordomo se alejada y daba la vuelta en una esquina.
- Bajen, Susan dale el dinero al señor.
Susan hizo lo que le había mandado a hacer, le dio lo que le correspondía al cochero y bajó con Aly dormida en brazos.
Se quedaron en la entrada esperando a que Georgiana apareciera que después de unos largos momentos apareció junto a Lady Armstrong-Jones.
- ¡Mary! - Caminó Georgiana con los brazos extendidos hacia ella.
- ¡Georgiana! - La abrazó.
- Oh, no sabes cuanto te extrañé.
- Tú tampoco lo sabes, y lo preocupada que me dejaste.
- Lady Rumsfeld. - Intervino Claire. - Será mejor que la señora de esta casa no la vea.
- Bueno, ¿podemos salir de aquí?
- Yo si quiero. - Dijo Georgiana.
- Me quedaré aquí, para que tu tía no sospeche.
- Gracias. - Respondió Georgiana besando una de sus manos en agradecimiento.
- Ve con cuidado.
Llamaron a un carruaje para que las llevara al parque más cercano, no sabía porqué Lady Armstrong-Jones les había dicho que se fueran lejos de Jardin Verdoyant, pensaba que era algo malo.