Microhistorias del Zodiaco (CANCELADA)

Autobús

—Oye, ¿Te gustaría acompañarme al centro?

—¿Al centro? —cuestionó Cáncer.

—Debo ir a cierto sitio a retirar cierto objeto.

—Ah. Vale, supongo.

El chico de fuego se volteó, dándole la espalda a su actual seguidor.

—Ahora, acompáñame a buscar más gente.

—¿A quién específicamente?

—A lo habitual: Aries, Acuario y Tauro. Ahora, sígueme.

—¿Por qué a todos ellos? Es decir... ¿Por qué no vas solo?

—¿Solo? No lo sé, me gusta su compañía. Además, me podrían asaltar o algo.

—Ajá... —ambos comenzaron a caminar— Si te asaltan, será con o sin nuestra presencia, ¿sabes?

—Shh. Por lo menos más ojos podrán mirar el show.

—Ahora resulta que es un show.

Leo frenó bruscamente y volteó en su lugar.

—Si no quieres acompañarme, dímelo. Si hasta creí que disfrutaría de tu compañía.

—Vale, bueno, me callo. Como digas —masculló rodando los ojos. Leo sonrió satisfecho, y se giró volviendo a dar zancadas.

—Bueno, pues en lo que íbamos.

El chico del león con duro trabajo, fuerza de voluntad y convicción, reunió a todo el grupo con el que saldría aquella tarde... a un lugar que todos desconocían.

Estaban saliendo los cinco de aquel departamento en dirección a la parada de buses, cuando Tauro se acercó con paso veloz a Cáncer, caminando a su lado.

—¿Sabes a dónde vamos?

—Nope.

—¿Y por qué nosotros y no el resto?

—Supuestamente le caemos bien...

—Lol, ¿Le caemos bien al león? Wow

El autobús interrumpió su charla, y los cinco subieron. Caminaron al fondo de aquella máquina y se sentaron en los últimos asientos de atrás, que eran exactamente cinco. Todos estaban juntos, uno al lado del otro.

De izquierda a derecha estaba Cáncer, Tauro, Acuario, Aries y Leo.

El viaje sería largo, por lo que Cáncer sacó sus audífonos suspirando junto a su mp3. Tauro lo observó un segundo.

—¿Te vas? —le preguntó.

—No quiero aburrirme.

Hubo una pausa antes de que Tauro le quitara los audífonos de las manos, y los lanzara sin mirar al regazo del chico de aire que estaba a su lado. Éste se sobresaltó, pero no hizo nada más al respecto. Cáncer lo miró con un toque de angustia.

—¿Y eso? —su voz sonó un tanto afectada.

—No me vas a ignorar, ¿vale? —el chico de agua resopló.

—Dame una buena charla para convencerme.

Al lado de la otra ventana Leo ya se encontraba quejándose. Aries lo molestaba con pequeños toques en la cintura.

—¡Para ya!

—Nope —rio Aries mientras le seguía picando con el dedo.

—Weoooón... —alzó la voz Leo.

En eso el bus se detuvo en un paradero, y subió una chica de apariencia bastante común al transporte, y llevaba unos altavoces bastantes poco comunes tras de sí. Captó de inmediato la atención de los chicos.