14 de Enero de 1816
Después de varias horas, se escuchó la puerta continua abrirse, por lo que Georgiana se levantó y fue hacía el balcón para esperar a que entrara.
Se escuchó la puerta que unía sus habitaciones abrirse por lo que Georgiana se volteó hacia el y lo vio entrar dudosamente.
- ¿Podemos hablar? - Le habló con duda en su voz.
- Eso esperaba, pensé que jamás ibas a venir. - Habló indignada Georgiana.
- Bueno... Creo que no estabas de ánimos paran hablar hace rato. - Se metió en la habitación por completo.
Caminó hacia ella y se puso a su lado, ella volteó su mirada hacia frente esperando a que empezara a hablar.
- Georgie... No sé que te enojó, lo siento pero... Quisiera que me lo expliques, no... No entiendo.
- No pasa nada. - Se dio la vuelta y caminó dentro para ir hacia su mesita de lectura y agarrar su libro, como si nadie estuviese allí.
- Georgiana, escucha.
- Te escucho.
- No sé que es lo que te molestó pero... Sea lo que sea, lo siento.
- Ajá.
- Georgiana.
- Christopher.
- Te estoy pidiendo disculpas.
- Te disculpo, ¿algo más?
- Nada...
Se dio la vuelta y salió a grandes zancadas de la alcoba dejando a Georgiana indignada con el libro en mano.
- ¡Christopher! - Gritó en vano, pues Christopher ya estaba escaleras abajo.
Se levantó de su lugar y abrió su puerta para ir hacia su saloncito donde tocaría el piano.
Llegó a su destino y se dispuso a tocarlo, cuanto tocan a la puerta.
- Adelante. - Dijo volteando hacia la puerta.
- Sra. Rumsfeld, carta de Francia. - Habló el Sr. Lawrence.
- Oh, gracias. - Se levantó y caminó hacia el para agarrar la carta.
- Un placer, con permiso.
Salió del salón y en cuanto la puerta de cerró, Georgiana examinó antes de abrir la carta, estaba sellada obviamente con el sello de la familia Griffin, seguramente era de su tía Meredith. Sin esperar más, abrió su carta.
"Mi querida Georgiana
Espero y tu vida de casada vaya maravillosamente como debe de ser.
En tan poco tiempo que pudiste estar junto a mi, me encariñé contigo tanto que anhelo verte de nuevo.
Acá en Francia muchas familias han notado tu ausencia, en especial la familia de los Chapfleury.
Ojalá pronto tu y tu marido puedan venir a visitarnos en Jardin Verdoyant, los recibiremos con mucho gusto, al igual que falta menos para que tu padre llegue.
¡Tengo tantas ganas de verte! Que una pequeña carta no me es suficiente para expresarlo, por lo que espero y pronto puedan venir a visitarnos, el Sr. Chapfleury en varias ocasiones me ha preguntado por ti.
Sin más que decir, dejó mis saludos a tu nueva familia.
Tu tía Meredith Griffin."
¿Chapfleury? ¿Acaso es el francés arrogante? Si, ese debe de ser.
Se levantó del sillón donde se había sentado para poder ir al piano y por fin poder practicar, ya después tendría tiempo de responderle la carta a su tía.
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- ¿Estás dormida? - Entró Christopher a la habitación donde vio a Georgiana acostada de espaldas.
- No, no lo estoy.
- Ya veo, sigues enojada. Aunque no entiendo el motivo.
- ¿Quieres seguir con ese tema?
- Pues quiero saber más bien la razón de tu enojo.
- Olvidalo, no tiene importancia ya. - Se dio la vuelta hacia el para sonreirle, estaba de buen humor.
- Oh, ¿enserio? - Se acercó a la cama mientras se quitaba las botas y el cravat.
- Si, así que procura no hacerme enojar.
- ¿Trataré?
Se terminó de desvestir y se acostó al lado de su esposa.
- Si, trata de no volverme a hacer enojar.
- No prometo nada. - Le dio una cautivadora sonrisa que hizo que Georgiana se entregara a el.
- Muy mal...
Se acercó más a el y ambos se entregaron el uno al otro.
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¿Les está gustando mi historia? De verdad, aún me es difícil escribir este tipo escenas, si tienen una recomendación o algo así, me lo pueden decir.
✔Acepto críticas constructivas.
❌ No se aceptan críticas ofensivas.
Besos💋💋
Estephania🌸