Les contaré una pequeña historia:
Érase una vez una adolescente que deseaba escribir sobre un noviazgo fingido, pero quería darle ese toque diferente que ella suele darle a sus historias con su loca imaginación. Era demasiado raro para que la gente siquiera quisiera leerla pero el sueño era demasiado grande para no cumplirlo, así que lo hizo. Y se sorprendió a sí misma al encontrar que muchas personas si disfrutaban de su loca idea y aquellas personas fueron un apoyo constante durante todo el trayecto. Hasta el final de la historia.
Ustedes son los protagonistas de esa pequeña historia, no hay manera de agradecerles cada lectura, voto, comentarios y mensajes. En serio ¡GRACIAS!
Escribir esta historia fue una hermosa aventura y espero que hayan aprendido muchas cosas. Mi lección de oro con esta historia es que no tengan miedo de amar. En especial si se trata de ustedes mismos.
Muchísimas gracias por acompañarme durante este viaje, y espero verlos en nuestra próxima parada.