Ya llevo 1 años y 7 meses con Jonathan, la única relación más larga que he tenido, literalmente, ¿porque cuento los meses?.
Hace dos semanas no se nada de Jason, espero que no lo haya lastimado, ¿que haré cuando vuelva?, no quiero estar con él pero tampoco quiero romper sus sentimientos. Puede que me haya dicho muchas cosas pero en verdad lo aprecio como un buen amigo, a veces soy demasiado amable con las personas y quizás después de esto no deba serlo tanto en exceso. Mientras estaba ocupado mi móvil sonó, no conteste pues ahora no puedo, debo entregar algo que dice la cantidad de libros leídos este año y en verdad, ha aumentado drásticamente a comparación con el año pasado, si es Jonatha lo entenderá, pero después recibí un mensaje también, y cuando paso más de 2 minutos lo ví. ¿Mamá?.
Mamá: David hoy pienso ir a visitarte, me preocupas cariño, y también tenemos algo de que hablar, te ama, mami.
¿Hablar de que?, no recuerdo que me haya dicho algo sobre un tema pendiente, ¿y preocupada?, ahora volvemos a la mamá sobreprotectora, necesito avisarle a Jonathan antes para que... No se, ¿actúe normal?, bueno, llevamos un muy buen tiempo juntos y aún no le digo sobre que él es... Ya saben, ¿sería buena idea decircelo hoy?, o quizás debería esperar un tiempo más, no lo se.
David: Jonathan, mi madre vendrá hoy a casa, quiero que seas amable por favor.
Jonathan: claro, con tal de que me acepte y me deje estar contigo lo que sea, pero debo decir que no me cae nada bien.
David: sólo acostúmbrate.
Quiere agradarle a mi madre sólo por mi... Es muy tonto. Sonreí sin darme cuenta y volví a lo que estaba, a veces creo... Que tengo algo se suerte, más de la que tuve en el pasado...
*-N... Nadie podrá aceptarme como soy...*
Al menos eso es lo que pensaba en ese entonces cuando era un adolescente, creí que mi futuro sería solamente el sufrimiento, pero jamás vi esto llegar, no se me podría haber pasado jamás por la cabeza que en el futuro estaría saliendo con un hombre, uno no muy particular que solamente sirve para darme problemas. No creí que esto sería posible en ninguno de los aspectos.
Al terminar, me dirigí directamente a casa, supongo que mamá ya está en casa... Y... Jonathan también, los dos solos. Hay no. Camine lo más rápido que pude, quien sabe lo que puede pasar, y creo que a mamá tampoco le agrada mucho Jonathan.
Con la respiración un poco agitada, llegue y al entrar los vi a ambos sentados en el sofá, debió ser un momento incómodo para ambos. Pues la tensión se sentía a millas.
-Hola David, cariño.
-H... Hola mamá... Veo que Jonathan y tú ya se llevan bien.
-Eso creo, ¿cariño podrías traerme un vaso de agua por favor?.
-Esta bien.
fui a la cocina a buscarle a mi madre lo que me había pedido, siento que algo paso entre esos dos antes de que llegara.
*punto de vista de Jonathan*
-No soy tan estúpida como para creer que en verdad eres un "amigo" de mi hijo...
-Yo tampoco.
Sabía que esto terminaría mal.
En tan sólo unos minutos, David volvió con el vaso de agua en sus manos dándoselo a su madre.
-Y, ¿de que han hablado?.
-Oh, no cosas muy importantes cielo, ah, ¿podrías dejarnos solos a Jonathan y a mi?, tenemos un asunto que resolver como buenos amigos que somos.
-Eh... bien.
Cuando David se fue, ambos nos quedamos viendo muy fijamente, lo dije una vez y lo vuelvo a decir, no me agrada esa señora.
-Sólo quiero decir unas cuantas cosas, no quiero que lastimes a mi hijo, ¿entiendes?.
-Jamás dije que le haría daño.
-No, tu no entiendes, no sabes por lo que tuvo que pasar.
-Que me quiere decir.
-David tuvo una infancia muy dura... No tenía amigos, siempre estaba sólo, incluso su padre y yo pensábamos que padecía depresión al pasar todo el día encerrado en su habitación, nunca salía, casi no comía, siempre se la pasaba leyendo... A veces lo oía insultarse a si mismo al espejo, incluso lloraba por las noches... Tuvo muchos problemas en su niñez y adolescencia.
-...
-Por eso no quiero que estés con él, ya ha sufrido lo suficiente como para que rompas lo que le queda de su débil corazón, y ahora que es alguien feliz no quiero que estorbes, y no te lo digo de mala manera, no quiero que lastimes a mi hijo.
-Señora... Hay una pequeña parte que usted no entiende. David me ha echo feliz, reir, algo que nadie logró hacer, él es lo más importante en mi vida, y aunque usted quiera o no, yo lo amo, y le aseguro que jamás me atrevería a hacerle daño, ahora, discúlpeme.
-¿A donde piensas ir?.
-Con David, a desmostrarle por millonésima vez cuanto lo amo.
Fui con David quien estaba sentado algo pensativo viendo a una esquina, no me dio ni una pizca de pena decirle todo eso a su madre, era la verdad, y yo soy alguien que dice lo que piensa sin rodeos. Al verme acercarme él se levantó.
-¿Jonathan estas bien?.
Yo solamente lo abrace sin pensarlo dos veces, no sabía que había pasado una niñez peor que la mía, aunque no lo crean, sentirse olvidado es peor que ser respetado.
*punto de vista de David*
-¿Jonathan que pasa?.
Él sin decirme nada me abrazo de la nada, ¿que le dijo mamá?, era extraño que actuara así por lo tanto se que hay algo que le molesta, yo sólo pude poner mis manos en su espalda apretando el abrazo, que curioso, ¿porque ya no me importa que nos vea?, ¿que le abra dicho?.
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En la mañana me decidí por decirle a mamá sobre Jonathan y yo, lo pensé toda la noche y estoy preparado mentalmente para cualquier posible reacción. Más que listo. Estábamos en la terraza porque la había traído aquí y respirando hondo la mire a los ojos.
-Mamá... se que no te esperabas esto de mi pero... Ah...
-¿Sí?.
-Bueno, es que... Por pura casualidad... Jonathan es... Nosotros somos...
-¿Pareja?, lo se cariño.
-Exacto, y... Por favor quiero que... Espera ¿que?, ¿lo sabías?.
-Sí, no tarde mucho en reconocerlo.
-A... Ah...
Esto, es verdaderamente es incómodo...
-Esta bien cariño, si eres feliz con él lo aceptare.
-De... ¿De verdad?.
-Sí, pero aún así tengo que acostumbrame a tolerarlo, Ahg.
-Gracias mamá.
-Tú felicidad vale más que otra cosa corazón. En fin, tengo que volver, tu tía Beatriz y yo tenemos sábado de costura y tacos.
Le sonreí ampliamente ante la extraña reunión, y la acompañe hasta la puerta sintiendo un peso menos encima de mis hombros, a veces creo que tengo la mejor mamá del mundo.
-Adiós mi vida, y si ese Jonathan te rompe el corazón, llámame, así tendremos una larga charle de puño a puño.
-Je je, lo haré.
-Te amo.
-Y yo a ti.
Después de despedirnos ambos con una cálida sonrisa, volví a entrar a la casa encontrándome a Jonathan en el sofá sentado mirando al suelo.
-¿Jonathan?.
-Tienes una muy buena madre, nunca te olvides de ella.
-Nunca lo haré... Y... Ahora que lo recuerdo, ¿que fue lo que te dijo ayer?.
-Me contó de cuando eras un adolescente, de como te sentías, que pasaste una niñez muy triste y de solitaria.
-¿¡Te dijo eso?!, ¡no puedo creerlo! ¡Que vergüenza!.
-Lo hizo porque te ama, y también, me dijo que no me acercara a ti, que podía lastimarte.
-Jonathan...
Yo se que el nunca me haría daño, se veía decaído, yo no podía evitar poner la misma expresión al verlo así, lentamente me acerque y me senté a su lado, caray, lo que hago por amor.
-Yo se que tu nunca me lastimarías Jonathan.
-Sí, lo se, pero no quiero que te decepciones de mi, no me importa cuanto tenga que sufrir yo, con tal de que tu estés bien y seas feliz.
-Que estas...
-Aunque tus familiares no me acepten, quiero protegerte, tienes una madre increíble, se preocupa siempre por ti, no deja de pensar que eres un niño, puedes asegurar que siempre estará ahí para ti, y que no dejara que te vayas así de fácil.
Es lindo de su parte hablar así de mi madre pero por-... No, yo... Nunca dejo de hablar de mi madre, siempre digo cuento me quiere pero... Nunca me pare a pensar en que piensa él, al saber que no tiene una madre así, estaba presumiendole de ella sin darme cuenta, ¿y si yo lo he estado lastimando?.
-Jonathan... Lo... Siento.
-¿Porque?
-Yo siempre hablo de mi madre, y debe ser agobiante para ti pues... Tu nunca hablas de la tuya... Digo... Quiero que sepas que me interesa también tu vida, por esa razón, si alguna vez te hice sentir mal, o incómodo, lo siento.
No lo estaba mirando a la cara, estaba algo avergonzado, pero sentía su mano en mi cabello seguido de un beso.
-Como haces para siempre hacerme feliz, esta bien, no pasa nada.
-Ess que no está bien, y si te hace sentir mejor, podría algún día conocerla, si quieres.
-Je je, lo tendré que pensar.
Él me empujo de espaldas al sofá y se colocó encima de mi ferozmente mientras me miraba con una sonrisa picarona.
-Q... Que...
-Tú me cambiaste la vida.
Luego besó mis labios dulcemente, ¿porque las personas dicen que el verdadero amor son las almas gemelas?, tal vez sí, pero en mi caso, en vez de ser su media naranja, soy su medio limón, las naranjas con limones no son iguales ¿verdad?, son sumamente distintos en color como en tamaño, y juntos no hacen una buena combinación, es así como me siento a veces con Jonathan, pero en realidad, ahora ya no me importa.