BOUNDLESS. [Larry]

By VannStylinson

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❝ ¿Para ti qué es lo más importante, cuanto te amen o cómo te amen? ❞ » Trailer hecho por: frozenmoments h... More

BOUNDLESS
EPÍGRAFE + TRAILER.
I: Tienes que darte un respiro.
II: Bienvenidos a Harlem.
III: Tres corderitos en la cueva del lobo.
IV: Mueres por ocupar su lugar.
V: Comenzar desde cero.
VI: El principio de algo.
VII: ¿Qué gane el mejor?
VIII: Para ganar hay que perder.
IX: Poco a poco.
X: Como si nada hubiera pasado.
XI: Perfectos de alguna manera.
XII: Cuando todo es color rosa.
XIII: El Delfín de Nueva York.
XIV: Hombre muerto.
XV: Llámalo mágia.
XVI: Doy gracias por ti.
XVII: La llegada del invierno y algo más.
XVIII: Esta noche me quiero enamorar - Parte I.
XIX: Esta noche me quiero enamorar - Parte II.
XX: ¿De verdad lo conoces?
XXII: La pureza es su debilidad.
XXIII: Extrañándote en silencio.
XXIV: Por ti, voy a arriesgarlo todo.
XXV: Haz de mi corazón, un lugar mejor.
XXVI: Tropezando con la misma piedra.
XXVII: Sólo deja de llorar.
XXVIII: Dos Tomlinson, dos oportunidades.
XXIX: Si no puedes, no lo hagas.
XXX: Aquí vamos de nuevo.
XXXI: Tú eres asombroso.
XXXII: Nuestro propio universo.
XXXIII: Todo comienza aquí.
XXXIV: Forzada a ser una mujer.
XXXV: Strike Uno - Parte I.
XXXVI: Strike Uno - Parte II.
XXXVII: Strike Uno - Parte III.
XXXVIII: Promesas que no se pueden mantener.

XXI: Prohibido quererlo.

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By VannStylinson




Capítulo dedicado a: Lou__Tomlinson y aleg_miaw. Aún sigo totalmente agradecida por su apoyo. Son lo mejor<3








— ¡Tomlinson!, ya puedes salir. —Los ojos de Louis se abrieron con dificultad.

Pasó toda la noche junto a otras tres personas en una pequeña celda de paredes grises; los demás compañeros no se veían tan amigables así que intentó no tener contacto con alguno de ellos al menos que fuera algo muy necesario.

Durante el tiempo que estuvo en ese lugar, se dedicó a pensar en lo que tendría que hacer al salir. Decidir que mentira le diría a su madre antes de que lo castigará de por vida; saber que tenía que hacer para recuperar el auto; pero sobre todo debía enfrentar a Harry,  y aclarar algunas cuentas que tenían pendientes.

Decepcionado de todo, se puso de pie. Nadie le tomó importancia, ni siquiera el señor que intentó venderle marihuana en cuanto llegó. Eso le hacía bien, sentirse ignorado por un momento; no deseaba que alguien en ese lugar lo recordará para después reconocerlo en la calle como su compañero de celda.

Caminó junto con un oficial por el largo pasillo gris y frio, hasta llegar a la puerta que estaba custodiada por otra persona. Espero con mala cara a que dieran la orden de dejarlo cruzar esa habitación e ir corriendo a casa.

Al salir del pasillo, una voz severa le impidió continuar.

—Ya sabes lo que te conviene, Louis Tomlinson. —Reconocía esa voz, claro que lo hacía—. Cuando vaya tras Styles y su familia, no tendré misericordia en llevarme a todos los que lo rodean.

Louis frunció el ceño antes de voltear, y encarar al oficial que lo había interrogado la noche anterior. No había notado lo mayor que era, con finos cabellos blancos adornando la mayoría de su cabeza, esas ojeras y sus facciones duras.

— ¿Es esa una amenaza? Harry Styles lo puede denunciar por difamación.

—Por supuesto que no. —La sonrisa ladina que le dedicó, le mandó un escalofrió a su cuerpo—. Te estoy dando un consejo, niño. No tienes idea lo mucho que te va a costar seguir saliendo con alguien como Harry Styles.

—Pues creo que voy a averiguarlo. —Se encogió de hombros, como si las palabras que había escuchado, no le interesaran. En el fondo, estaba desconcertado, sin embargo—. Con su permiso, oficial.

Una vez en la sala principal de la comisaria, maldijo para sus adentros, y mordió su labio inferior con fuerza. Harry lo estuvo engañando todo ese tiempo, no era tonto como para no creer lo que el oficial le había dicho respecto al chico. Le dolía saber que estaba saliendo con alguien que ni siquiera conocía bien.

— ¿Jade? —Dijo en un susurró cuando su mirada se desvió hacia una cabellera larga y oscura; el pequeño cuerpo de la chica estaba dándole la espalda, pero podía asegurar que era ella—. ¡Jade!

La chica de piel pálida, volteó inmediato al escuchar su nombre. Una pequeña sonrisa se alzó en sus labios al verlo.

— ¡Louis!, me alegro que estés bien. —Ella caminó hasta el Louis con un suspiro lleno de alivio—. Llegué aquí desde las dos de la mañana, y pagué todo, pero apenas te han dejado salir. —Explicó ante la cara llena de sorpresa del castaño.

— ¿Por qué hiciste eso? —Louis intentó no sonar grosero—. Quiero decir, ¿dónde está Harry? ¿Has venido con él? Lo necesito —mencionó mientras escaneaba toda la habitación.

—No... —Jade sobó su brazo con nerviosismo—. No está aquí, su tío lo ha llamado, pero ni te preocupes que él me mandó por ti.

Louis le dedicó una sonrisa demasiado falsa, pero la pelinegra prefirió no decir nada al respecto.

Al final, Louis estaba cada vez más desesperado, y el coraje que tenía hacia Harry aumentaba por el simple hecho de que el rizado no daba la cara ni afrontaba las consecuencias. Estuvo demasiado tentado en preguntarle a Jade algo acerca de Harry, su trabajo, su tío; algo que le diera esperanza de que las cosas que había escuchado de Harry no eran verdad. Pero, evitó hacerlo. No quería hablar con alguien más que no fuera el chico de Harlem.

—Mira, ahí está Liam —Jade señaló al chico de ojos oscuros con su dedo índice—. Ven, vayamos a ver qué ha pasado.

Louis sintió la mano de la chica enlazada con la suya, para después ser arrastrada hacia donde su mejor amigo estaba parado. ¿A cuántos más tuvo que mandar Harry con tal de no ir él?

—Y bien, ¿qué tal tu primera noche en la prisión?  —Liam le sonrió con burla—. Pensé que querías diversión en tu vida, pero no de este tipo.

—Sólo cállate —Louis le golpeó el brazo con fuerza.

— ¡Auch! No te juntes con más presidiarios, eres rudo.

— ¿Qué haces aquí, Liam?

— ¿No es obvio? Vine a rescatarte, princesa en apuros —Liam jugaba con Louis, que ya había rodado los ojos como dos veces seguidas—. Tu mamá hablo para ver si sabía algo de ti, le dije que no y marqué a Harry, el cual me pidió que me encontrará con Jade para ayudarte.

Louis se quedó pensando por un momento en su madre. Iba a matarlo, claro que lo haría.

—Debo ir a casa, antes de que pase otra cosa, pero primero iré por el carro —habló con decisión.

—No te preocupes, Liam ya ha ido por él —Jade le sonrió, haciendo que Liam mostrará las llaves del auto.

—Genial, algo bueno debía pasar —Louis dio un suspiro—. Ahora, vayámonos de aquí, o les juro que voy a enloquecer.

Los dos chicos, lo siguieron hasta la salida. Louis intentó cubrirse la cabeza con la capucha de su sudadera, pensado con paranoia que alguien podría reconocerlo, y señalarlo en la calle por salir de un lugar como esos.

Se alivió un poco al ver el Porsche enfrente del lugar. Caminó hasta él con agilidad, y antes de querer abrir el auto, recordó que Liam tenía las llaves todavía.

Cuando volteó, ladeó la cabeza con curiosidad al observar, sin querer, como Liam le acomodaba un mechón negro a Jade, justo detrás de su delicada oreja. Acto que le pareció, un tanto tierno y extraño.

— ¿Cómo nos iremos?  —Interrumpió sin querer ser inoportuno.

—Pueden irse ustedes en sus autos, yo tomaré el metro —Jade desvió la mirada de los ojos cafés de Liam, sin embargo, Louis aún notaba el sonrojo en sus mejillas—. Yo le diré a Harry que todo está bien ahora.

—No, de ninguna manera —Liam la interrumpió—. Alguno de los dos puede irte a dejar.

—Sí, claro. De cualquier manera te debo una.

—No te preocupes, lo hice sin ningún interés —Jade le informó—. Además, Harry pagó todo.

—Pero no puedes tomar el metro a esta hora, es una jungla.

— ¿Alguna vez lo has tomado, Liam? —La chica dijo con diversión.

Louis podía intuir que ahí, él salía sobrando.

—Escuchen. —Se acercó a ellos, para evitar seguir hablando en voz alta—. ¿Por qué no dejas que Liam vaya a dejarte a tu casa y yo me voy en mi auto?

—No, supongo que quieres hablar con tu amigo y no lo impediré.

—Con la única persona que necesito hablar es con Harry —Louis le aseguró de forma amable—. Además, necesitó estar solo, llegar a mi casa y olvidarme de este mal momento. No deben preocuparse por mí, ¿de acuerdo? Lo único que te pido es que le des mi recado a Harry, por favor.

Jade, se lo pensó por un momento. Sabía lo que era estar en prisión por primera vez, y entendía a Louis. Asimismo, no tenía ningún inconveniente con que Liam la fuera a dejar a su casa, porque eso significaba más tiempo con el hermoso castaño, así que no pensó negarse una vez más.

—Okay —Louis recibió las llaves de su auto—. Cuando puedas, ve a mi casa con Niall, estoy seguro que lo voy a necesitar.

—No te preocupes, que ahí estaré para ti —Liam repuso con seguridad—. Maneja con cuidado, y evita que te detengan de nuevo.

Liam bromeó, pero Louis no rió.

Los tres se despidieron con un corto abrazo, y antes de que Liam se fuera, Louis le susurró suavemente en su oído, algo insinuador de él y Jade. Algo que hizo que Liam enrojeciera como nunca.


( • • • • • )


"Harry 11:14 pm. Estoy afuera, nene"

Louis terminó de leer aquel mensaje mientras estaba echado en su cama, y como de costumbre, con su gata recostada en su estómago.

Se levantó sin ánimo para asomarse discretamente por la ventana de su cuarto que daba hacia la calle; notó el auto de Harry estacionado, pero no pudo visualizarlo a él. Suspiró cansado antes de poder ir a su armario y buscar cualquier cosa para salir.

Hace media hora, obtuvo la primera  señal de vida por parte del rizado, después de haber pasado el día entero sin saber nada de él. Ahora, finalmente, Harry había decidido ir a buscarlo después del desastre que causó.

Tuvo que dejar a Brooklyn encerrada en su habitación, pues su mamá ya estaba lo suficientemente enojada como para soportar a su mascota; bajó las escaleras con su pantalón de chándal, unas pantuflas y su abrigo negro, rogando que su mamá estuviera ya en su cuarto para evitar cualquier sermón.

Después de haber inventado que la noche anterior se había quedado a dormir en casa de Liam, su mamá lo castigó severamente; ella no creyó su absurda excusa por la cual había faltado a casa, y no la culpaba pues era realmente malo mintiendo. Según sus palabras, él no saldría a ningún lado excepto para ir a la escuela, y al trabajo. Resultaba un tanto absurdo ser tratado como un niño pequeño, pero no podía contradecirla.

Estuvo a punto de abrir la puerta de su casa, cuando escuchó un ruido en la cocina; la puerta del refrigerador había sido cerrada con fuerza. 

— ¿A dónde se supone que vas? —Jay, su madre, preguntó desde el marco de la cocina.

Louis puso los ojos en blanco pidiendo misericordia; se giró sobre sus talones para enfrentarla.

—Estaré aquí afuera —dijo encogiéndose de hombros—, ni siquiera me alejaré cien metros, lo prometo.

—No me interesa, Louis. —Observó a su madre dejar el vaso en la barra y salir de inmediato—. Estás castigado, ¿lo recuerdas? Has faltado a casa dos veces, no me quieras ver la cara de tonta otra vez.

—No empieces con el drama.

—No, no empieces tú con la rebeldía. —La voz de su mamá sonaba como si continuará molesta con él—. Regresa a tu habitación.

—No.

— ¿Qué dijiste? —Jay torció la boca—. ¿Estas desafiándome?

—Tómalo como quieras, mamá. No haré nada malo. —Prefirió apartar la vista de ella—. Tengo algo que resolver algo con Harry, y no trates de impedirlo. Ya no soy un niño pequeño.

—Pues no actúes como uno.

Louis negó con la cabeza al mismo tiempo que se mordía su labio levemente.

—Tranquila, yo sé de qué manera debo comportarme. 

Le obsequió una sonrisa pequeña a su madre y acto seguido se dio la vuelta para salir; esta vez sin la interrupción de ella.

Lo primero que vio al salir fue a Harry, con su estúpida sonrisa en el rostro; como si nada hubiera pasado. Después sintió el gélido clima de la noche en su rostro. Estaba casi seguro que muy pronto comenzaría a nevar, de nuevo, así que mientras fue bajando los pequeños escalones, frotó sus manos para entrar en calor. Al llegar al final, sintió los brazos de Harry rodeándolo de manera rápida; gesto que, por supuesto, no correspondió.

—Lamento no haber venido antes a agradecerte. —Harry besó sus cabellos castaños, inhalando el aroma de éstos: cítricos, como de costumbre—. Tuve que arreglar unas cosas pero mandé a Jade por ti.

Louis arrugó la frente ante las palabras del chico. Estaba totalmente indignado por sus acciones y palabras, pues Harry actuaba como si jamás hubiera sido culpa suya el que él terminará en prisión, e incluso creía que era normal que los demás resolvieran sus problemas por él. No podía soportarlo ni un minuto más. Con todo su esfuerzo, posó las manos en el pecho de Harry y lo empujó, sin delicadeza, lejos de él.

— ¿Vienes a agradecerme que haya arriesgado mi reputación por ti o a justificar porque Jade estaba ahí conmigo en la mañana y no tú? —Levantó una ceja, su expresión era dura—. Ahórrate los comentarios, por favor.

Harry se desconcertó al escucharlo hablar.

— ¿Qué pasa contigo, nene? Creí que estabas de acuerdo en que escapará.

Intentó acercarse, pero lo único que logró fue hacer que Louis retrocediera también.

— ¿Qué haces para que la policía este investigándote? —Louis soltó de repente, sin medir sus palabras.

Ya no podía vivir con esa incertidumbre que estaba carcomiéndolo desde la noche anterior. Necesitaba respuestas en ese momento.

La reacción de su novio fue inmediata, su cara de asombro lo dijo todo y el que haya tardado tanto en contestar, confirmó lo que Louis más temía: Harry no era quien creía.

— ¿Qué ha pasado en la estación? —Harry dejó el tono meloso para sustituirlo por uno, levemente, nervioso— ¿Han dicho algo de mí?

— ¿De ti? —Louis preguntó—. Claro, siempre se trata de ti. No te interesa lo que yo haya pasado en ese maldito lugar por tu maldita culpa. Fingiste que eran solo las carreras cuando en realidad existe algo más, algo detrás de todo tu espectáculo lleno de corazones y melosidad.

—Louis, cualquier cosa que hayas escuchado ahí, no es verdad...

— ¿No es verdad? —Esta vez habló con ironía—. Entonces, ¿no es verdad que preferiste dejarme abandonado a mi suerte antes de protegerme? ¿No es verdad que tienes un jodido bar en el Bronx? Todo lo que me han dicho, ¿no es verdad, Harry? Dime, ¿de que más me tengo que enterar por otras personas?

—Es verdad que tengo un bar en el Bronx, pero es algo legal, lo juro. —Harry justificó lo primero que creyó más grave.

—No me interesa si es legal o no —contestó, incrédulo—. Estas lleno de secretos, a pesar de que te pedí que te abrieras ante mí. ¿Cómo puedo arriesgarme por ti si ni siquiera me cuentas la verdad? —Harry se quedó callado—. Por tu culpa tengo un jodido expediente de criminal.

—Esa jamás fue mi intención, nene. —La fría mano del rizado intentó rozar su mejilla; aunque falló porque Louis volteó su rostro—. ¡Joder, Louis! Déjame explicar las cosas.

—Baja la voz.

— ¿Qué es lo que quieres saber? ¿Qué debo hacer para que olvides la mierda que pasó ayer? —Su respiración comenzaban a ser más fuerte; Louis casi podía escuchar el latido de su corazón.

—Amenos que puedas borrar mi expediente en ese lugar... —replicó con sarcasmo.

—Hecho —Harry sentenció de inmediato—. Mañana a primera hora, serás el mismo de siempre. El Louis que no infringe la ley.

Louis se sorprendió ante su respuesta.

—No estás hablando enserio, ¿verdad?

—Lo hago —Harry no dejaba de mirarlo—, ¿no es eso lo que querías? Puedo hacer que nadie recuerde tu noche en prisión, sólo si con eso dejas de actuar así conmigo.

— ¿Quién demonios eres, Harry?

En su interior, Louis rogaba porque la respuesta fuera diferente a todo lo que estuvo imaginando durante la tarde.

—Todo lo que jamás aceptarías en tu perfecta vida, mi amor.

Harry no dudó un segundo en tomarlo de la cintura y acercarlo a él, hasta que ambos cuerpos estuvieron lo suficientemente cerca como para que Louis se sintiera incómodo.

—Seguramente, debes tener razón. —Louis murmuró con la mirada gacha.

Había sentido que todo con Harry era como un cuento de hadas, pero, definitivamente, era demasiado bueno para ser real; un chico como Harry siempre traía un lado oscuro.

—Louis... —El tono de voz que Harry uso para susurrar su nombre, hizo posará su atención en él.

—Olvídalo, puedo intuir que sea lo que sea, lo que haces no es algo bueno. —Le interrumpió—. No creo que alguien como tú, pueda tener la vida que llevas.

— ¿A qué te refieres a alguien como yo?

Esta vez, fue Harry quien se separó de él; dolido.

Louis apretó sus labios y una vez más desvió su mirada, obligando a Harry a hablar de nuevo.

—Tengo un bar con prostitutas —habló por fin y el castaño no pudo ignorar eso—, ¿es eso lo que querías escuchar? Pues te aseguro que eso no debe preocuparte a comparación de las demás cosas.

— ¿Hay más? —Louis preguntó con sorpresa. Actuaba de manera tranquila, pero en el fondo se sentía trastornado, y el silencio de Harry no ayudaba en nada—. ¡Maldición! ¿Quiere decir que todo este tiempo he estado saliendo con un delincuente? Ese jodido carro es producto de dinero sucio.

Afirmó, en un sollozo lastimero.

—Mi tío hace todo lo que produzca dinero fácil; cualquier cosa que se pueda realizar y se consideré ilegal —Louis movió la boca, una vez, dos veces, y al final no pudo emitir ningún sonido; enmudeció porque Harry era peor de lo que creía—. Y sí, soy un delincuente. Uno que te quiere, Louis.

Tú no puedes quererme y yo no puedo corresponderte.

— ¿Quién en su sano juicio estaría con alguien que le gusta ese estilo de vida? No me digas que me quieres porque no me importará. —Estaba angustiado y lleno de coraje por vivir engañado.

Al ver la cara del rizado, intuyó que iba a repetir lo mismo de hace unos segundos, y él no quería escucharlo de nuevo.

—No lo repitas —rogó.

Sentía que había violado sus propios principios al tener algo que ver con Harry Styles.

Estaba completamente seguro que sí hubiera sabido eso, jamás le hubiera dado una oportunidad. No hubiera dejado que las cosas avanzaran tanto hasta el punto en que lo dejo ser el primer hombre en su vida; hasta el punto en que ambos tenían un sentimiento en común; uno que no estaba dispuesto a aceptar o expresar.

—No estoy diciendo nada que no hayas pedido antes. —Harry tomó su mano y enlazó—. Louis, estoy siendo sincero contigo.

—Vete ahora, Harry.

— ¡Joder, te quiero! ¿Qué no los has escuchado? —Llevó la mano de Louis hasta sus labios y depositó un suave beso en ella—. ¿Esto no es mutuo? Porque si me quieres, podrá importarte poco lo que yo haga.

No debo quererte.

Louis zafó su mano del agarre del rizado.

—Puedes llevarte tu auto. —Husmeó entre los bolsillo de su abrigo para encontrar la llave; estiró la mano, esperando que Harry la recibiera. Quería que eso terminará lo más pronto posible—. No quiero nada de alguien como..., nada de ti. 

Harry negó con la cabeza varias veces, rechazándolo. No podía ser que Louis lo dejará por una estupidez como esa. Ni siquiera le había contado todo y él ya estaba terminado su relación. Louis quería conocerlo mejor, pero ahora que estaba siendo sincero, lo mandaba a la mierda. Que hipocresía de su parte.

—Pensé que teníamos algo especial —dijo en tono burlesco.

— ¿Algo especial antes o después de contarme toda la mierda que haces? No puedes ser tan tonto como para creer que después de saber lo que hacías... —Louis levantó la ceja con indignación, pensando si debía terminar la oración. Al final lo hizo—. Iba a quedarme a tu lado.

—No me dejes ir... No me lastimes, Louis —Harry sonaba sincero, pero ni siquiera eso hizo que Louis se pensará ni por un segundo, la posibilidad de seguir con él. Era simplemente, inaceptable.

—Todo lo que eres, es algo que jamás desearía para mi vida —Louis trató de ser sincero, ambos se merecían eso—. No importa que este enamorado de ti, incluso. Quizá, no podré sobrevivir la vida que llevas, va en contra de mi forma de ser.

— ¿Después de todo lo que te he demostrado? No fui la persona que pensabas, no fui un patán contigo, y traté de dar lo mejor en esto.

—Olvídalo y vete a casa, Harry —contestó como si esas palabras fueran un discurso memorizado—. Ya nos hemos acostado; anéxame a tu lista de conquistas, y déjame en paz.

Harry observó cómo el castaño daba la vuelta; huyendo de él y dejándolo como un idiota, pero no lo iba a dejar ir tan fácil; Louis era importante para él, eran tan diferentes, que cada vez que lo tenía cerca, sentía que lo bueno de Louis, se trasmitía a él.


De hecho no pensaba hacerlo; subió las escaleras, y lo alcanzó antes de que llegará a la puerta. No pudo impedir jalarlo del brazo con un poco de brusquedad.

— ¡Louis, no puedes hacerme esto! —Bramó molesto—. Soy un puto delincuente, pero jamás rompería tu corazón.

Para Louis, no era cuestión de que le rompiera el corazón o no. Lo que más le importaba era lo que Harry hacía para ganarse la vida porque por más de que tratará, no quería tratar con un tipo así.

—Pues entonces, lamento ser yo el que te rompa el corazón. —Lo miró directo a los ojos y habló con un tono bajo—. Pero mi respuesta es no, Harry.

Harry apretó el agarre al recibir esa respuesta que no deseaba, provocando que Louis se quejará.

—Me estas lastimando —Louis se quejó entre dientes, esta vez, enojado por la fuerza con la que era tomado—, ¿no entiendes que yo no estaré con alguien como tú? Es mejor ahora, antes de que las cosas empeoren. —De un jalón, se alejó de Harry—. Finge que jamás me has conocido porque no voy a corresponderte. No voy a seguir enamorándome de alguien que es un criminal; hice demasiado al aceptar que corrías ilegalmente, pero esto es más de lo que podría aprobar.

Louis brincó los últimos escalones que quedaban para entrar a su hogar de forma rápida, con la respiración al límite.  Sentía que no podía respirar, no después de haber dejado a Harry solo, y con una mala cara.

Apretó sus puños, y se recargo en la puerta de madera. Esperando que nadie bajará en ese entonces, y lo encontrará tan débil.

Estuvo a punto de recargar su cabeza en entrada cuando sintió un estremecedor golpe en ella; uno que provenía de afuera, obligándolo a soltar un grito de sorpresa que silenció en cuanto escuchó maldecir fuertemente a Harry fuera de su casa.

Sus manos permanecieron en su boca, hasta que pudo oír el sonido del auto de Harry, arrancar de forma veloz. Podía casi apostar, que el rizado manejaba furioso.

Y no, jamás lloro. ¿Por qué razón debía hacerlo? Pero eso, no evitó que un nudo se formará en su garganta, y un pequeño dolor se le incrustará en el pecho. De cualquier manera, se estaba obligando a pensar que lo que hizo, había sido la mejor elección. Ya no podía arrepentirse.

Incluso aunque ambos se habían enamorado, ahora Harry era prohibido en su corazón.














N/A: Holi(:

Lamento la tardanza, pero he estado ajetreada con la tarea. Prometo que no volverá a suceder.

Espero  que les siga gustando el fic, y que me dejen sus opiniones, porque como siempre, es un placer leerlos.

Mil gracias por todo, de verdad.
LOS QUIERO!

BESOS Y ABRAZOS<3

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