✧ i'm dying to live ✧ || נαℓε...

By TheSadTeen

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‹‹ "Corre." Susurró en mi oído, mandando escalofríos por mi espalda. Y corrimos. Los arboles parecían des... More

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d i e c i s é i s
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t r e i n t a y u n o {f i n a l}
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C O N C U R S O
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v e i n t i d o s

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By TheSadTeen

veintidós lleva acento pero quedaba mal ahí vale?

/////voy a matar a los de wattpad porque escribo cosas y me las borra :-)))))/////

maldites, habéis llegado a los 30 comentarios en nada y os habéis pasado y todo 😂😂😂👌👌

en fin, como dije aquí tenéis el cap antes de tiempo

∆∆∆

jack.

Era vagamente consiente de estar tumbado en el suelo, encima de Alex, ya que todo me daba vueltas y sentía un dolor punzante en mi brazo derecho que ardía y parecía esparcirse por todo mi cuerpo.

Escuchaba de lejos los gritos de Stacy y su familia, horrorizados y reprochándome que me hubiese puesto en medio, pero simplemente los ignoré, porque lo importante era que el vampiro que acababa de salvar estuviese bien.

"¡Jack! ¡Jack, dios mío! ¡Dime que estás bien!" Dijo Alex, sujetando mi cara entre sus frías manos que, en estos momentos, era muy de agradecer que estuviesen así de frías dado que mi cuerpo parecía arder en llamas y mirándome extremadamente preocupado, al borde de las lágrimas.

"Si tú estás bien yo estoy bien." Balbuceé, incluso hablar estaba empezando a hacérseme difícil.

Vi a los dos nuevos vampiros, junto a Alan y Frank, pasar delante de nosotros para cubrirnos y ocuparse de los cazadores ellos y cerré los ojos, apoyando mi cabeza en el pecho de Alex, oyendo como me gritaba que no cerrase los ojos, pero era demasiado esfuerzo para mi mantenerlos abiertos.

Aún con los ojos cerrados sentí como mi chico se levantaba del suelo, conmigo en sus brazos, y me alejaba de allí.

"Le está sangrando bastante el brazo." Le dijo Alex a alguien, inquieto.

"Estíralo aquí." Escuché entonces la voz de Austin, intentaba sonar firme, pero parecía nervioso también.

Sentí como el chico de pelo lila hacía lo que el vampiro le había dicho y me tumbaba en el suelo de nuevo, alejados del caos cerca de la entrada de la casa.

"Jack, por favor, tienes que abrir los ojos, no puedes dormirte." Me dijo Alex en un hilo de voz.

Hice lo que me dijo, abriendo los ojos con pesadez y vi su rostro consternado y lleno de lágrimas a mi lado, junto a Austin, Gerard y Rian.

"¿Cómo te sientes?" Me preguntó Rian, mirándome fijamente.

"Como si estuviese en llamas." Respondí tras toser, porque me empezaba a costar respirar con normalidad.

Vi las caras de preocupación de los cuatro intensificarse y cómo se miraban entre ellos hasta acabar todas las miradas en Alex.

"Alex, las armas que usan los cazadores son más potentes que las armas normales; si para nosotros son mortales para él son fatídicas." Dijo Gerard, que parecía ser el que mejor entendía la situación.

Alex apretó la mandíbula, impotente, devolviéndole la mirada a Gerard que simplemente continuó hablando.

"Ya lo sabes, ¿verdad? La única forma de salvarle es..."

"Convertirle." Concluyó Alex, entre dientes.

El chico no dejaba de llorar silenciosamente y parecía sentirse terriblemente impotente frente a la situación en la que estábamos.

Cerré los ojos y gruñí, sintiendo el dolor de mi brazo hacerse más agudo y esparcirse por mi cuerpo. Al instante, sentí la mano de Alex tocándome el pelo, tratando de reconfortarme mientras sentía sus voces amortiguadas, cada vez más difíciles de oír.

"Es eso o dejarle morir, Alex." Sentenció Austin y, pese a sus palabras duras, se le oía cada vez más preocupado.

"¡Sabéis que no puedo simplemente transformarle, no tengo derecho a quitarle su vida sin más!" Les gritó él, claramente esto era demasiado para él y quería tranquilizarle, decirle que no pasaba nada, pero no podía.

"Pues habla con él, tienes cinco minutos." Finalizó Gerard.

"Probablemente también necesite la sangre del cazador igualmente, joder." Maldijo Austin, levantándose del suelo y volviendo a donde estaban los otros luchando contra los cazadores.
Abrí los ojos, topándome con la mirada del vampiro, asegurándome que todo iba a estar bien con una sonrisa débil que era más que forzada, y vi como los otros dos vampiros se alejaban después de dirigirle una última mirada de advertencia a Alex.

"Supongo que es bastante estúpido preguntarle a alguien si quiere vivir o morir, pero no quería transformarte en vampiro sin tener tu pleno consentimiento." Comentó, riéndose un poco para tratar de suavizar un poco el ambiente, pero fallando en el momento que sus lágrimas rodaron por sus mejillas.

Le sonreí débilmente y él apartó algunos mechones de mi cara.

"Hazlo." Respondí, intentando sonar seguro de ello pese a mi voz temblorosa.

"Lo siento." Susurró entonces, apoyando su cabeza en mi pecho. "Siento haber sido un imbécil y haberte mentido, nunca fuiste un juego para mí, Jacky... Solo quería evitar esto... porque te quiero, Jack, te quiero mucho..."

Su voz se rompió al final, mientras lloraba encima de mí, y, con algo de esfuerzo, logré rodearle con mi brazo no herido.

Alex levantó la cabeza de mi camiseta, manchada de sangre y lágrimas, y me observó fijamente.

"Yo también te quiero, Alex... y por eso no me arrepiento de haberte salvado... pase lo que pase..."

Vi otra lágrima resbalar por la mejilla del vampiro y luego se inclinó, juntando nuestros labios en un beso torpe y lento. Había echado mucho de menos esta sensación y a Alex y, aunque me estuviese muriendo, en ese momento me sentí feliz.

Alex se separó de mí a los pocos segundos y me miró fijamente, como verificando que realmente estuviese seguro de mi decisión y yo le devolví la mirada, asegurándole que estaba bien con ello.

Los otros dos vampiros volvieron a nuestro lado y le dieron miradas de advertencia a Alex.

"Ha perdido bastante sangre con ese disparo, así que ten cuidado." Dijo Rian, mirándome primero a mí y a mi brazo y luego a Alex.

"En todo caso, si vemos que te sobrepasas, te separaremos." Añadió Gerard.

Mi chico respiró profundamente y volvió a fijar su mirada en mí.

"Lo siento, esto va a dolerte un poco." Se disculpó de antemano, haciendo una mueca.

Se volvió a inclinar sobre mí, haciéndome cosquillas con sus mechones morados, y sentí su aliento en mi cuello antes de que sus colmillos se hundiesen en mi piel, haciéndome soltar un grito ahogado y recordándome a la última vez que tuve los caninos de Alex clavados en mi cuello.

Arqueé la espalda, tratando de sobrellevar el dolor de la mordida, mientras las manos de Alex en mis hombros me mantenían firmemente pegado contra el suelo.

La sensación de vértigo se hacía cada vez más presente y los sonidos a mi alrededor parecían irse apagando gradualmente a la vez que el lugar donde mordía Alex ardía casi tanto como la herida de la bala en mi brazo derecho.

De repente sentí como Alex se separaba de mí, después de oír a alguien que, con lo poco que podía oír ya, no supe reconocer, le decía algo.

Me forcé a abrir los ojos un poco, pese a que me pesaban mucho, y vi como Alex se mordía la muñeca, haciendo que saliese sangre de ella y luego me decía algo que no comprendí.

Suspiró, deduzco que al ver que no entendía lo que me decía, y volvió a llevarse la muñeca a la boca para después acercase a mí y besarme y, al notar un líquido espeso deslizarse dentro de mi boca, entendí que debía tener que tragarme su sangre.

Y en realidad fue como tragar veneno porque entonces todo se hizo mucho más pesado y doloroso -todo y que ya no me sentía tan agotado y podía volver a oír con normalidad- y no pude retener los gritos de dolor que escaparon de mi garganta. Sentía el aire de mis pulmones irse y mi pulso ralentizarse cada vez más; en conjunto, era como si estuviese muriéndome.

"Shh, no pasa nada, todo está bien, cariño." Me tranquilizó Alex, abrazándome y jugando con mi pelo, intentando alejar aquel dolor insoportable distrayéndome.

"Alex, cuando se duerma, llévatelo dentro, nosotros nos ocuparemos de los cazadores."

No entendí a qué se refería con aquello hasta que, minutos después, que se hicieron eternamente dolorosos, cuando todos se habian ido ya y sólo quedabamos Alex consolándome y yo retorciéndome de dolor en el suelo húmedo del bosque, aquel insoportable dolor cesó y pasé a sentirme terriblemente cansado; de hecho, en toda mi vida no había tenido tantas ganas de dormir. Y justo cuando mis párpados se cerraron irremediablemente, escuché el desgarrador grito de Gerard llamando a Frank.

...

Desperté al sentir los rayos de sol en mi cara, molestándome más que nunca, y sintiendo mi cuerpo pesado y ligero a la misma vez. Intenté girarme para librarme de la maldita luz solar pero unos brazos rodeándome me lo impidieron.

Abrí los ojos con pesadez y mi corazón dio un vuelco al ver el rostro durmiente de Alex a mi lado, con su boca semi abierta tentándome a besarle, su pelo violeta increíblemente despeinado, pero, aun así, dándole una apariencia jodidamente sexy, y su cuerpo pegado al mío.

Al mismo tiempo que observaba a Alex, recordé todos los sucesos de la noche anterior y, de repente, fui tremendamente consiente de lo sediento que estaba -era incluso peor que cuando acababas de correr a pleno sol en una clase de educación física del instituto y también algo diferente, como si fuese otro tipo de sed.

Realmente no pude evitarlo, Alex estaba justo al lado, podía sentir la sangre fluyendo dentro de él, llamándome, y yo la necesitaba desesperadamente.

En un movimiento rápido me posicioné encima de él, fijando sus brazos sobre el colchón para que no se moviese, y clavé mis colmillos en la piel pálida de su cuello.

Cerré los ojos, disfrutando de lo extrañamente bien que sabía la sangre de mi novio, e inconscientemente fui soltando mi agarre sobre los brazos de Alex.

"Si haces eso tu presa se escapará, tonto." Oí la voz ronca del vampiro debajo de mí decirme antes de empujarme, haciendo que me cayese de la cama. "¿Lo ves? Solo he necesitado un pequeño empujoncito."

Lo miré molesto des del suelo mientras él se reía tanto de que me hubiese caído como de mi cara.

"Bonita forma de despertarme, además." Añadió, ayudándome a levantarme y a que me volviese a subir a la cama.

"Lo siento." Murmuré, algo avergonzado porque no había podido contenerme.

"No importa, Jack." Me sonrió, y me alivió mucho ver que ya no parecía tan preocupado como ayer. "Por cierto, ¿cómo te encuentras?"

"Bien, aunque tengo sed y me duele un poco el brazo."

Vi como mi novio me miraba algo más preocupado ahora y suspiraba para después levantarse de la cama.

"Necesitas la sangre del gilipollas que te disparó entonces."

"Pensé que me había disparado Stacy." Comenté, levantándome yo también y siguiéndole hacía el piso de abajo.

"Si te refieres a la zorra esa, sí, te disparo ella, pero el arma tenía la sangre de su padre." Asentí, aunque en realidad no tenía ni idea de lo que me estaba hablando.

Alex se rio, probablemente dándose cuenta de que no sabía de qué iba todo eso y pasó a explicármelo mientras cogía un vaso e iba hacía la nevera a por la sangre de ese hombre.

"Como Gerard dijo ayer, las armas contra vampiros son más potentes que las armas normales y eso es porque van cargadas de un elemento químico tóxico y sangre del cazador propietario del arma. Por eso, la única manera de salvar a un vampiro es haciendo que beba más sangre de dicho cazador, pero muchas veces no llegas a tiempo y el vampiro muere." Comentó, viéndose preocupado. "En tu caso era diferente, como eras humano, que te convirtiese era suficiente y, de no serlo, te daba más tiempo de vida y más tiempo para que nosotros consiguiésemos sangre de ese tío."

Abrió la nevera e hizo una mueca de disgusto.

"Mejor no mires, Gerard no tuvo mucho tacto después de lo de Frank."

Y entonces lo recordé, como Gerard llamó a Frank antes de que me quedase dormido.

"¿Qué le pasó a Frank?" Le pregunté, muy nervioso, esperando que no fuese lo que creía.

Alex hizo una mueca, cerrando la nevera una vez tuvo la sangre que debía beberme.

"El hombre que había en el grupo de cazadores le disparó a Frank." Declaró, dándome el vaso repleto del líquido carmesí. "Cuando Gerard lo vio, no tardó ni dos segundos a tirársele encima y... bueno, lo mató. Gerard hizo que Frank se bebiese su sangre, pero no sabemos si lo hizo a tiempo, creemos que sí, pero aún no ha despertado."

Me quedé observando el contenido del vaso de vidrio, sin saber que decir frente a la situación, y bebí. La sangre de aquel tipo estaba malísima.

"Qué asco, esto está asqueroso." Gruñí, arrugando la nariz con desagrado.

"Ya, pero tienes que bebértelo." Se rio el chico de pelo lila.

A regañadientes, me bebí todo el vaso y, aunque sabía fatal, lentamente sentí como mi brazo dejaba de dolerme tanto progresivamente y cómo ya no sentía la necesidad de tirarme encima de Alex y dejarle sin sangre.

"Supongo que tendremos que buscar a otra víctima para ti y Frank, como os atacó, esta sangre os debe de saber muy mal." Comentó, y yo sonreí porque que incluyese a Frank significaba que él confiaba en que se pondría bien.

Nos sentamos en los taburetes altos de la barra de la cocina mientras Alex se comía un sándwich de mantequilla de cacahuete y mermelada de fresa porque decía que gracias a que yo le había mordido y bebido mucha de su sangre, se estaba muriendo de hambre, aunque debía decirlo en broma porque, cómo vampiros, no podíamos regenerar sangre por nosotros mismos, sino que teníamos que beber la sangre de otros humanos.

"¿Y los demás están bien?" Pregunté, robándole un bocado del sándwich haciendo que Alex me fulminase con la mirada.

"Sí, Dan y Phil se quedaron dentro porque Phil es humano y Dan se quedó cuidando de él. En cuanto a los otros, están todos bien -bueno, menos Frank-; después de que Gerard matase al hombre, la mujer tuvo una crisis emocional y aprovechando eso Gerard y Michael casi la matan también, pero la hija se las ingenió para que huyesen las dos. No obstante, no creo que vuelvan." Me explicó.

Mi chico se levantó de la mesa y dejó el plato vacío en el fregadero.

"¿Y eso por qué? ¿No tendría más sentido que volviesen a vengarse?" Cuestioné.

"Puede que quieran vengarse, pero a la mujer se la veía totalmente destrozada por la muerte de su marido, y más considerando que Gerard lo descuartizó delante de sus ojos, con lo cual lo más probable es que acabe en algún centro psiquiátrico y la hija... todavía es menor, ¿verdad?"

Asentí y Alex me miró satisfecho; si era menor y su único pariente era incapaz de cuidar de ella, la enviarían a algún centro o con algún familiar -lo cual la alejaría de Baltimore porque recuerdo que una vez me mencionó que sus abuelos vivían en Canadá.

Suspiré aliviado ahora que sabía que lo más seguro era que estuviésemos fuera de peligro y me levanté de la mesa, yendo hasta donde estaba Alex.

Sonreí de lado, topándome con su mirada de superioridad, y junté nuestros labios.

Nuestras lenguas no tardaron en encontrase y cogí a Alex del trasero, subiéndolo en la encimera de la cocina, mientras el revolvía mi pelo y yo introducía mi mano debajo de su camiseta.

"Iba a preguntar si Jack estaba bien, pero veo que no tenía de que preocuparme."

Rápidamente nos separamos, avergonzados, al oír la voz de Rian y Alex se bajó rápidamente de la encimera ante la mirada divertida del recién llegado.

Y no pude evitar sonreír al ver Alex sonrojado, recolocándose la camiseta lentamente.

"Me alegro de que estés bien, Jack." Dijo. "Bueno, en realidad me alegro de que los dos estéis bien porque está claro que los dos no funcionáis bien separados."

El vampiro abrió la nevera y entonces fue cuando vi porqué Alex me aconsejó que no mirase; dentro estaban las partes descuartizadas del cazador.

"Oups, lo siento, es un poco desagradable de ver si no te lo esperabas." Dijo Rian, supongo que al ver mi cara, cogiendo la botella de agua fría que buscaba, cerrando el frigorífico de nuevo y saliendo de la cocina.

"Por cierto, Michael dice que, dado que mordiste a Jack, sería mejor que tú también bebieses sangre del cazador. Al menos un vaso, por si acaso." Gritó des de lejos Rian, y Alex hizo una mueca porque estaba claro que no le apetecía beber de esa sangre.

"La verdad es que me sabe un poco mal que Stacy haya tenido que ver a su padre así, parecían llevarse muy bien." Comenté, recordando lo unidos que se veían durante la cena a la que me invitaron.

Vi la expresión molesta de Alex, mientras él también se servía un vaso de la sangre de ese hombre, y, antes de que pudiese preguntar que le pasaba, el chico dejó el vaso en la encimera y me acorraló contra la nevera.

"Haré que no vuelvas a decir su nombre nunca más, de hecho, lo único que serás capaz de decir será mi nombre." Me aseguró, a escasos centímetros de mis labios y mirándome desafiante y, solo con esa declaración, estuve tentado a follármelo ahí mismo.

∆∆∆

están juntos y felices de nuevo 😍😍😍
el siguiente capítulo sera des del punto de vista de gerard e intentaré publicar el sábado aunque últimamente tengo la inspiración por los suelos 😭😭😭😭😭

-Cris x

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