Harry se incorporó y se ladeó un poco.
-Estás mareado.
-Estoy bien... Estoy bien.... Voy a vomitar.
-Harry...
-¡Niall, Eileen no quiere comer!
-Me echa de menos –gimió Harry. –ya voy...
-Acaba de vomitar primero –Niall se agachó junto a él – voy con Eileen...
-Sí, sí... En cuanto acabe vamos al hospital.
Niall logró que Eileen tomara el biberón. Luego le sacó los gases y entonces fue cuando Harry entró en la cocina.
-Harry, estás pálido...
-Estoy mejor. Hola, Kyle. Tú debes ser Calum...
-Sí, el señor Horan iba a darme el horario.
-Yo te lo doy. Empiezas mañana. Descansas sábado y domingo. Una semana de mañanas, una de tardes y una de noches. Kyle necesita ayuda. Mañana tendrás el contrato...
-Gracias. Ahora tengo un poco de prisa...
-Niall, ve a por el coche. Vamos al hospital. Liam y Louis van a ser padres.
Había un silencio incómodo en la habitación del hospital. El estrés acumulado había provocado que iniciase la labor de parto, pero aún le faltaba. Había roto aguas, estaba dilatando despacio y estaba nerviosa. La enfermera comprobó los monitores.
-La niña es grande.
-Como su padre –dijo Louis. Había tenido oportunidad de ver toda la documentación clínica y la chica ya tenía las pruebas de ADN. Los mánagers tenían guardadas muestras por si ocurría alguna clase de accidente.
-¿Cuál es su padre?
-Él –dijo Louis señalando a su marido.
-Los dos lo son, van a adoptarla –dijo Shelley. Gimió. –esa contracción dolió más...
-Cariño, aún no ha empezado el dolor – se rió la enfermera. –entonces, eres madre de alquiler...
-No. Nosotros hablamos de adoptar un bebé pero aquí mi marido ya había dejado hecho el trabajo... Y ahora mismo saldría a fumar pero he dejado de fumar.
-Louis... –Liam miró a su marido, que se revolvió el pelo.
-Necesito aire...
Louis salió del cuarto y se apoyó contra una pared. No iba a llorar. No iba a llorar... Liam se acercó y le tocó el hombro.
-Louis...
-Quizás no quiera renunciar a la niña ahora. ¿Dónde quedo yo? Ella es atractiva, y es la madre de tu hija.
-Y tú mi marido. ¿Cuántas veces te lo tengo que decir? Sí, me acosté con ella pero tú y yo no estábamos juntos... Pero no siento nada por ella y siento todo por ti.
-A lo mejor no quiere renunciar a la niña.
-Louis, ella no ha dicho eso...
Louis le miró y empezó a llorar. Liam gruñó abrazándolo y besándole la cabeza.
-No, Louis... –le besó y Louis asintió.
-Vale, cariño, pero necesito saberlo. Saber si sigue queriendo entregarnos a la niña.
Liam le acarició la cara. Louis entró en la habitación.
-Shelley... Necesito saber si sigues con tu plan de entregarnos a la niña en adopción a los dos.
-Louis, por supuesto. Yo nunca quise otra cosa... Es vuestra hija y yo sigo planeando renunciar a su custodia... Debes estar tranquilo respecto a... Aaaaah –Louis se apuró a agarrarle la mano para que apretara. – eso dolió de verdad.
La enfermera se acercó y echó un vistazo bajo la sábana.
-Tranquila, no creo que esto lleve mucho.
-¿No deberían llevarla al paritorio o algo? –preguntó Louis.
-Aún no. Shelley, ¿los padres van a entrar?
-Sí. Sí, van a pasar.
-De acuerdo.
Harry miró a Niall de reojo. Había muchísima prensa a la puerta y eso le provocaba ansiedad. Además aún seguía mareado y entre el disgusto y los vómitos no tenía nada en el estómago. Había desayunado poco y vomitado todo. Pero quería realmente estar presente en el nacimiento de la hija de Liam y Louis.
-Mucha prensa –Niall trató de acercar el coche lo más posible.
-Pasaremos rápido entre ellos.
-¿Estás seguro?
Harry asintió aunque estaba de todo menos seguro. Niall estacionó el vehículo y él y Harry salieron al tiempo. Les bombardearon a fotos y preguntas.
Harry empezó a sudar fuerte y se mantuvo pegado a la espalda de Niall. Pero se estaba mareando y poniendo muy nervioso. Entonces le entró pánico a vomitar delante de toda esa gente y eso le dio aún más ansiedad.
Alguien le empujó y él se agarró a la espalda de Niall pero su tobillo dio contra el bordillo de la acera y le dolió de verdad. Eso y la inestabilidad le provocó una pérdida de equilibrio.
Niall sintió que Harry le soltaba la espalda pero fue el grito de un periodista y algunas risas quienes le hicieron girarse de golpe. Para ver a su marido en el suelo.
Harry se incorporó. Le dolía un poco el brazo y el tobillo demasiado, pero no había sido un gran golpe. Sólo que ahora estaba más mareado.
-Cariño... –Niall estaba a su lado agachado.
-Estoy bien... Más o menos... Me duele mucho el tobillo.
-No tienes buena cara –Niall intentaba protegerlo pero había fotógrafos y no podía atenderlo y espantarlos a la vez.
Así que se centró en su marido, que estaba sentado.
-Estoy muy mareado y me duele el tobillo. Creo que lo he roto o algo...
Se sintió un revuelo, movimiento de fotógrafos y murmullos. Niall levantó la vista.
-Leí en Twitter que iba a nacer la niña y pensé en venir... ¿Qué hace Harry en el suelo? –Zayn le miró desde arriba.
-Quería ver el mundo desde aquí –gruñó Harry. –me he caído.
-¿Y vosotros mirando? ¡Sois unos hijos de puta sin vergüenza! ¡Qué alguien traiga un médico o algo!
Niall abrazó a Harry. La mitad de los periodistas se dispersaron.
Harry sentía ganas de llorar. Todo daba vueltas y el tobillo le dolía demasiado.