Piper PoV:
-Si, la verdad es que hay tienen helados que me fascinan y creí que podrías venir conmigo.-
-Me encantaría.- Respondí.
No puedo creer que uno de los chicos más guapos de la escuela, y que me gusta mucho por cierto, me acaba de pedir que salga con él, es increíble, siento que estoy en un sueño. Aunque no lo parece, porque si fuera un sueño, dudo mucho que las chicas de estuvieran riendo atrás. Les lancé una mirada asesina y fui con Jason caminando hasta la heladería.
En el camino fuimos conversando de cosas como que es lo que nos gusta hacer, que lugares le gustan más y cosas así. No sé si es mi idea, o tiene un gran parecido en gustos que Annie... tal vez sea una coincidencia.
Cuando llegamos a la heladería, él me abrió la puerta para que pasara, ¡que caballeroso es! Me fascina.
Escogimos una mesa, más bien me dejó escoger una mesa, y fue a comprar el helado, pidió un litro de mi sabor favorito y un litro de su sabor favorito.
-Jason.- Levantó la mirada de su helado. -¿No crees que un litro es mucho para una persona?-
-Eso pensaba yo, pero la semana pasada vine con Percy y Annabeth, y entre los tres comimos tres o cuatro. Estos helados son deliciosos.-
-¿Conoces a Annabeth?- Percy es entendible, ¿pero Annabeth? Es extraño, más aún cuando no era novia de Percy.
-Si, ella es la tutora e Percy, ¿lo sabías?- Negué con la cabeza. -Percy está corriendo el riesgo de salir del equipo de natación por culpa de sus notas, asi que nos invitó aquí, a mí por ser su amigo, y a ella por ayudarle.-
-Está saliendo con su tutora, que conveniente.-
-Tal vez, pero él de verdad la quiere.-
-Me alegro, no conozco a Annabeth desde hace mucho, pero me partiría el alma que le rompieran el corazón.- A Jason se le oscureció la mirada, como recordando algo.
-¿Y a ti?- Lo miré extrañada. -¿Te han roto el corazón?-
-Afortunadamente jamás.-
-Perdona que pregunte, pero me dió curiosidad. ¿Nunca has tenido novio?-
-Si he tenido, sólo que ninguno de ellos me marcó tanto como para que me rompa el corazón.- "En estos momentos mi corazón te pertenece a ti" pensé. -¿Y a ti?-
-Tampoco, al menos no mis novias, una vez casi se rompió cuando vi a mi hermana y mi mejor amiga sufrir por el mismo idiota, fue de las peores experiencias de mi vida.-
-Eres muy buen hermano y amigo al parecer.- Dije divertida.
-Y tú también, por lo que me dijiste de Annabeth.- Se hizo un silencio un poco incómodo unos segundos.
-¿Tienes familia?- Pregunté.
-No Piper, lo lamento, vivo debajo de un puente completamente sólo, y la hermana de la que te hablé, no existe.- Dijo con una muy fingida voz triste, yo solté una carcajada, a la que se me unió él.
-No, me refiero a que si me puedes hablar de tu familia.- Dije aún entre risas.
-Si puedo, verás, mi padre es empresario, dueño de una muy importante cadena internacional, mi madre, viaja por el mundo haciendo caridad, y mi hermana, pues, está en la Universidad, la quiero mucho pero está loca, esa es mi familia, pero hay una familia muy cercana a nosotros, es como si fuéramos una sola que se divide en dos.-
-Interesante, yo no tengo nada parecido a eso, a una familia externa que sea como la mía me refiero, en mi casa, vive mi padre, mi madre, y mi hermana que va a Universidad también.-
-¿A qué se dedican tus padres?- Me preguntó.
-No tengo ganas de hablar de eso sí no te importa.- Dije algo incómoda.
-Para nada, mientras no sean criminales o de la mafia, todo está bien.- Solté una carcajada, este chico a sabe como hacerme reír.
-No son criminales, dudo mucho que sepan como serlo.- Fue su turno de reír.
El resto de la tarde seguimos hablando sobre nosotros, me sorprende lo fácil que se me hace contarle todo lo que me pregunte, sobre mis padres... No es que me moleste contarle, es sólo que no es algo de lo que me guste hablar con todo el mundo.
Jason tenía razón sobre el helado, me comí el litro en menos de una hora sin darme cuenta, él me compró otro y cuando terminamos nos devolvimos devolvemos la escuela, ya que a ninguno se le ocurrió traer nuestros auto en aquí, aunque en cierta forma fue bueno, porque pude estar más tiempo con él, espero que se anime a repetir la ocasión.
Cuando llegamos al estacionamiento de la escuela, Jason me acompañó a mi auto, se despidió de mi con un beso en la mejilla y me abrió y cerró la puerta para que me pueda subir al auto, luego de subió al suyo y no partió hasta que salí yo de ahí. Este hombre es todo un caballero.
Cuando llegué a casa lo primero que hice fue llamar a Hazel y Calipso, les conté cada detalle y ellas se volvieron tanto o más locas que yo por eso. Ese es su trabajo, hacerme más feliz cuando estoy feliz, o alegrarme cuando estoy triste.
Pasé el resto de mi día pensando en cómo sería si llegara a ser novia de Jason, me sentía tan feliz, aunque sé perfectamente que no debo darme esperanza porque no sé que es lo que el destino tiene para mí.
Estaba en eso cuando escucho mi celular, es mi hermana Silena.
*En el teléfono*
-Hola hermanita, ¿cómo están las cosas por allá?- Me preguntó.
-Súper duper acá.- Respondí.
-¿Por qué tan feliz?-
-Acabó de llegar de mi cita con el chico que me gusta?-
-¿Y no pensabas decirle eso a tu hermana del corazón, a tu hermana favorita?-
-Si te iba a decir, pero no por teléfono, estoy convencida de que las noticias buenas se dicen en persona. ¿Por cierto, para que llamabas?-
-Para saber de ti obviamente.-
-Hagamos que te creo, pues estoy bien.-
-Yo también lo estoy, adiós.-
-¡Espera! ¿De verdad sólo llamaste para eso?- Pregunté incrédula.
-Si, tuve una enorme necesidad de llamarte que surgió de la nada, así que te llamé.-
-Okey, entonces adiós. Nos vemos.-
-Nos vemos, que te vaya bien con ese chico.-
-Adiós.-
-Adiós.-
*Fuera del teléfono.*
Esa fue la llamada más extraña que he recibido, lo sé, mi vida es muy aburrida.
Después de eso me fui a la cama, aún con una sonrisa en el rostro por mi espléndida tarde