—Conchetumare —comentó Escorpio, lamentándose por dentro— No estudié para la prueba.
—¿Prueba? —cuestionó Aries, quien estaba a su lado— Me estai webiando que había prueba —su mirada se volvió tensa.
—QUÉ, NO WEY —exclamó Géminis, mientras se agarraba la cabeza con desesperación— AAAHHH VOY A MORIR.
—Vamos a morir... —murmuró Capricornio.
—Uhh, nos tiramos —comentó Virgo.
—¿Ah? ¿Prueba de qué? —preguntó Tauro, mientras se sentaba derecho luego de haber estado recostado en la mesa, durmiendo.
—Ohh, prueba de matemáticas, cierto —dijo Cáncer, hojeando los apuntes de su cuaderno con cara de sufrimiento.
—Puta la wea... —se quejó Leo de manera exagerada, echándose para atrás en su silla.
—Tranquilos, tengo fe en que no vino la profe, grr —habló Libra con tranquilidad, gruñendo de frustración.
—¿Y qué entraba? ¿Alguien estudió? —musitó Piscis, con voz de queja.
—La profe dijo que era una prueba de Los Garitmos —aseguró Acuario, mientras masticaba una galleta— ¿Saben quiénes eran?
—¡Son "logaritmos", basura! —rió Sagitario, acompañado de los demás.
Se encontraban los doce chicos reunidos alrededor de una mesa de su salón de clases. Había comenzado el horario escolar hace un rato, y la profesora aún no llegaba.
—Ay pero si todavía falta para la hora de matemáticas —aclaró esta vez Aries— podemos estudiar apurados en el recreo.
—Mmmmmmseh —Acuario alzó la vista. Sacaba su cuaderno de la mochila, cuando la puerta de la sala se abre, y entra una inspectora de pasillo. Todos en la sala guardaron silencio.
—Chicos, no vino la profe el día de hoy —habló la mujer con voz dulce y suave. Medio curso celebró— pero no hay problema, me dijeron que los llevaba a la sala de computación, para que les den una charla.
En el curso se escucharon murmullos de duda. Entre los doce chicos, intercambiaron miradas sin comprender nada. Se dispusieron a ponerse de pie, dirigiéndose a la sala de informática.
Escogieron unos asientos apartados, situados cada uno en parejas frente a un monitor. Delante de todo el curso, una mujer se puso de pie.
—Hola chicos, yo soy María Rosa, y vengo a hacerles una charla sobre la sexualidad.
—Me estai webiando... —masculló Géminis, llevándose una mano al rostro.
Ella era una mujer de corta estatura y de piel tostada, a quien el frío la hacía llevar prendas abrigadas. Por su voz y su acento, daba a conocer que no era de nacionalidad chilena.
—Bueno, comencemos. La sexualidad es algo que se está dando muy frecuentemente en jóvenes de su edad en la actualidad. Ya la mayoría de las niñas han salido con chicos, y viceversa. Incluso ya hay chicos que han experimentado su "primera vez".
Acuario se apoyó en el respaldo de su asiento con brusquedad, colocando las manos a la altura de su cabeza, mientras le dirigía una mirada de sorpresa a la mujer.
—¿Y dónde demonios están esas chicas? —habló en tono alto, llamando la atención de algunos.
Unos cuantos rieron, incluyendo a la mujer.
—Por como vamos, sólo debes ser un poco más paciente.
La mujer continuó la charla sin ningún tipo de interrupciones, ni siquiera de la campana, puesto que en la sala en que se encontraban era el único lugar del colegio en que no podía oírse.
—Muy bien, para finalizar, necesito un voluntario.
—¿Para qué? -preguntó alguien.
—Si les digo para qué, no sería una sorpresa —respondió con una sonrisa.
Los 12 chicos comenzaron a murmurar entre sí.
—Quiero ir, pero me da miedo —murmuró Sagitario.
—¿Es que qué mierda va a hacer? —susurró esta vez Piscis.
—La curiosidad me está matando —habló Virgo, mirando expectante a sus compañeros.
—Ya, yo voy —Libra se puso de pie, y se dirigió a la mujer— yo quiero... creo.
—Perfecto, acérquese. —Libra obedeció, y vio como la mujer sacaba un modelo de madera de un pene y un condón de su cartera. Libra se congeló, mientras que el curso en general reía.
—Se lo va a violar —le comentó Escorpio a Leo, quien también rio.
—Okey. Ahora vamos a enseñar a cómo poner un condón. ¿Cómo se llamaba usted, Anthony? —Libra le asintió en silencio— okey, ¿Alguna vez a puesto un preservativo? ¿Sabe cómo hacerlo?
—No... —el chico de aire rio nervioso. La mujer le pasó un condón y la figurita de madera.
—Ponlo con la boca —gritó Capricornio desde su lugar. El salón entero trataba de aguantarse la risa.
Finalmente la charla terminó. Todos los alumnos se iban a su sala después de unos largos minutos.
—Conchetumare Anthony, no podí —Géminis lo llevaba molestando hace un rato. Se reía de él cada vez que hallaba la oportunidad.
—Calla, Tom —respondía en tono divertido.
—¿Chiquillos, qué hora es? —los interrumpió Leo con mirada de duda. Acuario sacó su celular.
—Ohh, quién lo diría.
—¿Ah? ¿Qué pasó? —intervino Aries.
—A esta hora estamos en matemáticas.
—Espera, ¿qué? —Escorpio reaccionó, uniéndose a la duda.
Entraron a su sala y se fueron a sus lugares. Detrás de ellos llegó una inspectora de pasillo muy mala onda y con cara de pocos amigos.
—Ya chicos, guarden sus cosas que vamos a hacer la prueba. La profesora no vino, y yo se las tomaré en su lugar.
Todo el curso estaba confundido.
—Pero no vamos a alcanzar —alzó Piscis la voz.
—No no no, si alcanzan, de más.
Sin rodeos empezó a repartir las pruebas. El curso murmuraba. Sólo les quedaban 20 minutos para completarla.
—Vieja culia —murmuró Ricardo.
~o~
Ya había sonado la campana hace unos minutos. La inspectora ya había retirado las pruebas y se había ido, por lo que los doce chicos volvieron a reunirse, como en todos los recreos.
—¿Alcanzaron a terminar? —preguntó Cáncer con tono molesto.
—Ni cagando —respondió Leo, soltando un bufido.
—Vieja y la conchetumare —murmuró Sagitario con voz de odio. Piscis lo miró sonriendo.
—Wow, wow, wow. Tranquilo, viejo.
—Miren el lado bueno... —Escorpio sacó algo de su bolsillo y sonrió ampliamente— ¡Tenemos condones!
La mujer de la charla antes de irse, le regaló a todo el curso un preservativo, para sorpresa de todos. Libra se llevó una mano al mentón, y miró insinuosamente a todos sus amigos.
—¿Están pensando lo mismo que yo...?
~o~
Ya era la última hora de clases. Esa preciada hora en la que había un profesor que ni hacía clases, y se dedicaba a sentarse en su escritorio durante dos horas. Esa hora en la que los alumnos eran libres.
A decir verdad, demasiado libres.
—¡Pásalo pa' acá! —exclamó Virgo, llamando la atención de Leo.
—¡Agarra! —le respondió éste, haciendo que el "globo" flotase en su dirección.
Se habían aburrido tanto, que habían inflado uno de sus preservativos, con el que llevaban jugando un largo rato. Si ya hasta lo habían bautizado y adoptado. Ahora Juanito tenía una familia.
-Cualquier similitud con la realidad, es mera coincidencia-