-Nada. No ha pasado nada, Niall. Son náuseas.
-¿Y la tensión alta, el sudor...?
-Señor Storan, su marido necesita calma.
Niall apretó los labios. La enfermera trajo un pijama limpio y ayudaron a Harry a pasarse a la silla de ruidas. Niall llamó a Gemma. Eileen estaba a punto de despertar y él debía ayudar a Harry a cambiarse.
Gemma estaba pendiente de Eileen cuando se fijó en que Zayn estaba en el pasillo. Qué insistente. Trató de no sentirse presionada por el hecho de que él estuviese ahí. Él provocaba en ella una sensación de desazón que nunca había podido explicar del todo.
Harry estaba muy callado. Niall abrió la ducha y le ayudó a entrar, después de cubrir la escayola.
-Estoy bien... Avergonzado por haberme vomitado encima.
-Harry, ¿Qué pasó?
-Una especie de ataque de pánico.
-No puedes ponerte así, no te preocupes. Todo va a ir bien.
Harry asintió. Pensaría en la excusa para grabar el disco, el management se quedaría satisfecho y Niall jamás se enteraría de las tonterías que había hecho aquellos meses. Y podrían seguir con Eileen y los bebés y su familia sin que nadie lo supiese jamás.
-Estás pensativo.
-Estoy bien, Niall. Te lo prometo.
El pediatra miró a Liam y Louis y firmó un papel.
-Savannah está sanísima. Grande, buen peso, come bien. La verdad es que no veo motivos para que sigan aquí encerrados. Pueden irse a casa los tres, familia.
Se miraron y sonrieron. Empezar su familia.
Savannah pataleó y Louis recordó algo.
-No tenemos ni carrito. Ayer por la mañana pensábamos que no llegaría hasta julio y ahora estamos a punto de irnos a casa.
-Pueden sacarla en brazos –dijo el doctor antes de irse.
Louis miró a su marido.
-No tenemos ni ropa, nada más ese pijamita de hospital.
Liam se rió.
-Mi madre está en camino, pero tardará unas horas.
-No, quiero irme ya.
-¿Y qué hacemos? Fuera está lleno de prensa ansiosa por captar la primera imagen de nuestra hija y fijarse en su ropa.
-Creo que tengo una idea...
-No me traigas flores.
-Eres mi novia.
Gemma cerró la puerta y soltó el aire.
-Vamos a tratar esto, porque no vas a callar.
-Mira, Gemma, la situación es la siguiente. Quiero volver al grupo pero quiero llevarme bien con los chicos. Niall y Liam son más fáciles pero Louis y tu hermano...
-Le zorreaste a Niall en el Jingle Bell.
-No fue mi mejor día.
Gemma arqueó una ceja.
-¿Cuál lo es?
-Gemma, si él cree que estamos juntos me verá con otros ojos. Y nos ha visto en acción. ¿Quieres disgustarlo creyendo que no le respetas cuando está en el hospital? O tantas otras veces en que tú y yo...
-No. No lo digas... Son calentones.
-Gemma, por favor.
-De acuerdo. No sé porqué accedo a ésto, pero de acuerdo.
Kyle llegó de la calle. Había llevado a Eileen a dar un paseo. Niall estaba sentado junto a la cama. Harry estaba dormitando. Eileen lloró y movió el cuerpo hacia él.
Harry parpadeó.
-Mi niña... Papá hoy no ha podido estar mucho contigo hoy...
Niall se acercó y le ayudó apartando el tubo del gotero.
-Mañana estaré mejor, pero tienes a papá Niall... Ay, cariño...
Eileen lloró y alargó la manita, buscando su pelo, pero lo llevaba recogido. Harry la apretó contra su pecho. Eileen suspiró. Niall le acarició la cabecita.
-Ella quiere estar con los dos. Eileen, papi Harry está malito hoy.
-Es porque vas a ser hermana mayor... Es tan perfecta...
Niall besó la cabeza de Harry y miró la cara de la pequeña, que les observaba curiosa.
-Chicos –Liam abrió la puerta –nos han dado el alta.
Louis entró con Savannah y la acercó a ellos para despedirse.
-¿Y la vas a sacar así?
-Sí –se rió Louis.
Pocos minutos después Louis y Liam respiraron hondo. Habían pedido ayuda a la seguridad que les acompañaba a veces para que organizara e hiciera pasillo, pero bien. Las puertas de la clínica se abrieron y salieron, Liam con una bolsa de plástico de hospital con las pocas cosas que tenía allí Savannah y Louis con la pequeña.
Vestida con su pijama de hospital y envuelta y abrigada por la sudadera roja Adidas favorita de su papá Louis.