Annabeth PoV:
Luego entre en casa con una sonrisa de idiota en la cara, lo que no fue buena idea porque...
-¡Annabeth Chase!- Dijo mi padre, estaba muy enfadado. -¡¿En dónde estabas?! ¡¿Quién es ese chico?! ¡¿Y por qué lo estabas besando?! ¡Creí que habías dicho que las tutorías no eran razón para que me preocupe!-
-Estaba en el local de Karaoke, ese chico se llama Will Solance y lo estaba besando porque es mi novio y no es el mismo chico a quien le estoy enseñando. Lo siento si te preocupé, pero esta mañana no tenía novio, pensé que no estabas en casa, si no le habría dicho que entrara.-
-A veces me sorprende como es que puedes recordar tantas preguntas.- Dijo Helen.
-¡No te metas, esto es entre Annabeth y yo!- Dijo papá, de verdad estaba molesto, jamás lo había visto así. -¡Largo!- Le gritó, me sobresalté y comencé a tener miedo de lo que pueda hacer conmigo. Helen se fue de inmediato. -¿Podrías al menos advertirme?- Dijo un poco más calmado.
-No lo sabía, esta mañana no pensaba que Will me pediría ser su novia.-
-¿Y entonces por que aceptaste? No sabes nada sobre él.- Creo que comienzo a entender.
-¿Es eso lo que te preocupa? ¿Que sea parecido a Luke? ¿No crees que ya estoy un poco grande para distinguir entre quien me conviene y quien no?-
-No me cambies el tema Annabeth, sabes que no estamos hablando de eso.-
-Lo noté, al parecer mi padre no confía en mí, ¡No siempre estaré a tu lado!- Grité con lo último. Me duele que papá no crea que soy capaz de guiar mi propia vida.
-¡No me grites que soy tu padre! No tienes derecho de faltarme al respeto.-
-¿Pero tú si puedes faltármelo a mí? Tú sabes que no estoy obligada a quedarme aquí, Malcom y mi madre pueden recibirme y tú no podrás hacer nada porque será legal, yo no te escondí nada, pero no es mi problema que no confíes en mí.-
Al parecer quedó sorprendido, porque no dijo nada. Al ver que no respondía, lo esquivé y subí a mi habitación, me encerré en mi cuarto y comencé a llorar. Jamás había peleado con mi padre, y yo agradecía eso, él confiaba en mi y yo sabía que podía confiar en él sin que nada pasara. Él era mi héroe, siempre presente cuando lo necesité, hasta ahora.
Alguien tocó la puerta, pero no abrí, quería estar sola.
-Annabeth, cariño, déjame entrar y explicarte que pasa.- Dijo papá, luego de unos segundos, continuó. -Lo lamento, es sólo que tú eres mi princesa, mi única hija, y me moriría de saber que algo te pasaría, sé que actúe de una forma poco correcta, es sólo que tengo miedo, miedo de perderte, de que crezcas y te vayas, rezo todos los días para que no sigas creciendo y tengas que irte a la Universidad, porque sé que cuando lo hagas, será el primer paso para que seas una mujer adulta y no quiero que eso pase, quiero que seas mi niña siempre y...- No pudo seguir, se le quebró la voz, apostaría a que está llorando.
Me paré de la cama, tomé una caja de pañuelos y abrí la puerta, ahí estaba mi padre, de rodillas llorando, estaba llorando porque me amaba y estaba arrepentido. No me resistí y lo abracé con todas mis fuerzas, como hacia tiempo no lo hacía.
-Te amo papá, y no porque tenga novio significa que dejaré de quererte, pero necesito que me apoyes, porque sé que con tu ayuda y tu confianza, me sentiré más feliz. Lamento si te causé problemas.-
-Yo también te amo hija, y si ese chico te hace feliz, puedes contar con mi apoyo, aunque me gustaría conocerlo, ¿Porque no lo invitas para la cena del sábado? Porque irán al baile el viernes, ¿no?-
-Si, le llamaré, pero luego, ahora quiero mostrarte algo.-
Lo tomé de la mano y lo lleve dentro de mi habitación, para mostrarle mi vestido para el baile, el que compré el otro día con las chicas, es simple, color crema con tirantes y escote en V, con un lazo a la altura de la cintura.
-Me encanta, es perfecto para ti.-
-¿De verdad lo crees?-
-Así es, te verás hermosa, dudo mucho que no te entreguen la corona.- Sonreí y lo abracé muy fuerte, me sentía feliz de que mi padre me apoye en todos mis proyectos. -Ahora vamos, ven conmigo a comer, tengo hambre.- Solté una carcajada, guarde el vestido y fui con mi padre al comedor para cenar.
Casi nunca hay cenas en familia, y son muy alegres, siempre que Helen no aporte en la conversión, lo cuál no acostumbra porque no le interesa lo que sucede en nuestras vidas. Antes de cenar, nuestro vecino rubio de enfrente se hizo presente, lo que significaba más risas.
Cuando terminamos de cenar, Jason y yo subimos a mi cuarto, tenía cosas por las que hablar.
-Suéltalo, ¿a qué viniste Jason?-
-Percy me llamó y me dijo que te fuiste de la escuela en el auto de Will. ¿Esa información es correcta?-
-Vaya las noticias vuelan, sí es correcta, y no sólo eso, también me pidió ser su novia.-
-¿Y tú aceptaste?-
-Si, ¿por qué? ¿No debía?-
-No dije eso, sólo me parece extraño, ya que hasta hace dos días tú estabas enamorada de Percy, perdona que lo diga pero creo que le quieres dar celos.-
-No fue esa mi intención al aceptar a Will, fue más bien la oportunidad de olvidarme de él.-
-Si tú lo dices.-
-¿No me crees?-
-Tú sabes que no creo en lo que no veo, mientras no vea que estas tratando de olvidar a Percy, no lo voy a creer.-
-¿Por qué viniste a decirme eso?-
-Porque no quiero que salgas lastimada en todo esto, si tienes abiertos los ojos, te darás cuenta de cuáles son tus intenciones y si es necesario tú terminarás con Will antes de lastimarlo. Ahora debo irme, tengo tarea por hacer. Piensa en lo que te dije, y toma una decisión, se que harás lo correcto.- Y salió de mi cuarto.
Me quedé el resto del día pensando en lo que me dijo, ¿qué pasaría si tiene razón?, ¿cuáles son mis verdaderas intenciones?, ¿es cierto que sigo enamorada de Percy?, si es así, ¿qué debo hacer?
Mientras pensaba eso, me quedé dormida.