Harry sujetó a Niall por las axilas y lo arrastró al sofá. Le llevó un poco de agua y trató de serenarse. Las manos le temblaban cuando llegó hasta el sofá. Niall estaba desmadejado en el sofá, llorando.
-Niall, ¿qué has hecho?
-No lo sé... Te lo juro... Tuve sexo con él... Pero no pude...
-Voy a partirle la cara...
-No, Harry... He sido yo.
-Mierda, no. Estás tan borracho que apenas entiendo lo que dices. Se aprovechó.
-Yo... Yo estaba enfadado pero... Sólo pensaba emborracharme y luego venir...
-No tengo nada con Kyle.
-Ay... Lo sé... Tú no harías eso... Tú... Yo... No queria venir asi... Me pasé mucho y... Y no queria que me vieras así...
-Está bien, tranquilo... Niall...
-Me sentía mal. Muy mareado. Fui con él al coche pero no iba a follar... Sólo quería no venir a casa tan mal...
-Lo sé... Calma...
Niall apoyó la cara contra el sofá.
-Me mareé más y no recuerdo bien... Todo esta.. Es raro... No se cómo pasó y de repente estaba frotando mi polla contra la suya pero... No eras tú...
-Ssh tranquilo...
-No me dejes –sollozó Niall abrazándose a él. –Por favor... Lo siento... Me fui corriendo, no hice nada más...
-No me voy a ningún sitio.
-Lo siento... Harry, todo. Yo he sido un hijo de puta y lo siento tanto... Yo te amo. Y amo a Eileen. Daría mi vida por vosotros. Sólo estaba... No estaba preparado. No se lo que esperaba pero todo fue... Estaba celoso.
-Ya te he dicho que Kyle...
-De Eileen. Todo era en torno a ella. La mirabas solo a ella. Yo te echo de menos... No se lo que pensé, lo siento...
-Pero Niall... No...
-Y tú eres un padre perfecto. Ella te adora. Yo a duras penas sé hacer nada. Y llora tanto y no dormimos. Y yo no sé porqué... No sé cómo pensé...
-Niall... escucha –Harry le levantó la barbilla – ya pasó. Cuando estés sobrio hablamos de todo, ¿vale? Ahora cálmate.
-Lo siento todo tanto, como he sido estos meses, yo...
-Niall...
-No me dejes. No te divorcies. Por favor.
-No te voy a dejar.
-¿Me lo juras?
-Lo juro.
Niall gimió y estalló en sollozos histéricos.
-Lo siento... Lo siento... Lo siento...
Harry se incorporó y lo cogió en brazos. Niall se dejó sujetar, sin fuerzas.
-Vamos al baño. Estás histérico y demasiado borracho. Vamos a la ducha. Luego haremos café.
-No quiero... Fría no...
-Bueno –Harry entró en el baño y abrió el grifo de agua. Metió a Niall debajo y le sostuvo. –Te sentirás mejor pronto.
-Harry... Quédate conmigo...
-Te lo prometo.
Niall sollozó y escupió agua. Miró a Harry, su rostro húmedo, las gotas cayendo por su pelo.
-Me siento sucio.
Harry le quitó la ropa mientras Niall se tambaleaba llorando, y Harry le enderezaba y sostenía.
-Pues vamos a limpiarte.
-Necesito que me limpies. Que me ames.
-Siempre te he amado.
-Borra todo de mi cabeza. Hazme el amor como si no me odiases.
-No te odio –Harry entró en la ducha y le besó la cara, los párpados mientras le sostenía con el brazo derecho.
-Yo me odio.
-Mierda, no...
Harry le empotró contra los azulejos y le levantó las caderas.
-Agárrate a mi o te vas a caer.
-Tú eres mi punto fijo siempre.
-Lo sé, amor, pero estás muy mareado...
-Me has dicho amor –sollozó Niall dejándose aupar por Harry que le hizo rodear con las dos piernas su cintura. Con los brazos le sostuvo los hombros.
-Siempre –Harry buscó su entrada y le penetró de una sola vez. Niall gritó, dolorido un segundo y luego sintiendo una oleada de placer.
-Por favor, Harry... Eres el único... Lo siento...
-Sí –Harry le besó la cara, saliendo de su interior. Niall gimió, vacío.
-¿Me perdonas? –dijo Niall con un sollozo. Se agarró más fuerte. El agua cayendo sobre él, la mampara de la ducha abierta, el placer en sus genitales y su ano, el amor por su marido, el dolor y el arrepintimiento, un leve dolor físico por la rudeza de la penetración y una sensación de inseguridad. Literalmente era incapaz de fijar la vista porque todo estaba distorsionado y se movía menos el rostro de su esposo frente a él.
-Te perdono –dijo Harry en un un grito mientras le penetraba de nuevo con fuerza, sin previos. Sostenía a Niall contra los azulejos, su rostro mojado y enrojecido.
-Te amo.
-Te amo –Harry se salió y entró de nuevo inmediatamente, con fuerza, haciendo a Niall gemir – y te perdono –dijo con otro empujón – que se joda Mike, eres mío.
-Tuyo.
-Mío –Harry aceleró, imparable, entrando y saliendo, la friccion suave de su conducto –cariño, no estás cerca.
-Me está gustando –sollozó Niall –pero es demasiado alcohol.. Todo lo...
-Mierda, te vas a correr como que me llamo Styles... Storan... –Harry utilizó el brazo izquierdo para sostenerlo –agárrate fuerte.
-Sí...
Harry le sujetó el pene y combinó sus embestidas con caricias. El miembro de su marido se hinchó más, palpitante.
-Ahora mejor... Mi hombre...
-Mejor, Harry...
-Voy a correrme dentro de ti. Dentro de ti porque eres mío...
Niall sollozó al sentir a Harry eyacular en su interior, gozando del frescor de su semen y notando la posibilidad del orgasmo como algo real.
-Tuyo....
Harry le apretó el pene y su semen salió disparado, llenando el pecho y el cuello de Harry, mientras Niall gritaba su nombre.
-Dios...
Harry le siguió sosteniendo mientras buscaba una esponja. Le limpió bien, despacio, sin soltarlo.
-Ponte de pie para que te limpie mejor –dijo bajándole con suavidad pero Niall se balanceó – quieto.. Tranquilo, te sostengo...
-Me siento mal...
-Lo sé...
-Harry, ¿por qué eres tan bueno conmigo?
-Ya hablaremos... Ya estás limpio...
-Gracias... –Niall le miró, eructó y se llevó la mano a la boca –voy a....
Harry le sujetó mientras Niall se apoyaba contra el azulejo.
-Lo sé... Tranquilo, estoy contigo...
Niall hizo un ruido y vomitó el suelo de la ducha. Harry le sostenía la espalda.
-Vamos, tienes que sacar todo eso..
-Joder –Niall tuvo otra arcada y Harry esperó un par de minutos. Luego le sacó de la ducha, le secó y le puso un albornoz mientras Niall trataba de erguir la cabeza –No me dejes.
-Eileen está con Kyle. Voy a limpiar la ducha.
-Voy a vomitar, Harry...
-Lo sé, nos espera una noche larga y de esto tenemos que hablar... –le ayudó a ponerse de rodillas y abrió el inodoro – vamos. Fuera el alcohol.
Le pasó una toalla fría por la frente y estuvo con él las siguientes horas, arrodillados en el baño, a ratos sentados uno junto al otro, a ratos acariciándole la cabeza y calmándolo mientras vomitaba.
Su marido estaba tan vulnerable, con el albornoz medio abierto. Harry tiró de la cadena y le sostuvo contra él por enésima vez, abrazándolo.
-No estoy tan mareado pero me duele mucho la cabeza –gimió Niall.
-Ya vocalizas –dijo Harry.
-Quiero ir a la cama. Me siento mal y quiero acostarme.
-De acuerdo.
Harry le sujetó en brazos y le metió en la cama.
-Es nuestro cuarto –dijo Niall.
-Lo es...
-Yo no te merezco.
-Eso lo decido yo. Y aunque has sido un gilipollas, otras veces has sido el mejor marido.
-¿Me estás dando una oportunidad?
-¿Tú que crees?
-Yo... Gracias....
Harry le acarició la mejilla.
-Harry, yo... Oh, mierda... No puedo pensar, lo siento.
-Ya lo sé... Tranquilo. Lo sé.