-¿Crees que Shelley miente sobre la fecha de concepción?
-Sí, la verdad. Ella fue la que aportó las ecografías y dijo cuál sería su ginecólogo. He enviado un mensaje a Niall y tengo el teléfono del médico de Harry. Nos recibe hoy.
-Pero... ¿Mentir por qué?
-No lo sé... ¿Shelley no te resulta familiar?
-No, la verdad.
Louis acabó de vestirse y se giró hacia su marido.
-He estado hablando con Harry.
-Cada vez que dices eso os imagino a ti ya Harry criticándonos a mi y a Niall.
-Niall está dejando de fumar. Y yo también lo haré.
-Yo no quiero dejar de fumar.
-Nuestra hija necesita unos padres sanos y que sus pulmones respiren.
-Sal del cuerpo de mi marido.
-Hablo en serio. Dejo de fumar desde hoy y tienes hasta que nazca la niña para mentalizarte de no fumar en la habitación.
-Pero...
Louis salió del cuarto y Liam bufó. Salió tras su marido y fue con él al médico con Shelley.
Niall colocó bien la pantalla. Miró a Harry y sonrió.
-Conectando con nuestras madres en 3, 2, 1...
Las caras de Anne y Maura aparecieron en la pantalla. Harry tenía en brazos a Eileen.
-Holaa –dijeron al unísono Niall y Harry.
-Estáis levantados muy temprano.
-Sí, bueno... Tenemos buenas noticias –dijo Niall.
-Déjame adivinar... ¡Vais a grabar!
-Eso hay que hablarlo con los mánager... No, otra cosa.
-Una cosa muy buena –dijo Niall.
Harry se levantó y dejó a Eileen en la mini cuna portátil en la que la movían por la casa. Se situó junto a Niall, que le apretó la mano.
-Bueno... –Harry se levantó la camiseta del pijama y Niall puso la mano sobre su vientre -¡Estamos embarazados!
Se hizo un silencio incómodo. Harry dejó caer la camisa.
-¿No decís nada?
-Embarazado... ¿De nuevo? –rompió el silencio Anne.
-Sí, para mediados de enero. –dijo Niall.
-Menos de un año después de Eileen –dijo Maura.
-Sí... Tenían prisa –dijo Harry mordiéndose el labio.
-¿Tenían? –preguntó Anne.
-Sí... ¡son gemelos! –dijo Niall abrazando a Harry.
-Estáis locos –dijo Maura -¿no pensasteis en los riesgos de las relaciones sexuales postparto?
-Fue un momento de...
-De calentón, como tantas otras veces con vosotros –dijo Anne.
-Y ahora, con la niña tan pequeña...
-Mamá, para – dijo Niall –Anne, por favor...
Anne se calló. Niall la llamaba mamá Anne desde hacía años.
-Ya, las dos. –repitió
-Es una noticia feliz –a Harry le temblaba la voz – yo estoy muy feliz.
-Y yo, mi amor – se apuró a decir Niall besándole la mejilla.
-¡Pero ellas no!
-Harry, no hemos dicho... – empezó Maura.
-¡Lo habéis dicho! –Harry cerró el portátil con brusquedad y se puso a llorar.
Niall apartó el ordenador y no se preocupó de desconectar Skype. Harry estaba llorando y eso era lo que importaba.
-No llores... Ni se te ocurra llorar.
-No se han alegrado.
-Yo me alegro... ¡yo me alegro! Mírame a la cara...
-Y yo... Pero ellas han dicho...
-Ya lo asumirán. No llores. Para. En serio.
-Quiero que se alegren.
-Haremos una fiesta, haremos todo lo que tu quieras... Serán los bebés más deseados del mundo... Junto con Eileen...
-No quiero seguir con el Skype.
-De acuerdo.
Louis le sujetaba la mano a Liam mientras esperaban en la consulta del médico. Cuando les llamaron pasaron los dos junto a Shelley.
No hizo falta explicar la situación, ya lo habían hecho por teléfono. Le pidió a Shelley hacer unas pruebas. En menos de media hora estaba hecho todo. El doctor Brown les miró a los tres.
-No estás de siete meses, Shelley. Estás de unas treinta y dos semanas. Unos ocho.
Shelley bajó la vista. Liam la miró.
-¿Por qué mentistes con las fechas, Shelley?
-Primero iba a esperar a que naciera la niña, pero cuando supe que contactabáis con una agencia...
-¿Cómo?
-Bueno, por parte de uno de los manager, él me estuvo pagando hasta ahora.
-¿Pagando?
-Septiembre, una fiesta en la discoteca Paradise. Acabábais de llegar a Londres.
-¡Ya sé porqué me resultaba familiar! Fuimos juntos a esa fiesta pero yo me fui primero... Pero yo no me acoste contigo – dijo Louis.
-Tú no –Shelley miró a Liam –fue él.