Ruedo los ojos al oír a Scott, demasiado ajustado, demasiado, corto, demasiado escote, demasiado todo. No hay manera, ningún vestido le gusta. Así que me limito a ignorarlo cojo un vestido azul sin escote y bastante largo. El cual tenía un corte que dejaba ver mis piernas.
-Me deja movilidad por si pasa algo y tapa, contento?- blanqueo mis ojos girandome hacia él, se pone una camisa negra y asiente con una sonrisa.
-Estás preciosa.- Sonríe besando mi mejilla, poso mi mano en su hombro y la otra la paso por su pelo, peinandolo un poco.
-¿Me contarás lo de Dexter?- Pregunté con una pequeña sonrisa, éste alza una ceja no esperándose el tema. Lo que me dijo Drew me dejó con más dudas aún, ¿porque se llevaban mal para empezar?
-¿No lo dejaras estar verdad?- Suspira llevando sus manos a mi cintura acercandome a él.
-Los dos sabemos que no.- Me rio negando.
-Es un Alpha, no nos llevamos bien que se pueda decir.- Admite sentándose en la cama, me tira suavemente y me sienta encima de su regazo. Paso una mano por su mejilla y asiento indicándole que siga.- Lo conocí hace dos años cuando faltaban tres meses para mi transformación, él sabía perfectamente que era. Nuestros padres nunca se llevaron bien, su padre traicionó a las manadas entregandole información a las brujas. Hoy en día muchas manadas y aquelarres tienen treguas, sin embargo en ese tiempo deseaban acabar los unos con los otros. Hay mucha rivalidad aún, por eso al principio estaba tan tenso referente a todo este asunto de Jina y Sofía.- Pasa una mano por mi espalda cubierta por la suave tela.
-Lo noté.- Me rio.- Pero yo también soy una bruja y nunca has puesto ninguna queja.- Señalo.
-Confío en ti, además te criaste como una simple y mimada humana.- Bromea pasando su dedo indice por la punta de mi nariz.
-Idiota.- Me rio apartando su mano.- Sigue contando, no entiendo porque tú y Dexter os lleváis mal.- Me encojo de hombros.
-Fácil, él siguió los pasos de su padre, pero dicen que ahora al ser un Alpha a cambiado, a peor.- Señala.- Ese imbécil traicionaria hasta a su propia manada por un poco de dinero sucio y poder.- Rueda los ojos molesto.- Y temo que venga aquí a joderlo todo, a jodernos esto. Tenemos una tregua, ninguno de los dos se metía en el asunto del otro y no habría ningún problema. Pero esto es neutro, esto es sobre todas las manadas que hay en la tierra.- Echa la cabeza hacia atrás.- No quiero que te acerques a él si llega a venir.- murmura.
-No puedo echarlo con una paliza mágica?- Bromeo llevando mi mano a su mejilla.- No prometo nada, ahora déjame acabar de arreglarme para ir a la puta fiesta y hacer vida social.- Suspiro levantandome.- Me dirijo al tocador y cojo los pendientes negros para ponermelos. Me maquillo levemente y me pongo un poco de brillo, acomodo mi pelo en una coleta alta y cojo unas botas de tacón que llegan hasta la rodilla. Observo mi reflejo en el espejo y asiento, lista para la fiesta.
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Al entrar por la puerta con mis amigos observo el lugar, la fiesta está en todo su esplendor, gente borracha por todos sitios, en una gran sala están los altavoces junto a cientos de personas diría yo. Me aparto un poco de la gente y me giro hacia ellos.
-A las dos en punto a la entrada- Señalo. Observo a varias personas detenidamente y suelto un suspiro.- No os fieis, no bebais nada o y porfavor absteneros de follar con desconocidos.- señalo a los solteros, ellos se ríen y empiezan a dispersarse. No me fiaba ni un pelo, esta fiesta podía ser una maldita trampa y no es que me fascinara exactamente. La mano de Scott se entrenada con la moda y tira suavemente de mi.
-Vamos a divertirnos como adolescentes normales.- deja un suave beso en mis labios y nos dirijimos hacia la improvisada pista de baile. Sus manos van a mi cintura empezando a moverme contra él, cierro mis ojos escuchando la música y me relajo en las manos de mi novio.
-Te amo pequeña.- susurra en mi oido, la música alta no me dejaría oírlo, pero al ser una loba es como si hubiese gritado. Con una sonrisa me giro hacia él y rozo nuestros labios.
-También te amo.- sonrio contra sus labios, este se aparta de mi un poco mirandome a los ojos, frunco el ceño confundida.- ¿Que pasa?- pregunto mirando a mi alrededor.
-Nunca lo habías dicho.- Una lenta sonrisa se forma en sus labios.- Repitelo.- Susurra contra mis labios, me acerco apegando mi cuerpo todo lo que puedo contra él y rozo mis labios contra los suyos.
-Te amo- susurro.- Te amo chico lobo.- afirmo, inclina la cabeza y me besa. Mi piel se eriza y realiza sus labios hacia mi mejilla para bajar por mi cuello. Minutos pasaron sintiendo sus besos por mi cuello junto con leves mordiscos dejando marcas. Al sentir una mano en mi hombro giro levemente para encontrarme con Damien con una mirada de diversión.
- ¿Os divertis chicos?- Scott se aparta a regañadientes de mi cuello y asiente.
-No está mal la fiesta.- se encoje de hombros.
- Gracias, supongo.- Responde.- Tenéis camino libre para beber y subir a cualquier habitación.- Bromea, ruedo los ojos internamente y asiento.-
-Creo que por ahora no la necesitaremos.- Una sonrisa falsa se abre paso entre mis labios y este asiente girandose para apartarse de la gente bailando. Me vuelvo hacia Scott aun con sus manos a mi alrededor.
-No te separes de mi, estoy seguro de que ese idiota está tramando algo.- Murmuró besando mi frente.
-No me alejare de ti..- Prometo mientras me giro para volver a nuestro baile.
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Me rio por las bromas de Josh mientras me acomodo contra las piernas de Scott. Él sigue besando mi cuello, de vez en cuando apoya su barbilla en mi hombro para escuchar la conversación de los chicos.
-Él no a echo nada aún y la fiesta está empezando a terminar.- Murmura Jonh. Todos asienten, muerdo mi labio inferior con una suave suspiro.
-Scott.- me quejo por las cosquillas que provocaban sus besos, él se ríe contra mi cuello.
- Está bien preciosa.- Suspira.- Vámonos chicos, esto ya és aburrido. Además creo que sólo quería hacerse amigo nuestro para caer en su estúpida trampa.- me levanto para girarme y acomodar mi pelo, todos mis amigos se levantan y cierro mis ojos al notar una suave opresión en mi estómago.
-Oh no, otra vez no!- Me quejo, abro mis ojos y veo a Scott fruncir el ceño.
-¿Que pasa?- pregunta Vic acercándose.
-No lo sé, creo que es lo que pasara ahora.- mis amigos me miran confunidos y llevo mi mano a mi estómago. - La opresión en mi estómago otra vez, como lo que pasó con Sofía...- murmuro.
-A casa, ahora.- señala Scott haciendo que todos se levantasen.- Dime que nadie morira porfavor.- murmura entrelazando nuestras manos.
-No creo, espero que no.- cierro mis ojos momentaneamente, realmente esperaba que nadie muriese. Ni los lobos que habían venido por nosotros, ni mis amigo, ni mi tía. Aun tengo que descubrir que hace en Nueva Orleans. Al abrir los ojos ya estábamos fuera de la casa, el aire fresco me golpeó suavemente y la luz que provenia de las farolas nos iluminaba.
- Necesito aire, volvamos caminando.- suspiro mientras salgo de la entrada.
-Nosotros nos volveremos en coche.- señala Josh, todos asienten menos Dani y Jonh.
- Nosotros nos iremos caminando con ellos.- indica el chico, me apoyo en el hombro de Scott mientras empezamos a caminar. Cierro mis ojos sintiendo la opresión crecer, odiaba esta maldita sensación, saber que algo malo va a pasar, tener esa sensación y no poder hacer nada es horrible. Intento relajarme poniendo mi mente en blanco pero me es imposible, entre que es imposible dejarla completamente en blanco. Me concentro en la respiración de Scott y los suaves sonidos de mis tacones junto a los de Dani, me relajo un poco y de golpe un sonido desconocidos adentra en mis oídos. Aspero, sigo caminando esta vez concentrandome solo en el ruido desconocido, me tenso al darme cuenta de que nos están siguiendo y al parecer no soy la única.
- Sin nombres.- susurra Scott en mi oido, yo asiento.-¿Los habrá enviado Damien?- murmura.
-No lo se.- abro mis ojos para detenerme.- ..pero ahora lo averiguare.- me detengo abruptamente y me giro.- ¿Exactamente donde creéis que está vuestra sutileza?- Daniela me observa con el ceño fruncido y Jonh suspira abrazando a la castaña. Los sonidos se vuelven más cercanos y empiezan a aparecer dos bichos de unos buenos tres metros, algo más pequeños que los de el club.
-Dana Ferwin, morir.- Gruñe uno de ellos. Alzo una ceja ante sus palabras, es como si él no supiese hablar.
- ¿Porque?- pregunto dando un paso hacia ellos.- ¿Porque tengo que morir?- murmuro mirándolo directamente a esas dos bolas negras que tiene como ojos.
-Yerki, quiere que mueras.- contesta el otro, alzo una ceja y mi mirada se desvía hacia él.-
-¿Y porque no me mata Yerki? ¿Quien a Yerki? Ni si quiera se quien es.- ruedo los ojos.
-Él quiere que lo hagamos nosotros.- contesta con su voz rasposa.
- ¿Ni siquiera tenéis nombre, no os parece triste?- Doy dos pasos hacia ellos y siento la mano de Scott rodear mi brazo deteniendome. No me giro, sólo sigo con mis ojos en ellos dos.- ¿No creéis que deberían de dejar de utilizaros? Os llaman sin nombres!- ruedo los ojos.- ¿Ni siquiera merecéis un nombre?- Niego lentamente sin dejar de mirarlo, era realmente triste, los utilizaban, eran peones en su tablero, solo protegían al rey sin ser recompensados. La opresión en mi estomago desaparece lentamente, mientras los dos se observan y luego se giran para desparecer rápidamente por las calles de Nueva Orleans. Hoy se marcaba la fecha, los Sin nombres, iban a conseguir nombre, uno por los que ser recordados. Y nosotros, vamos a tener la guerra ganada. Como dicen, si no puedes contra ellos, unete.
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#MuchosExamenes
#NoTengoTiempo
NO ME MATEN POR NO ACTUALIZAR MUY SEGUIDO!
A la novela no decidí cuantos capítulos le quedan, yo voy sobre la marcha, pero serán unos 10-15.