Espero que os guste tanto como a mí y de verdad cuento con vuestros votos y sobre todo comentarios y opiniones.
En este capítulo quiero agradecer la ayuda de punknarry- (mejor la muñeca) y AmazingAlon (creo que logré captar la dosis de romanticismo y sensualidad, gracias por el empujón).
Os animo a que os paséis por mis otras historias 💕.
All de lof
Niall vació la copa y asintió con la cabeza.
-De acuerdo, vamos.
-¿Ya estás más seguro?
-No, pero sí medianamente borracho.
-Vamos. No duele nada, ya lo verás.
Entraron en el estudio y cómo evidentemente ya conocían a Louis y era un cliente apreciado, les pasaron inmediatamente a una salita interior donde estaba el tatuador titular, no uno de sus empleados. Louis empujó la espalda de Niall.
-Va a hacerse su primer tatuaje.
Niall desdobló su papel y se lo enseño al tatuador.
-Qué bonito... ¿De qué tamaño lo quieres y en dónde?
-No muy grande –dijo Niall con un graznido.
-Cobarde –dijo Louis sacando un chicle de nicotina del bolsillo.
-¿Qué te parece la muñeca? Encaja con tu estilo.
Louis se rió y Niall le lanzó una mirada asesina.
-De acuerdo. Tenga cuidado. Tengo la piel delicada.
-Joe, es un poco fino, pero es irlandés. Los irlandeses son tipos duros –Louis se rió entre dientes y Niall le sacó el dedo. Pero no pudo hacer más porque el hombre ya venía con la máquina y...
-Tranquilo, chico. Louis, este es de los nerviosos.
-Lo sé, es mi amigo hace seis años.
Niall apretó los dientes. Seguro que no... ¡Puta madre, sí que dolía!
-¡Pare, pare, pare!
-¿Paro?
-No, siga.
-¡Señor Storan!
-Siga...
-Por Dios, Niall, me estás avergonzando –Louis sacudió la cabeza. –mira cómo se hace.
Niall se negó a quejarse más. Louis salió, volvió con una empleada, se quitó la camisa y le dió a la chica unas instrucciones. Y mientras ella trabajaba en su espalda él se leía tranquilamente una revista.
-Te odio –gruñó Niall -¡Ay!
-Espere, cuando acabe la espalda quiero que haga otra cosa...
El precio del tatuaje le pareció excesivo por el hecho de que se trataba de pagar por ser torturado, al fin y al cabo. Le dolía la muñeca mientras sacaba el dinero, pero no iba a demostrarlo delante de Louis, que parecía fresco como una rosa.
Le dolía la muñeca y estaba borracho. Genial.
-Tendrás que conducir –dijo pasando las llaves a Louis –no lo rayes.
-Pobrecito mío. Vamos. Verás que contento se va a poner Harry.
-¿Bromeas? Voy borracho y no puedo mover la mano derecha. Te aseguro que no va a ser cómo yo lo imaginé en mi mente.
Louis se rió y subieron al coche. Niall comenzó a jugar con un conejo que sonaba porque tenía dentro un cascabel.
-Se ve bonito –dijo al fin.
-No retires esa protección hasta mañana. Además tienes "tu piel delicada".
Niall le retó con la mirada y Louis entró en el garage de los Storan. La defensa del vehículo sonó al golpear suavemente unas estanterías.
-¡Louis!
-Que delicado. Hala, ya estás en casa.
-¿Huelo mucho a whisky?
-¿En serio? Voy a llamar a un taxi para mi y ni tú buena suerte.
Harry miró el reloj. No quería ponerse puntilloso, pero ya tardaba.
Calum entró en la habitación.
-Voy a cambiar a Eileen para la noche, y a bañarla.
-Sí, Calum, gracias.
Las demás habían salido y estaba sólo en casa, en el piso superior. Al fin sintió la puerta abrirse y se sentó sobre la cama, curioso, aunque hizo como que leía una revista sin querer parecer loco o pendiente de la hora.
Sintió un tropezón y frunció el ceño.
-Hola, amor... –Niall abrió la puerta y levantó un dedo –espera...
-¿Otra vez borracho?
-No mucho y ésta vez tiene una buena explicación.
-Estoy deseando oírla.
Niall corrió a sentarse junto a él en la cama.
-Yo bebí porque necesitaba valor. Valor para...
-¿Vas a dejarme? Oh, dios mío...
-¡No, no, para! Necesitaba valor para... Quería tener contigo un detalle único y especial... Algo que te demostrara lo importante que eres para mí, lo mucho que te amo y... Lo importantes que sois para mi tu y Eileen. –Niall se levantó la manga de la chaqueta y le enseñó su muñeca.
-¿Eso es un...? Niall, bebé, mi amor...
-No te gus...
-Me encanta.
Harry no podía apartar la vista del trébol verde entrelazado con la mariposa en blanco y negro, ambos fusionados, y dónde terminaba el trébol y siguiendo el rabito estaba en letra cursiva Eileen.
Era bonito, pequeño, discreto... Perfecto. Harry le besó y Niall suspiró, aliviado.
-Tenía un poco de miedo porque lo vieras demasiado raro en mí y no te gustara, mi amor...
-Es precioso... Y sé que te ha debido de costar mucho decidirte porque te daba miedo.
-Pero quería hacerlo por ti y por Eileen. Haría cualquier cosa por vosotros.
-¿Incluso comer brócoli?
Niall se rió y Harry acercó su cara para besarlo.
-No me pongas a prueba, amor...
-Ahora procedería sexo de celebración, pero yo estoy con mi espalda y mi pie y estoy seguro de que siendo tu primera vez te duele mucho la muñeca...
-Pero no tienes mal los labios.
-¡Niall!
-No, no, no me refería a... O sea, me encantan tus... Pero no... –Niall se rió. –me refería a besarte –dijo rozando los labios de Harry –déjame quitarme esta ropa y ponerme el pijama, ¿vale?
-De acuerdo.
-Veremos un poco la tele, hablamos y dentro de un rato cenas.
-No tengo hambre.
-¡Harry, cenas!
Niall se colocó el pijama y luego se metió en la cama. Harry había puesto un reality.
Se giraron uno hacia el otro. Niall le besó la nariz.
-Mi amor... Louis me acompañó, nunca más lo hago, debí llevar a Liam.
-Me vale con que no se lo pidas a Zayn.
-Harry, me voy a tener que poner serio con eso. Él no hizo cosas bien, pero tú te estás poniendo un poco infantil y...
-...y ahora es el novio de Gemma.
-¿Qué? –Niall pareció confuso –oh, sí... Son novios ahora y él nos está pidiendo una oportunidad.
-Bueno –Harry movió la cabeza y Niall adivinó lo que necesitaba y le besó. –déjame ver esa muñeca... Que rojita la tienes. –sopló con suavidad.
-Esto me trae recuerdos.
-Lo sé... En xFactor. Cuando dormíamos juntos pero la puerta estaba abierta y de noche te colabas en mi cama pero no podíamos hacer el amor.
-Ay, Harry... Hemos pasado mucho juntos... Y apenas estamos comenzando.
-Cuando rompimos yo... Pensé que éramos tan jóvenes y... Creí que no volverías.
-No hables de eso, disgustas a los bebés.
-Serán niñas. Estoy completamente seguro.
-No puedes estar seguro, y ¿tres niñas?
-Pues lo estoy –Harry volvió a besarle. –Odio este dolor de espalda.
-Cada vez que lo recuerdo yo...
-Te pusiste tan masculino y dominante... ¿Debería llamarte daddy, pastelito?
-Ay, mi amor... No digas eso porque...
-Ni me lo jures, puedo notarlo.
Niall se ruborizó y volvió a besarlo. Harry arrimó la cara a la de su marido.
-Cuando esté bien, entonces podremos hacer las cosas como se deben... Como el día del estudio...
-Ay, Harry, para. Estamos demasiado doloridos para seguir con ésto.
-La verdad es que tienes razón –Harry le besó de nuevo.
-Iré a por la cena.
-¡Payno, mi vida, estoy en casa!
-Hola, cariño. Ya está todo montado.
-Falto yo por montarme en ti –Louis se acercó a él y le tomó los labios -¿cómo está Savannah?
-Acaba de dormirse.
-Mira, amor –Louis se quitó la camisa y Liam se rió.
-Amor, está mi madre...
-Calla, y mira –Louis se giró. En letra gótica desde el inicio del hombro derecho por toda la clavícula llevaba escrito SAVANNAH en su espalda. Liam dejó salir el aire –yo... Wow.
-¿Te gusta? También tengo algo para ti –se desabrochó el pantalón y dejó caer el jean. Bajó la cinturilla del calzoncillo y mostró el tatuaje que nacía debajo del ombligo y bajaba en dirección a la ingle, en letra más pequeña y cursiva – "Liam Paylinson's game zone".
-Dios, cariño, yo...
-Hola, Louis... Oh...
Louis miró a la derecha para ver a Karen con una taza de té en la mano.
-Hola, Karen.