Como la mayoría de veces, escuchen desde el asterisco la canción, pero esta vez desde el coro, es poco pero espero les guste...
LARA.
Estaba llorando en frente de Potter, el cual ahora podía llamar mi medio hermano.
-¿Qué te hizo?- corrió a sostenerme en sus brazos.
-No... No es importante... El... No me importa.- intentaba hacer que mi voz sonara firme pero las lágrimas me traicionaron.
-Eres mi hermana y si me importa.- eso me hizo sentir mejor.
-Pot... Harry déjalo así.- estaba limpiando rápidamente mis lagrimas, me separe de Harry y le sonreí intentando hacer que pareciera que estaba bien.- Creo que es hora de irnos... Son las 3:30 am.- el me miró y asintió de manera comprensiva.
-Esta bien, te veré mañana, eso espero...- lo mire y volví a sonreír para acercarme y abrazar a Harry.- espero y no te avergüences de tu hermano menor ¿eh?- se rió levemente haciendo que yo también riese mientras negaba con mi cabeza.
Baje las escaleras rápidamente para llegar a las mazmorras, corrí con la suerte de no encontrarme a nadie en el camino.
Entre en la sala común y también con suerte de no encontrarme a nadie ahí dentro, me encaminé a mi habitación y empece a guardar algunas cosas ya quad vacaciones de Navidad serían pasado mañana, guarde mis libros, plumas, ropa, y recuerdos de lo largo de mi estancia en Hogwarts.
En el fondo del baúl vi una parte de una cadena de plata, la saque y vi el dije, una pequeña serpiente con una esmeralda entre sus fauces, fue un regalo de mi cumpleaños número doce.
Me lo dio mi padre junto a mi hermosa chaqueta de cuero que siempre llevaba conmigo.
En pocos días sería el cumpleaños de Malfoy... Y ya había debatido bastante sobre darle la pequeña cadena, y le enviaría una carta con mi lechuza, sería ese el último contacto con el.
Cuando termine de guardar mis cosas tome una pijama y fui al baño a cambiarme, después de unos minutos me dormí.
Desperté a la mañana siguiente porque sentí un peso extra en mi cama.
-Lara, Lara despierta nos vamos a perder el desayuno y el día de hoy es libre.- Anne estaba sacudiendo mi hombro con insistencia.
-Ya voy, sal de mi cama que me quiero levantar...- me levante una vez que Anne salió de mi cama y tome un jean azul, una blusa larga gris y mis bellas botas cafés.
Entre al baño para darme una rápida ducha y bajar a desayunar.
Termine con mi rutina diaria y salí del baño, baje a la sala común encontrándome con varias personas a mi paso, entre esas Malfoy.
Camine hacia donde estaban Blaise, Theo, Anne y Malfoy.
-Buenos días a todos...- mi voz aún era somnolienta, a causa de que no había dormido lo que acostumbraba a dormir siempre.- Voy a desayunar no se ustedes...- dije restregándome los ojos para espantar la pereza de ellos.
Me di la vuelta y salí por el pasillo, lo amas habían empezado a caminar, empezando por Draco, después de él fue Anne y luego Blaise y por último Theo.
Cuando salí por la puerta me encontré a Seamus ahí afuera esperándome, cuando salí él me recibió con una sonrisa y un corto beso en los labios.
-Hola.- pasó su brazo por mis hombros y beso mi frente.-¿Cómo has dormido?- se separo un poco para verme a los ojos.
-Bien, ¿tú?- le sonreí, un bufido molesto interrumpió su respuesta, Malfoy salió pitando de las mazmorras seguido de la cara de perro de Pansy.
-Y cómo te dije me da risa ver su cara...- se rió levemente haciéndome reír a mí también, me tomo la mano y caminamos hacia el gran comedor.
Cuando llegamos a las enormes puertas el me enrollo en sus brazos para volver a dejar un beso en mis labios, acto seguido cada uno se fue a su mesa.
Me senté con Anne a mi lado, por su lado Draco estaba con Blaise y Theo, sumando a la sanguijuela de Pansy.
Tome una tostada, un poco de jugo de calabaza y una manzana... Estaba untando algo de mantequilla en mi tostada cuando vi a Harry cruzando la entrada del gran comedor, busco entre las mesas hasta que me vio y me hizo un gesto de la mano al cual yo respondí con una sonrisa.
-Aparte de mestiza, una traidora, eres una vergüenza para Slytherin Lara.- la burlona voz de Malfoy se escuchó por la mesa.
-¿Dime Malfoy, tus padres no te enseñaron a no juntarte con mestizos? Claro que lo hicieron, ¿Qué acaso no puedes vivir sin mi atención? "Niño enamorado".- conteste ante la burla de Draco.
La mesa estalló en risas mientras Pansy bufaba enojada como un toro y Malfoy se ponía rojo.
-Pero miren nada más, el pequeño y engreído Malfoy está rojo, ¿Será rabia o vergüenza?- me estaba esforzando por no lanzar una carcajada y mandar mi plan de perra maldita al carajo.- Espero sea la primera, así tendré que ahorrarme tus discursos de estar enamorado de mi.- hice un puchero y le sonreí con sorna.- oh espera, lo olvide, has besado a Pansy, lávate la boca antes de venir a rogarme Malfoy.- lo remate y tome mi manzana para levantarme de la mesa y salir con la cabeza en alto con una sonrisa en la cara, las carcajadas sonaban detrás mío y eran satisfactorias.
-Ya veo porque eres una Slytherin pequeña mocosa.- una risa vino del pasillo, un molesto pero agradable Hufflepuff se acercaba a mí con una sonrisa en los labios.- Fuiste toda una perra con Malfoy.- se rió esta vez más fuerte.
-¿Qué te puedo decir querido Cedric? Se lo merecía, nadie me dice que me ama y luego me llama estupida.- le guiñe un ojo.
Si tenía otro mejor amigo, ese era Cedric Diggory, un Hufflepuff que había conocido años atrás, el único que podía llamarme como sea sin llevarse algo malo de mi.
El Hufflepuff largo otra sonora carcajada para acercarme a él y rodearme en un abrazo que correspondí con gusto.
Nos mantuvimos hablando bastante rato, hasta que me dijo que arreglaría su baúl, antes de irse me soltó una sonrisa descarada.
-Voy al torneo mundial de Quidditch, ¿Te gustaría venir con tu mejor amigo?- me propuso con una radiante sonrisa.
-Como no, mándame una lechuza con todos los detalles Diggory.- le guiñe un ojo de nuevo para reír y seguir con mi camino a las mazmorras.
El día pasó sin nada interesante, Malfoy se quedó callado cuando se encontraba conmigo y pues lo demás normal, llegó la hora de ir a dormir, mañana sería un día largo...
*al día siguiente*
Me desperté por el ruido que crecía en las mazmorras.
-¡LARA VAMOS LEVÁNTATE QUE NOS VAMOS!- Anne gritaba desde la puerta desesperada.
Corrí al baño con ropa decente y retome mi rutina de todas las mañanas, desayunamos al apuro para llegar al tren a tiempo.
Al llegar me encontré con Seamus, el cual se sentó con Anne y conmigo, al principio era puro veneno por parte de Anne y respuestas bruscas de Seamus, pero después las cosas se calmaron para mi suerte.
En la mitad del viaje distinguí la platinada cabellera de Malfoy, pero no le hice caso alguno, en el resto del viaje Anne se dedicó a interrogar a Seamus.
-¡LLEGAMOS AL FIN!- exclamé cansada, ya me quería bajar e irme a la casa de los Carter.
Bajamos pitando para encontrarnos con la madre de Anne.
Seamus bajo detrás mío y antes de que me pudiera perder de vista me agarró del brazo.
-¿Me vas a escribir? ¿Aunque no sea siempre?- los ojos de Seamus me miraban fijamente.
-Recibirás lechuzas todos los días, te cansaras de mi, lo prometo.- le sonreí para darle un abrazo fuerte.
-No sería posible, espero que nos podamos ver en algún momento.- me dijo para luego tomar mis mejillas y besar mis labios, cuando nos separamos me sonrió y se dio la vuelta haciéndome de la mano.
Iba dispuesta a avanzar cuando me detuvieron por segunda vez.
-Lara, ¿No planeabas despedirte de tu medio hermano?- Harry me miraba divertido mientras hacía una mueca indignada.
-Pensé que serías tú quien se olvidaría de mi Potter.- me reí mientras lo abrazaba.
-¿Te dijeron sobre el torneo mundial de Quidditch?- Harry me pregunto.
-Claro, Cedric me invito a ir, supongo que también irá el trío de oro.- le dije levantando las cejas.
-Obviamente, espero verte.- me dijo antes de darse la vuelta e irse.
Otra vez dispuesta a irme me detuvieron, esta vez ya sabia de quien se trataba, suspire con pesadez y me di vuelta.
-Lara... Yo... Quería... Pedirte disculpas por todo...- Draco estaba aferrado a mi muñeca, tan fuerte que hacía que doliera.
-Que pena Malfoy, es demasiado tarde para disculparte... Ya has hecho bastante...- le dije fría arrancándome de su agarre.
-Pero... Yo te amo...- ahí estaba de nuevo yo... Entre la espada y la pared, debatiéndome entre disculparlo y volver a sentir sus labios o dejarlo y hacer que se arrepienta.
*-Resulta que nadie me podrá reemplazar, soy permanente, no me puedes borrar. Te ayudaré a recordarme... Solo nos costará un último beso, te dejaré con los recuerdos y el sabor amargo.- dicho esto pase rápidamente mis manos a su cara y le acerque lo suficiente para que nuestras narices se rozaran, suspire y junte nuestros labios por última vez.- la única manera de olvidarme será tenerme a tu lado... Adiós Malfoy...- me separe completamente de él y me giré sobre mis talones para ir a donde Anne me esperaba.
🐍🐍🐍🐍🐍🐍🐍
Se acabo las dejo es tarde
Las quiero y eso
Malfoy's girl ✨