Annabeth PoV:
-Chicas, como deben saber, mi hermana Silena es una experta en moda, al igual que mi madre. Entonces se nos ocurrió que para aprovechar mi extenso armario, haremos un...-
-¡Cambio de imagen!- Gritaron ambas.
Mi sonrisa se esfumó. Odio los cambios de imagen, yo no necesito un cambio, me gusta como soy y si debo ser elegante, sé como ser elegante.
Al contrario de mí, Haz y Caly están muy felices y emocionadas, pareciera ser que están acostumbradas a esto. Pero yo no, no voy a durar mucho.
Entre las dos me arrastraron hasta el armario de Piper, que por cierto, es muy enorme. Más que el mío, ¡Tiene dos pisos! Es monumental.
-Piper, ¿Quienes dijiste que eran tus padres?- Pregunté.
-No lo dije.- Respondió.
-¿Quienes son tus padres?-
-Te lo diré, pero no debes decirle a nadie. Venus y Tristán Mclean.-
-Venus, ¿la modelo?- Pregunté. Ahora entiendo porque es tan grande el armario.
-Así es, pero no le digas a nadie.-
-No lo haré.- Yo también sé lo que se siente no querer que el mundo sepa quienes son mis padres.
Estuve dando vueltas entre la ropa de Piper, encontré cosas muy lindas, pero al perecer debo esperar a que las Mclean me escogan ropa. Genial. Me siento como mis muñecas de niña, que debían aguantar mis "diseños" de vestidos con papel.
Las chicas comenzaron con Hazel, Calipso las ayudó un poco, pero quedó en un segundo plano, es muy claro que aquí manda Silena.
Sigo pensando que la conozco de alguna parte, aún más cuando supe quién era su madre. Venus Mclean fue contratada por mi madre cuando cumplí 15 años para que Malcom y yo aprendieramos a "vestirnos apropiadamente" para cada vez que la veamos, mamá es muy exigente con todo eso de la etiqueta, según ella, su trabajo se lo exige, y al ser sus hijos, debíamos aprender también. Podría apostar que ella era la chica que ayudó a Venus con mi "adaptación a la sociedad" como le puso mamá. Pero no quiero siquiera nombrarle aquella ocasión, me delataría.
Para Hazel escogieron un vestido blanco con un cinturón negro bajo en pecho, unos tacones blancos sencillos con una rosa en el frente y un bolso, color beige con dos círculos con brillo.
Luego vino Calipso. A ella le tocó un vestido rosa con vuelo y un cinturón del mismo color bordeado por líneas de brillo delgadas. Zapatos con el mismo brillo del vestido y un collar plateado.
En teoría ahora era mi turno, pero no quise, no estaba preparada. Quería seguir buscando algo que sea mi estilo. No mucha de la ropa de Piper cumple con eso.
Así que para darme tiempo, fue Piper quien se cambió ahora. Ella escogió un vestido celeste pegado al cuerpo que se afirma a los hombros con delgados tirantes plateados, acompañado de un collar con piedras del mismo color y unos zapatos brillantes plateados.
No sé cómo, pero las evadí nuevamente, y creo que he encontrado el vestido que quiero, ahora debo encontrar zapatos que combinen.
Estaba en eso, cuando veo que Silena estaba con un vestido negro ajustado con el pecho con pedrería plateada, zapatos de correas negras y plateadas, y tomó un bolso de mano negro.
Lo que significaba que era mi turno.
-Alto, antes que nada, miren este vestido. ¿No les gusta? Odio que me elijan ropa, me gusta escuchar consejos, no que me transformen.-
Las chicas miraban el vestido que les mostré, la primera en reaccionar fue Silena. Fue hasta el estante de zapatos y tomó unos que me fascinaron. Cuando los vi, pensé en algo que había visto antes, le pasé el vestido a Hazel, la que estaba más cerca y fui a buscar un bolso que sabía que se vería genial. Luego, tomé todas lo que recolectamos y me fui a cambiar.
El vestido era negro, apegado al cuerpo en la parte de arriba, suelto desde la cintura, y algo de encaje cubriendo el pecho. Los zapatos también negros con un broche a un lado, el bolso que elegí, tenía un diseño parecido al encaje del vestido, sólo un poco más claro.
-¿Y qué dicen?- Pregunté.
-Me fascina.- Dijo Silena. -Te ves increíble.-
-Es hermoso. No sabía que tenías conocimiento de la moda.- Dijo Piper.
-Me encanta, simplemente perfecto.- Dijo Calipso.
-Yo no sabía que eras tan hermosa.- Hazel me sorprendió, no muchas personas que me importen me dicen cumplidos, fue muy importante para mí.
-Gracias chicas, de verdad me gusta. Aunque por todo esto, pensaría que iremos a una fiesta.- Sonreí. Las hermanas se miraron con algo de maldad. -No me digan que...-
-¡Iremos a una fiesta!- Gritaron ambas.
-¡¿Qué?!- Gritamos las tres.
-¿Están locas? No puedo ir a una fiesta, si mi padre se entera no me dejará salir de casa hasta que me gradúe.- Dije, en parte es verdad, ya que sería Helen quien no me dejaría salir.
-No lo sabrá, nadie de nuestros padres lo hará. Es una fiesta sin supervisión adulta.- Explicó Silena.
-No me gustan las fiestas. No me divierten.- Eso sí es verdad, me aburro mucho.
-Vamos, anímate, será divertido, estaremos todas. La fiesta es en casa de Will Solance, ya lo conocen, no es muy alocado.-
Will Solance es un chico de nuestra clase, rubio, muy amable, gentil con todo el mundo, inclusive yo. Ese es un motivo que podría tener para ir a la fiesta, él es amable conmigo y yo soy amable con él.
Así es como terminé en la parte trasera del auto de Silena. Entre Haz y Caly. Camino a la casa de Will.
-Bien chicas, llegamos.- Dijo Piper. -Y antes que pregunten, no es aquí, pero todo lo demás debe de estar lleno de autos.-
Así que bajamos y comenzamos a caminar hacia donde provenía la música, ¿como es que los vecinos no reclaman? Desde hace unas cuantas casas se escuchaba.
Cuando llegamos, había mucha gente, por lo que me acerqué más a las chicas que iban delante de mí, es muy común que en este tipo de fiestas, te descuidas y pierdes a tus acompañantes, sobre todo si el grupo es grande. Y no me equivocaba, me quedé atrás porque alguien me agarró del brazo y las chicas desaparecieron.